Partida Rol por web

Viajais de noche en un anodino Citroen sedán. Os llevan hasta un discreto piso cerca de las Ramblas. Allí hay varios periódicos dedías antes que hablan bastante del atentado en las Olimpiadas populares, de la situación caótica del gobierno y del país en general: la dimisión de un ministro, las amenazas de los extremistas de derecha y izquierdas, asesinatos, incendios... Todo parece a punto de irse al garete. Incluso se habla de extrañas luces sobre el mar y de hombres voladores avistados cerca de Cadiz. Una locura.

Salgo del coche con todo el cuerpo agarrotado. En cuanto cierro la puerta tras de mi me desperezo y estiro la espalda.
Estaba mentalmente agotado, aunque mi cuerpo era capaz de correr durante días.

Bueno.. ¿Y ahora? pregunto

 - Supongo que empezaremos con esas pruebas... Aunque sería un detalle descansar un poco del viaje antes. - Respondí, con tono seco, malhumorado por todas las malas noticias que había leído en la prensa.

El doctor os dice que esperéis un par de días a que reúna varios componentes que necesita.

El primer día lo pasáis encerrados en el piso. hace calor, hay moscas. La comida que os suben de una taverna es grasienta y asquerosa. Libres ya del temor por vuestra propia supervivenca, osinvade de repente la sospecha de que quizá vuestasfamilias os crean muertos.

Hola, tienes un mensaje en el off topic mio con una duda sobre las tiradas

 - Deberíamos de avisar a nuestras familiar, podrían estar preocupadas, pero deberíamos de evitar, por el momento, decirles lo que nos ha pasado y donde estamos. - Propuse.

ALFREDO: De puro aburrimiento empiezas a mirar la biblioteca del doctor. Está bien surtido de libros de biología, anatomía, química y genética. Aunque muchos están en alemán. Están llenos también de anotaciones y formulas escritas a mano en los márgenes.

Estoy asomado a la ventana de la casa viendo Barcelona, sin pensar demasiado, solo dejando el tiempo correr.
¿Llamar a casa? me giro y miro a Gabriel La verdad que estaría bien, ¿pero será seguro? pregunto alejándome de la ventana y sentándome en un sillón.

¿Crees que el profesor nos dejará? le pregunto

Desde el incidente con los soldados me mantuve callado y apartado, sumido en mis pensamientos. Los demás tienen una facilidad tremenda para asumir todo lo que está ocurriendo, y se desenvuelven como si de un sueño se tratase, aceptandolo todo sin dudas.

Vuelo.

¿Vuelo?

¿Cómo que vuelo? Volar vuelan los pájaros porque tienen alas, o los globos por el aire caliente. Pero yo no tengo nada de eso. Y los demás lanzan fuego o se estiran como si nada. No tiene ningun sentido. De hecho, no creo que ni siquiera los cientificos sepan como ocurre ésto. Ha sido una casualidad, solo eso.

Asi que... el caso es que vuelo, y no se ni cómo ni por qué.

De hecho, si no hubiera sido por el chico que se estira, ahora no se ni donde estaria...

Aqui tienen muchos libros, es una pena que no los entienda. Como los niños pequeños con los comics, me quedaré mirando las fotos y las formulas a ver si me entero de algo.

 Suspirando, busque al doctor para preguntarle por un teléfono seguro desde donde llamar a mi familia...

Os despertáis el segundo día para ver que el doctor no ha vuelto. No ha dejado una nota ni mensaje alguno. Dijo que estaría aquí esta mañana, pero ni rastro. Las calles están extrañamente desiertas, además. Llega el mediodía, pero nada.

Se os ocurre que talvez en elbar donde os hacen la comida tengan un teléfono.

 Miré a mis compañeros, preocupado:

 - Deberíamos de preguntar, a ver si saben algo...

No sé...- dije levantando la vista de lo que estaba leyendo. Nos dijo que esperáramos aquí, ¿no? Puede haber mil razones por las que se retrase.

De repente oís pasos subiendo la escalera que lleva a vuestro portal.

 Miré alarmado a mis compañeros y les dije, susurrando:

 - Atentos, tenemos visita, puede que sea el doctor...

 Miro por la mirilla de la puerta, con sigilo, para ver quien es...

Dejé lo que estaba leyendo a un lado y me levanté de la butaca.

Sí, las oigo. Espero que nos traiga buenas noticias. dije. Estaba ansioso por salir de la monotonía de estos días y por encontrar una solución a todo lo que estaba pasando.

Oís pasos ligeros al otro lado de la puerta. Alguien susurra algo que no alcanzais a oir. Al ver que no hay respuesta, notáis como si forzaran la cerradura con una ganzúa.

No hace falta ser un heroe de guerra para entender lo que estaba a punto de ocurrir. Vaya hombre, otra vez...

Sabiendo que iban a haber problemas, opté por levantarme y tratar de esconderme detrás de un armario. Tantos disparos y explosiones en tan poco tiempo eran suficiente para mi.