Partida Rol por web

Si me acompañan, yo mismo les entregaré su equipo para que puedan seguir su viaje, señor enano. Por lo que respecta a Silas...

Hace un gesto con la mano a un guardia que se había quedado más lejos de la celda, que al cabo de unos segundos trae al hombre responsable del encarceramiento de los compañeros. Después que ellos hubieran salido de la celda, el guardia empuja a Silas dentro de la celda y el caballero se encarga de cerrar la celda.

Parece que al final vas a ser tú quien se pudra en esta celda, Silas. Sólo espero que algún día comprendas tus errores...

Hace una breve pausa y se dirije a los compañeros...

¿Me acompañan?

Sabía que podía confiar en vos, caballero. Mi intuición me decía que aquí había buena gente, y así ha sido. Además, finalmente se ha hecho doble justicia y se ha encarcelado a quién podía seguir haciendo daño.

Será un honor para mí volver a este lugar cuando finalice nuestro viaje. Si me es posible, volveré para quedarme un tiempo e intentar agradeceros de otra manera más generosa vuestra ayuda. Pero me temo que no tenemos mucho tiempo para hacerlo ahora. Gracias a vos por los pasajes del barco, nunca lo olvidaremos.

Sigo al caballero para recuperar nuestros objetos personales.

Silvara sigue al caballero y a sus compañeros hasta el lugar donde guardan sus posesiones. Al recogerlas, inspeciona su bolsa de componentes y, sobretodo, el extraño libro que le dió el fantasma y que lleva tanto tiempo estudiando...

 El enano parece satisfecho tanto por las disculpas como por la justicia, ver a Silas entre rejas, que es lo que merece, le gusta. Tras eso acompaña al capitán en busca de su equipo, de su hacha. Si no fuera por que siempre está serio y refunfuñandos, sus facciones muestran algo parecido a una sonrisa entre su poblada barba.

 - Grracias porr los billetes de embarrque. Un noble gesto.

Gracias señor enano.

El caballero les guió hasta el equipo de los compañeros, cada uno cogió lo que era suyo y luego les acompañó hasta el puerto, para mostrarles el barco.

No podrá dejar tierra hasta mañana. Si quieren pueden hospedarse en la taberna donde han pasado la noche. El propietario es amigo mío y les prometo que no tendrán más problemas con la guardia de la ciudad.

 Abognazar asiente.

 - Si es el caso brrindarré a tú salud, capitán.

Es usted muy amable, querría unirse a nosotros para cenar? contesta amablemente tras las palabras del enano así podremos brindar todos juntos sonríe

Muchas gracias por la invitación, señora. Y, aunque me gustaría compartir una cena con todos ustedes debo rechazarlo. Tengo asuntos que no puedo desatender. Sin embargo, nos veremos mañana por la mañana, recuerden que el barco saldrá al amanecer.

Os saluda amablemente, uno por uno, y luego se va calle abajo hasta que lo perdéis de vista.

Tass sigue callado,su cara se ensombrece aun mas cuando el caballero les entrega los pasajes para el barco.

Todo el jaleo empezo por intentar jugar una partida para conseguir dinero para embarcar y al final han sido golpeados,apresados y los pasajes se los han regalado.

Ya ni eso es capaz de conseguir para el grupo.Es un proveedor,que no consigue lo que necesitan y encima mete en lios a los demas.

Entonces le vienen a la mente las palabras de los demas en la celda y trata de animarse un poco aunque a duras penas lo consigue.

Cuando oye a Abognazar lo de brindar reacciona un poco.

Yo brindare contigo,espero seas capaz de aguantar mi ritmo.

Brindaremos todos dice contenta pero con moderación que mañana hay que madrugar y además será mejor que no se nos revuelvan las tripas en el barco.... termina riendo

El libro es obviamente mágico, es difícil de leer e incluso descifrar pues las letras y las páginas cambian a voluntad. Antes de poder leerlo tendrás que descifrar la pauta de cambio.

Llegó el nuevo día, los compañeros descansaron de nuevo en las cómodas camas de la taberna de Port Grundel, desayunaron en una mesa como es debido y cuando salieron fuera, se econtraron con el caballero Guerial, que les estaba esperando.

Buenos días, espero que hayan dormido bien señores... y señora.

Buenos días... saluda educadamente disfrutaremos de su compañía hasta el barco?

Por supuesto, les acompañaré tal como les prometí -dijo, mientras empezaba la marcha hasta el puerto de la ciudad-.

Antes de llegar al puerto, se paró un segundo para hablar con los compañeros.

Yo... quería pedirles un favor... quisiera acompañarles en su viaje. Hace mucho tiempo que no tenemos noticias de aventureros por aquí. Antes pasaban siempre por nuestra ciudad, a pasar la noche o incluso quedarse unos días. Cuando era pequeño, aprovechaba siempre para escuchar sus aventuras y crecí soñando con ellas.

Sin embargo siempre puse mis obligaciones por delante. Mi futuro está fuera de esta ciudad, hace mucho tiempo que lo sé, pero, hasta ahora, no había encontrado un motivo para irme. Así que os agradecería que vosotros fuerais este motivo.

Sé que parece un poco precipitado pero no deseaba perder una nueva oportunidad...