Partida Rol por web

Siendo dos personas era mucho más fácil el hacer la vuelta, prestando mi mano cuando fuera necesario tras cada salto para que ninguno de los dos acabara en el agua y gracias a las cuerdas y el apoyo de los dos hombres arriba la escalada también resulto la mar de cómoda en comparación a lo que fue bajar por mi cuenta anteriormente. Por lo que durante el camino pude pensar un poco mejor lo último que me había dicho Angélica- Un placer -salude con una sonrisa que dejaba ver cierta vergüenza por haberles hecho venir detrás de mí tras aventurarme por mi cuenta.

Aún me estaba limpiando del polvo, tierra y pequeñas piedras que acabaron en mi ropa durante el ascenso cuando vi como el muchacho oraba con miedo de lo que pudiéramos arrastrar fuera de ahí abajo, mire de reojo al navío de vuelta y a poco estuve de acompañarle en sus actos religiosos, guiado por el protocolo que tantas veces había llevado a cabo realmente, pero siendo consciente de que no era buena idea seguir ostentando títulos me detuve antes siquiera de actuar. Un detalle en el que si no habían reparado con anterioridad se haría notorio ahora mismo es que me faltaban algunas de mis pertenencias, ya que me acerque a algunos arbustos cercanos y saque de ellos parte de mi armadura y el resto de cosas, entre ellas mi monedero.

- Nuestra visita al barco ha sido... -mire a Angélica- ...fructífera. Pero necesitamos poner en claro ciertas cosas antes, chico -ahora mire al MacCoggar- ¿cuál es tu nombre? Creo que no nos... bueno, al menos a mí no me lo has dicho.

La vuelta fue algo más accidentada. O al menos es lo que a Emelie le pareció, por el cuidado que puso para evitar perder o que se mojase el documento hallado en el naufragio. Dejó que el paladín fuera izado primero y aprovechó ese tiempo para echarle un vistazo más a las hojas antes de que le tocase su turno de ascender por la pared del acantilado. Una vez arriba, descubrió que Jacklin ya había comenzado a interrogar al chico; o algo parecido.

Aprovechó para guardar entre la ropa el documento. Esperaría a que el joven MacCordagar diera la respuesta al paladín antes de pagarle por su "ayuda" y proceder de un modo más sutil a preguntarle. A la vista de la nueva información, era más que probable que el clan de campesinos no tuviera nada que ver con los problemas de la isla pero, al menos, esperaba descartar que no hubieran cogido nada del padre Scott. Porque alguien, o algo, si que había estado en la iglesia y buscado alguna cosa, probablemente relacionada con Flauros. Si habían sido los MacCordagar, posiblemente no tendrían ni idea de lo que era.

Cruzó los brazos por delante del pecho y clavó la mirada en Jacklin, de manera significativa. Una suerte de "estoy evaluando cómo te desenvuelves" mezclada con un poco de "puedo darle la vuelta como un guante; cuando gustes, aquí estoy".

--- Mi nombre es Bill- dice de manera bastante escueta seguramente fruto de los nervios por la situación que se estaba desarollando pero finalmente reune el valor para girarse a Angelica- ¿donde estan mis monedas de plata?

- Aquí. - Emelie retiró una mano hasta la bolsa del cinturón para sacar dos monedas de plata. Las levantó hasta la altura de los ojos, sujetas entre los dedos, para hacerlas girar entre ellos... antes de desaparecerlas en la palma de la mano. - Antes de entregártelas, sin embargo, necesito hacerte una pregunta. Y espero que respondas con sinceridad. No te preocupes, no es para tanto. - Le sonrió cándidamente en respuesta a su reacción. - No voy a contarles nada a las autoridades. ¿Tu clan registró la iglesia y se llevó algo? He descubierto una cosa en el pecio y podriaís estar en peligro, toda la isla puede estarlo, de ser así. - Extendió la mano, con los dedos entreabiertos para dejar ver las monedas de plata.

Había abierto la boca para seguir hablando en cuanto me dijo su nombre, pero el hecho de que acto seguida preguntara a Angélica por el dinero que le había prometido me hizo mantenerme al margen por el momento, desde luego quería tomar lo que le habían dicho que pagarían y largarse cuanto antes para evitarse problemas. Intercalé miradas entre la mujer y el muchacho sabiendo que no le brindaría esa oportunidad hasta obtener todo lo que quisiera de él, es decir hasta que se soltara de la lengua, así que hablaba o se iba con las manos vacías.

De mientras yo metí la mano por mi espalda, debajo de mi ropa, para sacar un trozo grande de papel- Oye Kelgar ¿a ti por casualidad te suena este tipo de algo? -extendí el papel revelando que era un lienzo en el que se podía ver el rostro de un hombre mayor ya, aunque tuve el cuidado de que tal como se lo enseñaba al nórdico también lo pudiera ver el chico.

El muchacho extiende la mano para coger las monedas pero cuando las retiras puedes ver como pone cara de fastidio y las retira lentamente antes de mirar de mirar de mala gana a Angelica.

---No señora, robar en el santuario de Dios es pecado, sí lo hiciera y mi padre se entera me da una somanta de palos que no me podria mover en una semana- dice con voz impaciente-Pero estuve cerca de la iglesia el dia que la asaltaron y pude ver a Emil Zolt con los guardias recuscar en la iglesia, Emil dijo algo de un libro que habia escondido el sacerdote y que Lord Galael lo queria; no me quedé más tiempo y salí corriendo- dice encogiendose de hombros, vosotros podeis notar que no hay falsedad en sus respuestas.

Galael. Cuando escuchó aquel nombre, Emelie tuvo que hacer un esfuerzo para no intercambiar miradas con el paladín. Toda una caja de sorpresas parecían ser los MacCordagar. Lamentaba no haberles presionado más para obtener información semejante la primera vez pero, en el fondo, intuía que de hacerlo, aquellas personas se hubieran cerrado más. O incluso, hubieran reaccionado agresivamente.

- ¿Lord... Galael? - Preguntó con curiosidad. - Es curioso que el marqués Cavalcanti no mencionase la presencia de otros nobles en la isla.

Aunque aquella aclaración hecha por el chico, Bill, le hacía sospechar algo, prefirió sondear indirectamente el asunto. Amagó sorpresa y dejó que Bill reaccionase al comentario, de modo que pareciera que era listo y les ilustraba con sus conocimientos.

Me cruce de brazos algo más tranquilo al poder cerciorar que alguien tan devoto mantenía sus principios firmes y es que me costaba imaginar que alguien capaz de rezar en el mismo momento en que lo sentía era capaz de asaltar un lugar sagrado, era como si fuera completamente ajeno a esa persona. En cambio en el pueblo no había visto gestos muy devotos, solo palabras y era consciente de que estás podían verse envueltas en mentiras con mucha mayor facilidad.

En cambio un nombre hizo todo mi rostro cambiar, con el ceño fruncido, confundido y sobretodo muy preocupado di un solo paso hacia el muchacho antes de mirar en dirección al pueblo- ¿Lord Galael? -escondido bajo mis brazos apretaba los puños, este barco parecía ser una pista loca, pero ahora teníamos un cabo del que tirar hasta deshilachar toda esta red de incertidumbre que rodeaba la isla en su totalidad, una que nos envolvía con más fuerzas por ser extranjeros... Una que cada vez dudaba más si realmente sus gentes querían que despejáramos. A diferencia de la sutileza con la que actuaba siempre Emelie, yo podía ser más "accidentado" muchas veces- No he oído el nombre de Galael en todo lo que he estado en la isla, si es un lord local es muy raro que nadie lo haya mencionado. Ni siquiera nos dijeron donde vivía cuando pregunte por los lugares más destacables de la isla.

El muchacho no parece reaccionar ante aquel nombre pero vuestros comentarios hace que niegue la cabeza.

---No existe nadie en la isla que se llame Galael y menos un Lord, el único "noble" que realmente existe en la isla es El Marques y este vino a la isla hará unos 10 años desde Gabriel para jubilarse según dicen los aldeanos, antes de aquello el más alto estatus que habia era la familia del Alcalde.

Escuchó la respuesta del joven Bill sin mover un músculo del rostro. Si aquello era cierto, era cada vez más evidente que un oponente se movía en las sombras. Eso resultaba en el peor escenario posible, pues ellos estaban expuestos y quien tirase de los hilos era un enigma.

- Entonces sólo puede ser que ese Emil Zolt ha perdido la razón y ve personas imaginarias. O que sabe algo que el resto de la isla desconoce.

Recuperó una tercera moneda de plata y la deslizó en su mano.

- Antes de que regreses a casa, ¿podrías indicarnos dónde encontrar a Emil Zolt, buen Bill?

Estiró levemente el brazo hacia el joven MacCordagar y abrió plenamente los dedos para dejar a la vista las tres monedas.

Me basto con mirar como Angélica añadía otra moneda más al pago que iba hacia el muchacho para que me aclarara su opinión sobre este tema, y no solo eso sino que también fue suficiente para imaginar cuál sería nuestro siguiente paso, algo que solo confirmo su pregunta siguiente. Fuera quien fuera ese Galael se ocultaba de quienes no le seguían, y debía hacerlo muy bien, porque tan solo habían dejado esta pista de su existencia, un desliz por parte de otra persona al no saber que le estaban espiando.

Busque cruzar miradas con Kelgar mientras me crujía el cuello y varios dedos en seña de que quizás la palabrería se iba a acabar dentro de poco- Que cosa más extraña, ese pobre hombre debe estar desvariando como dices Angélica, quizás debamos darle una visita... Si le bendigo quizás ayude a su dolencia y vuelva con nosotros su cordura.

---Claro, el Señor Zolt es el Capitan de la guardia del Marques, vive en su mansión para coordinar todo  el servicio- dice señalando en dirección oeste- la mansión se encuentra a varias horas a pie pero sí bordeais la isla  la encontrareis sin problemas, se encuentra junto al acantilado.- podeis ver que el muchacho parecia ansioso pormarcharse  con aquellas monedas aunque tambien estaba algo inquieto al escuchar vuestros "comentarios" -¿puedo irme ya?

- Por supuesto, buen Bill. Puedes retirarte con nuestro agradecimiento por tu ayuda.

Emelie despidió al joven MacCordagar con una sonrisa en un intento por tranquilizarle tras los comentarios, más bien gestos, que el paladín había hecho con tan poco fortuna. Mucho catecismo pero poco tacto y sutileza debían de haberle instruido allí donde hubiera estudiado. Una vez que el muchacho hubo marchado, dirigió una mirada feroz a ambos espadachines. No dijo nada, pero esperaba que ambos comprendieran el mensaje de tal gesto. "Aprended a controlar vuestra lengua delante de otros".

- Deberíamos acercarnos por el lado que nos ha dicho el chico. El camino desde el pueblo ya lo conocemos, pero por la base del acantilado puede haber alguna cueva o senda oculta que Zolt y sus compinches usen para moverse. Aunque no sugiero hacer un movimiento directo todavía. Me gustaría estudiar la documentación sobre Flauros esta noche para saber a qué atenernos cuando vayamos por Zolt y Galael.

Bajó la voz al pronunciar la última frase por precaución; nunca se podía saber quién estaba escuchando. Por supuesto, podía ojear algo más de aquellas páginas en el camino, pero no parecía la mejor forma de leer detenidamente y podía perder el manual o algunas hojas en un tropezón o por una ráfaga súbita de viento.

Como si no hubiera pasado nada me despedía del joven mientras se alejaba, notando al poco la mirada asesina de Angélica sobre mi costado, crucé miradas con ella y me encogí de hombros al no entender que había hecho mal ahora. Aunque sin dar explicación alguna procedió a explicar lo que ella creía correcto para nuestro curso de acción, una sonrisa apareció en mi rostro casi que al momento.

- Entonces mañana movemos ficha -di un suave golpe en el hombro a Kelgar como un mensaje entre los dos de que al fin habría acción- Me encargaré de que esta noche no pase lo mismo que la anterior pero tal vez deberíamos tomar precauciones ¿Podrías pasar dormir en el cuarto de Liss, Ange? -pedí a la mujer preocupado porque esta vez no huyeran y terminaran lo que empezaron- Cada vez pienso más que dormimos en el lugar más peligroso de la isla... No sé vosotros, pero comienzo a desconfiar de todo el mundo, incluso quienes nos recibieron con los brazos abiertos.

Si no como era posible que tantas cosas pasaran por alto en un lugar tan pequeño.

Con ese nuevo pensamiento, el grupo regresa a la posada donde Miriam parece estar esperandolos concierta preocupación, solo cuando os ha servido la cena se retira a su habitación y vosotros no tardais en seguir su ejemplo.

Os organizais tal y como lo habeis hablado y mientras Emelie estudia los archivos, Jacklin permanece de guardia, así pasa la noche y llega un nuevo dia sin sobresaltos, aunque sentiis en vuestros cuerpos el peso del cansancio...

Tu examen de los papeles te reslta fructuoso e infructuoso al mismo tiempo.

Es fructuoso porque consigues descifrarlo por completo, se trata de un "manual de isntrucciones" que permite manejar el artefacto conocido como Flauros, en principio se trata de una plancha de metal y madera hermosamente tallado por lo que se aprecia en los diseños,en las anotaciones señalan piezas de metal similares a los engranajes de un reloj que girandolos de X e Y maneras se transforman en tres formas con distintas propiedades aunque dicha transformaciones suelen tardar unos 10 segundos en completarse.

La primera forma, Chronos, es la de un cubo de metal decoradocon runas y símbolos extraños ( no se parecen a los de la puerta del barco), parece que  tiene la propiedad de absorver los poderes o debilitarlos  a aquellas criaturas cuyos poderes se basen en emociones negativas para que ello funcione deben de  verter sangre de dicha criatura en el artefacto o que se encuentre físicamente cerca.

La segunda forma, Andrael, tiene forma de una pirámide llena de ojos metálicos, al parecer tiene la propiedad de abrir puertas a otros mundos y manifestar en la realidad seres y entidades de un lugar llamado " la Vigilia". Hay una nota que subraya que dicha posición es etremadamente peligrosa ya que permanecer mucho tiempo en dicha posición puede manifestar seres aberrantes a la realidad.

La última posición, Bhelphegor, es una esfera con cuatro grandes agujas, su cualidad es la creación de sellos para contener  mediante barreras invisibles a otros seres, dicha energia la sustrae de la energia absorvida de otras enidades con Chronos, esto hace que algunos seres sean incapaces de acercarse a menos de 5 metros.

Una última anotación subrayada advierte que el artefacto conocido como Flauros atrae la desgracia para aquellos que lo portan encima demasiado tiempoe insta al usuario a no llevarlo encima prolongados periodos de tiempo sí no quiere verse afectado por el artefacto.

Toda esta información sería muy útil de nor ser por lo que la hace infructuosa....ya que no posees el artefacto...

Era difícil saber si el cansancio de aquella mañana era el resultado natural de la extraña casuística de la isla o una acumulación de una noche casi en vigilia estudiando el documento. No obstante, Emelie no confiaba en que el desayuno fuera a ser de mucha ayuda para suplir aquello. Tras agradecer a Miriam el servicio, y abonarle el pago para que pudieran tener el día libre de actividades, esperó a que la posadera se retirase de vuelta a sus quehaceres antes de hablar.

- Sospecho que en el barco naufragado transportaban un objeto usado posiblemente para capturar a criaturas... extrañas. - Bajó algo más la voz al pronunciar aquella palabra pero, aun así, la enfatizó especialmente. - Galael pudo ser una de ellas. Y ahora temo que esté en libertad y en posesión de ese objeto. Sin embargo, ignoramos qué puede ser Galael, por lo que habrá que moverse con pies de plomo. En cuanto al objeto, creo que no es una amenaza directa para nosotros, aunque nos puede afectar indirectamente; una de sus funciones puede crear aberraciones en nuestro mundo, nuestra realidad. Supongo que los aldeanos desaparecidos que "aparecieron" para atacarnos pueden ser el resultado leve de ello. Pero no hay que descartar la posibilidad de que aparezcan cosas peores.

Se aseguró de que tenían privacidad para seguir discutiendo sobre aquel asunto.

- Sugiero lo siguiente. Jacklin, me gustaría que guardes el documento, procura que no lo vea nadie, y visita la iglesia. No deberías levantar muchas sospechas. Una vez allí, escóndelo; igual que un relámpago no cae dos veces en el mismo sitio, o eso dicen, la iglesia debería ser en estos momentos un sitio más seguro en el que nuestros rivales no mirarían. Después reúnete con Kelgar en el acantilado cerca del naufragio. Mientras tanto, yo me acercaré a la mansión del marqués y solicitaré una audiencia con Zolt. Intentaré atraerlo hacia el pecio con la excusa de que hemos encontrado pistas sobre nuestros atacantes. Seguramente, lo encontrará irónico porque no sospechará que sabemos de su implicación y tal vez me siga el juego en un intento por tenderme una trampa. Salvo que se la tenderemos nosotros. - Hizo una breve pausa, sopesando los riesgos que podía correr. - Si no aparezco porque Zolt trata de retenerme o atenta contra mi en la mansión, intentaré crearos una señal para alertaros y para distraer a los guardias; usad la aproximación por el acantilado, como dijo el chico MacCordagar ayer, para acercaros con celeridad.

Cuando calló, "Angelica" se recostó contra la silla para dar cuenta de los restos de su desayuno, también para dar una señal a Jacklin y Kelgar de que expresasen sus opiniones o sus planes.

Las consecuencias de poner la seguridad del resto por encima de las propias estaba pasando factura, el cansancio se acumulaba y encima lo poco que había podido dormir se había viso truncado por los nervios y el efecto de la isla, o lo que fuera, en nuestro descanso. Por lo que para cuando amaneció casi me sentía como si hubiera dormido menos de dos horas. Y aún así para cuando baje al comedor lo hice con un rostro totalmente fresco y renovado, con aquella tonta sonrisa que siempre llevaba.

Eso si, en cuanto tuve comida delante me enfoque casi que por completo en ella, solo levantando la cabeza al escuchar como Angélica comenzaba a hablar. Torcí un poco la cabeza, aún con la boca llena, ante esa referencia a criaturas "extrañas" sin saber exactamente a que se refería, pero no me hizo falta entenderlo del todo para que mi rostro se tornara muy serio cuando comento una de las capacidades de aquel objeto retenedor que ahora estaba en manos de alguien con rencor hacia sus captores, si eso era cierto podría poner en peligro las vidas de esta gente cuando le viniera en gana, tal como hizo con las nuestras. Pase a masticar mucho más lento según escuchaba su plan sobre como proceder en contra de esta amenaza completamente desconocida a la que nos enfrentábamos, atendiendo especialmente a los riesgos que cada uno íbamos a correr con el fin de llegar hasta el marqués en un lugar menos protegido- Entonces serás la única que se ponga en peligro... -le respondí en cuanto se quedo callada- Y estás poniendo tu seguridad en nuestras manos si algo pasara. Me tomo como un cumplido esa muestra de confianza, pero no me agrada la idea de dejarte entrando en la boca del lobo tan libremente.