Partida Rol por web

El cariz que estaba tomando el combate era totalmente favorable a nosotros, tras los ataques de Alatar, Davorin, Keward y de los míos propios, solamente quedaba un dichoso goblin en pié, el cual se resistía a morir.

Parecía que todo iba viento en popa a toda vela, cuando en un alarde de serenidad, el goblin que quedaba en pié logra asestar al compañero de birras, un certero golpe que lo hiere de consideración. - ¡Malditos bichos! os voy a dejar peor que a Beetlejuice mamones - me coloco junto al goblin, no sin antes dar un toque a Davorin con el escudo para intentar curar las mayores heridas posibles y una vez realizada la acción de curar al Tifilin, me dispongo a asestar un buen golpe al goblin, pero es más resistente de lo que pensaba...

La detonación del orbe era un hechizo que cuando más utilizaba más me gustaba. Había causado auténticos estragos entre las filas goblins y mis compañeros también lo estaban dando todo para acabar con esos sucios pieles verdes. Tan solo restaba uno. Me muevo rápido para tener mejor visión del enemigo. El orbe en mi mano vuelve a crepitar con luz blanco-azulada y emite un aura de frío cada vez más intensa mientras el poder arcano se concentra en su interior... hasta que finalmente un rayo sale directo hacia el goblin, cubriéndolo de escarcha y calando hasta los huesos... Patéticos goblins - pienso con una sonrisa triunfal en los labios - esto ha sido coser y cantar.

La batalla llega a su fin y los cadáveres de los goblins quedan exparcidos por el terreno, desde la carreta se escuchan vítores, la asustada familia ahora se siente mucho más segura al ver que fueron salvados por un poderoso grupo de guerreros.

Las armas y armaduras de los goblin están sucias y maltrechas, no servirían para utilización pero tal vez si encontraran algún armero dispuesto a desembolsar algunas monedas por ellas podrían ganar algo.

- Muchas pero muchas gracias - dice el padre de los niños saltando de la carreta - nos han salvado la vida, esos malditos goblins nos tenían amenazados, dijeron que nos matarían si advertíamos a alguien - las lágrimas brotan de los ojos del hombre como si por fin fuera consciente del peligro que corría él y su familia - pero éstos no eran todos, más adelante, en nuestro pueblito, quedan más goblins... si piensan ir para allá tengan cuidado, allí se encuentra el jefe de este grupejo y parece ser un tipo muy despiadado.

- No hace falta que des las gracias, buen hombre - le respondo al hombre, intentando ser amable, aunque por dentro estaba molesto. No nos había avisado y esos sucios goblins nos han emboscado, pero por suerte no eran nada a lo que tenerles miedo - los aventureros como nosotros no vivimos ni nos alimentamos con las gracias de los demás, aunque si usted tuviese algo en esa carreta de lo que se pudiera desprender... imagino que valorará su vida y la de sus hijos más allá de un simple... gracias.

La batalla terminó felizmente para todos, excepto para los goblins. Como un jovencito, el cabeza de familia se baja del carro y nos agradece enormemente la hazaña realizada. Alatar se adelanta e intenta restarle importancia a la pequeña batalla. Lo observo con detenimiento y noto a Alatar un poco irascible para con el hombre, pero educadamente y sin cortarse un pelo, le hace una petición más digna de unos mercenarios que de unos guerreros que intentan proteger a esa pequeña villa y sus habitantes de esos indeseables, a lo cual me interpongo rápidamente - Alatar, te ha hecho la boca un fraile... - le comento con tono sereno, - creo que con las armaduras que estos indeseables llevaban podremos negociar y algo sacaremos, pero hazte cargo de la situación de esta familia. Seguramente lo hayan abandonado todo para vivir y nosotros estamos aqui por voluntad propia y sin ningún afan recaudatorio, estamos haciendo el bien para con los demás - comenté mirando a Alatar con cara de impresión, pues no pensaba que el mago fuera tan materialista e interesado.

Seguidamente el hombre nos comienza a poner al día sobre lo que podremos encontrarnos en el pequeño poblado - Un jefe goblin.... mmmmmmm, esos bichos son tontísimos, pero bastante rudos, habrá que andarse con cuidado..... - pienso mientras me comienzo a frotar la gran barba con una de mis manos. Tras unos segundos de darle vueltas al coco - Amigos..... dejemos que esta familia siga su camino. Nosotros deberíamos descansar unos instantes, pues si en efecto hay un jefe goblin en el poblado, vamos a necesitar estar con todas nuestras habilidades al cien por cien - comento mientras busco con la mirada algún sitio donde poder sentarnos unos momentos.

Satisfecho por el combate ganado, se acerca a la carreta y se asegura de que los niños están bien mostrándoles una sonrisa. La situación de amenaza es dura para cualquiera, pero más aún para las mentes en formación de los pequeños. Afortunadamente, esta vez las cosas han salido bien.

- Alatar, no estarás hablando en serio, verdad? Esta gente está huyendo de su pueblo, obligada por la presencia de trasgos. Y pretendes que te paguen? - niega con la cabeza decepcionado - Hagan como dice Zannan - señala al enano con la mano - y márchense de aquí cuanto antes. El camino está despejado, no tendrán problemas en llegar a la siguiente población

Acto seguido, dedica unos segundos para examinar sus heridas, vendándolas para evitar que se infecten.

- Descansemos un poco y continuemos. Habrá más familias en peligro

- Por supuesto que hablo en serio! No les estoy obligando a pagar ni nada por el estilo, pero si tuvieran a bien agradecernos que les hemos salvado la vida con algo más contante y sonante que las simples palabras... - ¿pero que les pasa a estos? Lo del mea pilas de Zannan lo puedo entender. Es un hombre de honor intachable y se desvive por los desdichados, pero creía que Keward era más inteligente y sabría aprovechar las oportunidades cuando las tuviera delante. Miro a mis compañeros forzando una sonrisa, aunque es evidente que estoy en desacuerdo con ellos y sigo en mis trece. Me percato del tifling. No había abierto aún la boca. Seguro que él piensa como yo

- Ustedes arriesgaron sus vidas para salvarnos - dice el padre de familia - sería de muy mala educación de nuestra parte no pagarles por los servicios prestados - desprende un pequeño saco con monedas de su cinturón - Aquí hay unas 73 po y 4 pp, no es mucho, es todo lo que tenemos pero acéptenlo como muestra de agradecimiento - tiende el saco de monedas a Alatar.-

- ¡Hoy comeremos nuestros zapatos! - grita feliz uno de los niños alzando los brazos

- ¡Si! - grita el que parece ser el menor de los dos - siempre quise saber que gusto tendrían.
 

El tiflin observa la discusión a unos metros de distancia, estaba claro que no eramos hermanitas de la caridad, y el acto de Alatar de "pedir" una recompensa no le parecía mal del todo.

Escucha lo que dicen los niños sobre cenar los zapatos, le parece exagerado sin lugar a dudas, y no le afecta en absoluto.
- Si ustedes tienen a bien de darnos la recompensa, creo que la hemos ganado honrosamente, si quieren quédense algo para dar de cenar a sus hijos y nosotros cogeremos el resto. Miro a mis compañeros y observo la cara que ponen.

Mira de nuevo a sus dos compañeros y niega con la cabeza.

- No es que me sobre el dinero, pero tampoco quiero quitárselo a una familia con niños. Ellos no pidieron mi ayuda, así que no veo por qué han de recompensarme - se encoge de hombros y mira al conductor de la carreta - Divide esa cantidad en cuatro partes, y quédate la mía. No estoy de acuerdo con mis compañeros, pero tampoco tengo derecho a impedir que cojan lo que consideran justo

- Alatar, íbamos al pequeño poblado a liberar a sus habitantes de unos goblins saqueadores.... ¿ahora va a resultar que los saqueadores somos nosotros? - le recrimino al mago tras seguir en sus trece de pedir una recompensa por haber hecho lo que se tiene que hacer - Esta pobre familia ha tenido que dejar toda su vida atrás debido a los goblins que ahora están tendidos en el suelo ¿no puedes entender que este hombre ha protegido a su familia no diciendo nada de los enemigos que llevaba dentro? y además.... ¿te preocupaste ni siquiera en buscar en la carreta por si hubiera habído algo extraño...? no, pues no puedes hacer ni exigirle nada a esta familia que estaban luchando por sus vidas - Me estaba comenzando a enfurecer, pues el fin de nuestra misión no es la sacar beneficio de ningúna situación, sino la de hacer cumplir las leyes y de que la paz y la justicia reinen por donde pasamos.

El pobre hombre, sin muchas opciones a la propuesta de Alatar, alarga el brazo y saca una bolsita con monedas y tras él los niños gritan jocosamente el menú de hoy - ¡Alatar! ¿vas a ser capaz de quitarle parte del sustento a esta pobre familia? ¡Davorin!.... bueno de ti si que me lo esperaba.... bajo vuestras conciencias caerá haber obligado a esta familia a desprenderse de su pequeña riqueza y mas después de haberos hecho pasar un buen rato con los Goblins - me acerco al carro con expresión de enfado mientras observo a Alatar y Davorin con mirada desafiante - sois de lo que no hay, menudo par de buitres que se lanzan a por su presa totalmente indefensa estais hechos....... - Totalmente en desacuerdo con mis dos compañeros, llego a la altura del cabeza de familia y comienzo a urgar en la bolsita que llevo - Mi señor, le pido disculpas por los comentarios y el robo al que le van a someter mis compañeros, aquí tiene..... - Cojo una cuarta parte del dinero que nos ha ofrecido, como bien ha comentado Keward, y se lo doy junto a las 3po y 3pp que Yllanys nos dió antes de ir a la taberna. - Ya se que no es mucho, comparado con todo lo que han debido de sufrir, haga el favor de tomar estas monedas de más y comprele unos buenos bocatas a estos niños que tan mal lo han tenido que pasar... - le ofrezco el dinero mirando de reojo a Alatar, pues seguramente se moleste por haberle dado dinero de los del grupo, pero en cierto sentido, se lo daba avergonzado, pues Alatar y Davorin iban a robarle muchísimo más de lo que yo le daba.

- Te lo vuelvo a repetir, enano testarudo, que no les he exigido nada. Tan solo les he propuesto un agradecimiento más gratificante y este buen señor a tenido a bien darnos el dinero que él a creído oportuno. No soy quién para juzgar si no es capaz de guardar un mísero cobre para alimentar a sus retoños, así que con sumo gusto cogeré lo que esté dispuesto a darme - replico en tono sereno a Zannan. Cuando el enano retira la cuarta parte de la bolsa, tal y como había dicho Keward, y le da al hombre parte del dinero que Yllanis le había dado para la taberna me encojo de hombros y recojo lo que queda en la bolsa que el hombre me ofrece.

El carro se retira dejando atrás a Zannan y Keward con los bolsillos vacíos y a Alatar y Davorin con 18 po y 1 pp como "recompensa" por salvarlos. Luego de un breve descanso el grupo se pone en marcha con el enano refunfuñando por la actitud de sus compañeros. Aún no habían terminado con su misión y no tenían idea de lo que les esperaba más adelante, aunque no tardaron mucho en descubrirlo.

Las casas parecían estar intactas pero el vacío en ellas era evidente, tal vez algunos afortunados habían logrado uír con sus pertenencias o puede que los goblins las hayan vaciado. En algunas viviendas eso queda en evidencia ya que el destrozo es mayor.

El grupo de aventureros, sin darse cuenta, consigue entrar en la aldea con una posición ventajosa, al parecer los goblins no tenían ningún tipo de vigilancia en el camino y pueden ver repentinamente a un grupo de ellos hablando a la sombra de una vivienda. No pueden ver a todos pero si consiguen ver a uno que tiene toda la apariencia de ser el jefe goblin. Se ve mucho más cruel y despiado que el resto.

El cabeza de familia se sube al carro, agarra las riendas y sin prisa pero sin pausa, se va alejando en dirección contraria al pequeño poblado - Me alegra ver a esa familia que ha conseguido escapar felizmente... ojalá los demás del pueblo hayan tenido la misma suerte.... pero espero que no pillaran a un "Alatar" los que hayan conseguido escapar, sino les va a salir cara la aventura de huida - pienso me resigno viendo como Alatar y Davorin hacen caja despues de una buena batallita.

Tras un breve descanso, el paseo hacia el poblado se hace rápido y no tardamos mucho en llegar a la entrada, desde la cual se puede apreciar como el pueblo ha quedado como una villa fantasmal - Cuidado chicos, esos malnacidos podrían estar en cualquier sitio vigilando.... - intento avanzar lo más silencioso posible.........

El trayecto hasta el pueblo resulta especialmente pesado, con un incómodo silencio reinando el ambiente. Parece evidente que se ha producido una pequeña fractura en el grupo, aunque a Keward no le ha afectado tanto como al enano. Simplemente son puntos de vista diferentes.

- Mirad, ahí está el jefe - comenta susurrando mientras busca un lugar en el que ocultarse. El pequeño goblin tiene un aspecto realmente aterrador - Aún no nos han visto, así que tratemos de acercarnos despacio para cogerles desprevenidos

Con cautela, encamina sus pasos hacia la esquina de la casa, intentando que su armadura no le delate.
 

Que raro que el enano no hubiera saltado antes con lo del dinero, se mete en asuntos que no son suyos, el tiflin piensa. "quién le habrá mandado ser jefe del grupo". La mirada de Davorin hacía Zannan podía ser tomada como intimidatoria, mientras ocurre esto, llegan al poblado.

Le sorprende no ver vigilancia, o si la hay, no se dan cuenta.

Las dotes de Davorin para la infiltración eran asombrosas, cosa que no se podía decir lo mismo de las del enano.
- Deja de hacer ruido, o se irá todo a la mierda. Dice refunfuñando el tiflin

Un ruido proveniente desde el frente de la casa alerta a los goblins, en cuanto el lider levanta la cabeza puede ver a un enano protegido por una armadura, de inmediato se da cuenta de que éste no será una víctima que se compare con los habitantes de la aldea, con un chillido alerta a todos sus séquitos y éstos se preparan para el combate.