Partida Rol por web

Emelie se sentó a la mesa tras proferir un escueto "buenos días" a modo de saludo hacia Miriam o al resto. No pareció darle mucha importancia a la explicación sobre la ausencia de Vadik o su compañero; aquellos dos tenían sus propios planes e intenciones, de eso estaba ya segura hacía tiempo, y dudaba que tuviera el poder o la capacidad para ejercer algún tipo de influencia sobre ellos.

En realidad, aparentaba estar más preocupada por su mano, a juzgar por los ejercicios de flexión y extensión de los dedos o los giros de muñeca. El entumecimiento de aquel miembro era general a todo el cuerpo y no entendía muy bien el motivo, habida cuenta del tiempo que había dormido. Le había sorprendido descubrir el sol brillar ya casi en lo alto cuando se despertó. Sin embargo, el ligero cansancio y la sensación de entumecimiento no se correspondían con lo que debería haber sido una noche de un sueño reparador tan largo.

- Puede que el marqués no sea un vampiro, pero sí que sabe cansar a sus invitados. - Realizó aquel comentario con leve sarcasmo en respuesta a las miradas intrigadas que sus ejercicios manuales provocasen.

Por primera vez en probablemente mucho tiempo había dormido bastante, no había dio a la cama inmediatamente después de llegar pero aún así me sentía extrañamente cansado, casi parecía que no hubiera podido dormir mucho durante la noche por lo que antes de bajar me tome un poco de tiempo para hacer algo de ejercicio en mi habitación como un intento por despertar a mi cerebro y prepararme para el resto del día.

Para cuando bajo al salón ya iba de nuevo con todo mi equipo puesto, desconocía el lugar por lo que para mi esto era prácticamente una aventura y como tal debía estar siempre preparado para ella. Nuestra anfitriona ya se encontraba preparando la comida, en el mejor momento ya que mi apetito volvía a de pedirme ser saciado, quizás por eso aligere el paso en cuanto me di cuenta de ello. También aprovecho ese momento para presentarse mejor de lo que pudimos anoche.

- Buenos días -anuncie mi llegada de inmediato con un buen tono de voz, por si el fuerte sonido de mis pasos no habían sido suficiente- El placer es mío, señorita Miriam. Mi nombre es Jacklin, vengo de bastante lejos y no entraba en mis planes esta parada por lo que como supondrá mi objetivo actual es el mismo que el grupo con el que vine ayer, abandonar la isla para continuar mi viaje aunque antes me gustaría disfrutar del lugar -le dije sonriendo, si iba a estar aquí "encerrado" durante un tiempo mejor aprovechar el tiempo, mi atención se centro en su vientre mientras mi sonrisa crecía- ¿De cuanto está? Si no es indiscreción la pregunta... Ya debe llevar un buen tiempo -el solo pensamiento de que una vida crecía ahí dentro era algo que me asombraba y alegraba como pocas cosas, ya había vivido la experiencia de estar cerca a una mujer embarazada durante todo el transcurso con el nacimiento de mi hermana pero nunca dejaba de fascinarme

Quise levantarme temprano para hacer algo de ejercicio y seguir ayudando con tareas pesadas aquí en la posada, pero no pude, de ninguna manera conseguí salir de la cama antes de que amaneciera y casi que me quedé remoloneando hasta cerca del mediodía. No entiendo por qué, nunca me cuesta levantarme y encima es como si ni siquiera hubiera conciliado el sueño, ¡pero si dormí!

Da igual, probablemente lo arregle con una siesta luego de comer, pero tampoco quiero pasarme el día durmiendo, quiero hacer cosas.

—¿Es tarde para desayunar? —pregunto refregándome los ojos con los puños.

Baje por las escaleras tosiendo levemente. No tenía precisamente un buen aspecto, si bien me había arreglado para bajar allí, las ojeras y mi rostro cansado mostraba que no había sido una noche del todo placentera.

—Buenos días.— Dije mientras tomaba asiento y empezaba a dar cuenta del desayuno. Tal y como parecía, ese era uno de los días en los que no me encontraba muy bien, había sido una suerte que Miriam hubiera dicho que no había falta ayudarla ese día.

Mire durante un momento a Angie ante sus palabras.
—Dudo que la mayoría de los rumores relacionados con vampiros sean ciertos.—Digo mientras reprimo un pequeño bostezo mientras lo oculto con mi mano.— Pero tienes razón, quizá tanto trayecto el día de ayer me tiene agotada. Creo que descansare algo más en mi habitación cuando acabe.

Kelgar se despertó algo cansado, tampoco es que fuera como para quejarse, pero no había dormido del todo bien.
Quizás era que el aburrimiento comenzaba a hacer mella en él.
Esperaba que llegara el barco de una vez.

En cuanto bajó al comedor saludó a sus compañeros con un humor algo espeso, y mientras bostezaba se unió a la petición de Ragn para el desayuno.
Qué aburrimiento… estoy por intentar volver nadando… dijo, mientras se sentaba para desayunar.

---Bueno, en unas semanas saldré de cuentas así que no queda mucho ya- dice la mujer palpandose el vientre- Para salir de la isla aun os queda esperar al barco, así que tendreis tiempo de sobra por desgracia puede que conlleve un aburrimiento- añade mirando a Kelgar- pero habeis hablado de rumores de vampiros ¿a que viene eso?

Si me lo hubiera permitido habría palpado un poco el vientre de la mujer mientras me respondía con una ilusión comparable a la de un niño que viera un embarazo por primera vez en su vida. Tras ese pequeño intercambio iría a tomar asiento de una vez para comer algo antes de que mi estómago comenzara a quejarse sobre la falta de alimento que sufría. Elegí asiento junto a Lissandra y lo ocupé poniéndole una mano en la espalda buscando llamar su atención para que cruzara miradas conmigo y notara mi preocupación.

- Si necesitas algo puedo ayudarte antes de salir... -le propuse a la chica ya que había notado que su estado era peor de ayer- No me importa ayudar en lo que pueda -era imposible que se imaginara hasta que punto esas palabras eran realmente ciertas

Aún que estuviera hablando con Lissandra no dudaba mucho en aprovechar para comer cuanto pudiera durante el proceso y es que no iba a perder la oportunidad de disfrutar una buena comida si tenía la posibilidad- /Eso depende de si como quieras llamar a esta comida/ -le dije a Ragnhild en su idioma para que tuviera problemas en entender lo que le estaba diciendo

- Nada de que preocuparse, buena Miriam. - "Angelica" sacudió su mano como si espantase un bicho imaginario, en ademán de restar importancia, cuando la posadera hizo alusión al comentario de Lissandra. - Fue una broma del marqués durante la cena. Estaba convencido de que algunos lugareños le tenían por un vampiro y compartían dicha opinión con cualquiera dispuesto a escucharles. Vampiros... - Aquella última palabra la pronunció como si su mera mención fuera una broma. Sin embargo, no había humor en su expresión.

- Dejando de lado esas trivialidades, ¿podríamos utilizar nuestro inesperado día libre para visitar la iglesia y dar gracias por nuestra milagrosa salvación tras el accidente? - Por supuesto, tras el tono desenfadado ocultaba intenciones menos pías y más pragmáticas que la mayoría de sus compañeros entenderían, habida cuenta de los planes e intenciones primeras que habían hecho el día anterior.

Mi ceño se arrugo levemente ante la mención de los vampiros nuevamente por parte de Miriam. Era evidente que no era un tema del que me gustara escuchar. Mis cubiertos se seguían moviendo con pocas ganas mientras disfrutaba del desayuno cuando la mano de Jacklin me sobresalto.

Le mire con una sonrisa cordial mientras le escuchaba, mis ojos reflejaron durante un momento duda, como si realmente hubiera algo en lo que podría ayudar peor no quisiera decirlo.

Finalmente negué con la cabeza.
—No, no te preocupes. Solo necesito descansar. — Respondí mientras volvía a centrar mi atención en la comida, aunque antes de dar el siguiente bocado volví a hablar. —Simplemente no pensaba que quedaríamos varados de esta forma, si lo hubiera sabido habría traído algunas medicinas más para paliar estos síntomas. Intentare descansar un poco más y luego veré si puedo hacer algo.— Realmente si había algo en lo que podría ayudarme, pero no era algo de lo que hablar en público ni tenía confianza suficiente en Jacklin para pedirlo.

Sin decir nada mas sobre que pensaba hacer, me centre en la comida hasta que la ocurrencia de Emelie sobre visitar la iglesia dio pie a una nueva conversación.
—Creo que no aguantaría el camino, pero agradecería si dieseis gracias a Abel por mi parte también. Aun no tengo claro como sobrevivimos...— Dije mientras mi mano subía a mi sien mostrando síntomas de cansancio.

Entre bostezos, Kelgar se mostró de acuerdo en ir a la iglesia.
Vamos, todo lo que sea estirar un poco las piernas me vale… dijo, poniéndose de pie dispuesto a partir de inmediato.

---Claro, me sorprenderia que no quisierais aprovecharlo- contesta a la pregunta algo más calmada- La iglesia no está muy lejos, hay un camino que lleva hasta la colina donde está edificada aunque quizas os lleveis una decepción por el estado de abandono- comenta mientras se levanta y comienza a recoger.

---Sí quieres puedo hacerte una infusión para dormir, Lissandra- se ofrece la mujer al escuchar que descansaria en su habitación- con el embarazo hay veces que las noches las paso en vela y me ayudan a dormir

Como acto reflejo al ver como mi acercamiento sobresalto a Lissandra me disculpe con ella de inmediato por ese hecho y escuche su respuesta a mi propuesta de ayuda, no iba a tratar de continuar el tema o forzarla a nada por lo que al recibir su negativa simplemente asentí sin intentar nada más, si necesitaba ayuda confiaba en que fuera ella misma quien me la pidiera.

Por otro lado casi como reaccionando ante alguna clase de interruptor mis ojos se desvían de manera instantánea hacia Angélica cuando menciona la iglesia, desde luego debía visitarla para como mínimo decir que estaba presente en la isla. Seguramente a la Inquisición no le haría mucha gracia tenerme desaparecido. Sobretodo con el título que cargaba sobre mis hombros pese al poco interés real que tenía en la religión.

- Por supuesto Lissandra, me encargaré de que tus agradecimientos lleguen a Abel... -aunque la mención sobre que el estado de la iglesia nos iba a decepcionar me extraño ¿se encontraba abandonada? Espera poder hablar con alguien de la Iglesia pero si ese era el caso sería imposible- ¿Abandono? ¿Le ha pasado a la Iglesia? ¿Podemos encontrar a alguien perteneciente a esta en algún otro lugar de la isla? -eran preguntas que me hacía a mi mismo y que por tanto necesitaba soltar esperando respuesta de Miriam- En todo caso estoy de acuerdo con Kelgar, aunque solo sea para estirar las piernas podríamos acercarnos.

Hice un pequeño ademan con la mano a Miriam negando su ofrecimiento.
—No te preocupes, no es necesario, no creo que sea dormir lo que me haga falta, si no simplemente reposar, aunque gracias.—Dije con una leve inclinación de cabeza mientras terminaba finalmente el desayuno.

Mientras levantaba con una leve inclinación me despedí de mis compañeros mientras agradecía a Jacklin que fuera a trasmitir mis agradecimientos a Abel.
—Os veo mas tarde, si me disculpáis…

Mientras apuraba los restos de su comida, la aion levantó la mirada de nuevo, brevemente, cuando Jacklin inquirió al respecto de los servidores de la iglesia.

- En el cementerio. Quiero decir que también habrá que pasar por allí para presentar nuestros respetos al padre Scott, que esté en la gracia de Dios. - Por supuesto, otra visita obligada, ahora que se había acordado de aquel "cabo", era la hija del difunto sacerdote. Tal vez ella pudiera estar al tanto de algún asunto que preocupase a su padre.

- Y deberíamos visitar también al doctor Ferrigo. Tal vez él tenga alguna medicina que Lissandra pueda utilizar para paliar su condición. - Por supuesto, sus razones no eran tan altruistas. El galeno podía estar al tanto también de cualquier cosa rara que ocurriera en el lugar y, quizá, pudiera compartirlo con ellos. Desde un punto de vista más racional que supersticioso. - Parece que ya tenemos un día ocupado. Cuando gustéis, buenos compañeros, podemos partir. - Apartó el plato suavemente una vez hubo terminado y se incorporó, en ademán de recogerlo al menos.

Parecía que Lisa no se encontraba muy bien, y prefería descansar.
Desde luego, todo esto estaría siendo demasiado para la frágil damisela, y Kelgar la compadeció con una mirada algo triste.
Intentaremos encontrarte algo para que te mejores. le dijo, intentando darle algo de ánimos.

Escuchó a Angie hacer una especie de ruta en la que visitarían varios sitios y asintió. Cualquier cosa antes que otro día bostezando en la posada.
¡Vamos! dijo con energías renovadas, comenzando a caminar.

---Bueno, el anterior sacerdote, el padre Scott,  murío en un accidente cuando se rompió el cuello en una noche de tormenta mientras iba a la Iglesia, desde entonces la Iglesia ha caido en desuso y hasta que no venga un nuevo sacerdote nadie la ha visitado.- Explica Miriam mientras os preparais para el viaje- El cementario se encuentra un poco más al norte de la Iglesa desde la colina lo podreis ver, espero que os sea ameno el dia, yo cuidaré de vuestra compañera.

Tras esta promesa "todos" salis hacia la iglesia situada al norte, el camino es  hasta el lugar es sencillo aunque la pendiente del pueblo a la iglesia es un poco dificultosa al haber cantos rodados y una pendiente pronunciada pero aparte de eso no hay ninguna dificultad, no encontrais a nadie por el camino.

La Iglesia es sencilla, por fuera es un edificio  rectangular de un blanco deslucido a causa del tiempo coronado solo por una torre donde está el campanario a juzgar por las campanas que se ven.

El interior ya es otro cantar, el lugar tiene un claro signo de abandono, una capa de polvo cubre todo el lugar y los bancos se encuentran o rotos o volcados, sí habia efigies hace tiempo que o se las llevaron o nunca tuvieron alguna, el altar se encuentra al fondo de la nave donde un libro se encuentra abierto y con páginas arrancadas de él, tras este hay un par de puertas que seguramente lleven al campanario y a la sacristía.

El ascenso hacia la iglesia, de acuerdo a las indicaciones que les diera Miriam, no fue lo que Emelie esperaba. A partir del hecho de la muerte presuntamente accidental del sacerdote, suponía un sendero más accidentado, tal vez con un talud muy acusado o precipio a uno de los lados por el que fuera posible despeñarse. En su lugar, lo que encontraba mientras caminaba era un camino de grava y una pendiente pronunciada. No parecía el mejor escenario para romperse el cuello en una caída, ni siquiera con una tormenta; la posibilidad de que algo así ocurriera era remota, no podía descartarla, pero asumía como más probable que alguien matara al padre Scott y luego abandonase el cuerpo allí. Cuando el populacho lo encontrara al día siguiente de la tormenta, la conclusión parecería lógica: el sacerdote tropezó o resbaló con los guijarros en medio del mal tiempo, cayó y se rompió el cuello. Crimen cubierto. Pero ninguna de las dos opciones, el accidente o el crimen, era concluyente con lo que observaba.

"Angelica" se detuvo unos minutos a medio camino y observó con expresión ceñuda el camino que quedaba pendiente abajo. El tiempo transcurrido y los elementos seguramente habrían borrado cualquier elemento que pudiera servir de pista.

El aspecto que presentaba el templo, una vez alcanzado, evidenciaba un abandono bastante prolongado. Bancos por los suelos o estropeados, ausencia de iconos, polvo cubriendo cada centímetro del lugar. ¿Cuándo dijo la posadera que murió el padre Scott? Y si el pueblo es tan piadoso, ¿cómo es que ningún fiel se había tomado la molestia de atender la iglesia, al menos para adecentarla, hasta la llegada del nuevo párroco? Escrutó el entorno con una mirada desprovista de piedad o devoción religiosa; sólo había un brillo de curiosidad.

- Procurad moveos con cuidado. - Aunque empleó el latín, estaba empezando a plantearse si aprender arkés sería más rápido para que Ragnhild comprendiera lo que decía. - Intentad perturbar el lugar lo menos posible; podría quedar alguna evidencia si hubo juego sucio en la muerte del sacerdote. Y hubiera ocurrido aquí. - Otra cuestión sospechosa que rondaba su cabeza era por qué el padre Scott acudiría a la iglesia durante una noche tormentosa. Con aquellas sospechas bulliendo en su mente, Emelie comenzó a registrar con cuidado la nave, en busca de posibles indicios de lucha o de elementos que parecieran fuera de lugar en aquel escenario.

Una vez Angélica dejo claro cuales eran los planes que tenía en mente para hoy y aunque estos ocultaran intenciones mas serias detrás desde mi punto de vista tan solo íbamos a presentar respetos a una tumba y tratar de ayudar a una compañera por lo que diligentemente ayude a recoger la mesa. También aproveche para terminar de acordar con Miriam el pago por la estancia ya que como mínimo quería dejar pagado otro día mas en la posada.

Al salir por la puerta y comenzar a andar hacia el norte, donde nos habían indicado que se encontraba la iglesia, noté algo cerca nuestra por lo que gire la cabeza en dirección hacia ello clavando la mirada en la presencia de Lissandra, estuve un segundo mirándola e incluso si se moviera siguiéndola con la mirada antes de volver la vista al frente sonriendo sin decir nada al respecto sobre ese "pequeño" suceso. Aunque la parte difícil realmente vino cuando llegamos a la cuesta, no es que tuviera dificultades para subir por ella, mas bien al contrario ya que me movía bastante bien producto de pasar tanto tiempo en la calle de niño subiendo por colinas parecidas o jugando en cualquier sitio, el problema venía en que deliberadamente me había puesto detrás de Angélica por si esta resbalaba en algún momento poder ayudarla con rapidez y por esa misma situación no levantaba la vista del suelo en ningún momento siendo incapaz de mirar hacia arriba. Y mas aún que lo hice cuando ella misma se detuvo para mirar hacia detrás.

Pero por suerte llegamos a nuestro destino sin sobresaltos, ver el lugar en tal estado me apena sobretodo siendo consciente de que el exterior aún se mantenía bastante bien. En un principio al entrar simplemente camine por el lugar observando su estado pero en cuanto Angélica hablo me di cuenta de un detalle que era extraño- Si el padre murió en un accidente y el lugar esta abandonado porque los bancos se encuentran destrozados o tirados por ahí, es como si algo hubiera pasado aquí dentro... -me acerque al altar para ver mejor el libro que había en el- Y también da la impresión de que alguien se haya llevado páginas de este libro -lo tomé con una mano para tratar de leer un poco lo que quedara y ver tanto el título como la portada de este

Había dejado mi cuerpo en la habitación, tumbado sobre la cama reposando, con puerta y ventana cerradas antes de dirigirme al exterior a esperar a mis compañeros.

Levitando a algunas decenas de metros de ellos flotaba detrás de mis compañeros de camino a la iglesia. El haber usado aquel poder ya tantas veces en mi vida provocaba que me sintiera más tranquila, a aquella altitud podía observar todo lo que había a mi alrededor de forma mucho más fácil y la Iglesia había parecido en mi campo visual antes que en el de mis compañeros.

Mantuve su ritmo hasta casi las puertas de la iglesia, donde finalmente me desvíe. Cuando habíamos llegado a aquella isla lo primero que nos había alertado de la presencia de personas había sido el sonar de una campana. ¿Habría sido la de aquella iglesia?
Levitando por la fachada subí hacia la parte superior para ver el campanario. Ya bajaría posteriormente por el interior para ver el interior.

Me resultaba extraño que, si tal como había dicho Miriam, en ese momento el pueblo no tenía a nadie que se encargara de la iglesia, alguien hubiera hecho sonar la campana de aquel lugar. Además desde el campanario podría observar todos los alrededores bien. No sería tan agradable como hacerlo con mi propio cuerpo y dejar que la brisa amarina corriera por mi piel, pero quizá podría sentarme allí en lo alto disfrutando las vistas durante un momento.

Las explicaciones de Miriam sobre la muerte del Padre Scott hicieron que Kelgar enarcara una ceja… ya era mala suerte morir de un resbalón.
Cuando se aproximaron a la iglesia, no obstante, vio que el terreno no era para tanto, no habían desniveles pronunciados o precipicios, y desnucarse en una subida así era una mezcla de increíble mala suerte y torpeza extrema… ¿de verdad había sido así?

Al llegar a la iglesia, Kelgar observó el lugar entrecerrando los ojos y los comentarios de Angie le hicieron aumentar sus sospechas.
El interior estaba patas arriba como si lo hubieran registrado a conciencia y parecía que posiblemente se habían llevado cosas del interior… incluidas páginas de un libro.

¿Alguno sabe qué es este libro? ¿Porqué no llevarse todo el libro? ¿O es que alguien ocultó las páginas que faltan? Bueno… a mi me parece que aquí se produjo un saqueo y el pobre Padre Scott fue víctima de los saqueadores probablemente… dijo, mirando los alrededores intentando no tocar demasiado.
Pensaba que Angie tenía buena vista así que esperó por si encontraba algo.