Corres en pos de la elfa y el caballero, dejando atrás a Ciran. Juntos, seguís avanzando a toda prisa hacia el norte, huyendo de la terrorífica criatura. Apenas dobláis un recodo, escucháis un angustioso alarido de dolor que desgarra el silencio de la montaña.
-"Ciran." Musita Pendrais, volviéndose para mirar atrás.
A pesar de la muerte del valiente caballero, no detenéis vuestro paso y tratáis de huir de aquello que ha acabado con él. Os adentráis por un estrecho paso cubierto de nieve, cuando el rugido resuena de nuevo a vuestra espalda. Te das la vuelta, con el terror atenazando tu garganta, y ves al demonio surgir entre la ventisca, avanzando a impresionantes zancadas hacia vosotros. El pánico que provoca la bestia es tal, que tu valor se quiebra y a punto estás de soltar la espada. A tu lado, Miriel musita una plegaria, mientras que Pendrais desenvaina su arma dispuesto a luchar a muerte.
Sección 243
Si tienes el Libro Demonio, pasa a la sección 85.
Si tienes un Elixir de Vida, pasa a la sección 119.
Si tienes un Arco y 3 Flechas de Plata, pasa a la sección 210.
Si le haces frente con la espada, pasa a la sección 80.
El hombre y los dos elfos corrieron sin mirar atrás, apenas al escuchar el grito de dolor de Ciran. Sabían que era lo último que escucharían de él.
Lamentablemente y por más fuerte que fuera no pudo oponer gran resistencia al Demonio, por lo cual no habían avanzado demasiado cuando nuevamente se encontraron cara a cara con la bestia.
Si tienes el Libro Demonio, pasa a la sección 85.
Según el viejo libro que encontraste en la tumba, los Demonios Supremos son invulnerables a las armas habituales y sólo aquellas imbuidas de poder mágico pueden dañarle. El libro también decía que un objeto de gran poder curativo puede detener a estas maléficas criaturas. Teniendo esto en mente, te enfrentas a la bestia.
Sección 85
Si tienes un Elixir de Vida, pasa a la sección 119.
Si tienes un Arco y 3 Flechas de Plata, pasa a la sección 210.
Si le atacas con la espada, pasa a la sección 80.
Lamentablemente Ignial se había quedado sin pociones curativas y sus flechas no eran mágicas, pero tenía a Fuego de Plata. Esperaba que fuera suficiente contra aquella bestia.
Un elixir de vida es cualquier poción curativa u otra cosa?
Algún día querré saber dónde se conseguían esas flechas de plata jaja.
Junto a Miriel y Pendrais haces frente a la terrorífica criatura. Pero es tal el terror que provoca, que sientes que tu voluntad se quiebra. Aún así, blandes tu espada y atacas. Te lanzas sobre el demonio, seguido por Pendrais, que grita un juramento. Alzas tu espada Fuego de Plata y su filo reluce ante la oscuridad del demoníaco ser.
Supongo que sí, que una poción de curación es lo mismo que el Elixir de Vida, ya que las veces que he jugado nunca me ha salido ese Elixir de Vida...
Haz 4 tiradas de ataque seguidas.
Sección 80
Debes luchar con el monstruo durante 4 asaltos: Demonio supremo DEF/13.
Si sobrevives a los 4 asaltos, pasa a la sección 281.
Si eres derrotado, pasa a la sección 122.
En ese momento Ignial lamentó que la muerte de Ciran hubiera sido en vano.
¡Si tan solo hubiéramos hecho esto cuando él se ofreció! Cuando éramos cuatro y no solo tres...
Quizás una de las esperanzas era Miriel. ¿Tendría ella algún Elixir de Vida? Ignial no creía que tuviera armas mágicas, pero un elixir...
Le comentó lo que había leído en el libro pero en ese momento, en lo inmediato, lo que tenía que hacer era atacar a la criatura.
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 13+
Resultado: 9(+6)=15 (Exito) [9]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 13+
Resultado: 4(+6)=10 (Fracaso) [4]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 13+
Resultado: 1(+6)=7 (Fracaso) [1]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 13+
Resultado: 1(+6)=7 (Fracaso) [1]
Qué mal momento para tirar así jaja
A espadazos, lográis hacer retroceder a la bestia hacia el borde del risco, aunque dudas que vuestros ataques la hayan herido. El Demonio ruge de rabia y se dispone a lanzarse sobre vosotros, instante en que la nieve se quiebra bajo sus pies. Con un crujido, el borde del acantilado se derrumba en un alud que arrastra a la criatura hacia el abismo. Te asomas al risco para ver desaparecer su humeante forma entre la niebla, mientras sus furiosos alaridos resuenan en la montaña. Tras derrotar a la bestia, Miriel te abraza con alegría y Pendrais te palmea el hombro en señal de muda admiración. Juntos, coronáis el paso de las montañas.
Motivo: Demonio Supremo
Tirada: 4d10
Dificultad: 16+
Resultado: 3(+12)=15, 6(+12)=18, 4(+12)=16, 8(+12)=20 (Suma: 69)
Exitos: 3
Réstate 9PV de la ficha. Le has hecho 4PV al Demonio.
Sección 281
Pasa a la sección 150.
Avanzáis entre la nieve por el acantilado, recorriendo el último tramo de vuestro viaje bajo el azote del viento. De pronto, el eco de un alarido resuena en el desfiladero y tu sangre parece helarse en tus venas.
-"No puede ser, no puede ser." Repite Miriel, mirando aterrada a su alrededor, mientras el rugido resuena entre las paredes de roca.
Súbitamente, un estallido de oscuridad sacude la montaña y una humareda negra inunda el desfiladero. Al momento, el viento huracanado dispersa el humo y da forma al abominable demonio, que se materializa de la nada ante vosotros, bloqueando el paso. El gigantesco ser extiende sus brazos y, exhalando un grito de infinita rabia, cierra sus garras con fuerza. Al momento, un trueno rasga el cielo y un proyectil de fuego se precipita desde lo alto para explotar sobre la nieve con una gran llamarada.
-"¡Por Korth!" Es apenas capaz de pronunciar Pendrais antes de que una lluvia de fuego se desencadene sobre vosotros.
Sección 150
Haz una prueba de Agilidad/13. Si tienes un Escudo, suma 3 a tu tirada.
Si tienes éxito, pasa a la sección 4.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 178.
El combate podría haber sido percibido como una señal de que hombres y elfos podían luchar codo a codo, dado que entre ambos consiguieron repeler a la criatura. Ignial había salido bastante lastimado, mucho más que la bestia, pero lo importante era que habían sobrevivido. Ignial recibió y devolvió el alegre abrazo de Miriel tanto como el gesto de admiración de Pendrais.
La tranquilidad dudó poco, porque tras avanzar un poco más, la criatura se materializó y envió un proyectil de fuego. Todos estaban entre aterrorizados y frustrados.
_¿Es que no hay nada que se pueda hacer para detenerlo?
Motivo: agilidad
Tirada: 1d10
Dificultad: 13+
Resultado: 2(+10)=12 (Fracaso) [2]
Que la aventura no se haya terminado aquí. Mis últimas tiradas fueron 1, 1 y 2 :(
Los proyectiles de fuego arrasan el desfiladero, haciendo saltar la nieve y la roca en una serie de estruendosas explosiones. Te mueves a un lado esquivando los impactos, pero no eres suficientemente rápido y uno te alcanza de pleno. Sientes un golpe abrasador y caes al suelo malherido. Te debates entre la nieve mientras el demonio avanza dispuesto a acabar contigo. En ese momento, Miriel surge de entre las rocas y dispara su arco. La saeta se hunde en el pecho de la bestia, que apenas acusa la herida y sigue avanzando hacia ti. Pendrais, con el rostro ensangrentado por un profundo corte en la frente, se sitúa en medio del paso y, armado únicamente con su espada, planta cara al monstruo. Te incorporas con dificultad, dispuesto a ayudar al caballero.
Sección 178
Pierdes 6 puntos de Resistencia.
Si tu puntuación de Resistencia es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 122
Si tienes un Arco y 2 Flechas de Plata, pasa a la sección 63.
Si luchas con tu arma junto al caballero, pasa a la sección 244.
Ignial siempre se había destacado por su agilidad, pero el cansancio y el peso que cargaba sobre sus hombros por todas las experiencias vividas recientemente le jugaron en contra. El impacto dio de lleno. ¿Se acercaba su final?
Por fortuna para él, sus compañeros demostraban su valentía y lealtad, pero sus armas mágicas no podrían hacer nada contra el monstruo. Sacó fuerzas de donde no tenía y sumó su espada a la del caballero.
Blandes tu espada Fuego de Plata y arremetes junto a Pendrais contra el demonio.
Sección 244
Lucha a muerte contra el demonio: Demonio supremo DEF/11.
Si vences el combate, pasa a la sección 188.
Si eres derrotado, pasa a la sección 122.
Sin escapatoria y sabiéndose en desventaja, Ignial se jugó el todo por el todo.
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 7(+5)=12 (Exito) [7]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso) [4]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 10(+5)=15 (Exito) [10]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 9(+5)=14 (Exito) [9]
Ataco con +5 porque voy a la defensiva (mi ataque es 6), pasando mi defensa a 16 (que entiendo que es el tope de puntos que puedo pasar de ataque a defensa)
Hice 4 tiradas como me dijiste la vez pasada, dime si hace falta que haga más.
Por otro lado, antes era dif/13. Es algo del libro que cambia la dificultad o pasó algo?
La lucha estaba siendo titánica, hiriéndoos mutuamente en cada golpe.
Motivo: Demonio Supremo
Tirada: 4d10
Dificultad: 17+
Resultado: 7(+11)=18, 9(+11)=20, 5(+11)=16, 5(+11)=16 (Suma: 70)
Exitos: 2
¿Te quedan solo 8PV? Réstate ahora 6PV.
Demonio Supremo: -3PV -6PV -5PV = -14PV
Ignial: -2PV -4PV = -6PV
Ignial continuó luchando con todas sus fuerzas. Veía que estaba combatiendo de igual a igual contra el demonio, incluso lo hería más que el demonio a él, pero lo cierto era que sus fuerzas se estaban extinguiendo.
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 8(+5)=13 (Exito) [8]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 9(+5)=14 (Exito) [9]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso) [4]
Motivo: ataque
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 6(+5)=11 (Exito) [6]
vuelvo a tirar con 5 para sumar uno a defensa
El demonio intenta alcanzaros con sus afiladas garras, pero Pendrais y tú saltáis a su alrededor, atacando sin cesar con vuestras espadas. Miriel dispara su arco y hiere al monstruo en la espalda. Con un terrible rugido de dolor, el engendro extiende sus alas, momento que aprovechas para lanzarte sobre él y hundir con ambas manos tu espada en su pecho. El filo mágico de tu arma atraviesa la negruzca piel con un crujido y la bestia brama con rabia entre violentos aspavientos, uno de los cuales te golpea lanzándote despedido. Caes de espaldas sobre la nieve y ves al monstruo tambalearse agonizante, con tu espada aún hundida en el pecho. La negra criatura bate sus alas en un intento por mantener el equilibrio, pero sus fuerzas flaquean y no tarda en derrumbarse sobre una rodilla, el humo brotando aún de la herida de su pecho. Las ascuas ardientes que son sus ojos os observan con odio y, tras emitir un lastimoso y ronco gemido, el demonio cae hacia delante, quedando postrado sobre la nieve. Con precaución, te acercas a la criatura y extraes tu espada del correoso cuerpo.
Motivo: Demonio Supremo
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 1(+11)=12 (Fracaso) [1]
¡Menuda suerte! ¡Enhorabuena!
Sección 188
Pasa a la sección 300.
-"¿Está muerto?" Pregunta Pendrais con gesto exhausto, la sangre reseca bañando su rostro.
-"No puedes matar aquello que no tiene vida." Dice Miriel. "Pero su poder ha sido destruido. Sea quien sea quien convocó a este demonio para eliminarnos, su creación ya no puede dañarnos."
-"Será mejor seguir adelante." Dices, envainando tu arma mientras observas cómo el atardecer se cierne sobre la montaña.
Dejáis atrás el cuerpo del demonio y recorréis el desfiladero, antes de que las últimas luces del día mueran en el horizonte. Pendrais os guía por el nevado pasaje, dando ánimos para seguir, ya que la plaza fuerte de Eradun está al otro lado de las montañas. Caminas en pos de Miriel sin poder evitar echar de vez en cuando una rápida mirada atrás, con el temor de que aquel horror vuelva a aparecer. Al alcanzar el final del paso, desde lo alto de las montañas, contemplas al fin el Reino de Stumlad. Bajo la mortecina luz del anochecer, un gran valle se abre entre las dos inmensas cordilleras. Aldeas y campos de cultivo salpican las nevadas planicies que se extienden hacia el oeste. Ante vosotros, un sendero desciende zigzagueante por la ladera hacia la plaza fuerte de Eradun, una fortaleza de roca que cierra el paso donde las cadenas montañosas confluyen. Dos murallas concéntricas rodean varias torres y edificios, con una puerta doble como única entrada. En lo alto del campanario, una bandera de Stumlad ondea bajo los azotes del viento.
-"Hemos llegado." Dice Pendrais, con el orgullo reflejado en su mirada.
Sin demora, descendéis por el sendero hacia los portones de la fortaleza.
-"El Rey te recibirá inmediatamente." Explica el caballero mientras recorréis los últimos metros de vuestro viaje. "Entonces podrás entregarle tu mensaje en persona."
Asientes en silencio y sigues al caballero. Intercambias una sonrisa de complicidad con Miriel antes de entrar en la fortaleza. A pesar del cansancio y las heridas, te sientes satisfecho, pues has superado los peligros y has llevado a cabo tu misión. Sin embargo, no sabes qué responderá el monarca humano ante la petición de ayuda de tu padre. La enemistad entre elfos y humanos perdura desde hace siglos y sabes que no será fácil olvidar las viejas discordias.
Sección 300
Aquí termina la segunda parte de Leyenda Élfica. Pero tu aventura continúa, ya que nuevos peligros aguardan en la fortaleza de Eradun, donde deberás convencer a los humanos para que presten auxilio a tu pueblo mientras una terrible oscuridad se extiende por el reino de los caballeros. Todo ello acontece en el tercer volumen de Leyenda Élfica: La Abadía de la Traición.