Partida Rol por web

Mirando algo azorado a la elfa, Guerial respondió, "bueno, si esto es como los rastros en los bosques, mi intención era no perder más tiempo del necesario". Luego, levantando la mirada, comentó, "después, voy a preguntar al alcalde de quien era esta casa y si alguno de los esqueletos se da aires a su antiguo dueño". 

Guerial llevó a Silvara al lugar del cual salían las pisadas.

La elfa examinó el lugar, bastante revuelto y conjuró un hechizo que le permitiera detectar rastros de magia si allí, los había.

No parece que haya rastro de magia en este lugar...

Tras conjurar unas palabras arcanas y concentrarse con los ojos cerrados durante unos breves instantes que parecían eternos, Silvara levanta la mirada hacia Guerial y lentamente niega con la cabeza.

No detecto ningún rastro de magia... eso quiere decir que o bien se realizó una magia muy débil hace mucho tiempo, cosa que dudo, o los esqueletos no fueron generados aquí u otra razón que se me escapa.... tras una pausa lamento no haber sido de ayuda...

Estos engendros tienen que haber llegado de alguna manera, no pueden salir de la nada... tiene que haber algún lugar recondito donde podamos investigar.

Lothar, consternado, se dirige a Guerial.

Caballero, se lo ruego, siga buscando. Esos engendros tienen que haber salido de alguna parte de este pueblo. Si en esa casa no hay ninguna puerta oculta, ni ningún escondrijo, seguro que se puede seguir el rastro de esos malolientes. Se lo ruego...

Mientras decía esto, Lothar se gira buscando con la mirada a Tass.

Tass seguro que puede ayudarnos... es capaz de meterse en los lugares más insospechados, y con la curiosidad que siente por todo, seguro que algo encuentra...

Tas parecía como si se hubiese adelantado al comentario de Lothar y ya llevaba un buen rato merodeando y buscando por toda la casa.

Pues bien Lothar, estás en lo cierto. Los kenders somos grandes buscadores de cosas pues, por nuestro reducido tamaño podemos entrar en todo tipo de agujeros y lugares donde vosotros no cabéis. Oh, no me malinterpretéis, no os estoy llamando gordos y menos a ti Silvara... eres muy guapa y a tu figura no le pasa nada, además estos largos cabellos plateados estilizan mucho tu cuerpo. He conocido a muchos elfos en mis viajes y debo decirte que he conocido muy pocos elfos con los cabellos plateados... ¿Tenía tu madre los cabellos igual de bonitos? ¿También eran plateados? Mi tío saltatrampas una vez conoció a un elfo silvanesti con los cabellos dorados, decía...

Parecía que Tas había empezado a coger carrerilla y, como de costumbre, se había desviado del tema...

Gracias Tas, pero ¿puedes decirnos si has encontrado algo? ¿Algo que nos sirva para esclarecer todo esto?-le respondió Silvara, con su habitual diplomacia-.

Ah sí! Oh este es un tema muy interesante, más que el que os iba a contar de mi tío Saltatrampas, aunque ese tema tampoco era aburrido... Ah! Pues debo decir que este lugar está francamente desordenado, los kender, aunque tenemos que cuidar de muchas cosas que generalmente metemos en nuestros saquitos no solemos dejarlos desperdigados por ahí. Al la gente que vivía aquí se les cayeron muchas cosas que he tenido que recoger para devolverles cuando les vea. Cucharas, trozos de tela, una tetera pequeña e incluso un anillo! Y más cosas! Supongo que lo guardarán todo en ese sótano que tenien abajo pero esa no es razón para dejar las cosas tan despreocupadamente. Dicen que quien no tiene cuidado con sus cosas...

Un sótano?... pregunta intrigada había algo relevante en él?, para lo que le está sucediendo al pueblo me refiero. Quizás los esqueletos vinieran de él....

- Muy bien Tass, sabía que no me defraudarías... - dice Lothar con una sonrisa mientras se carca al kender y le pasa la mano por el pelo, enmarañandolo un poco. - Dinos donde está, debemos explorarlo.

Ya he mirado en él, estaba oscuro y no era muy grande... no creo que haya nada interesante ahí, no había nada brillante ni que llamara mi intenció pero... bueno seguidme...

Tas lleva a sus compañeros hasta el lugar donde hay una pequeña trampilla. Parece que estaba cerrada con un candado aunque ahora mismo está abierto.

Es aquí. Estamos de suerte, en este agujero cabemos todos, incluso Abognazar...

Escuchas un grito que proviene de lejos, por la poca intensidad y por el tipo de sonido deduces que puede ser de alguna mujer, probablemente varias.

- ¿No ois nada? ¡Se oyen gritos! - dice apresuradamente Lothar, un poco alarmado. - Suenan lejos, parece que provienen de la plaza, y parece que sea una mujer. ¡Debemos ir rápido!

Despues, Lothar sale a toda prisa del edificio, confiando en que los demás le sigan.

¡No puedo perder el tiempo, debo llegar cuanto antes!

Vamos allá!... dice antes de salir corriendo tras Lozar Demasiado correr para uno solo día... menudas agujetas tendré luego... pero todo sea por ayudar a esta gente..

Cuando llegáis a la plaza, después de correr un buen trecho, podéis ver mucha gente, alrededor de alguien o algo, como si hubiera pasado algo.

Al llegar, vuestra presencia no pasa inadvertida y la gente se aparta para que podáis ver lo que ha pasado. Allí, en el suelo, se encuentran tres esqueletos putrefactos en el suelo, seguramente lo han abatido los guardias del pueblo, pues al lado hay un cuerpo humano, un guardia que seguramente ha muerto en la refriega, acompañado por mucha gente que llora su muerte.

También al lado de los esqueletos se encuentra una mujer de edad avanzada y el que podría ser su marido llorando.