Partida Rol por web

El Despertar del Mal - II - La Máscara del Dios Viviente

II - Un asunto peliagudo

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18/11/2015, 06:29
Tanyl Argenthor

Asintió de nuevo a las palabras del mediano, él no lo hubiera expresado mejor.

- No, la verdad es que no tengo nada que añadir, ha sido tal cual ha contado. Deberíamos marchar a ver a Reginar.

Lo que no sé es qué sería más seguro si volvemos a encontrarnos con las comitivas del templo; escondernos de ellas parece lo más razonable, pero si sus espías nos pillan haciendolo, quizás nos traería incluso más problemas.

En ese momento notó que la bella elfa le estaba mirando pero no supo decir si con desprecio o todo lo contrario, asi que le devolvió la mirada y le guiñó un ojo.

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18/11/2015, 08:36
Rhylen Carsson

Tras la exposición de Togo, Rhylen tomó la palabra: - No sé si ese tal Réginar se referiría a entrar en el templo o simplemente acercarse a él, pero sí os podemos asegurar que acceder a su interior va a ser una tarea harto complicada, comentaba con rostro serio a pesar de estar en posesión de la última jarra que demandaba. – Tienen montado un fuerte sistema de seguridad, en la entrada, los muros del templo…y quién sabe si con fieles camuflados en las inmediaciones… sin duda traman algo turbio y el poder de Alétheia sólo hace reforzar esta sospecha. Si queremos averiguar más sobre ello es necesario hacerlo desde dentro y a falta de lo que pueda decir Réginar… la mejor forma, sin duda, sería hacerlo infiltrado usando sus atuendos, apuntó.

Ante el comentario de la supuesta medusa, Rhylen no pudo evitar quitarle importancia al asunto… - ¿Una medusa?, JÁ. Quizá tan sólo se trate de un rumor del populacho provocado por el miedo… pero tranquilos, todo lo que respira…se le puede matar, concluyó seguro de sí mismo…

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18/11/2015, 10:45
Alétheia

La cara de Alétheia cuando Togo insinuó que debía tener cuidado cambio de su habitual candor a una frialdad insospechada. Pocos la habrían visto así y, entre ellos, no estaban sus actuales compañeros.

- Chaval...- Dijo forzándose por mantener las formas.- Se te ha subido todo esto un poco a la cabeza, ¿no? - Le dijo sin miramientos y buscando en los demás un poco de apoyo. Después de todo no era más que un polizón de barco reconvertido en escudero gracias a la bondad del grupo, que podía haberlo devuelto a Kassen de una patada.- Sé un poco más humilde y ten siempre en cuenta con quién hablas. YO soy la Pitonisa del Débil , la que devolvió la Llama Eterna a Kassen...junto con mis compañeros.- Los aires de grandeza era algo que siempre Alétheia había gestionado con dificultad. No era su culpa, era cómo la habían educado.- Sabemos lo que hacemos.- Se volvía a justificar sin pensar en que Togo pudiera tener razón sobre el asunto de la discreción.- Fuimos elegidos por Kassen para ello.- Tras la reprimenda al niño se mantuvo en silencio picoteando parte de la comida que se había subido a las habitaciones. Escuchó las palabras del mediano que correspondían bastante con lo que ellos mismos habían percibido en su paseo turístico alrededor del templo. Escuchó con estupor la historia de Togo sobre los niños que las madres escondían y de pronto todo su enfado se desvaneció dejando paso al horror por la suerte de los pobres inocentes, entre ellos Togo.- Menos mal que pudiste esconderte. Podrían haberte confundido con un niño...¡Es horrible!¡Malvado!- Cada vez estaba más convencida que la discreción jugaba un papel menos importante en su misión. No era momento de andarse con gestos suaves y cuidado en las formas. Tanyl hablaba de esconderse de los monjes a lo cual Alé respondía apretando los puños hasta que los dedos rosados se tornaron blancos por la falta de riego sanguíneo.- Qué vengan..¡qué se atrevan!- No tenía ningún miedo a aquellos desalmados enmascarados.-  Sí, desde dentro, eso es.- Afirmaba a las palabras del Paladín del Débil, el Sr. Carsson.- Y para eso vamos a darles caza. Nos haremos con sus túnicas, nos pondremos sus máscaras para ocultar nuestro rostro. Así lo conozcan o no ya sus espían no tendrán modo de reconocernos. - Ahora señaló con un dedo acusador a Togo.- Tú eres pequeñito pero , como bien has dicho, pareces un niño. Te haremos pasar como una de nuestras "adquisiciones" para meternos dentro de la boca del lobo y una vez allí... ¡PUM!- Golpeó la mesa donde había quedado una uva suelta que ahora no era más que pulpa y piel aplastada bajo su puño.- Puede que piensen que al Débil le tiemble el pulso por la avanzada edad pero no le temblará a Su Pitonisa.

Notas de juego

Ay Rhylen que Razmir es el Dios Viviente no nuestro contacto. malditos nombres.

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18/11/2015, 15:21
Togo "El Niño" Overhill

Togo no tardó en reaccionar a las duras palabras de la sacerdotisa. Sus ojos se empañaron enseguida y su rostro se tornó triste y compungido - Joooo Aletheia.... Por qué me hablas asíiiii...  snif... snif....  - Yo solo os recuerdo lo que dijeron Cygar y el alcalde porque parece que lololo  habéis olvidado... buaaaaaa....!!  buaaaa...!! 

Y el mediano se dobló sobre sí mismo y escondió su cara en su cuerpo  para no mostrar las  lágrimas que brotaban de sus tristes ojos y que no podía controlar. Varias veces frotó  su brazo por su ahora colorada nariz arrastrando una buena cantidad de mocos y lágrimas por igual. 

~~dentro de la boca del lobo y una vez allí... ¡PUM!-

Togo se sobresaltó  en su silla y dejó de sollozar de inmediato, durante DOS segundos - Buaaaaa....!! Pero si solo tenemos que apresar a los ladrones.... buaaaa....!!!!

Quedaba claro que Togo era un niño obediente y quería cumplir a pies juntillas con la misión que les habían encomendado. No entendía las ganas que parecía tener Aletheia de entrar en el templo a destrozarlo o eso parecía.

Notas de juego

jajajajaja

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18/11/2015, 21:21
Hostawen

El guiño desvergonzado de Tanyl se transformó en rubor en el rostro de Hostawen, que sobresaltada no supo a donde mirar e intentó retomar la conversación. Alétheia parecía recriminar al pequeño sus palabras. -No sé cuando se cree éste que le contrataron...- dijo apoyando a la pitonisa del Débil. Ésta recompensó su apoyo con su habitual grandeza, normalmente pensaba que aquella pose grandilocuente era más propia de una charlatana que de un héroe, pero no era su caso. La elfa había visto como en los momento cúlmenes había dado el Do de pecho. ¡Y jo, que pecho! La artimaña de Rhylen y Alétheia parecía la mejor opción, pero Togo estalló a llorar. Casi sentía pena por aquel chico. -Vamos, vamos...- decía palmeando su espalda. Finalmente habló al grupo. -Lo mejor será tramar una emboscada... según he oído tenemos los elementos para atrapar a unos cuantos de ellos. Quieren niños, pues demosle a Togo.- dijo con un guiño a este para animarlo, así se podría hacer el héroe. -Y cuando vayan a cazarlo, les asaltamos. Como lo veo es que Alétheia sea una madre que ha perdido a su hijo o no puede sacarlo de algún sitio. Los monjes se frotarán las manos con tan suculento premio. Les llevarás a un sitio apartado en el que poder atacar sin miedo a ojos indiscretos. Rhylen será un vagabundo que hace pis cerca del lugar, Tanyl se esconderá cerca y yo me mantendré en una posición elevada. ¿Qué os parece?- dijo con una sonrisa que ocultaba el rubor de sus mejillas.

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18/11/2015, 21:53
Rhylen Carsson

Rhylen aprobaba e incluso celebraba el entusiasmo con el que la pitonisa del Débil afrontaba la misión…aunque no tanto con las formas con las que se dirigió a Togo a pesar de que no le faltase razón. – ¡Basta Alétheia!...¿no ves que tan sólo se trata de un niño?, dijo señalando al pequeño. – Estos últimos días seguro que están siendo los más emocionantes de su vida, es normal que esté excitado…, apuntó tratando de mantener la calma del grupo. – Eso sí, Togo…, continuó ahora dirigiéndose al mediano. - …tienes que controlar ese entusiasmo, para bien o para mal, ahora perteneces a esta comitiva y te aseguro que no se trata de ningún juego… Por lo que a mi respecta, si los planes de ese templo van más allá que el robo de objetos sagrados… te puedo asegurar que el hecho de dar con los ladrones no me bastará. ¡Hay que averiguar qué traman!

Tras su intervención escuchó las palabras de la joven elfa apoyando el plan de Alétehia y que él mismo no dudó en respaldar. – Me parece buen plan…, dijo acariciándose la barba, - Pero antes debemos hablar con nuestro contacto, toda información es poca tanto para enfrentarnos a los monjes como para cuando consigamos entrar en ese maldito templo.

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19/11/2015, 06:13
Tanyl Argenthor

No le sorprendió al semielfo los lloros del mediano. En el breve viaje que habían compartido creía haber calado a Togo. Se había mostrado muy confiado en símismo e independiente, incluso sarcástico y ofensivo verbalmente, asi que para Tanyl, aquella fachada de niño inocente ya no le hacía efecto. Ahora bien, debía reconocer que le funcionaba muy bien con el resto. La pena era un arma muy poderosa y el mediano la usaba con astucia.

Por otro lado parecía que Aléthia se estaba envalontando demasiado en su opinión. Se olvidaban que estaban en territorio enemigo. Podría ser que funcionase eso de meter a Togo dentro del Templo para que él les abrise la puerta desde dentro, pero habría que ir con muchísimo cuidado.

- Coincido con Carsson, no nos adelantemos hasta que hayamos hablado con Reginar, quizás él conozca alguna entrada secreta al templo.

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19/11/2015, 18:35
Reginar

La sobremesa en las habitaciones superiores de la Ultima Comida de Gar se alargó durante largo rato sobrepasando sobradamente el mediodía. Fue fructífera en lo referente a que, con la puesta en común de la información obtenida por ambos grupos a lo largo de la mañana, se hicieron una idea bastante clara acerca de a qué clase de enemigo iban a enfrentarse y de qué forma podrían hacerlo.

La tarde pasó relativamente rápido ya que fue un momento de tranquilidad muy agradecido después de los seis días de viaje desde Kassen que llevaban a sus espaldas. Siestas, lectura y, en definitiva, cualquier medio para pasar el rato fue en lo que los distintos miembros del grupo invirtieron el tiempo hasta que la noche comenzó a caer sobre la ruidosa Tamran.  

Las canciones de  los músicos contratados por Puglas para amenizar las noches en la taberna comenzaron poco antes del crepúsculo. Las dulces notas de la flauta de pan y las vivas estrofas de violín se abrían paso a través de los tablones que conformaban el suelo de las habitaciones trayendo consigo el murmullo de fondo de las conversaciones de los parroquianos que, poco a poco, comenzaban a llenar el local después de sus jornadas laborales. Era la hora indicada.

Al salir a la calle el frío caló pronto en los huesos de las cinco figuras que abandonaron el estrecho callejón que daba a la calle de la madriguera, una avenida más amplia y mejor iluminada que en la que se establecía la posada que les daba cobijo. El pavimento volvía a teñirse de blanco por completo pese a que los copos de nieve que caían en ese momento eran poco mayores que motas de polvo. Exhalando intensas nubes de vaho Tanyl y Togo condujeron al resto con paso tranquilo, debido principalmente a lo resbaladizo del enlosado, a través de los puentes que cruzaban los canales hasta que llegaron a la estatua de Úmberli, la diosa de las aguas, sobre la cual ya comenzaban a crecer algún que otro carámbano. Pocos metros más adelante de la estatua, siguiendo las risas y las picantes canciones de los leñadores y tramperos que allí se reunían, se erigía la posada en la que debían reunirse con su contacto.

Al verlos entrar en el salón del Regalo del Bosque, Nóremir, aquél sobre el que Togo había identificado como un amigo de Réginar, hizo una señal con la mano al semielfo y al mediano para que lo acompañasen a una estancia que, según podían ver desde el otro lado del salón y por la cantidad de barriles que en ella se veía, parecía ser la bodega de la taberna. En su reducido interior se había dispuesto una mesa redonda con varios taburetes improvisados a partir de barriles cortados por la mitad o cubos vueltos bocabajo. Aquél que por las descripciones que había aportado Togo debía ser Réginar se levantó sonriente nada más ver entrar al variopinto grupo.

Bienvenidos amigos. – Saludó extendiendo su fuerte mano a todos y cada uno de los allí presentes. - Nóremir, cierra la puerta, gracias. – Pidió acto seguido a su amigo con una voz tan amable que para nada se la habría asociado con su apariencia ruda propia de los exploradores de los bosques.

Es un placer tenerlos aquí, por favor, tomen asiento. Disculpen por lo estrecho de la habitación pero toda precaución es poca si tenemos en cuenta al enemigo al que nos enfrentamos. – Tomó asiento y examinó sin reparos durante unos instantes el espadón de hoja negra que portaba Rhylen. – Me alegra que Cygar haya pensado en una espada me vendría bien para solucionar lo que aquí nos atañe pero…no va a resultar así de sencillo.

Pero bueno, empecemos por el principio, mi nombre es Réginar Lacklan. Un placer. – Dijo haciendo una leve reverencia con la cabeza.- Me imagino que tendrán muchas dudas… sobre todo teniendo en cuenta qué tan lejos está Kassen de este lugar y extraño de los ladrones que robaron esasreliquias en su cripta, ¿no es así?

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20/11/2015, 01:46
Togo "El Niño" Overhill

Tras el intenso intercambio de información, cada uno de los aventureros y Togo eligió un modo diferente de pasar el tiempo hasta la noche. Después de una corta pero reparadora siesta, el mediano bajó a entretenerse con la nieve que empezaba a caer sobre la ciudad, lanzando bolas contra el primer gato, perro o pajarillo que pasaba a su alcance. Al tiempo Togo, atenazado por el frio que la helada nieve le había calado en sus huesos, necesitó entrar de nuevo a la posada para entrar en calor. Varios músicos empezaban a llegar y mientras afinaban y ensayaban alguna melodía, el jovial e interesado mediano no dudó en acompañarles con su flauta, que empezó a tocar emocionado hasta que tuvo que marchar avisado por los jóvenes Kassenitas, que casi tuvieron que llevárselo a rastras de allí.

Recorrieron las frias y nevadas calles de la ciudad en dirección a El Regalo del Bosque, al que  llegaron sin mayor problema y donde parecía estar esperándoles Nóremir, el amigo de Reginar, que no tardó en llevarlos discretamente a la zona trasera del local, donde el explorador les esperaba. Fue él quien tomó la palabra presentándose con un carisma impropio de lo rudo de su aspecto. Reginar no tardó en hablar sobre el templo,también sobre las joyas robadas en Kassen  y que los aventureros debían encontrar. Togo prefirió no abrir la boca de momento ya había tenido bastante con le reprimenda de la sacerdotisa y no quería entrometerse en los asuntos de los adultos. Aunque ciertamente tenía muchas dudas sobre quién y porqué había robado las joyas que buscaban

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20/11/2015, 06:20
Tanyl Argenthor

Buenas noches Reginard -dijo el semielfo cumpliendo asi con las mínimas normas de educación.- Estos son los compañeros de los que te he hablado.

Prefirió no presentar él al resto pues no consideró prudente dar más información antes de que la pitonisa hubiese mirado el alma de su interlocutor. Dejo así que cada uno se presentase a sí mismo.

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20/11/2015, 18:59
Alétheia

Alétheia pasó el tiempo haciendo de Pitonisa. Con los músicos la taberna se llenó de gente bebiendo y comiendo, en definitiva pasándolo bien, y eran esos momentos en los que a la mujer le gustaba ejercer su oficio.  Le gustaba hablar con la gente y que le contaran sus problemas, aunque se cuidó mucho de no soltar demasiado la lengua, siempre mirando  dónde podía estar el pequeño e impertinente Togo, para que no le sacaran otra vez los colores. Leía las palmas de la mano,los posos de las jarras vacías de cerveza y lanzaba las tabas sobre las mesas de madera sobre las que dibujaba extraños diagramas que sólo entendía ella.

Cuando llegó la hora de partir se abrigó bien pues la noche parecía gélida, como así fue, y trató de calmar su iracundo carácter. Debía actuar con frialdad y no dejarse llevar por el ardor de su fe. 

Reginar resultó ser tal cual lo había descrito Togo. Parecía un hombre curtido, eso siempre estaba bien, tal para cual con Cygar. No le extrañaba que fueran amigos.

- Buenas noches Reginar. Mi nombre es Alétheia, supongo que Cygar ya le habrá contado...- Omitió todo el rollo de la Pitonisa que Todo Lo Ve y esas cosas para mantener la discreción. En su lugar, cuando el hombre agradeció la aportación de la espada del Sr. Carsson ella, celosa, tiró de la cadena que rodeaba su cuello y de la que pendía el símbolo del Débil: la rama de madera con forma de mano acosada por la artrosis. Lo lucía orgullosa entre sus generosos pechos.- Muchas dudas sí, pero no nos falta determinación en nuestra misión. Menos desde que...hemos comprobado la calaña de aquellos que se hacen llamar monjes del Dios Viviente. ¿Cuánto tiempo lleva su culto instaurado en esta zona?¿Qué es lo que dicen predicar?

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20/11/2015, 20:08
Reginar

Devolvió con una sonrisa la presentación a Alétheia sin escapar a su vista de halcón aquel medallón que lucía y que en ese momento abandonaba el cálido refugio entre sus dos pechos. Aguardó a que el resto se presentase y después tomó la palabra. – Sí, me ha contado lo que sucedió hace casi tres Dekhanas, una auténtica pena. – Comentó con sinceridad pese a que él era poco dado a sentimentalismos hacia lugares sagrados. Para Réginar y para aquellos que vivían la vida como él, fieles seguidores de los dioses de la naturaleza, aquellas devociones por lugares creados por el hombre y héroes locales tenían poco significado. - Pero bueno, no nos preocupemos, todo tiene solución. – Dijo cambiando su semblante a uno más serio a la vez que validaba las palabras de la Pitonisa acerca de los seguidores del templo.-  Me alegro que Cygar haya elegido tan bien a quien enviar, pues no será fácil lidiar con los Razmiritas.

Pues verá, llegaron hará unos dos años y algo. - Comenzó diciendo tras enjuagarse la boca con el último bochinche de cerveza que quedaba en su jarra y echarse hacia atrás para apoyarse en uno de los barriles apilados contra la pared de piedra. – Al principio no eran más que un pequeño grupo de pobres misioneros buscando ayudar al prójimo. Sin embargo, no tardaron mucho en recaudar fondos a través de donaciones, o eso dicen, con los que construyeron el templo que se alza al norte de la ciudad hará ahora un año mes arriba mes abajo, justo en un solar abandonado cuyos edificios habían sido reducidos a cenizas varios años atrás, cuando la guerra era más cruda de lo que es hoy día. – Hizo una pausa para ver que todos seguían su historia. – Su poder e influencia en la ciudad ha crecido mucho desde entonces, tanto que los guardias no parecen prestar atención a las quejas y denuncias de algunos ciudadanos que han sido robados o incluso extorsionados… ¡por los mismos monjes durante sus congregaciones públicas! Cuando los guardias llegan se limitan a decir que allí no ha pasado nada y que es mejor no alterarse… - Su rostro de piel curtida por la exposición a los elementos durante años adquirió un tono rojizo debido a la rabia que bullía en su interior. – Creo, y esto que os he contado sólo es una pequeña muestra, que los guardias que patrullan las calles están pagados por el templo y ayudan a ahuyentar a los intrusos y a los ladrones, de ahí que el barrio sea tan seguro si exceptuamos los robos de esas repugnantes  ratas.

Réginar hubo de hacer un alto para tomar aliento;  la rabia que tomaba el control de su cuerpo debido a su odio visceral hacia el templo le oprimía el pecho cada vez que hablaba de aquello. – Los miembros de la secta salen con frecuencia para ayudar a los pobres y hacer proselitismo, pero creo que esto es sólo una tapadera para otras actividades más ilegales, tales como el robo, el chantaje y la extorsión. He visto con mis propios ojos cómo un grupo de sus monjes pateaban a zapatero que había engrosado un poco la cuenta por haber fabricado para el templo varios pares de botas… Es increíble. Podría contaros docenas de casos como éstos. Pero está bien… - Finalizó haciendo un amplio barrido con su brazo por delante de su cara. - Hablemos sobre lo que sé acerca de lo que os ha traído hasta aquí.

Hace un par de meses, - dijo después de unos segundos para hacer memoria, - un grupo de monjes dejó Tamran para ir en dirección norte. Pensé en un primer momento que simplemente habían ido a una de las aldeas del interior del bosque para extorsionar a sus habitantes, sin embargo no los vi volver hasta hará poco más de una dekhana con paso presuroso, cansados y en un número mucho más reducido que los que partieron. Los seguí hasta el interior de Tamran y, tan pronto como cruzaron las murallas, corrieron despavoridos en dirección al templo. Al principio no tenía ni idea de qué podía haberles pasado, pero cuando Cygar me comentó lo que había sucedido en Kassen…até cabos. La pena es que al poco de mi encuentro con Cygar, otro grupo de monjes liderado por uno que a todas luces debía ser una mujer, dada su figura bajo su ceñida túnica azul, abandonó el templo y la ciudad en un barco propiedad de ellos. No los he vuelto a ver, y creedme, nunca había visto a ningún monje vestir esas túnicas. Creo que puede que ella sea la líder del templo…pero desconozco su identidad. - Finalizó al fin con una mueca de incomodidad cruzando su rostro.

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21/11/2015, 00:15
Togo "El Niño" Overhill

- eeeehhh, bueno.... yo soy Togo. Se presentó el mediano al ver que uno a uno todos lo hacían también. El pequeño escuchó con atención lo que Reginar les contaba. Para luego preguntar

¿ Y los niños? ¿ Por qué las madres esconden a sus hijos cuando aparece la comitiva de los monjes? ¿ Es verdad que en el templo hay una medusa que convierte en piedra a quien no es útil para el templo?

Lo realmente inquietante es que recorran tantos kilómetros para robar unas joyas, porque en esta ciudad también habrá muchas  ¿ o es que ya han robado todas? Algo de especial deben tener esas joyas ¿ sabéis qué puede ser? Apostaría a que las joyas las lleva esa mujer de la que habláis....

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21/11/2015, 10:27
Rhylen Carsson

- Rhylen Carsson, con esas escuetas palabras se dio por presentado en viejo guerrero. El lugar elegido para la clandestina reunión no era precisamente de su agrado. Bien era cierto que se encontraba en una bodega y que en cualquier otra circunstancia estaría echando mano de uno de aquellos barriles… sin embargo el reducido espacio en el que se encontraban y que fuesen un grupo tan numeroso de personas hicieron que ni siquiera tomara asiento y prestase atención a lo expuesto por Reginar apoyado contra uno de los grandes barriles de la sala.

- Si esa mujer de la que hablas es la líder… quizá no tengamos que centrarnos tanto en el templo y sí en dar con ella…, intervino el anciano desde la esquina de la habitación. – Gozamos de una gran oportunidad para cortar la cabeza de la serpiente sin necesidad de tener que enfrentarnos a todo el despliegue defensivo de Templo de Razmir, comentaba decidido. – ¿Tienes idea de a dónde se dirigió ese barco o cómo podríamos averiguarlo?, terminó preguntando, añadiéndose así a las numerosas dudas expuestas por el pequeño Togo. 

Mientras, el viejo fantaseaba con conseguir dar caza a aquella perra y con la posibilidad de regresar al templo de Razmir, con su supuesto líder entre las filas… - Eso facilitaría las cosas…, pensaba mientras mentalmente vestía a Hostawen con una túnica azul… - …Las facilitaría mucho…

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21/11/2015, 12:30
Tanyl Argenthor

Aquello estaba tomando un cariz diferente al que Tanyl se había imaginado al aceptar la misión. Cortar la cabeza de la serpiente?!

Disculpad- intervino el semielfo-. No habíamos venido aqui para recuperar las reliquias? No se nos queda algo grande eso de desmantelar toda una secta? Y, lo que es más importante,qué repercusión tendría sobre Kassen si fallaramos?

No es que no le interesase. Cuanto más grande el desafío más posibilidad de practicar su magia, pero no creía que esa fuera su misión.

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21/11/2015, 13:32
Hostawen

La elfa sentía cada dos por tres que sus compañeros se rezagaban para practicar sus distracciones favoritas. La de Alétheia presumir de su grandes dones y de Togo... Bueno, Togo era un ser hiper activo, con déficit de atención que se distraía con cualquier insignificancia. Y tras ponerse dura, hizo entrar en vereda a ambos para ir al encuentro de Reginar.
La elfa se presentó con una bonita reverencia y escuchó atentamente lo que el explorador tenía que decir. Togo parecía empezar a dar rienda suelta a una cantidad ingente de preguntas. La elfa sólo pudo reprender esta acción con la mirada a riesgo de quedar como un grupo de amateurs. Por su parte Rhylen parecía tener algún plan un poco arriesgado y Tanyl parecía reprobárselo con su valentía habitual...*
-Aún no sabemos con certeza si es la líder, podía ser sólo alguien importante, pero no el líder.- dijo tímidamente la exploradora intentando no cruzar miradas con el guapo explorador. Ambos compartían mucho más que profesión y podía intuir su afinidad. -Si lo fuese... sería un buen plan para entrar.- dijo la elfa. Ya que si no, ¿cómo iban a entrar las dos mujeres?

Notas de juego

*Ironía.

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22/11/2015, 09:44
Alétheia

La Pitonisa del Débil experimentaba los mismos sentimientos que Reginar respecto al templo del Dios Viviente Razmir y sus acólitos. Sin embargo, ahora estaba menos alterada y la fría voz de Tanyl le puso los pies en la tierra.

- Es cierto. Nuestra prioridad es recuperar las reliquias...- Dijo mientras en su cabeza siseaba la debilucha voz del Padre Prasst.- Lo primero debería ser averiguar dónde se encuentran. Lo lógico sería que guardadas a buen recaudo en el interior de ese"magnífico" templo.- La otra posibilidad, interceptar al grupo que había abandonado el templo según Reginar, tampoco le parecía mala idea.

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23/11/2015, 07:14
Reginar

No sé de dónde  han sacado esa idea las mujeres la verdad. – Contestó  con una sonrisa que indicaba que no era la primera vez que escuchaba semejante rumor. – El miedo ha hecho que la gente trate de explicar con la imaginación lo que no puede ver con sus ojos. El hecho de que nadie que no sea un miembro de la orden pueda entrar en el templo es algo que sólo hace crecer aún más los rumores.

Sobre las joyas…sí, en efecto, hay muchas joyas en Tamran. – Volvió a responder al mediano. - Muchas más incluso de las que los Razmiritas podrían robar, por eso supongo que si fueron hasta Kassen a por esas que me comentó Cygar sería porque realmente eran algo más que piedras preciosas. – El explorador se encogió de hombros a la vez que su boca adoptaba una mueca de duda. – No sé qué pueden ser esas joyas. Cygar no me dijo nada, por lo que esperaba que vosotros me lo dijeseis. No sé si las tendrá la mujer pero lo que sí sé es que si queremos respuestas tenemos que sacarlas de ahí dentro.- Dijo señalando hacia donde debería estar el templo.

Réginar se volvió hacia Rhylen y Tanyl. – Lamento no poder deciros hacia dónde se ha dirigido ese barco. Como comprenderán, el templo se cuida mucho de que no haya filtraciones y la mejor forma de ello es tener su propio barco con sus propios marineros. Monjes también, lógicamente. – Explicó.

No se me ocurre otra forma de obtener respuestas que no sea entrando ahí dentro y obteniéndolas mediante ojos y oídos. – Dijo apoyando ambos codos en la mesa y adoptando un tono más agresivo. - Además eso - añadió asintiendo tras el comentario de Hostawen, - no sabemos si ella es la líder o sólo alguien más de mayor rango dentro de la organización.

Por otra parte, no sé hasta qué punto un ataque contra el templo resultaría efectivo. No debemos olvidar que gran parte de la guardia de la ciudad puede estar sobornada y, por si eso fuera poco, creo que el número de monjes es bastante elevado. La mayoría llevan túnicas blancas, algunos las llevan grises y muy pocos negras; pero, aunque no puedo decir quién es cada uno debido a sus máscaras, lo cierto es que sólo contando los que salen a diario del templo ya son más de una cincuentena. No sé cuántos habrá dentro. – Comentó preocupado.

Por un momento parecía que Réginar había llegado al final de su exposición, sin embargo, si esto hubiese sido así, querría decir que el explorador había meditado muy poco sobre el tema. Se aclaró la garganta. – Por ahora creo que lo más importante sería obtener información y tomarnos el tema con calma. Las prisas no son buenas consejeras. Por eso había pensado en la opción de que os infiltraseis… - Sus ojos fueron de uno a otro de los presentes buscando grietas en su determinación. – El templo no dispone de servicios ajenos  a él, ya sea de limpieza o de cocina, por lo que la única opción sería unirse a …su religión. Sé que hay una taberna frente al templo que se llama El Lamento del Explorador, allí es donde el templo entrevista a los candidatos para la orden. ¿Qué pasa allí dentro? No tengo ni idea… - Una sombra amarga cruzó el semblante del montaraz. Sólo sé que un amigo mío fue allí a fin de buscar respuestas y no he vuelto a saber de él, y de eso han pasado varios meses. 

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23/11/2015, 21:11
Rhylen Carsson

-¡HUM!, entonó enfáticamente Rhylen asegurándose que el hechicero le oyese tras su intervención. - ¿Repercusión?, preguntó encogiéndose de hombros, - exactamente la misma que hasta ahora. Ese maldito templo ya ha declarado la guerra a Kassen desde el momento en que se atrevió a robar sus sagradas reliquias, ¿qué les impide hacer algo parecido o peor a nuestro pueblo o cualquier otro?, comentaba indignado. – ¿Acaso crees que recuperando lo que han robado acabarán ahí sus oscuros planes?... ¡por supuesto que no!, se contestó él mismo al instante. – Esa mujer podría no ser la líder, pero es evidente que se trata de alguien con cierto peso dentro de la secta… pero bah, no tenemos ni una jodida pista de adónde ha podido ir…, dijo aparentemente frustrado… - De todos modos, no la descartaría por completo… aunque vayamos a infiltrarlos como dices, continuó ahora dirigiéndose al montaraz, - no estaría de más estar atentos para cuando regrese. Quizás tú te podrías encargar de eso mientras visitamos El Lamento del Explorador, Reginar, concluyó casi obligándole a ello con su expresión.

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23/11/2015, 21:58
Reginar

Así lo haré señor Carsson. - Era algo en lo que ya había pensado, de ahí que últimamente tanto él como sus conocidos merodeasen a menudo los muelles. 

Creo las reuniones se celebran por la noche por lo que les animo a que se acerquen mañana una vez caiga el sol. - A pesar de que ya había expuesto a los cinco compañeros lo que más reparo le daba, en su cara aún podía leerse la duda que crecía en su interior. - El único problema que veo aquí... - volvió a examinar al grupo - es su apariencia. ¡Quiero decir! , - se corrigió antes de que hubiese algún malentendido - el hecho de que vayan tan visiblemente armados no será algo que inspire mucha confianza a monjes. Deben procurar ir lo más mundanamente vestidos que sea posible, es decir, sin armaduras o armas como esa... - Dijo señalando el espadón negro que en su día perteneció a Assar, el Señor No-Muerto.