Partida Rol por web

Suelto un gemido cuando veo que mi puñetazo no alcanza a nada, y es que el tío ha tirado el bate y se va corriendo. ¡No huyas miserable! ¡Al menos el primer asalto! Miro al otro, pero también está corriendo. Todos están corriendo, muchos dejando atrás el bate también. ¿¡Pero qué coño de pandilleros son éstos!? ¡Incluso en Kansas tienen más cojones que éstos! Miles sale corriendo y gritando.

- ¡Se dice Hijo de la Gran Putísima Madre, florecilla amariposada! -Grito, girándome en su dirección a tiempo de ver cómo el gordo provoca una destrucción con la montaña rusa. ¡No! ¡Quería probarla, joder!

Centro mi atención en la gente del vagón que suspende en el aire, sin saber muy bien cómo sentirme al respecto. ¿Impotencia? Bueno, no puedo ayudarles, es lo que hay. A todas horas muere gente. ¿Rabia? Un poco, no habría pasado si no hubiesen huido y les hubiésemos partido la cara. ¿Ganas de ayudarles? Ni de coña me subo ahí arriba para que no sirva de nada y encima la palme yo también.

- Además, acaba de aparecer nuestro buen amigo y vecino Spiderman -Digo con ironía al escucharle aparecer. ¿Quién cojones es Spiderman? Y entonces una explosión, boom, Spiderman a tomar por culo-. Qué gran amigo y vecino éste Spiderman. Ha durado.

Me comienzo a liar un cigarrillo mientras veo cómo el tipo del planeador le echa una pelota mientras grita.

- Tú dí que sí, los de complejo de héroe los primeros -Me río mientras se va volando. La verdad es que sí, los buenazos son siempre los primeros a caer. Me acerco a un puesto cercano para pillar una birra, mientras los muy atontados miran lo que sucede. Sí, una lata. Bien, toma. Perfecto. Ahora sí, puedo acercarme a agarrar un bate y mirar en la dirección en la que ha desaparecido el volador.

Comienzo a concentrar el dolor de cabeza, dispuesto a utilizarlo contra ése tiparraco para hacerle caer de ésa cosa voladora. Además, tengo el bate para devolverle ésas pelotas que lanza llegado el caso. Doy un trago sin apartar la vista. Que conste, que no lo hago para ser un héroe como Miles ni ése Spiderman. Que conste, que lo hago sólo por joder al tipo que vuela y a los calvos. Lo hago por diversión.

Me he quedado boquiabierta mirando al tio que se ha tragado mi puñetazo y no se ha inmutado. Qué sí, que su nariz sangra y seguramente le duela pero... ¡Coño! ¡Que era un puñetazo directo a dejarle KO! Pues nada... Tendré que conformarme con su sangre.

Pero todo empeora en cuestión de segundos: los cabrones se piran dejándonos un marrón importante, Miles gritando mi nombre y diciendo ¿qué del suelo? ¿Está loco? ¡Ni siquiera sé si soy capaz de hacer eso! Y eso no es todo: el tipo verde de risa estridente, el tipejo pequeñajo que va de héroe, las manos quemadas de Miles... Jo-der.

Miro a mis compañeros y luego alzo la vista al escuchar los gritos de la gente asustada... Está claro que alguien debería hacer algo.

Miles aprieta los dientes mientras se concentra en sostener la viga de madera que soporta casi toda la estructura de la zona

Gracias, Dorian... no me voy a morir de ésta, pero duele un huevo y parte del otro... dice, tratando de sonreír y mirando hacia arriba, por si ve venir otra vez al criminal que les ha atacado...

A ver si llega ayuda, porque yo jamás he usado este poder más allá de uno o dos minutos seguidos y no sé el tiempo que podré aguantar todo esto evitando que se derrumbe... le susurra a Dorian

Dorian empieza también a mirar hacia arriba, consciente de la temible amenaza que representa el Duendecillo Verde

Tranquilo, seguro que enseguida viene alguien del grupo a echar una mano... y más de uno estará listo para poner fuera de la circulación al payaso volador ese... contesta Dorian, intentando darle ánimos a su amigo Y si le veo intentar lanzar otra de esas calabazas incendiarias, puede que se lleve una buena sorpresa...

Me concentro en el dolor de cabeza, imaginando que es una bola esférica. Sí, éso es, una bola esférica de dolor en mi cabeza. Probablemente no pueda mantener el contacto fijado pero... si todo el dolor que se extiende durante el proceso lo concentro en un sólo punto, puedo desequilibrarle lo justo para tirarle del planeador. Es como un puñetazo. Puedes descargar una lluvia de puñetazos a un hijo de puta, pero también puedes concentrarlo todo en un puñetazo que le parta la cara, con todas tus fuerzas.

No sé si funcionará. Ni siquiera sé si seré capaz de hacer lo que tengo en mente, pero por intentarlo que no quede. Me subo al techo de un garito con la perfecta colaboración del empanamiento del personal. No es una gran altura, pero ya es más que estar a ras del suelo. Además:

- Eh, cara de lagarto volador -Grito a los cuatro vientos, buscándolo por los aire en todas direcciones, "aguantando" la pelota para lanzarla en el momento justo. En mi cabeza me imagino el momento en que cargas el brazo hacia atrás-. Deja a los santurrones para luego y métete conmigo.

"Porque demonios me odia todo el mundo?!! Qué he hecho yo ahora! Sólo les he quitado las jodidas armas, ni siquiera les he pegado o les he cortado una oreja o la nariz!!". Sigo renegando un rato más, mentalmente. Se me caen las navajas al suelo cuando me desconcentro al dudar entre salir volando para perseguir al Falso Duende (cosa que me parece tremendamente divertido en estos momentos) o ayudar con la montaña rusa que es de madera y de la cual están a punto de caerse unos cuantos inocentes.

-Calabazas explosivas?! En serio?! Qué clase de duende hace eso!!- vocifero, indignada.

"Y que cojones pinto yo ahí?! ni siquiera es de metal joder!". Definitivamente he perdido toda concentración, la hélice ha desaparecido, así que me encojo de hombros y me agacho para recoger las navajas, plegándolas con cuidado y guardándolas en mi bolso.

-Más para mí.

Miro el vagón y ladeo mi cabeza, pensando. Yo puedo levantar cosas, ya lo he hecho alguna vez... Pocas pero alguna. Y no siempre eran piedras o cosas hechas de tierra. Yo debería poder...

Me acerco un poco, mirándolo fíjamente...

Bah. Estoy flipando. ¿Cómo cómo voy a levantar y mover un enorme vagón metálico? No merece la pena intentarlo pero... ¿Y si puedo?

Gruño un poco por lo bajo y me acerco mirando hacia arriba, cierro los ojos y suspiro hóndamente antes de alzar mis brazos y abrir de nuevo mis ojos, concentrada única y exclusivamente en el vagón en el que la gente sigue con sus gritos... Aunque lo supongo porque yo ya no escucho nada a mi alrededor.

Muevo las manos despacio, como si cogiera el vagón que está a punto de derrumbarse contra el suelo y lo atrajera a mi... ¡Y funciona! Se mueve despacio y queda suspendido en el aire. Me mantengo serena, fría, para que no se me vaya de las manos (y nunca mejor dicho). Endurezco la expresión de mi cara y comienzo a bajarlo suávemente.

Cuando llega al suelo en un tiempo que a mi me ha parecido una eternidad, es como si mi mente y mi cuerpo se despertaran. Relajo mis brazos y mi expresión y cojo aire muy profúndamente, porque parece que no he respirado en lo que ha durado.

Simon ha estado observando todo lo que ocurre desde la retaguardia, haciendo caso a Miles, pero al ver a la gente en peligro, no lo duda dos veces, y más viendo a Miles y Niobe jugándose el tipo para salvar vidas!

Elsa, quédate aquí cuidando de las chicas, ¿ok? dice, y antes de que la muchacha pueda contestar, desaparece con un sonido de succión de aire, para reaparecer en lo alto de la Montaña Rusa...

Por un momento siente que algo le sube desde el estómago, al comprobar la altura, pero al escuchar los gritos y llantos de los atrapados, aprieta los puños y se adelanta para coger a la vez a un par de niños, uno en cada mano...

Aguanten, vamos a sacarles a todos de aquí! promete a los adultos, y sonriendo a los niños, para calmarlos, añade Ahora vamos a hacer un truco de magia, ¿vale? Agarrad fuerte mi mano...

Y un instante después se encuentra de vuelta al lado de las chicas... con un niño y una niña que no sólo han dejado de llorar, sino que se lo miran con ojos grandes como platos...

Apenas Niobe ha puesto en el suelo a la vagoneta y casi al mismo tiempo que Simon se teleporta con los dos niños de vuelta al suelo, aparece de entre las nubes el planeador del Duendecillo Verde...

Todos oís de nuevo su carcajada siniestra y, aunque por un instante parece que va a cumplir su promesa e intentar acabar con el aturdido Spiderman, al ver a nuevos intrusos intentando estropear su diversión, duda sobre a qué blanco atacar...

Malditos entrometidos! Iros a salvar negritos del África y dejadme que me divierta, niñatos!

Entonces escucha una voz que le insulta y deja de dudar...

Te voy a hacer pedacitos de quieroserhéroe... y luego me dedicaré al insufrible arácnido! amenaza, mientras su planeador carga a toda velocidad en línea recta para embestir a Jason...

Solamente al irse acercando, os dais cuenta de que tanto las alas como el frente del planeador están afilados, y si bien las alas pueden cortar como cuchillas, los cuernos que hay en el frente pueden clavarse provocando mucho daño... tal vez incluso la muerte...

Veo cómo el tipo que vuela cambia de rumbo, dirigiéndose a venir hacia mi. Perfecto, si se centra en mí dejará a los demás que hagan lo que tengan que hacer para salvar a los de la atracción (lo cual, repito y aclaro para aquél que no se lo crea, me importan un pimiento, ¡yo no soy un héroe!). En linea recta. Y ahora que me fijo, tiene cuchillas en lo que utiliza para volar. Mierda. Hay que tomar una decisión y debe ser rápida. ¿Tirarle y arriesgarme a que me clave una de ésas afiladas armas o esquivo? A tomar por culo, la decisión está tomada. Lo derribo.

Como quien da un puñetazo (o al menos es lo que yo veo en mi cabeza), lanzo con fuerza una pequeña pero intensa oleada de dolor hacia el tipo de verde. A cada segundo que pasa intento concentrarme más y más, intentando enviarle pequeñas oleadas, desentendiéndome de las cuchillas y el objeto volador.

El Duendecillo carga contra Jason, riendo de forma insana. Justo cuando casi está encima suyo, se lleva las manos a la cabeza y grita

Arrghhhhh! Te voy a matar por esto! Sal de mi cabeza, entrometido!

Por un instante, su control del planeador parece resentirse, e incluso parece que vaya a perder el equilibrio y caer... pero un momento después recupera su posición, se acuclilla para el momento del impacto y grita

Prepárate a morir, intruso! Nadie intenta meterse en mi cabeza y vive para contarlo!!!

El choque es absolutamente brutal, pero gracias a esas fracciones de segundo de descontrol, los cuernos del planeador no alcanzar a Jason en el pecho, aunque sí se lleva un tajo muy feo en uno de sus brazos, mientras el bate cae partido limpiamente en dos...

Tal vez también gracias a eso, el brutal impacto no arranca a Jason delo tejadillo, y sigue en pie, sangrando, mientras el Duendecillo pasa de largo, dispuesto de nuevo a perderse en la noche, mientras sigue amenazando...

Voy a hacerte durar, entrometido! Y luego, cuando acabe contigo y vaya a por la araña, me llevaré tu cabeza de trofeo!

Fiona acaba de ver cómo Simon ha regresado teleportando a la vez a dos niños, y está a punto de ponerse a ayudar a MJ a cuidar de ellos, cuando ve el ataque del Duendecillo contra Jason...

Aquel chaval no le gusta un pelo, pero en sí es un alumno de la escuela, así que toma una decisión un poco alocada... sus poderes no son realmente ofensivos, pero viendo lo que dice el villano volador...

La chica se concentra, y el Duendecillo empieza a escuchar a su alrededor una y otra vez su propia voz... Sal de mi cabeza, entrometido! Sal de mi cabeza, entrometido! Sal de mi cabeza, entrometido!

Nooooooo, dejadme en paz! YO soy el auténtico Duendecillo y NO vosotros!!! Dejadme en paz de una veeeeeeezzzz!!!! grita el Duendecillo Verde mientras se golpea la cabeza con una mano varias veces alejándose de Jason...

Simon y los demás estaban salvando a los chicos y a la gente del carrito, finalmente podía recuperarme de lo que acababa de ocurrir con Haruka - Vaya chicuela, más de una porquería podría hacerme cuando me vuelva metal - pensé para mis adentros. Salí rápidamente de mi ensimismamiento cuando veo que el degenerado del Duende Verde ataca con su planeador a Jason, y aunque no es de mis afectos el borrachín y agresivo aquel es parte de mi equipo, sin pensármelo dos veces aprovecho mi forma metálico y arremeto en carga contra el Duende mientras se golpea su cabeza volando por lo bajo - Me importa un bledo tu cabeza lunático, acá vas a tener algo más que una simple jaqueca cabrón!!!