Partida Rol por web

Derek resoplo pero se prometio estar mas atento a su entorno que a los designios que esa mocosa dictara. La reina de la prepotencia. Ese tipo de gente que se pone un pedazo de metal con picos rodeando su cabeza y piensa que eso la convierte en algo superior.

Si pudiera la pondria a fregar suelos hasta que aprendiera algo de humildad...pero esa mocosa no era su problema. La llevaria a la cabaña, la dejaria a salvo y se largaria. Tenia otras cosas mas importantes que hacer, otras obligaciones que si bien podian costarle la vida le parecian mucho mas gratas que soportar a tal arpia.

Seguimos andando intentando ignorar lo sucedido en frente del teatro. -No pasa nada Mary, soy un chico fuerte- hago una mueca de broma.- Si quieres ir al teatro iremos, lo malo es que ahora mismo creo que no hacen ninguna obra pero pronto quizá.

No muy lejos se ve ya a lo que llamo "Villa Munchkin" -Mira, ya casi estamos- señalo hacia un letrero que dice "Taller el Ruiseñor"

No puedo evitar pensar en aquellos tipos, "¿quizá fuesen de la resistencia como nuestros padres?" si fuese así deberíamos hablar con ellos.

-Es una lástima que no haya ninguna obra de teatro... pero supongo que estaremos bastante tiempo por aquí, el que nos permitáis estar en vuestra casa.

Siguen caminando por las calles de Puerto del Rey mientras no se separa de Didac y observa las calles que van cruzando. Sin duda, se perderá si trata de salir sola por esa ciudad, no está acostumbrada a sitios tan grandes y su orientación es mejor en el mar que en tierra. Didac le señala un taller que no queda muy lejos, diciendo que es su destino.

-¿Trabajas en un taller? ¿Qué clase de cosas haces? ¿Me enseñarás como trabajas?

Aunque sea una chica, se ha educado en una familia donde son muy trabajadores y el trabajo duro. Le gustan mucho los trabajos manuales.

La joven que los llamaba por la ventana los dejó entrar, primero ayudando a Anthony y luego a James, jalándolos de las ropas para que pudieran entrar, y mirando a todos lados para ver si nadie los estaba siguiendo, Ahí, cerró la ventana y se quedó apoyada en ella, observándolos con un inquisidor gesto, notando la herida de Anthony, y arrugando el ceño ligeramente. 

El lugar donde estaban parecía ser una bodega, estaba llena de escenografías con polvo encima, trajes colgados en percheros,  baúles y cajas que se alzaban hasta el techo que no tenía recubrimiento, podían ver las vigas y sentían el frío además una que otra paloma que buscaba protección en ese lugar, podían ver también los rastros de sus deshechos, de ahí que muchas cosas estuvieran cubiertas por telas gruesas. 

la joven jala de la mano a Anthony, de la mano sana y lo sienta en un sitial que estaba limpio y lo ayudó a sacarse el abrigo, rasgando la camisa para poder ver la herida, hasta ese punto no cruza palabras con ustedes, pero se nota una chica decidida.

- vaya, de una buena salvaron, - exclama con cantaria voz. y mira la herida -es solo un rasguño,pero si que has sangrado... puaff.. creo que deberemos ir a la casa de mi amigo para que te traten -  se levanta y pone sus manos en su cintura, tenía un lindo vestido largo de color azulino y una capa con piel, se notaba una chica de alcurnia, aunque no era la típica muchachita remilgada - vamos, tomen algo de ropa y cambiense,los soldados de seguro los están siguiendo.-La chica les indica los baúles en donde había mucha ropa, y podrían cambiarse por completo.

Le aprieta la mano al médico, y se despiden, luego vuelve donde ti, dando unos marcados pasos, hasta quedar parado delante de ti, te mira con una ceja alzada, y mete sus manos en sus bolsillos y saca un juguete, un papel que al jalarlo hace parecer  que un pajarito dentro de una jaula, juega con la pirinola hasta que decide hablarte, pero sólo te mira  a los ojos.

- por favor señorita, cúbrase - exclama mientras sigue jugando y se gira, mas preocupado del juguete que había sacado que de ti - y claro que no estábamos hablando de ud... creo que es algo narcisista señorita-  te habla, bajando el jueguete y cruzándose de brazos tras de él.- y creo que ahora, luego de que salvé su vida, merezco que me diga quién es realmente, señorita, porque es evidente que no es el señor comerciante que dijo, y que quiere con Didac, que es lo que en realidad me importa - sin rodeos te habla, aún de espalda a ti, hasta que no te vistieras.

Luego que lo increpas, y te muestras realmente molesta y a la absoluta defensiva ante esta persona que se muestra ante ti como el hijo de tu peor enemiga. El sigue mirando al suelo, y se gira, y puedes ver como sus ojos se han llenado de lágrimas, pero no alcanzan a rodar por sus mejillas. Suelta un suspiro, y sigue rehuyendo la mirada, por vergüenza y miedo quizás.

- ¿pero que más quieres que te diga? -dice molesto y levanta su mirada hacia ti - ¿que mi madre asesinó a mi padre y me encerró a mi en la torre cuando me opuse  a sus locuras? ¿que me tuvo encadenado en las mazmorras por largo tiempo? ¿que más quieres que te diga? - dice molesto y se pone de pie - mira muchacha si me quieres atacar, hazlo, sino, déjame salir, te agradezco tu ayuda, pero necesito ayudar a mi prima y detener a mi madre, así que me puedes hacer el favor de matarme o dejarme libre para seguir con mi camino...- exclama y se cruza de brazos esperando tu respuesta.

Luego de ver aquel espéctaculo de violencia, deciden apurar el paso,  además, ya estaban cerca de la casa del inventor,han doblado en la plaza, hacia el interior, y pueden ver el alto edificio, junto a los demás, pero este es distintivo, es uno de los pocos que conserva su encendido color naranjo, con las ventanas  rojas y un cartel que sobre sale y versa: "Inventores asociados: EL Ruiseñor" y por lo que pueden ver no han llegado los abuelos de Mary con Sommar.

Sonrie y pasa a cubrirse el cuerpo.

Bien, mi nombre es Eizhan , tengo la mision de encontrar a Didac y hermana, para que me hablen de cierta flor.Mi mision es salvar a la Reina Blanca, librarle de su encantamiento.Luchar contra la reina Roja.-su tono era amable pero a la misma vez seguro.

Confiando en su hermanastro saca el colgante de su madre para mostrarselo...

Pertenezco a la orden de los Guardianes de Landover. - dice de manera confiada.

Mirando al extraño juguete le pregunta, intentando cambiar la conversacion...

¿ Ese juguete significa algo para usted ?, ¿ o es mas bien un pasatiempo al conocer a alguien ? - dice sonriendo-....practicamente todo Landover esta como ese juguete, creen estar libres, pero todos estan prisioneros de la Reina Roja, solo que no lo ven.

Aunque no lo crea, conozco mas de usted , que usted de mi. - el tono de su voz parecia misterioso.

- ey, han llegado - ven aparecer a otro de los trillisos Var que traía una gran bolsa con verduras - son para la cena -dice jocoso, y abre la puerta, pero cuando lo hacen escuchan los gritos de Selina llamando a Var para que subiera lo antes posible, el enano deja la bolsa en el suelo y sube corriendo las escaleras, por lo menos tan rapido como sus piernitas le permite.

- no se preocupe, yo la llevaré, es una buena amiga y me ha preocupado - responde el montaraz relevando que conocía  la pequeña hada y la acuno en sus brazos,  observando por unos segundos su rostro y luego mirando a la pareja que se quedaba más atrás  - dejen de pelear, y vamos, sino esa cosa nos atrapará - exclama a lo que  el cazador asiente  y avanza más rápido, siendo lo más sigilosos que podían ser, para no llamar la atención  de los sabuesos que acompañaban al koschei.

Apuran el paso y pronto pueden ver una cabaña, pero no como la esperaban, por lo menos Optimus y Ava, esta está construida bajo una colina, y apenas una luz se puede ver. Mientras se acercan, pasan un círculo hecho de setas de color café, algo muy extraño para todos, a excepción de Derek aunque nunca supiera para qué eran esas cosas.

Harol abre la puerta y los deja entrar a todos, de inmediato el aire más cálido de la cabaña los envolvió, aunque había un olor a comida, un delicioso guiso que seguramente en la cazuela se estaba cociendo. El cazador deja su hacha en un costado, y  se sienta en uno de lo sillones cubiertos por pieles.

- bueno, aquí estaremos a salvo, pueden descansar en este lugar, y por la mañana, irse, si lo desean - exclama y mira de reojo a su hijo en una extraña mirada, como si esperara algo de él. Mark  deja al hadita sobre uno de los cojines y la cubre con una manta de lana sentándose a su lado, la queda mirando, sin decir nada.

- ahora me gustaría que se presentaran, dado que no nos conocemos - se inclina hacia delante, recargando sus codos en sus rodillas.

Parece escucharte con atención, manteniendo esa algo dramática postura, con su mentón erguido y sus manos detrás de él, pero luego te mira sobre el hombro, observándote, y termina girándose cuando ve que estas vestida. Camina de vuelta y saca de su bolsillo su juguete y te lo entrega.

- la realidad... es que el ave no esta en la jaula, pero la ilusión es que sí... - exclama crípticamente, pero de momento no te dice nada sobre lo que le has contado - pero...¿que es lo que conoce de mí, señorita Eizhan - lo curioso es que no ha reaccionado al pendiente que le has mostrado, parece más interesado en saber que sabes de el.

Se que Locksey no es su verdadero apellido. Corren rumores de que tiene algo en contra de la Reina Roja.Que es valeroso e inteligente como lo es su padre.... - al decir esto ultimo, taja de inmediato la conversación.

Debí de haber dicho que lo era, no que lo es.Su padre, mi padre aun desea permanecer de incógnito.Pero me duele no decir que soy su hermanastra. - piensa para si misma, poniendo un gesto en su cara serio y de preocupación.

Sin ir con rodeos, necesito urgentemente hablar con el inventor y que me de alguna pista, sobre el paradero de la flor que conocen, tanto él como su hermana. - la verdad que no le gustaba cambiar de tema tan radical, pero ya en un futuro le diría algo de su padre y de ella misma.

En el fondo pensaba que si algo le decía, no le perdonaría a su padre que estuviese con otra mujer, y que incluso tuvieran una hija.Podría empezar a mirarla con odio, por haber estado su padre a su lado  y no con él.

No era la cabaña que se imaginaban, pero no por eso dejaba de ser muy acojedora.

Mmmm y qué bien huele ese guiso

Ya debían estar a salvo, y esa sensación sumada al aroma hicieron que Sir Optimus finalmente se relajara y solo quisiera comer algo y descansar. Hunter seguía comportándose de manera muy cortés y los invitó a pasar la noche allí, ofreciento que Sir Optimus pensaba aceptar. Incluso Mark Brave ya no parecía tan desagradable como antes.

_Agradezco en nombre mío y de la Princesa Alba su hospitalidad. La Princesa Alba es la hija de la Reina Blanca Nieves, como quizás Mark Brave ya sepa. Mi nombre es Sir Optimus, sobrino de Sir Ládrydus, niñero-guardián de la Princesa Alice hasta que la Reina Roja se hizo con el poder. Veo que ustedes forman parte de la resistencia, ¿no es así? He sido enviado para buscar a la Princesa Anna y a Derek Feroz. Me avergüenza tener que decir esto pues entiendo que no es señal de buena educación, pero tendría que hablar con ellos a solas durante un momento, si no es molestia.

Cruzo los brazos, apoyándome en la pared. Todavía siento la emoción de haber visto al Inmortal, pero aun tengo bastante presente el fastidio. Y más ahora que parece va a ser una tranquila noche y ha pasado la novedad del momento.

- También agradezco la hospitalidad, pero prefiero mantener el anonimato, dejen de usar mi nombre – digo sin siquiera pedirlo de favor, al contrario, con cierta molestia. Suspiro: he cuidado lo mejor que puedo mi identidad, que por culpa de la princesa Alba todos comiencen a llamarme así, y más con esas confianzas… ¿Acaso van a venir a mi auxilio si caigo en manos de la Roja? Antes no me han llevado con ella para cobrar el rescate.

Y ya que he dejado en claro porque no pienso morir, creo que también queda claro porque no me pienso dejar encerrar.

No, tampoco voy a decir quién es mi padre o madre o presentarme en toda mi grandeza. Y también por tener cierta consideración a quien hoy nos acoge. ¿Cómo hijo de quien se podría presentar Feroz?

Miro con cierta curiosidad el interior de la cabaña, es cierto que gracias al infeliz de Dimitry no he vuelto en años a dormir en seda (aprieto con fuerza el puño solo de pensar en él) pero hasta yo no he olvidado lo que es el estilo. Solo las pieles me parecen dignas de mención, si fue producto de una caza en lugar de una compra entonces más que mobiliario son trofeo. Escucho a Sir Optimus pedir hablar a solas con nosotros, la educación será una virtud (mis ojos se desvían a Brave y Feroz) pero cuando escucho hablar de la princesa Alice termina de captar todo mi interés.

El salón de guerra del castillo era el lugar más tenso de todo el reino. Al menos así lo sentía mama, que aun con la insistencia de mi padre prefirió quedarse allí. Nikolay caminaba de un lado a otro, igual de nervioso que ella. Por primera vez coinciden en algo.

Y considerando lo que causa este ambiente hubiera preferido que no fuera así.

Mi abuelo el Zar Vislav y mi padre el Zarévich Iván continúan observando preocupados el gran mapa a escala de todo el reino que ocupaba el centro. Casi siempre reflejaba Imlambris, solo Imlambris, pero ahora se veía todo el reino.

Y a mi abuelo eso no le gustaba nada.

Todos, tanto nosotros como familia real, como los altos mandos del ejército del Zar, nos mirábamos nerviosos los unos a los otros. Solo Alexey faltaba: acababa de sufrir otro ataque. Pensar en cómo su salud había empeorado en tan solo una semana no me calmaba, al contrario, su respiración ahogada se repetía una y otra vez en mi mente.

Por fin algo rompió el silencio: llego otro de los caballeros de la guardia de mi abuelo, quien apenas estuvo frente a él hincó una rodilla en el suelo y apoyo su brazo enfundado en metal en la otra.

- Su Majestad, lamento confirmar tan terrible noticia, pero los rumores eran fundados: la princesa Alice ha sido encerrada en un calabozo.

Se levanto, mirando al suelo, pero todos nos sentimos genuinamente horrorizados. Sentí el abrazo de mi madre, pero estaba más impactada viendo la cara de mi abuelo: fue la primera vez que le vi ponerse pálido. Y hubiera deseado que fuera la única.

- Pero… ¡es la princesa! – el mariscal del ejercito de mi abuelo dio un paso al frente - ¡Pero si es hija de la Reina Blanca!

Eso basto para que comenzara un mar de murmullos.

- ¿Cómo pudo pasar esto?

- ¡Es una afrenta!

- ¡Si está comprometida con el hijo de la Reina Roja!

- ¡Su único hijo!

- ¡Es una niña!

Padre no dijo nada, pero no fue necesario. Volteo a mirar a mamá, y luego a mí, de una forma que me hizo temblar. No fue miedo lo que vi, pero fue otra cosa la que me hizo entender el peligro que ahora enfrentábamos todos. Era el descubrir que nadie estaba a salvo, que no habia inmunidad diplomatica valida, que ni siquiera los lazos familiares podrían hacer algo. Ni siquiera el rango o el poder.

Era incertidumbre…

Ya un poco harta por la actitud de este chico, decides plantarte en medio de la habitación con los brazos en jarras y dejarle las cosas claras.

- Sí, eso es lo que quería, que me dieras algún tipo de explicación lógica. No sé qué pretendes presentándote en mi casa como el hijo del peor enemigo del reino. Como mínimo, deberías pensar que la gente iba a reaccionar mal, así que creo que, por muy desmedida que te parezca mi reacción, has tenido suerte de dar conmigo y no con una persona que te haya rebanado el cuello tras la primera palabra que saliera de tu boca. Así que deja todo ese victimismo y esas lágrimas y sé un hombre. Ahora traeré tu sopa.
 

Hago un gesto para que mi halcón vigile al invitado y salgo echa una furia de la habitación. Al cerrar la puerta, me apoyo en una de las paredes del pasillo y suspiro profundamente. Estoy echa un flan. Ahí dentro me he mostrado muy resuelta pero es que... estoy realmente perdida y no sé qué hacer. De momento voy a mantener cierta distancia con el joven, aunque debo reconocer que la perspectiva de tener como aliado al propio hijo de la reina roja hace que me tiemblen las piernas. En cuanto llegue mi hermano tenemos que organizar una reunión de emergencia para abordar el asunto pero antes, bajaré a por esa sopa, me relajare y... y miraré a ver dónde se mete ese maldito enano cuando se le necesita!!

Enfurruñada bajo los escalones.

Selinda baja la escaleras y se encuentra a su hermano con una chica de cabellos blancos en la puerta y a Var en el descanso de la escalera, apunto de subir, te lo encuentras boca de jarro, y ellos  miran extrañado a Selina, estaba pálida y descompuesta como si un fantasma hubiera visto.

Sin poder a penas responder a Mary aparece Var que viene de hacer unas compras.

-Mira Mary este es Var. Es el más simpático de todos ellos- la digo de forma susurrada

Acto seguido aparece Selina pidiendo ayuda.

-Y esta es mi hermana Selina. Como verás le falta algún tornillo pero es muy buena chica. ¿Qué ocurre Selina?

Derek se dijo a si mismo "Solo una noche, solo tienes que soportar a esta bruja una noche y la mayor parte del tiempo estara dormida" para no saltarle al cuello y poder mantener la calma.

Miro a su alrededor cuando Ava dijo que queria mantener el anonimato... Si todos los presentes ya sabiamos quien era ¿Que otras personas de aquella cabaña no queria que se enterasen? Era estupida, otra princesita arrogante y tonta que se casaria con quien le encajara un zapato caro en su pie de mocosa mal criada.

- Cambiare las sabanas de mi cuarto, asi la señorita podra dormir en mi cama y el señor guardian...- dijo con suma reverencia al entender que habia estado custodiando a la hermosa princesa Alice.-... podra acomodarse con ella en un asiento acolchado a su lado. Si lo desean pueden acompañarme y de paso les mostrare la estancia.- dijo con cortesia pero impaciente por saber que tenia que decirle un guardian de su princesa.- Mientras Mark y mi padre pueden terminar la cena.- sugirio.