Partida Rol por web

—Sí, sí...— Manley meneó la cabeza. Como intentando quitarse de la mente la imagen de esas cosas adosadas a los cráneos de esos hombres. Después cargó de nuevo su revolver y lo metió en el cinto. Las balas del detective habían resultado eficaces pero no tenía más. 

—Vamos— andó hasta donde estaba el desintegrador y ayudó al señor Wong a levantarlo. 

Baker acompañó a los porteadores del artefacto. El científico estaba convencido que la solución residía en el establo. 

Vayamos compañeros.

Después de un momento para recuperar el aliento y orientarse en la oscuridad, los héroes dejan atrás los cuerpos como cascaras vacías de vida.

Cargan con el desintegrador hasta la puerta del establo que encuentran entornada, el silencio les rodea, igual que la niebla, más allá solo oscuridad. Al otro lado de la puerta más oscuridad.

Cuando los héroes abren la puerta no encuentran nada, donde antes había varios coches aparcados, y los enseres propios de un aparcamiento, las escaleras que subían a una especie de altillo, los cuadros antes quemados de luces… ahora no hay nada. Absolutamente nada, tan solo una negrura espectral, tan densa que mas bien parece materia solida tan negra como el espacio vacío.

El Doctor estudió con atención aquella masa semisólida de color negro.

El señor Wong mueva la cabeza a un lado y a otro. Estrecha más los ojos —si es que es posible para un asiático— y, ante la inutilidad, chasquea la lengua. Echa la cabeza hacia atrás y pone los ojos en blanco como tantas otras veces antes esta misma noche.

Mientras Wong entorna su mirada para ver más allá de la realidad material y las formas, Manley y Baker escudriñan la extraña oscuridad y cada uno a su manera se da cuenta de que algo extraño ocurre, normalmente se pude decir que esta tan oscuro que no se ve nada, pero realmente lo que parece aquí es que la oscuridad es tan intensa que se puede ver, parece que incluso se puede tocar.

No eres capaz de entender lo que estás viendo, no le encuentras explicación, pero sabes que la oscuridad no es tal, sino mas bien una especie de telón que oculta algo.

Además, en algún lugar del establo que no consigues determinar, escuchas un leve zumbido, parece eléctrico, y algún sonido que te recuerda vagamente a un emisor de código morse.

De pronto lo ves claro, te vienen a la mente algunos estudios y teorías muy novedosos, como esos experimentos militares sobre la invisibilidad basados en desviar con distintos materiales la luz para que un objeto no sea visible.

Esas teorías no son más que futuros muy lejanos para la elite científica, y nadie ha estado ni cerca de ningún prototipo válido, pero lo que tienes delante de tus narices no puede ser otra cosa.

Probablemente en el establo siga estando todo lo que visteis antes, pero no podéis verlo porque un campo de fuerza distorsiona los fotones de algún modo similar a un agujero negro.

Aquí está, como un muro infranqueable, la conciencia con la que te llevas topando todo este día, no es humano, y su capacidad telepática es tan poderosa que te golpea sin piedad, sientes una explosión blanca en tu mente, que queda como cegada durante unos segundos, cuando te recuperas abres los ojos, has sido lanzado contra la puerta del establo, con tal furia que esta se ha roto, y te levantas dolorido entre tablones de madera.

De alguna manera tienes la sensación de que solo ha sido un aviso, y de que esa conciencia o lo que sea tiene un gran poder mental. Pero sobre todo sabes, estas completamente seguro, de que está aquí, en algún lugar, dentro del establo.

De repente, Manley, Baker y el detective pueden ver como el concentrado Wong, sale despedido por los aires y lanzado contra puerta del establo, destrozándola.

Esta oscuridad es una ilusión de nuestras mentes. No es real. exclamó sin estar muy seguro de lo que decía pues era consciente de que carecía de toda lógica y sentido. Allí. En el establo. Hay algo extraño dentro. Ayudenme, ayudenme dijo señalando al desintegrador. Llevémoslo hasta allí y acabemos con esto de una vez Manley empezó a  empujar el cacharro cuando una fuerza invisible lanzó a Wong por los aires hasta estamparse con la puerta del establo

Démonos prisa

El señor Wong sale despedido contra la puerta y, por un momento, parece inmóvil, tirado como un simple muñeco de trapo que un niño de corta edad tira con fuerza desmedida sin motivo ni conocimiento. Un rato más tarde —¿segundos? ¿minutos?—, parece recomponerse y, apoyando en su bastón, se levanta de nuevo. Aunque cojea, anda con determinación y trata de que no se note demasiado.

—Llevo todo el día topándome con una entidad que bloquea completamente mi... visión —revela el historiador—. Si usted dice que la niebla no es real, es claramente una ilusión de este ser.

Wong se apresura en ayudar a Manley con el desintegrador con la intención de apuntar hacia donde ha sentido la presencia de ese ser y disparar sin cesar hasta que desaparezca.

Baker quedó perplejo y con la boca abierta al entender lo que estaba sucediendo en el establo. Caballeros no se lo van a creer. Pero esta es la explicación más lógica y científica que mis conocimientos pueden aportar. El Doctor reunió un poco de barro e hizo un pelota, como las que hacía de jovencito para jugar con sus vecinos, lanzándola contra la superficie que oscurecía parte del establo. Al igual que los comandos del ejército se embadurnan los rostros para que la luz no se refleje en sus blancos rostros. Aquí en frente tenemos un sistema de camuflaje, pero mucho más complejo. De hecho escapa a todo avance de nuestra era. Es parecido a las teorías militares para conseguir un sistema de invisibilidad, pero obviamente en conjeturas se han quedado. Lo que tenemos ante nuestras narices es un campo de fuerza que distorsiona los fotones de algún modo similar a un agujero negro.

El Doctor señaló al barro desparramado sobre la masa ya no tan translúcida. ​​​​​​​Apunten al barro y no fallaran!!

El historiador murmura unas palabras en chino, claramente emocionado. ¡Qué maravilla de la técnica que tienen ante ellos! Ni siquiera con la Visión ha podido atravesarla. Si bien esto no es más que smoke and mirrors, es un truco muy pero que muy sofisticado, más allá del alcance humano.

—Espero que esté usted en lo cierto, doctor Baker —reza encarando el desintegrador hacia el barro con la ayuda de Manley—. Vamos allá.

Cierra los ojos, inspira hondo, expira y, abriéndolos con una calma y un temple dignos de admirar, acciona de nuevo el cachivache.

Bride mira perplejo a sus compañeros, no termina de entender lo que están insinuando, y el miedo empieza a filtrarse por los rincones de su mente dañada, no parece muy lejos de sufrir un nuevo brote de locura.

Aun así, el resto del mundo sigue moviéndose muy deprisa a su alrededor, y la mancha extraña que ha dejado el barro proporciona un blanco comprensible para el desintegrador. Cuando el rayo lo toca se produce una explosión de luz que cegadora que deja a todos aturdidos, se pueden escuchar un aleteo membranoso dentro del cobertizo y cuando por fin recuperáis la vista os dais cuenta de la locura que os rodea sin camuflaje y de lo cerca que estáis de la muerte.

En la parte baja del establo se pueden ver de nuevo los coches que había, y el cuadro de luz quemado que revisasteis hace un tiempo. Los coches han sido perforados por el rayo del desintegrador, causándoles graves daños, solo el último de ellos parece intacto.

Sobre ellos, en un saliente al que se accede por una escalera que ahora esta rota, podéis ver varios aparatos, grandes como lavadoras, plagados de luces intermitentes de varios colores, que emiten distintos sonidos, todos ellos conectados a algo que parece una turbina y debería ser la fuente de energía para toda esa tecnología.

Sobre vosotros en el aire, tres seres alados y bulbosos, con extrañas pinzas como extremidades, y una especie de espolón que agitan con un largo apéndice desde su cola, es el mismo ser que visteis manipular al títere junto al coche. Parecen furiosos y se lanzan contra vosotros en un ataque a vida o muerte.

¿Qué diablos es esto? preguntó en voz alta al ver aquellos cacharros llenos de luces pero antes de que alguien alli pudiera contestarle, descubrió a aquellos tres seres que volaban sobre sus cabezas. Los ojos de Manley se agrandaron, su piel palideció y por un momento pensó que iba a perder la cabeza. Sin embargo sacó fuerzas de algun sitio. las suficientes para sacar de nuevo su arma y disparar

Usen el desintegrador. Mientras intentaré distraerlos. 

A Wong le cuesta mucho procesar todo lo que ve a su alrededor. Pensaba que estaba preparado para la visión de tales criaturas, pues había estudiado durante mucho tiempo antiguos libros en las que se hablaba de ese tipo de... dragones extraterrestres, tan comunes en su tierra. Pero tenerlos en frente es algo totalmente distinto, como bien puede comprobar ahora mismo.

Agarra fuerte el desintegrador, tratando de apuntar con él a alguna de las criaturas, pero la vista se le nubla y coge aire, tratando de serensarse y preparado para lo que venga.