Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Shasha Rist

Cargando editor
19/01/2022, 23:15
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montado sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hijo. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

Cargando editor
19/01/2022, 23:15
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señor, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

Cargando editor
01/06/2022, 13:43
Shasha Rist

Heienor dejó claro lo que sentíamos tras abandonar Shalanest. Pero la misión era clara e importante, no podíamos fallar al respecto, nuestro pueblo dependía de ello y era un peso que teníamos que cargar aunque nuestra vida nos valiera en ello. 

El camino fue largo y monótono, sin contratiempos por suerte. Hasta que más pronto de lo esperado, vemos aparecer una figura encorvada acercándose a unos quinientos metros. Vagabundo, harapiento, con bastón retorcido como apoyo. Quien sería? Y por qué estaba tan lejos de los pueblos humanos?

La no agresión era una norma, pero era evidente que de nada valdría ahora. Aún así éramos muchos y él era uno. Y si hubiera querido emboscarnos no lo haría de frente. Algo le interesaba, o algo querría decirnos.

-Estad todos alerta. - íbamos a pasar por su lado. Cuando llegáramos a él, le saludaría y le preguntaría quién es y que hace tan lejos en un camino intransitado, se dirigía hacia Shalanest?. Quizás sus palabras pudieran transmitir algo, cualquier cosa, sobre el camino que tenemos que seguir, los bosques que nos rodean, o los peligros que pueden estar acechando. Sólo esperaba no caer en una trampa. "no esperes encontrar ningún aliado" dijo mi padre.

Pero ése vagabundo nos vería pasar de un modo u otro, y quien sabía la información que esparciría sobre nuestra presencia, a cualquier otro sólo a cambio de unas migajas.

Notas de juego

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.

Cargando editor
01/06/2022, 22:41
Narrador

A medida que os acercáis al viajero, reconoces que es una vieja mujer humana, de pelo canoso y rostro inundado de arrugas.

-"¡Los dragones, vienen los dragones!" Grita la mujer al pasar a vuestro lado. "Los dragones vuelan por encima de las murallas y destruyen ciudades. Teshaner arde... todos mueren quemados."

-"¿Teshaner?" Al oír el nombre de la ciudad, tu interés despierta. "¿Es eso cierto, mujer? ¿De verdad vienes de la ciudad del norte?" Le preguntas, pensando en los rumores que oíste acerca de la caída de la urbe humana.

-"Sí, todos muertos, todos muertos." Dice la mujer, sus ojos ocultos bajo las arrugas, mientras muestra su dentadura mellada en una demencial sonrisa. "Los dragones incendiaron la ciudad. La noche se volvió día. La hacienda de los Señores convertida en una hoguera. ¡Todos murieron!" Chilla y estalla en una carcajada. "Pero lo peor estaba aún por llegar. Después de los dragones, apareció el Dios Cabra, envuelto en oscuridad y humo. Desde mi casa en ruinas, le vi destripar al Padre Arsman y esparcir los restos del buen religioso por la plaza."

La mujer habla y habla sin ninguna coherencia. Supones que se trata de una superviviente de la ciudad, a la que la destrucción ha afectado profundamente, arrojándola a las redes de la locura. Sin querer demorarte más, le indicas a la vieja que no abandone el camino y siga hasta el bosque, donde las patrullas elfas la ayudarán.

-"¡El Dios Cabra! ¡Todos muertos!" Sigue gritando la anciana mientras se aleja y suelta una reseca carcajada.

Espoleas suavemente tu caballo y continuáis en dirección oeste, hacia la encrucijada en la que debéis girar al norte para evitar el bosque de Shalanest oeste.

-"¿El Dios Cabra?" Te pregunta Heienor. "¿A qué se referiría con esas palabras?"

-"No lo sé, quizás sólo fuesen las divagaciones de una loca." Dices, pero tus palabras suenan falsas y sin convicción.

En silencio, seguís cabalgando por la calzada.

Notas de juego

Sección 123

Pasa a la sección 164.

Cargando editor
01/06/2022, 22:42
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

Cargando editor
01/06/2022, 22:43
Narrador

Cargando editor
02/06/2022, 00:24
Shasha Rist

Prosperidad, guerras, muerte y polvo. Era increíble hasta donde habían sido capaces de reducir unas tierras antaño hermosas y probablemente llenas de una vida que ya pocos recordarán. Y quien lo haga, lo hará con el dolor de la pérdida.

Las palabras de la loca se quedaron gravadas en mi mente. Algo horrible sucedió para que dragones, fuego y dioses bañaran de sangre toda aquella ciudad. Especialmente derramando los interiores de un Padre probablemente religioso. Para tener pesadillas.

Pero el viaje debía continuar y allí nos encontramos con esa carreta extrañamente en mitad del camino, con un cuerpo... aquí habían asaltado a ese hombre. ¿estaría muerto? ¿Habría alguien más en esa carreta? Quizás fue un saqueo, quizás no... Las bandas iban a abundar de ahora en adelante. ¿Y si fuese una trampa? no era un camino tan transitado, y era tan árido y seco sin árboles. Aún así no quise bajar la guardia. 

-Todos, seguid adelante, y atentos a cualquier posible emboscada. Entramos en territorio peligroso. - Si aquél carro fue tumbado y atacado, ya estaría vacío y probablemente el hombre muerto. Si no, poco podíamos hacer por un moribundo en aquél terreno sin aliados y lejos de nuestro hogar.

Notas de juego

Opto por pasar de largo sin detenerte, paso a la sección 49.

Cargando editor
02/06/2022, 21:32
Narrador

Pasáis junto al carro a paso lento. Ves que una de las ruedas está destrozada y supones que eso provocó el accidente. El cuerpo del suelo permanece inerte. Por su aspecto, sospechas que se trata de un humano. Te vuelves hacia Heienor para preguntarle su opinión, cuando un chasquido se oye tras las rocas que bordean el camino. Un rápido silbido y una flecha atraviesa el cuello del veterano explorador, que cae de su montura entre ahogados gorgoteos. Tu caballo se encabrita y está a punto de arrojarte al suelo, mientras las flechas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

Sección 49

Haz una prueba de Agilidad/12. Si tienes la habilidad de Fauna y Flora, suma 4 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 16.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 197.

Cargando editor
03/06/2022, 19:18
Shasha Rist

*LO SABÍA!! - pensé al momento en cuanto oí el chasquido. Esto era demasiado evidente con la intención de hacernos parar y emboscarnos! Entonces caí en la víctima del flechazo - Heienor! NO! - grito antes de que mi caballo se encabrite y las flechas lluevan hacia nosotros - Atentos todos es una emboscada! - mascullo gritando con rabia y dolor tras ver como la sangre salía a borbotones del cuello de Heienor mientras intento aferrarme a mi corcel sin mucho éxito.

- Tiradas (1)

Notas de juego

EDIT por el DJ: vuelve a hacer la tirada, por favor, que estaba mal configurado el tirador y has hecho la tirada con 1d6, cuando es con 1d10. Ya lo he configurado bien, para que salga 1d10 por defecto. Perdón.

Cargando editor
03/06/2022, 22:47
Shasha Rist
- Tiradas (1)

Notas de juego

Ah! ok xD menos mal que no es 1d6 para toda la vida. Aunque tampoco creo me libre :P pero vamos a ver... tocan tambores... tiro los dados y...

Pues lo mismo. xD gracias igualmente.

Cargando editor
03/06/2022, 22:52
Narrador

Tu asustado caballo se levanta sobre los cuartos traseros con un prolongado relincho. Sin poder agarrarte a su cuello, caes dolorosamente contra el suelo. Las flechas siguen volando desde las rocas y una alcanza a otro de tus soldados en la nuca.

Notas de juego

Sección 197

Pierdes 2 puntos de Resistencia por la caída.

Si tu puntuación de Resistencia es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 122.
Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 124.
Si te echas al suelo y buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

Cargando editor
06/06/2022, 23:39
Shasha Rist

La caída era inevitable. Quizás fue de buena fortuna que así fuese, pues un flechazo alcanzó a otro de mis soldados en la nuca y pudo haber sido contra mí. 

A pesar del golpe logré arrastrarme hasta el carromato, colocándome detrás de forma que no pudieran dispararme. - A CUBIERTO! A CUBIERTO! - no podía creerlo, que trampa más evidente, y que forma tan estúpida de caer! sólo esperaba que nos repusiéramos pronto y contraatacásemos lo suficiente como para poder acabar con ellos, antes que ellos acabasen con nosotros!

Notas de juego

paso a la sección 165.

Cargando editor
08/06/2022, 23:49
Narrador

Corres agazapado a cubrirte tras el carro volcado. Otro de tus hombres suelta un estertor de muerte y se derrumba sobre su caballo con dos flechas clavadas en la nuca. No es difícil saber que os enfrentáis a habilidosos arqueros. Examinas a tu alrededor, buscando a los atacantes, cuando una flecha se hunde en la madera del carro a escasos centímetros de tu rostro. En ese preciso instante, uno de tus soldados desmonta y corre a ayudarte, pero un proyectil encuentra su espalda y el joven elfo cae muerto mientras su caballo sale a la carrera por el camino.

Notas de juego

Sección 165

Si aprovechas la ocasión y saltas sobre el caballo, pasa a la sección 87.
Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 254.
Si sales de la protección del carro y cargas con tu espada hacia las rocas, pasa a la sección 142.

Cargando editor
09/06/2022, 09:37
Shasha Rist

Era evidente que eran varios arqueros, era una trampa perfecta. Ni carro nos protegería. Estábamos cayendo como moscas! Un soldado intentó ayudarme dejando su vida en el intento. *NO! Malditos bandidos! - apreté los dientes y en un fuerte sprint intenté alanzar el caballo que empezaba a salir a la carrera.

Teníamos que salir de aquí o seríamos diezmados!

 

Notas de juego

Aprovecho la ocasión y salto sobre el caballo, paso a la sección 87.

Cargando editor
10/06/2022, 21:53
Narrador

Saltas fuera de la cobertura del carromato y te lanzas hacia las bridas del caballo. Las alcanzas con una mano y sientes el tirón del animal, que te arrastra al galope. Mantienes agarradas las riendas mientras el suelo te araña y quema la piel. Logras sobreponerte y te encaramas en la silla. Una vez dominas la enloquecida carrera del caballo, lo azuzas para huir por la carretera en dirección norte, echando una rápida mirada atrás pero sin ver a ninguno de tus hombres, por lo que temes que no hayan sobrevivido a la emboscada. Te inclinas sobre el caballo, ordenándole que corra veloz para poner distancia con respecto a tus misteriosos enemigos.

Notas de juego

Sección 87

Pierdes 2 puntos de Resistencia.

Si tu puntuación de Resistencia es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 122.
Si no es así, pasa a la sección 224.

Cargando editor
10/06/2022, 21:59
Narrador

Cabalgas hacia el norte a toda velocidad, tratando de poner tierra de por medio con los asesinos que acabaron con tu guardia. Te echas la capucha sobre el rostro para protegerte del viento y obligas a tu caballo a acelerar el paso. Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest Oeste se mantiene a tu izquierda.

Avanzas sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegas a un pequeño poblado de humanos. Oculto el rostro bajo tu capucha para no levantar sospechas, ya que los elfos rara vez son vistos fuera de los bosques, diriges tu caballo por la calle principal, pasando entre las cochambrosas casas de madera y tejados de paja. Las ventanas están cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas se adivina en su interior. Recorres la enfangada vía hasta que encuentras una posada. Se trata de un edificio de piedra en cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo. Puedes pasar aquí la noche, ya que el frío viento amenaza tormenta, o quizás prefieras abandonar el pueblo y dormir en algún apartado lugar a la intemperie. Deseas refugiarte de la desapacible noche, aunque tampoco tienes ganas de pernoctar en una posada llena de humanos.

Notas de juego

Sección 224

Si entras en la posada, pasa a la sección 125.
Si prefieres dejar el pueblo y dormir al raso, pasa a la sección 89.

Cargando editor
11/06/2022, 11:22
Shasha Rist

Había perdido a toda mi guardia. Había sido arrastrado por el caballo, y había escapado sólo. Con mi carta. Había sido el único superviviente de una simple emboscada al inicio de mi viaje. No podía creerlo.

Con furia y dolor seguí cabalgando hacia el norte tan rápido como pude. Tapado y escondido bajo mi capucha ahogaba lágrimas amargas mientras apretaba los dientes. La misión de padre iba a ser difícil de lograr. Pero era el único que podía terminarla. 

Ya entrada la noche y con tormenta acechante, llego a ese pequeño poblado. Oculto, entro por la calle principal demasiado de noche como para poder ser visto. O quizás no? mi paranoia sospechaba de toda luz y sonido de cada una de aquellas casas. Hasta que finalmente llegué a una posada. Una posada vieja como el tiempo. La decisión era intentar dormir dentro o fuera, pero no me fiaba de futuros ataques. Aquellas casas cochambrosas podían contener bandidos, ladrones, o muertos de hambre.

Tapado con mi capucha entro a la posada. Fui más rápido que los bandidos, no era posible que hubiesen llegado hasta aquí amenazando mi llegada. O si? No debía fiarme de los humanos. Era demasiado peligroso. Pero... 

Notas de juego

Entro en la posada, paso a la sección 125.

Cargando editor
12/06/2022, 21:06
Narrador

Abres la puerta y entras en la posada. El calor dentro del salón es sofocador, con un gran fuego en su centro, alrededor del cual hay una veintena de lugareños que cenan entre estruendosas conversaciones. Alguna mirada se dirige hacia ti, aunque no pareces despertar mucho interés, de modo que ocupas una de las mesas sin mayores problemas. Mientras esperas a que la muchacha venga a atenderte, un viejo borracho se acerca a tu mesa.

-"Puedo sentarme aquí, ¿verdad?" Pregunta con voz ebria, sosteniendo una jarra de cerveza.

No le haces caso y pides algo de comer. Aprovechas para inquirir a la chica por una habitación para pasar la noche.

-"Tenemos alguna libre, creo." Dice, dudando.

Es una mujer rechoncha y de estúpidos ojos bovinos. No estás acostumbrado a ver humanos, y la primera impresión que te llevas de los habitantes de este pueblo no es muy buena.

-"¿De dónde vienes, forastero?" Te pregunta entonces el borracho con el que compartes mesa.

Notas de juego

Sección 125

Si no le respondes y te limitas a tomar tu cena, pasa a la sección 116.
Si le dices que vienes de Teshaner, pasa a la sección 291.
Si le dices que no es asunto suyo, pasa a la sección 25.

Cargando editor
12/06/2022, 21:52
Shasha Rist

a tensión al cruzar la puerta se disipó levemente al notar como no desperté demasiado interés al entrar. Cada cual tendría sus cosas que hacer, esperaba. Pero al sentarme en una mesa un borracho tuvo que venir a molestar. *maldito seas, déjame tranquilo - pido un plato y una habitación.

*Que quiere decir, "Creo"... ¿Tienen o no tienen? - estos humanos eran estúpidos. Y el borracho no paraba de intentar sacarme conversación. Con la cabeza gacha pensé en ignorarle, pero capaz era de seguir insistiendo hasta empujarme o sacarme la capucha. La otra opción era responderle, lo cual podría cabrearle. Y la última cosa...

-...Teshaner... todos muertos... vengo de Teshaner... - la última opción era asustarle y que me dejase tranquilo. Recordando a la vieja en el camino, pensé en hacerme un poco el loco. Tenía los pantalones rasgados cuando el caballo tiró de mi mientras lo montaba, por el estado de mi ropa quizás me dejasen en paz como a un marginado.

Notas de juego

Le digo que vengo de Teshaner, paso a la sección 291.
 

Cargando editor
14/06/2022, 23:13
Narrador

-"Soy un viajero de Teshaner." Dices sin entrar en detalles.

-"¿De Teshaner?" El rostro del borracho se ilumina por la sorpresa.

Al instante se vuelve hacia otros dos clientes que beben en una mesa cercana.

-"¡Eh, Draga, Gwin, este hombre viene de Teshaner! Él nos podrá contar si los rumores de guerra son ciertos."

Pronto acaparas toda la atención de la posada, con gente que te pregunta por las noticias del asedio de la ciudad, y si en verdad han aparecido dragones. Tratas de responder, pero no tardas en caer en contradicciones, por lo que los clientes te acosan con más preguntas. En medio del alboroto, una mano te aparta la capucha y tus rasgos élficos quedan al descubierto. Te apresuras en cubrirte de nuevo, pero es demasiado tarde.

Al momento, todas las conversaciones quedan silenciadas mientras los clientes del salón te observan en silencio. Han visto tu procedencia y, por los ceños fruncidos, sabes que ya no eres bienvenido.

-"Fuera de aquí, elfo." Dice uno con tono despectivo.

-"Sí, vuelve a tu bosque." Añade otro.

Dejas la comida y te levantas. Pasas entre las mesas y abandonas la posada sintiendo las miradas de los aldeanos. Una vez fuera, vuelves a encontrarte bajo la lluvia, así que dejas el pueblo para buscar un lugar donde acampar.

Notas de juego

Sección 291

Pasa a la sección 89.