Partida Rol por web

El equipo JARL

La misión

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27/02/2021, 23:48
- Narrador -

Un día lluvioso cualquiera en el Reino Astur, N - 632 camino de Cudillero

Las cosas no estaban yendo muy bien para el equipo JARL últimamente. No es que hubieran perdido efectividad, pero los encargos llegaban cada vez más espaciados, y casi todos en zonas rurales. Aquello tenía que cambiar pronto porque no estaban sacando ni para pagar las balas y a este paso se iban a tener que entregar para llenar el buche. Igual todo era porque la gente pasaba de ver el teletexto, con lo útil que era y los clientes que habían captado por allí en los últimos años, igual la gente ya no necesitaba héroes.

Todo iba de mal en peor y habían tenido que salir de Potes, Cantabria, a toda velocidad y sin cobrar el último trabajo. No era mucho, 3000 euros por resolver una disputa entre productores de sobaos, pero les hubiera ayudado a levantar cabeza. Todo era culpa de Arensivia, el coronel Arensivia. Les llevaba pisando los talones des hacía tiempo, y a la que se descuidarán también lo haría con los juanetes y la cabeza. Era un calvo cabrón en toda regla, tenaz como un perro con un juguete nuevo pero, por suerte no demasiado inteligente. Siempre llegaba un par de minutos después de que se hubieran ido, y siempre tenía la manía de despedirles con fuego de ametralladora, aunque, afortunadamente, sus hombres tenían la misma puntería que un borracho saliendo de una centrifugadora.

Solo habían sacado del trabajo una furgoneta llena de sobaos, al menos no se morirían de hambre aunque su futuro próximo se presentaba oscuro. De camino a Burgos se pararon delante de uno de esos vestigios de otros tiempos, una cabina telefónica, y llamaron a su buzón de voz. Tenían un mensaje, un mensaje de una mujer que tenía la voz más sexy que habían escuchado en tiempo. Era una pobre pescadora a la que no estaban dejando faenar en el puerto de Cudillero y, lo más importante, ofrecía 50000 euros por que le resolvieran el problema. Los emplazaba en el restaurante Casa Roa de Cudillero en dos días, a las 2 de la tarde para discutir los detalles de su misión, el mensaje era de hacía dos días.

No tenían nada mejor que hacer, y seguramente Arensivia no se esperaría que irían de nuevo hacia el norte así que Poli puso a la furgoneta en dirección a Asturias. Tuvo que pisarle, pero la Rosi, la vieja Nissan Vanette del equipo estaba preparada para esas cuestiones, ya que no era la primera vez que escapaban de los hombres de Arensivia simplemente pisando a tabla. Era el orgullo de Poli, y cualquiera que se atreviera a decir algo malo de ella tenía grandes posibilidades de estar cagando dientes tres días seguidos.

La furgoneta devoró kilómetros como un gorrón en un buffet libre y pronto atravesaron el túnel del Nalón para encaminarse hacia Cudillero. Un rápido vistazo a google les dijo todo lo que tenían que saber. Un pueblo pequeño, costero, parecido a muchos de los pueblos bañados por el Cantábrico, algo demasiado pequeño para que les ofrecieran ese pastón.

Salieron de la nacional por el desvío a Cudillero cuando La Rosi empezó a pedir condumio. Poli la condujo a una gasolinera en la entrada del pueblo que resultó estar cerca del restaurante. No parecía verse el habitual despliegue de coches que precedían a una de las trampas de Arensivia, solo había un coche deportivo en el aparcamiento del restaurante, a apenas 150 metros de la gasolinera, un descapotable de color blanco, un ferrari.

Mientras, en la gasolinera, parecía que habían aterrizado en otro mundo. La gente hablaba en un idioma extraño, pero las miradas si que parecían centradas en ellos. Estaban llamando la atención, y por la furgoneta no sería, que la Rosy era todo sigilo.

 

Notas de juego

Arrancamos :)

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28/02/2021, 16:27
HM Murdock

-Que digo yo que igual tenemos que actualizarnos - Hisabel se metió otro sobao en la boca y ya se había ventilado media docena. Su metabolismo acelerado quemaba grasas como mundos la Estrella de la Muerte.- Que vale que el gordo las papas ese lo tenemos siempre en el culo igual que un perro en celo, pero esto no puede seguir así. ¿Habéis oido hablar de la Deep web? Nos tendríamos que posicionar ahí. A ver si a ese guarro calvorota le dan puerta los sucios progres bolivarianos del puto gobierno. 

Le dio a la última botella de chinchón para pasar el sobao, mientras el otro sonao aparcaba, y pensaba en la oferta de los 50 grandes. El tema era suculento. O una maldita trampa. 

-Me tengo que comprar puas para la guitarra. Y bragas. Que las que llevo tienen un agujero que puedo cagar sin quitármelas. 

Como una drogata con el mono, respiró el aire puro a combustible perfumado cuando se bajó de La Rosi. -Este trasto tiene una solitaria, Poli, no veas como traga - Más que nada para tocarle las narices al machaca.- Buah. Pedazo buga el de allí.- Eso ya hizo que la cabecita de montaña rusa de HM Murdock intuye cosas. 

Se atusó la ropa y se peinó -Voy a mear.- Se fijó en la gente, y devolvió miradas glaseadas de desdén- Qué coño miráis, indepes de mierda. A ver si hablamos un poquito español. ¡Que os tenían que meter una vacuna por el culo y una buena hostia a todos, inmunizados de golpe pa siempre de tanta tontería separatista!Yo me ofrezco voluntaria para repartirlas.

Notas de juego

En marcha! :D

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28/02/2021, 16:42
Anthony Blake

Sentado en área de carga de la vintage Nissan Vanette de Poli que tantas alegrías nos ha dado, voy contando el número de sobaos pasiegos que hemos rescatado de los cantabrones. Pretendo contar el número exacto de ellos para después sorprender a algún mamarracho con mis dotes de mentalista pero me resulta imposible no perder la cuenta.

Cada vez que Poli da un volantazo, unos cuantos sobaos terminan aterrizando en cualquier parte de la furgoneta y aquellos que lo hacen en los pies de Hisabel acaban en el fondo de su estómago más deprisa de lo que yo hago desaparecer un conejo en una chistera. Esta chica se lo traga todo, ¡ese sí que es un buen truco de magia!

Por enésima vez tacho de mi cuadernito de notas los números que tenía apuntados y empiezo desde el principio... Es una forma tan buena como cualquier otra de matar el rato y no pensar en por qué nos va a pagar una pescadora (¿o era pescadera?) 8.319.300 pesetas (algunos todavía pensamos en pesetas). ¿Y de dónde habrá sacado toda esa guita? ¿Habrá encontrado un tesoro en un barco hundido o tiene tratos con los gallegos?

Un frenazo repentino pone fin a mis pensamientos y nos lanza volando por los aires a mí y a una caja de sobaos. Desconcertado, tras estrellarme contra el respaldo del asiento delantero, me asomo por la ventanilla y observo la gasolinera a la que hemos llegado.

Lo primero que llama mi atención es lo más evidente: el cartel del restaurante de gasolinera en el que se anuncia "cachopo y botella de sidra 8€".

Sin embargo, soy un hombre muy perspicaz y no me dejo llevar por las distracciones. Gracias a mis notables dones consigo reparar en el discretísimo descapotable de alta gama que alguien ha olvidado en el parking de este bar de carretera.

Casi puedo escuchar los engranajes de mi mente privilegiada ponerse en marcha cuando escucho a mi compañera ponerse a darles voces a los lugareños.

—Mírame a los ojos. No son independentistas. Asturias ye España y lo demás, tierra conquistada —intento aclararle a Hisabel mientras ella clava en mí su mirada de persona sensata y tira elegante y distraidamente de la gomilla de su ropa interior—. Eso qu'oyisti ye bable, muyer.

Me saco del bolsillo interior de mi chaqueta negra un sobao pasiego que de alguna manera ha terminado allí dentro y se lo doy para que se entretenga con él. Solo que de pronto ya no es un sobao, sino una casadielle.

—Recuerda, todo lo que has visto ha sido producto de tu imaginación, no le des más vueltas, no tiene sentido —le aseguro, antes de avanzar con determinación hacia el ferrari para tratar de abrir su maletero con mis poderes de mentalista.

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28/02/2021, 20:00
Bonitín Osborne

Maldito Arensivia, ese calvo desgraciado y subnormal justo tenía que aparecer con su manada de retrasados cuando casi teníamos los 3000 € en la mano. Llevaba todo el día comiendo sobaos, había que matar la gusa de alguna forma, pero con disimulo tiraba los plastiquitos a los pies de la loca, que se estaba hartando, donde podía meter tantos sobaos esa mujer. Sería que su locura la tenía hiperactiva, pero no paraba de tragar. El jefe se ponía malo, estaba tratando de contar los sobaos para vete tu a saber que. Y entre los que se tragaba la loca y yo con disimulo, misión imposible. 

Oye tu, joder que te los vas a comer todos. A ver si no le vas a dejar ninguno al pobre Poli que esta conduciendo y con un hambre de la ostia, que le oigo rugir las tripas desde aquí.

La mala racha estaba siendo ya demasiado larga, apenas teníamos para un café. Y de golpe nos ofrece 50000€ una tipa que tiene problemas para pescar. Haber yo no soy un genio, pero esto no huele bien, y no es el tremendo pedo que me acabo de tirar, tanto sobao se ve que no me ha sentado bien. El frenazo de Poli me termino de revolver las tripas, malditos sobaos, a ver si nos dan un adelanto y podemos comer alguna otra cosa antes de que estos sobaos acaben conmigo. Con prisa baje de la Vane y me dirigí lo más rápido posible al baño de la gasolinera esperando que estuviese libre. A pesar de las prisas no me pasaron desapercibidas las miradas de admiración hacia mi persona de varios lugareños.

Me abrí paso entre la loca y el jefe directo a los baños:

Apartad que voy con prisa! 

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01/03/2021, 00:41
Policarpo Díaz

Estaba harto de huir siempre de ese gordo seboso del coronel. Siempre intentaba chafarnos los planes, y aunque siempre escapábamos, nos jodía una y otra vez. En el último encargo, no habíamos podido ni cobrar la pasta. Para rematar, mis compañeros me estaban ensuciando de migas y envoltorios toda la furgoneta con esa mierda de bollos. En cuanto parara, iba a tener una intensa conversación con ellos.

Íbamos hacia Asturias, a toda velocidad, para acometer un buen trabajo que nos habían ofrecido. Cincuenta mil pavos, ni más ni menos. Era mucha pasta, ¡demasiada pasta! La Rosi se estaba portando de maravilla, como siempre había hecho. Llevaba con ella prácticamente toda la vida, desde chico, cuando estaba en las cundas que iban a la Rosilla y me ganaba un dinerillo, hasta cuando entré en el glorioso ejército español como lejía. Eso sí, la cabrona chupaba como ella sola.

Según iban pasando los kilómetros y los minutos, el ir hacia esta provincia hacía que mi memoria rememorara la vez que estuve en Oviedo combatiendo contra Iván Drago. Fue una velada espectacular; recuerdo pillarme un pedo que te cagas y ponerme unos picos junto a Mickey Rourke, que es gran aficionado al deporte, como yo. El condumio lo pagué yo, claro, ya que peleaba en casa. Parecía que habían pasado mil años de aquello, aunque tampoco sabría decir cuánto, mi memoria patinaba un poco.

El ansia de comer bollitos de Hisabel me estaba poniendo enfermo. Esa loca me sacaba siempre de quicio y había muchas veces que pensaba en estrangularla. Yo, que debía de mantener el tipo, no podía comer esas mierdas. Antes de salir, me había metido un par de tiros para quitarme el hambre y mantenerme despierto.

-"Tranquilo Bonitín, no tengo hambre. Y más vale que no vea ni una sola miga o papelillo tirado por la furgo."

Cuando parecía que nos íbamos a quedar sin caldo, llegamos al punto de encuentro y justo al lado había una gasofa. Todo salía a pedir de boca, ya que tampoco se veía a los perros de Arensivia por los alrededores. Entré en la Campsa y me posicioné para llenar el depósito. Enfrente, un pedazo de carro de los que valen mucha pasta. Hisabel preguntaba otra vez cosas que no entendía...

-"¿Deep web? ¿Eso qué es? Ya te estás inventando cosas y nos quieres volver locos a los demás con tus tontunas."

El jefe la quiso tranquilizar un poco. Era el más listo y sabio de los cuatro, y nos había sacado de mil problemas. Iría con él hasta el mismo infierno o a la Cañada Real si hiciera falta. Osborne era el guapete del grupo, el que se llevaba a todas las titis. Yo era el fuerte, el conductor, el que ponía el sentido común y el que bregaba con la loca de Hisabel. Ella... era ella.

-"Me quedaré repostando, traedme algo de beber, que tengo la boca como una alpargata."

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01/03/2021, 09:15
HM Murdock

-El Poli ya va fino de lo suyo -respondió Hisabel al Bonito, mientras le daba un bocao enorme a su bollo, sonriendo y salpicando de migas el suelo. -Tranqui Picovena que no hemos manchao nada. Tú sigue a la carretera sobrando a La Rosi. Que nos la vas a preñar de tanto mimo.

Después, al llegar, le sucedía algo raro a la cabeza pensante de Blake.

-Pero qué coño dices, Thony. -puso cara de estreñida mirando al mentalero. – España es España en todas las partes de España. Yo soy España, tú eres España, La Rosi es España. Y si me hablas raro te ponemos un bozal y listo. Trae pacá -arrebató y agradeció el ofrecimiento del jefe. Luego alzó el dedo pulgar en dirección al machaca con lo de la bebida -hecho-. Y se quedó unos segundos observando las manipulaciones de Anthony. Mira que era rarito el tío.

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01/03/2021, 11:03
- Narrador -

Las buenas gentes de las tierras astures se quedaron mirando a Hisabel, que se había ganado las simpatías de los gasolineros con su buen hacer y su evidente mano izquierda. Hablaban entre ellos, aunque la miraban a ella, de eso no había ninguna duda.

- Otra furiatona qu'ha venido a tocarnos les marañueles. Yo creu qu'es de Madríz, tiene toda la cara de ser una carapijo de la capital.

- Yo creo que está com'una maniega Angelín, deixala, le cobramus el plus por la gasolina pa furiatones y arreglau.

Angelín no parecía dispuesto a dejarlo y le espetó a Hisabel

- Cagonmimáquina señora, que yesto ye más España que mis collones, oyisti? Que cuando na más había morus en toda España nosotros los estábamos combatiendo a pedraes en Covadonga. Cagon don Pelayo de mierdaleños! Ándate por lo segau....

La intervención de Anthony y esas pocas palabras en bable hicieron que parte de la tensión se relajara. Se miraron los reponedores de combustible y le dijeron al mentalista.

- Ey collaceo, yes del Sporting o del Oviedu? Non vayas con furiatonas manque tengen cara de ninfómana en el corredor de la muerte, ye bien faltosa y aqui non queremos xente que nos falte el respetu. - Al ver que estaba con un sobao en la mano fruncieron el ceño pero al ver que lo convertía en una casadielle sonrieron complacidos - Eso ye otra cosa gallu, ye muncho meyor.

Poli se encargó de que al culito de su Rosi no le faltara de ná. Gasolina del 98, aditivos Wins, todo lo que necesitaba un buen motor para funcionar. La Rosi era vieja, pero pasaba de 0 a 100 en lo que tarda uno de la isla de las tentaciones en poner los cuernos, pero era muy señorita, y había que darle lo mejor. El gasolinero empezó a echar el combustible bajo la atenta mirada de Poli mientras Bonitín e Hisabel buscaban el baño, que resultó ser mixto, porque el de las mujeres se había roto. En el baño estropeado rezaba un cartel que decía

Bañu mixto. Si non te gusta ahí ties el campu de les vaques.

 Primero pasó Hisabel, después Bonitín, mientras Hisabel iba a la barra para pedir el desayuno de los campeones para Poli, una mezcla de ginebra, chinchón y cazalla que igual servía para limpiar la plata o para despertar un muerto.

Mientras Anthony se movía sigilosamente hacia el parking del restaurante en misión de reconocimiento. En la entrada del restaurante había un cartel anunciando el menú del día, Fabada, Cachopo y postre por 7 euros y por 2 euros más café, copa y puro. La verdad es que el restaurante parecía algo cutre pero el olor a una potente fabada resucitaría a los muertos. A través de una ventana pudo ver a una mujer tomándose un café, la única clienta del local. Era rubia, con una melena sedosa e iba con los ojos cubiertos por unas aparatosas gafas de sol. Estaba buena, muy buena, al menos desde esa posición. Ella debía ser la propietaria del vehículo, casi con seguridad, pero Anthony quería ver que había dentro del maletero, porque ya lo dicen todos los mentalistas, conoces a una mujer por el contenido de su bolso y a una persona por lo que lleva en el maletero.

Introdujo una de sus ganzúas en la cerradura y tras un pequeño forcejeo el maletero cedío. Era tan pequeño que como mucho cabría una maleta de las de cabina de avión y estaba vacío, a excepción de un vestido de noche, tan vaporoso que..... Joder, la clienta debía ser la Cristina Pedroche, y se había teñido para que no la reconocieran.

- Tiradas (1)

Motivo: Callejeo

Dificultad: 18

Habilidad: 12

Tirada: 1 8 9

Total: 8 +12 = 20 Éxito

Notas de juego

En caso de que la tirada no sea muy importante, y siempre con el espíritu de avanzar con la partida, la haré yo en vuestro lugar :)

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01/03/2021, 14:09
HM Murdock

Hisabel frunció el entrecejo al oír a aquel separatista mal hablado, al que entendió. Más o menos. Y eso fue malo.

-Oyisti tu puta madre, cabrón. Que ya estais falseando la historia, todos los demócratas  sabemos que a los moracos los tiramos al mar desde los Madriles. -La piloto estuvo por sacar la pipa que llevaba atrás en el cinturón y enseñarle al pollo aquel el abecedario csstellano. Se contuvo porque se meaba. Dio media vuelta y con Bebito se dirigió al baño.

Un ratito después, aliviada, ya estaba metiéndose entre pecho y espalda aquel brebaje encendido que le quemó hasta los pelos de las piernas. Mira tú, depilación casera y efectiva. Compuso una sonrisa de anuncio al pedirle algo al camarero indepe

-Oye, guapito de cara, relléname una botella con este mejunje. Y se la cobras al Espabilao -señaló a Bonitín.

Le pasó el botellón al Poli, y luego se fue directa a la Maripili aquella, la peluca rubiales y tetas de silicona .Se sentó, dejó su vaso sobre la mesa.

-Es que está todo ocupado aquí. -sonrió con sorna- Yo vengo a hablar de mis cincuenta. No las cincuentas sombras esas guarras. ¿Capicci? Que igual era retrasada, con eso de soltar tanta pasta. Porque seguro que esta tía era la pescatera.

Notas de juego

He entendido que pido la poción en el restaurante, ¿no?

Edit máster: Post arreglado en formato

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01/03/2021, 14:42
Anthony Blake

Un rápido vistazo al vestido casi transparente me deja claro que a mí no me va a favorecer tanto como a su dueña; así que lo dejo como lo he encontrado, sin tocarlo, y vuelvo a cerrar el maletero dedicando una enorme y amistosa sonrisa a los locales. Decidido como estoy a ofrecerles una distracción que les permita olvidar tanto mi curiosidad como los encantos particularísimos de mi compañera de capital.

Me acerco a la pareja con paso elegante y extraigo de forma teatral del bolsillo interior de mi chaqueta una tarjetita de papel y un lápiz al que le he sacado punta tantas veces que es ya más pequeñito que los del ikea.

De pie, con la hojita de papel apoyada en la palma de mi mano izquierda y sin apartar mis ojos de los dos empleados de la gasolinera, apunto apresuradamente "EQUIPO JARL" con unas letrujas casi ilegibles.

—Ay, guajín, preguntástime una cosa que yá sabes —pongo las yemas de mis dedos índice y corazón de mi mano derecha sobre mi frente y después sobre la del individuo que me ha preguntado de qué equipo soy—. Tu yes mentalista. Escribí nesti papelín cuál ye'l mio equipu y tu yá lo aldovinasti. Dilo... ¡ahora!

Cuando dice el nombre de uno de los dos equipos de fútbol locales doy la vuelta a la tarjetita para mostrarle que ha acertado. Pone los ojos como platos y mira a su compañero.

—Tu yes mundial, fíu —le reconozco, sin dejar de sonreírle y señalándole a la rubia que nos mira a tráves de las ventanas del restaurante de carretera—. Seguro que tamién sabes dicime coses d'esa muyerina d'ende dientro.

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01/03/2021, 15:38
Policarpo Díaz

Me bajé de la Rosi y les dije a los dos paletos que llenaran el depósito, con la de 98 octanos. Abrí la puerta de atrás y cogí una lata de aditivo para echárselo a mi preciosidad, no debía de faltarle de nada. La loca y el guapo se fueron cagando leches al baño, mientras el jefe preguntaba a esos dos tipos. No entendía el idioma que estaban hablando, pero Anthony se desenvolvía bien con él.

-"¡Eh, cuidado con la Rosi, eh! Como vea un arañazo al sacar la manguera os casco un par de ostias a los dos."

Cerré la puerta trasera, y cuando terminó de echar el caldo, miré y cerré el depósito. Me volví a montar para aparcar la furgo en el aparcamiento, mientras el jefe seguía con los paletos. Dentro del restaurante ya estaba Hisabel, con Bonitín en el baño. Saqué del bolsillo del vaquero el medio pollo que había pillado ayer y de la guantera, los papeles. Del lateral de la puerta cogí también una tarjeta y empecé a prepararme el condumio. En tres minutos estaba entrando por la puerta del establecimiento como si fuera Roque III. Solo había una gachí espectacular como clienta, así que debía de ser ella la que nos quería contratar. Hisabel ya estaba sentada a su vera, así que fui hacia ellas y me senté en la mesa de al lado, mirando los alrededores. La tía estaba que te cagas, me recordaba a una que me tiré cuando rodé El potro se desboca junto al cabronazo de Nacho Vidal. ¡Qué recuerdos!

-"Hola preciosa, yo soy el sargento Poli, a su servicio. Supongo que es usted la que ha querido contactar con nosotros, ¿verdad? ¿Sabe que está muy buena?"

La miré de arriba a abajo sin cortarme un pelo. Saqué pectoral, como los gallos de corral, y apreté los remarcados bíceps de mis brazos. Aparte del encargo, podía hacerla yo otro.

-"Hisabel, ¿me has pedido algo? Me muero de sed."

Aspiré con fuerza el pegote que se me había quedado en la faringe y me lo tragué. Un regusto amargo recorrió mi boca, que ya estaba empezando a sentir los efectos de mi medicina.

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01/03/2021, 16:52
Bonitín Osborne

Una vez aliviado, salí del baño y me dirigí al restaurante. Los lugareños aun estaban alterados con los comentarios de Hisabel y tras ver como el viejo abría el maletero del único coche aparcado frente al restaurante, nada menos que un Ferrari. Al Anthony se le iba la olla por momentos, hacia uso de poderes que nunca había tenido y ya era tarde para decirle que no tenía poderes. Menuda banda de trastornados que estaban hechos, mejor que no le quitasen a Arensivia el caso, ya que cualquier otro con medio cerebro los atrapaba en un momento.

Aunque el restaurante no tenía muy buena pinta, había que reconocer que llegaba un interesante olor a comida. Entre en el local y me dirigí al camarero:

Buenos días! Yo tomaré una cervecita bien fría, me la acerca a la mesa y venga a tomar nota de lo que tomarán las damas y mi compañero. Seremos cinco comensales, iremos bebiendo algo mientras viene el último.  

La rubia que nos había contratado probablemente habría visto como el viejo le abría el maletero con disimulo, pero al parecer no le había molestado. No estaba de mal ver la rubia, pensó mientras se acercaba a la mesa. A ver que es lo que tendrían que hacer, 50000 € les vendrían de perlas: 

Buenas tardes hermosa dama! Mi nombre es Bonitín Osborne. Boni para los amigos. Encantado de conocerla. Si no le importa podríamos aprovechar para comer algo mientras hablamos de negocios, es la hora de comer y así llamaremos un poco menos la atención. 

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01/03/2021, 22:10
- Narrador -

El Angelín pareció no encajar demasiado bien las palabras de Hisabel, se quedó mirándola echando espumarajos por la boca y le dijo

- Ye bien faltosa la furiatona!! - Se llevó la mano a un walkie y empezó a hablar por él - Pedrín! guaje, párale el 3 guajin, que tenemos aquí a una babaya que va a empujar la furgoneta con los collones. Que s'esta riendo de Don Pelayu guaje, que empuje con los collones. - El surtidor se detuvo y la Rosi solo tuvo la mitad de su ración mientras el encargado de la gasolinera les amenazaba con llamar a la policía si no se iban de allí prendiendo mixtos.

Afortunadamente la madre naturaleza hizo que Hisabel se metiera dentro del escusado a darle rienda suelta a la madre naturaleza. Durante ese momento Anthony intentó suavizar la situación con sus "poderes", Angelín cogió el papel diciendo que el viejo yera bien fatu y escribió algo rápido en el papel.

- Mentalista de mis collones, si tu ties toa la misma carina de ser d'esos que están comuna maniega, pacón. A ver si adivinaste que escribí?

El tipo, cabrón donde los haya, había escrito el Marina de Luanco, pero es que el tipo tenía cara de ser del Marina, así que cuando le dio la vuelta el papel eso fue lo que se encontró. Era un truco de artificio, adivinar y tener escrito un par de posibilidades, y darle la justa mientras distraía la vista y se metía el resto de papeles debajo de la manga.

- Por la mi madre, este tío ye un bruxo, cagonros. Como collones lo hicisti? - Aquello le sacó una sonrisa al Angelín, que parecía tan sorprendido porque hubiera adivinado su equipo que se le olvidó en parte del estropicio causado por Hisabel y le dijo - Ay fiu, ye una furiatona qui vino a comprar un barco y pescar en paz, pero los collaceos cofrades le están haciendo la vida imposible. La Anina es buena muller, pero el restaurante, ay fiu, yo non iría ahí ni muerto, el menú es escasin,  vais quedavos con más fame que Victoria Beckham.

Sabiendo que iban a un sitio donde iban a comer poco y mal, y que la mujer que les esperaba era forastera se dirigieron hacia el restaurante a encontrarse con su patrona.

Notas de juego

1/2

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01/03/2021, 23:16
Ana Obregón

  Y allí estaba ella, con su melena rubia al viento, sus gafas de sol de estrella de cine y un vestido ligeramente ceñido que realzaba su figura. Había dejado atrás sus años más lozanos, pero no se podía negar, tenía todavía un empujón. Que ella estuviera allí y se estuviera dedicando a la pesca era algo bastante extraño, pero garantizaba el pago. Era famosa, así que tenía pasta para pagar ese dinero por la misión, una novedad respecto a los pastores, sexadores de pollos o criadores de recolectores de remolacha.

El camarero del bar les miró hastiado, se veía con claridad que no quería forasteros en su local, pero ya tenía una allí, así que simplemente se acercó a la mesa y miró a Bonitín con cara de pocos amigos

- Aquí non hay más que sidra pierdemises, fabada, cachopo y arrocín con leche, cagonros de furiatos!, ahora os escancio unos culines y bebanlos mientras tiene espuma que sino la sidra está muerta, y en mi local no se beben muertos, oyisti?. Ah, y en Asturies non se habla de negocios antes de una buena espicha. Enseguida vendrá el primer plato.

El tipo se fue a la cocina a pedir cinco menús mientras la señorita los miraba, mesurándolos con la mirada. Carraspeó y asintió al comentario de Hisabel - 50000 euros, sí, pero, vosotros sois los del equipo ese? Los Jarlipollas? No parecéis demasiado aguerridos, bueno, vosotros dos sí - dijo dirigiéndose a Poli y Bonitín. Fingió ruborizarse un poco, porque ella sabía más que nadie que estaba más buena que el pan con chocolate o un helado de straciatella en un día de agosto y miró a Poli con una mirada profunda y sugerente al quitarse las gafas. Aquello era el mundo al revés, las atenciones de Bonitín estaban siendo ignoradas y el cabezadepicodecaballo se estaba llevando la atención de la rubia. - Necesito de hombres fuertes porque estoy en un problema de heteropatriarcado y eso según me han dicho aquí solo tiene un arreglo, a hosties. El tema es que...

El camarero llegó con sus culines de sidra escanciados de forma tradicional, a mano, mirando al tendido como un torero que quiere vacilar a un toro, y con una olla ferroviaria llena de fabada, una por persona. Aquello olía a muerte, eclipsando incluso el perfumen dulzón de la bióloga. Era una buena fabada bien cumplida con su chorizo, su morcilla y fabes de verdad, no alubias de esas barateras, no, fabes. Después de unos días a base de sobaos aquello parecía el paraíso en la tierra. La actriz esperó a que se marchara el camarero y les dijo

- El problema es sencillo. Me compré un barco para cambiar de vida, el libertad, y dedicarme a pescar lubinas en este pueblo tan pintoresco y todo iba bien, hasta que el jefe de la cofradía de pescadores dijo que no podía ser, que las mulleres están muncho mejor en su casa cuidando de los guajes y no se que más cosas, ya saben, hablan muy rápido y parece que se han tragado un gallego. En el anuncio dicen que obran milagros y resuelven problemas, y eso es lo que quiero, que me dejen faenar tranquila y ya está. No es mucho pedir para un hombre tan fuerte, verdad? - Hizo una caída de ojos que hubiera derretido a un iceberg a Anthony por ser el más viejo, porque parecía el patriarca de ese grupo de desarrapados.

Notas de juego

2/2

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02/03/2021, 00:22
Anthony Blake

Entro en el restaurante, con mis elegantes zapatos quedándose pegados en el pringoso suelo a cada paso. Demasiadas botellas mal escanciadas o... (miro con ojo experto a la puerta entreabierta del cuarto de baño), demasiados parroquianos faltos de puntería por beber sidra asgaya.

Me acerco a la mesa donde mis camaradas conversan con la rubia y me valgo de mi habilidoso juego de manos para aflojarme el cinturón mientras el dueño del local nos sirve la pitanza. Ya me conozco bien esto, es el viejo truco de los magos asturianos de la pota de fabes sin fin, que por más cazos que te sirvas, su contenido nunca baja.

—Yo soy Anthony Blake y usted es... ¡no me lo diga! —tomo su elegante mano derecha entre las mías y la pongo bocarriba—. Qué mano tan interesante, me dice muchas cosas... Sí, sí, muchas cosas muy interesantes.

Garrapateo en una grasienta servilleta del restaurante de esas que no absorben nada un pez, peor dibujado de lo que lo haría un niño de cinco años y se lo enseño orgulloso.

—Este dibujo le dice algo. Este dibujo tiene como algo que ver con su oficio o su pasatiempo o algo... ¿Sí o no? ¡Sí! Sí, ¿verdad? —evidentemente, ya nos ha dicho que se dedica a la pesca—. Mire esa pared —le señalo una de las paredes del local, con sucio papel pintado tapado por una enorme bandera de Asturias—. Quiero que se imagine que tiene una brocha de pintura en su mano y que escribe con ella su nombre. ¡No se mueva! Solo imagíneselo. ¿Visualiza la primera letra de su nombre? ¿Está segura? Cuando yo le diga ya, escriba mentalmente esa letra en la pared sin mover la cabeza. En mayúsculas por favor, que ya tengo una cierta edad y... Ahora,la primera letra —cojo el papelito con el pez pintado y escribo algo en él sin que nadie más lo vea—. Veo una... Una "A", me parece. No se mueva, no dibuje más letras porque estoy viendo otra que es como una... una zeta pero girada noventa grados. Y luego... ¿otra "A"?

Menudo paripé cochino. Todos la recordamos equivocándose al dar las campanadas.

—Ana, ¿puede ser? Ya le dije que tenía una mano muy interesante. Hay que tener cuidado con a quién se le da esta mano, porque es muy habladora y cuenta muchas cosas —la suelto para posársela nada casualmente sobre la mano llena de venas hinchadas de Poli—. Por suerte, mi amigo Policarpo es la persona más fiable del mundo y el que mejor sabe cuidar de una mano parlanchina como ésta. Y como su mano y la de él ya se han hecho amigas, todos aquí lo somos y podemos hablar con franqueza. Usted tiene un... digamos... "asunto" y nosotros somos muy buenos solucionando asuntos. Y cantando rancheras también somos muy buenos, pero sobretodo, solucionando asuntos. No me diga más, quiere que hablemos con el jefe de la cofradía de pescadores para que la dejen faenar tranquila. Pues eso está hecho.

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02/03/2021, 10:05
HM Murdock
 

-Yo quiero de todo eso, ¿oyisti? -le pidió al camarero, esta vez con gracia y sonrisa de niña decente, que es lo mejor para amansar fieras como el lechuguino este. Si al final le estaba resultando hasta divertido esa tontería del oyisti, que siempre hay palabras bárbaras graciosa. Luego se miró a la rubia, un tanto pocha y pasadilla, pero sus compis ya babeaban en torno a ella. Ay, qué cruz. Le sonaba el careto pero no de qué.

-Si quieres te pego una hostia y te giro el tarro como a la niñata del exorcista. Tres vueltas y comprobarás lo aguerrida que soy. -No te jode, la tía. ¿Los Jarlipollas? Hisabel comenzó a rodar los ojos y a mirar al techo como si hubiese entrado en un trance chamánico. O como si quisiera pegarle un bocao a la tiparraca siliconada. Pero llegó la sidra y la fabada, exorcismo que la liberó del demonio de la destrucción. Se bebió de golpe el primer vaso.

-Echa más zumo de la fruta prohibida, indepe malhablado, ¿oyisti? Gracias. -Y metió la cuchara hasta el fondo de la olla ferroviaria, tragando el cielo que emanaba de ese profundo cocido.

Y mientras consumía a destajo escuchó a Miss Bótox, sus gestos seductores y coqueteos, y a Blake. WTF?  A espaldas de la morena decían que estaba loca, pero el Anthony se flipaba mucho. Se puso a reír como una descosía, el jefe era la hostia.

-Me parto el culo contigo, Thony. No pierdas tu talento nunca ni tu salero. -Que eran ya veinte añicos juntos, una amistad entre los cuatro incombustible. Alzó el vaso de sidra y se puso en pie.

-¡Dios no me hizo perfecta y por eso me dio a mis amigos! -y venga, sidra pa dentro.

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02/03/2021, 14:42
Bonitín Osborne

Vaya sorpresa la Obregón es la tipa que solicita nuestra ayuda, ahora pesca lubinas, hay que joderse. Buena noticia, esta vez tal vez pillásemos algo de pasta. La tipa nos llamo poco menos que jilipollas:

Un poco de respeto señora, por favor! Que ha sido usted quien nos ha llamado en busca de ayuda.

El jefe actuaba como si no la reconociese y fuese a adivinar su nombre, o bien se estaba haciendo el gracioso para romper el hielo, muy típico de Anthony, o bien Alzheimer a la vista. Supongo que lo primero, es un salao.

A mi si me dejan elegir, mejor canto unas rancheras que doy unas ostias, pero hago a todo.

El maleducado del camarero llegó con unas sidras y el primer plato. Quede prendado al instante, a mi ya me había ganado. Que olor, que textura, vaya pinta, con sus sacramentos y too.

Buen provecho a todos y al tajo. Luego en la sobremesa ya habrá tiempo para los detalles.

Aquí me centre en lo realmente importante, las fabes y el resto paso a un segundo plano. Tras varios días comiendo sobaos, aquello sabía a gloria. Trate de contenerme, para no comer como un subnormal, cosa nada sencilla, ya que la fabada estaba de muerte y hacia un tiempo que no comíamos bien.

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02/03/2021, 15:16
Policarpo Díaz

Al venir el camarero y hablar en chino, entrecerré los ojos y fruncí el ceño. Me estaba hartando un poco de que estos tipos hablaran en otro idioma, ya que no les entendía nada. El tono tampoco me gustaba nada. El condumio era de efecto rápido, ya que notaba los paletos adormeciéndose y eso indicaba que era buena manteca. Me levanté despacio y le hablé al gallu.

-"A ver, tú, notas. ¿Qué estás diciendo, que no te entiendo? Trae lo que han pedido y déjate de gilipolleces, ¡eh!"

El camarero se metió a por la comida y la bebida. Al parecer Hisabel no me había pedido todavía nada para beber y tenía una sed de la ostia. Gruñí y delante mía apareció una pequeña botella que me pasó enseguida la loca. Me estaba empezando a cabrear y se estaban rifando unas cuantas ostias. Al que le tocara, iba a saber lo que es un campeón de España y de Europa de boxeo. La rubiaza, ahora que pensaba, me sonaba de algo. No sé si me la había empotrado alguna vez o, si salía en alguna revista, haberme hecho alguna paja con ella. El caso es que me estaba poniendo a mil, como un potro desbocado. Empezó a contarnos para qué nos quería.

-"Si dice que se arregla a ostias, ha llamado a los mejores." Dije crujiendo los nudillos de ambas manos.

El jefe entró, e intento ver si la oferta de la gachí era verdadera. Tenía unos métodos poco ortodoxos y bastante extraños, pero no le juzgaba. Él era la mente del grupo, Bonitín el rostro, Hisabel la locura y yo el músculo. También volvió el ovejo del camarero con algo de comer y beber. Sidra y fabada, lo típico de estas tierras asturianas.

Al ponerme Anthony la mano de Ana sobre la mía, un calambre me recorrió la espina dorsal. Esta tía quería cacho conmigo, seguro, tenía un sexto sentido para estas cosas. Cogí el vaso de sidra y me lo bebí de un trago. ¿Para qué cojones querían un vaso tan grande y fino, para luego echar solo un culillo de sidra? El brebaje entró bien, suave al paladar y algo amargo. Le indiqué al camarero que trajera varias botellas y un cacharro de esos para escanciar la sidra sin mancharnos. El perolo de fabes era enorme, demasiado para un cuerpo esbelto como el mío, que tenía que cuidarlo al máximo. Creo recordar un refrán que decía men sana in corpore sano o que el cuerpo es un templo, o algo así... En cuanto Bonitín dio el pistoletazo de salida para comer, el silencio calló sobre la mesa.

-"A por el rancho."

Notas de juego

Perdonar el lenguaje de Poli, es un poco zafio...

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02/03/2021, 19:52
- Narrador -

El camarero se quedó mirando a Poli con muy mala cara mientras mascullaba entre dientes lo foriatón, castrón y charrán que estaba hecho. Tiró los primeros culines con la misma precisión que tendría un borracho de atinar en el baño de una discoteca a las 4 de la mañana, pero parecía que aquello funcionaba así en Asturies, que se podía derramar sidra y luego ponerle serrín y todo arreglado, como si la botella la estuviera pagando el camarero, como si toda esa sidra derramada por aquel mesonero con Parkinson no se la estuvieran cobrando. Tiró culines para todos y cuando llegó el turno de Poli dijo que la botella se había acabado y que volvería por más.

Vino con el vaso preparado de la cocina y le dijo

- Señor, este yes un culín especial para los mellores clientes del chigre. Bébalo, bébalo con ganas, yo le pongo más, non se preocupe.

El vaso del culín era ciertamente especial, tenía mucha más espuma que el resto, y eso, como sabe cualquier cervecero siempre es bueno. Y no era lo único porque la fabada resucitaba a los muertos y los aromas a empanado de la cocina hacían presagiar algo muy grande, en más de un sentido.

Mientras hablaban de negocios Ana se quedó extrañada de que dijeran que les estaba faltando. Sacó su móvil y les enseñó una foto de su televisión. Eso lo explicaba todo, su anuncio del teletexto estaba compartiendo página con uno de un party line gay, a dos columnas, y si se leía de izquierda a derecha se podía leer

Si tiene problemas contacte con el equipo JARL - y pollas de todos los tamaños y sabores

Sería muy bióloga, pero se ve que la lectura no era lo suyo, aunque, el anuncio no se debería ver así. Aquello explicaba algunas llamadas subidas de tono que habían tenido, invitándoles a jugar al armario escacharrado, versión gay del susodicho juego infantil.

- Lo ven, yo pensaba que se llamaban así, lo siento, de verdad - dijo Anita la fantástica quitándose las gafas para que pudieran reconocerla. Hisabel no pareció tomarse bien lo de ser poco aguerrida, pero Ana estaba más pendiente de todo el rollo de la mano de Anthony, aunque empezaba a mirarlo como si fuera gilipollas o hubiera bebido de más. Con una sonrisa le dijo - Cariño, yo creo que me has reconocido, y ya te había dicho que me dedicaba a la pesca. A ver, que tu rollito no está mal, pero yo he presentado las campanadas, y el que apostamos, y he visto de todo ya, bueno, lo de ella no lo había visto. Es vuestra becaria o algo? Da un poco de miedo, no sé, parece a Aida Nizar con la regla....

Dejó guiar su mano hacia la de Poli y cuando estuvieron juntas le dio una vuelta y le acarició la palma con un dedo antes de llevarla a su vaso de sidra. La mujer, que había seducido a un trípode como Lequio, sabía como tratar con hombres como Poli, así que le regaló una sonrisa cargada de promesas que no pensaba cumplir, pero siempre era mejor que los hombres te desearan, le quedaba poco para que sus patitas de gallo se transformaran en garras de pterodáctilo y si quería casarse tenía que ser pronto.

Los miró a todos, mientras caía otro culín y se abría la tercera botella y les dijo con una sonrisa esperanzada - Estoy desesperada, he ido a la policía pero Xuan los tiene a todos comprados. Nadie en el pueblo se atreve a plantarle cara, nadie. Xuan tiene a todo el pueblo aterrorizado, y tiene a un montón de hombres armados. Yo no hago daño a nadie, salgo con mi barco a faenar y no me meto con nadie, pero el gochu dice que eso no es cosa de mujeres, que me vaya o me hundirá con el barco. - suspiró y los miró desesperada - ya me ha estropeado los avios de pesca varias veces y tengo miedo que me haga daño. Si pudieran hablar con él, si pudieran llegar a un arreglo, pacífico si puede ser - dijo mirando a Poli especialmente - se lo agradecería, todos en el pueblo se lo agradecerían, y yo les pagaría su dinero y... bueno... - Aquella mirada iba pidiendo jarana, sin pudor alguno. Entonces remató y dijo - y si ya por el mismo precio me cantan unas rancheras mejor que mejor.

Fuera del restaurante un autobús aparcó en el parking mientras el camarero retiraba la olla para dar paso al segundo. Un cachopo que el camarero anunció como de cecina y afuega el pitu, uno de esos para cada uno, mientras la cuarta botella de sidra caía. El camarero se tiró otro culín, se lo dejó y antes de irse les dijo - Esperen un segudín cagonros, que todavía no yestá toda la guarnición. - y vaya si no estaba, porque en el medio de la mesa les puso la fuente de trevi de las patatas fritas acompañadas de pimiento rojo frito. El camarero sonrió y les dijo - Perdónenme pero faltaba unas patatinas pal kilo, si se quedan con fame nada más decilo. La señorita nos ha dicho que está tó pago.

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03/03/2021, 11:27
HM Murdock

Así con disimulo y mimo, Hisabel le dio un manotazo “inconsciente” al vaso de Poli para derramar su contenido. Ella no quería sesos esparcidos del camarero a la hora de la comida, que es un asunto sagrado.-¡Uys! ¡Qué torpe! Nada, que te lleno otro, guapo.

Tras esto, se puso a comer, arrugando el entrecejo de vez en cuando con los comentarios de la bruja apolillada. Miró la pantalla del móvil de la rubia, rodó los ojos de nuevo. -¡Si es lo que digo! Hay que modernizarse.

Luego se puso a reír como loca cuando la calificó de becaria. Se lo tomó a chiste, era graciosa, la jodía pescatera. Hisabel no tenía idea de esa Nizar, la única Niza que conocía estaba en Francia y molaba un montón el ambiente. No había pobres, estaba prohibido.

-Esa quién es, alguna tipa que iba a la guardería contigo allá en el antiguo Egipto, ¿no?

Rancheras, hosties y miradas. Sus compis la estaban cagando, y el mentalero descubierto a las primeras de cambio. Que era una resabiá esta tipa. La loca iba a decir algo y se contuvo, metiéndose la cuchara llena de fabes en la bocaza. Que cincuenta billetacos molaba mucho.

-Oye, rubia, ¿y no te sobrarán unas bragas para esta becaria? Es que me pagan poco aquí los cachondos.

Ella iba comiendo, hablando, tragando –Pacífico, pacífico, no se…No se pararon a los nazis con palabras, sabes. Mira- Se subió los pantalones y le enseñó la pantorrilla derecha, mostrando seis líneas negras transversales tatuadas- Una por cada tipo que me he cargado. Cuando llegue a diez me hacen socia –se mofó. En realidad era una marca por cada amante que había tenido.

-A mí me pones dos de estos para llevar, oyisti? –Le dijo al camarero rancio. Que nunca se sabe cuando vas a poder comer de nuevo. Oyó el ruido del autocar y se asomó entre las cortinas de la ventana, dándole a la botella de sidra, ya pasaba de los vasos. Que no quería sorpresas.