Partida Rol por web

A Camilo se le dibuja una sonrisa en la cara cuando escucha tus palabras carantes de cualquier duda. Luego vuelve a sentarse flanqueado por sus sirvientes y te dice:

- Me alegra saber que eres lo que esperaba ¿Sabes algo? La ambición es uno de los impulsos más importantes tanto para mortales como para lemures. Un inmortal sin ambición es un sin sentido... pero recuerda, la ambició sin astucia es la perdición de los tontos.

Luego se su mirada recorrió la habitación como si catalogara tus pertenencias con ojo experto, volviendo a hablar como si saltara de un tema a otro:

- Gente de mi posición tiene muchos enemigos, y es peor cuando ellos se disfrasan de leales. Se que hay quienes complotan en mi contra y pienasan que manejo al emperador. Quieren entrar al culto de El-Gabal para encontrar pruebas de que intento pervertir al chico... ¡Como si ya no viniera pervertido desde oriente! Yo no tengo nada que ver con ese culto, pero tengo un presentimiento acerca de él ¿Investigarías por mí? Por que si logras descubrir algo te aceptaré en mi magistratura y obtendrás permiso para crear progenie.

 La duda vino a mi mente, lo que me pedía no carecía de riesgos, pero quería ayudarle y asentí:

 - Por supuesto, ¿que me podéis decir de ese culto?. ¿Y como podré informaros sin levantar sospechas?. Seguramente vigilaran con mucha atención a los recién llegados, para evitar precisamente lo que yo voy a hacer... y señor, con el debido respeto, ¿por que yo?. Sin dudas hay otros mejor situados y igual de leales dispuestos a serviros.

 La idea de la magistratura era muy tentadora, pero lo que más me tentó fue el permiso para crear progenie. No es que pensara convertir a mi hermana de la noche a la mañana, después de todo había maneras de que estuviéramos juntos para siempre, como hacerla mi ghoul, algo que debería de empezar a considerar, dados lo últimos acontecimiento.

Parece que cubres las espectativas de Camilo. Casi ensimismado repite:

- Astucia... el mayor de los dones.

Por un momento piensa que no te contestará, pero luego Camilo vuelve en sí y te explica:

- El culto lo ha traido el emperador desde el oriente. El dios a sido llamado Sol Invictus, pero se trat en realidad de un culto sirio a una divinidad conocida como El-Gabal. Han tomado todas las reliquias de los otros dioses y las han llevado a su templo en el Palatino. Nadie se ha acercado ese templo e incluso los nosferatus parecen no saber nada... tengo la sospecha que vampiros bárbaros puedan estar tras este nuevo culto.

Luego, ante tu consulta de por qué recurria a ti, te dice:

- Verás. querido Draco, he decidido buscar tu ayuda porque entre los patricios hay un problema, y esa es la falta de visión. Muchos no entienden que el camino del deseo no es solamente edonismo puro, sino el deseo de alcanzar cosas más grande... el deseo de poder. Yo te he ofrecido mejorar tu posición y honestamente te has mostrado preto a ayudarme por esa recompensa. Confio más por quienes de quien tengo claros sus intereses que los que me sirven sin esperar nada a cambio.

 Asentí al escucharle, entendiendo lo que decía, hasta finalmente preguntarle:

 - ¿Y que debo de hacer para infiltrarme, señor?. ¿Y como podré informaros sin correr el riesgo de ser descubierto?.

Camilo está muy satisfecho y te responde:

- Tengo no ticias de un grupo de importantes magistri que están intentando averiguar quien está detrás del culto... a más bien si yo estoy detrás del culto, pero no conozco a sus agentes. Por otro lado, he escuchado de una setita que ha estado haciendo preguntas acerca del templo de El-Gabal. De seguro te agradará, tiene un prostíbulo y he escuchado que tienes debilidad por las mujeres.

Justo en ese instante aparece nuevamente tu hermana, quien pregunta si vas a cenar con tus invitados. Camilo, maliciosa se acerca a ella y con su dedo acaricia levemente su hombro mientras le dice:

- En verdad me encantaría disfrutar de una cena... pero no puedo quedarme, querida. Quizá en otra ocasión.

Camilo lo hace a proposito, en busca de provocarte, en especial viendo la adoración que se dibuja en los ojos de tu hermana cuando le mira.

 Tratando de mantener la calma, sonrío a mi invitado y le respondo, tratando de ser ambiguo, por la presencia de mi hermana, manteniendo la cortesía ante mi ilustre invitado:

 - Con mucho gusto, empezaré a realizar los tramites pertinente para nuestro negocio, señor. Si no queréis tratar ningún otra cosa, os acompañaré a la salida, no quiero que descuidéis el resto de vuestros importantes asuntos por culpa de mi humilde persona.

Tú y tu hermana acompañan a Camilo hasta la puerta de tu casa y le despiden. Ver a tu hermana tan entusiasmada con alguien en verdad no es agradable. Hubieras preferido que siguiera con su cuento de estar enamorada de un cristiano.

Ella intenta saber quién era ese hombre que te vino a ver, pero pefieres ser evacibo y retirarte a tus apocentos para pensar. Cuando llegas a tu habitación te encuentras a Eva y Varia esperándote. Les han puesto grilletes en las manos y los pies y la joven e inocente Eva solloza pensando que la enviaras a un prostíbulo. Por su lado, Varia intenta consolarla con ternura.

 Observo sonriente la interacción amorosa entre ambas, antes de dar unos pasos y cerrar la puerta detrás de mí:

 - Bueno, ahora quiero saber la verdad, y lo que me contestéis determinará si Eve se queda o no. Si sospecho que tratáis de engañarme, Eve se irá antes del amanecer...

 Las observo unos segundos, que a ellas se les debe de parecer eternos, hasta que suelto:

 - ¿Desde cuando sois amantes?.

No te escucharon cuando entraste a la habitación, por lo que de inmediato ellas se separan y se ponen de pie. Cuando les haces la preguntatan directa acerca de su relación, Eve primero se pone pálida para luego sonrojarse como una fresa. Pero Varia era más intrépida que su compañera y de inmediato se puso de pie y mostrándose nuevamente altiva, te mira a los ojos y dice:

- ¿Y por qué te importaría nuestros sentimientos, Domine? ¿Acaso no te pertenecemos? Yo y Eve estamos unidas por algo que tú no puedes entender, romano; tú que solo entiendes de sumisión y poder.

 Le dediqué una sonrisa divertida a mi amazona:

 - Varia, Varia, Varia... ¿Sabes cual es tu problema?. Que todavía me ves como el enemigo, cuando en realidad soy tu benefactor y protector. Si no fuera por mí, ahora estaría encadenada en un prostíbulo o molida a golpes por alguien que no aprecie tu fogoso carácter. Aquí, en cambio, casi no tienes obligaciones y tienes a tu amada para consolarte por las noches. - Me acerqué a ellas y las acaricié a ambas en la mejilla. - Decidme, ¿que hubiera pasado si no os hubieran descubierto?. Pues antes de que llegarais a los 40 millas de Roma, todo el imperio estaría al tanto de vuestra fuga y se os daría caza, acabarías cruficadas o en el circo. Dime, Varia, ¿tu orgullo es más importante que el bienestar de la dulce y inocente Eve?.

Varia te mira con tanto desprecio que cualquier insulto hubiera sido más suave que la expresión de sus ojos. Luego, lleva las manos a los tirantes de su vestido que lo sujetan de sus hombros y deja que este caiga, mostrando su desnudez. Su piel es blanca y nivea, a pesar de su dura vida. Ella deja de mirarte, como si le dieras asco, y te dice:

- Se lo que quieres de mí, y lo tendrás las veces que quieras si dejas a Eve en tu casa.

 Miré su cuerpo con aprobación, antes de darme media vuelta y responder:

 - Dudo que lo sepas realmente... - Me senté en una silla y las observé, como un hombre que admira una obra maestra. - ... Eve, quítate la ropa y túmbate sobre la cama...

Eva, que hasta ese momento era una espectadora de cómo tú y Varia pugnaban por su destino, queda descolocada y no sabe muy bien que hacer. Contrario a lo que le ordenas, se pone de pie y te mira avergonzada. Después mira a Varia como preguntándole sin palabras qué debía hacer. Por su lado, la otra esclava entiende cuál es tu deseo y te mira con una mezcla de asco y odio en el rostro.

Varia tomó la iniciativa. Se acercó a Eva y la tranquilizó con una caricia en el rostro. Luego ella misma le quitó el vestido a su compañera, quien reaccionó tapando  con sus manos su sexo. No obstante, Varia la hace recostarse con delicadeza y ella lo hace a su lado, después le susurra algo al oido y seguidamente le da un beso en los labios tierno y largo. Luego Varia, volviéndose hacia ti y con mirada desafiante, te dice:

- Es esto lo que querías ver, dominus.

 Le dediqué una sonrisa sarcástica, antes de responder:

 - Lo que quiero ver es como le haces el amor, con pasión y deseo, de manera que ella disfrute como un loca. Si logras convencerme de lo mucho que la amas, ella se quedará... Y consentiré que sea tú mujer y podréis compartir una celda... Pero si no me convences, la vendo...

A pesar del horror en la cara de Eve, Varia acepta lo que le pides, no por deseo, sino para salvar a su amada. Intentan olvidarse de que estás ahí, se entregan a sus necesidades carnales y Varia toma el control, haciendo que Eva pierda la timidez mientras gime porsus caricias. En verdad es como estar espiando la intimidad de esas dos mujeres, lo cual produce más morbo, y hace que tu deseo por esas chicas se encienda. Pronto las poseerás de la única forma que un vampiro conoce, sabes que es algo inevitable.

Pero un grito horrorizado detiene tu entretención. Lasdos mujeres se detienen y las miradas se dirigen a la puerta de la habitación. Tu hermana se encuentra parada ahí con los ojos abiertos como platos. Luego, indignada, les dice a las esclavas que se vistan y vayan a sus aposentos. Cuando se encuentran solos, te dice:

- ¿Qué sucede contigo? ¿Qué cambio sufriste durante tu tiempo en la legión? Ahora no sales de día, comes en privado y persigues a las esclavas de manera indescente. Ya casi ni te reconozco.

 Le hice un gesto con la mano, indicándole que guardara silencio:

 - Es mi vida, sabes que ahora tengo una enfermedad y solo hallo consuelo en las esclavas, ¿o prefieres que vaya de burdeles?. No, prefiero quedarme en casa, y como a solas porque ese es mi deseo...

 Luego me acerqué a ella, cogiéndola por los brazos, y le respondí:

 - ¿Y que hay de ti?. Practicamente me escupes a la cara, porque no quiero que te cases con un hombre que puede perjudicarte y luego te quedas embelesada por mi invitado, como si quisieras quitarte el vestido ante él... ¿Tienes una idea del daño que eso me produce?.

 Trato de que los celos no se reflejen en mi voz, Lydia es solo mía y si tengo que hacerle beber mi sangre para ello, así será...

 La suelto y me acerco a mi cómoda, donde reposa una botella de mi mejor vino, mezclado con mi sangre. En las bodegas hay más de este, para mis sirvientes ghouls, pero esta botella la tengo para las visitas, a las que quiero controlar.

 - Mira, lo siento, pero me duele que me juzgues de esa manera, te prometo que pensaré lo de tu matrimonio, pero no quiero que sigamos peleados... - Llené dos copas y le ofrecí una a mi hermana, mientras pongo cara de arrepentimiento... 

Lydia acusa el golpe cuando le enrostras lo de Camilo. Seguramente ella tampoco se explicaba por qué sintió esa atracción por ese desconocido, y conociendo el caracter inocente de la chica de seguro eso la contrariaba. Pero sacárselo en cara fuer demasiado.

- No tengo sed en este momento. Con tu permiso, me retiro para que estés tranquilo con tus cosas.

Y sale echando rayos por los ojos, dejándote con un sabor agrio en la boca.

 Dejo las copas sobre la mesa y voy corriendo detrás de mi hermana, esta vez sinceramente arrepentido de mi comportamiento con ella:

 - Lydia, por favor, espera... Lo siento, he sido un asno. Sé que no te lo merecías... Por favor, no te vayas...

 Le dediqué una mirada suplicante, temeroso de que se fuera sin darme la oportunidad de arreglar este desastre en que he convertido nuestra relación.