Partida Rol por web

Emelie arqueó suavemente una ceja por toda respuesta a la sugerencia de la posadera mientras la seguía. Sin embargo, las dudas sobre sus aptitudes culinarias y su idoneidad para la labor fueron apartadas por la explicación de los trágicos sucesos que relató Miriam. Un rincón de su mente dado a las conspiraciones y tramas encontró una extraña conexión entre el hecho de que un sacerdote muriera en una isla tan apartada y que su población fuera, en apariencia, tan creyente. Junto con el hecho de la festividad del patrón que se celebraba a pocos días de la llegada del único barco que comerciaba con ellos... Sin embargo, la parte más racional concluyó que estaba viendo demasiadas cosas y clasificó el incidente como una curiosidad que tener en cuenta sin más.

- Supongo que la muerte del padre Scott, además de una tragedia personal, habrá sido también un problema para la fe del pueblo. Tan apartados como parecen estar, recibir un nuevo sacerdote que le sustituya en los oficios será difícil. - Se interrumpió brevemente antes de continuar, esta vez con una suave sombra de suspicacia en su voz. - Pero ha dicho "muertes recientes", en plural... - Esperaba oir algo parecido a una letanía de personas ancianas fallecidas por su avanzada edad, pero si las palabras "accidente" o "causas extrañas" empezasen a sonar como causas de defunción... Algo raro definitivamente estaría pasando en aquel lugar.

Mis ojos se abrieron ante la sorpresa de la transformación de Vadik. Así que aquello había sido lo que habíamos visto pasar en la Dama, la forma con la que había podido luchar contra aquella criatura de pesadilla. ¡Sabía que ocultaba algo! Aquel pensamiento no acababa de reconfortarme, seguía manteniendo las mismas duras sobre aquella pareja y cuáles serían sus intenciones, pero al menos ahora sabia a lo que me enfrentaba.

Durante un momento me quede observando las acciones de aquellos dos, los cuales parecían algo más que simples compañeros, parecía que tenían algún tipo de relación más íntima. Aunque claro, el descubrimiento de eso quedaba eclipsado por la transformación metamórfica de uno de los integrantes. Ahora podía confirmar que una de las presencias extrañas que había sentido en el barco había sido el.

Me quede flotando un poco más de tiempo observando desde la ventana, desconocía el motivo por el cual Vadik se había transformado en ese momento y algo más de información sobre quien te rodea nunca es mala. Ya tendría tiempo después para comprobar si Kelgar realmente podía ver mis poderes, pero primero prefería tener información sobre Vadik, si había enfrentado a la criatura prefería no tenerlo como enemigo y si se diera el caso, tener la mayor información posible.

La mujer aprieta los labios  como  sí fuera a decir algo pero finalmente  parece cambiar de opinión.

---Bueno, todos queriamos al Padre Scott así que su muerte ha sido toda una tragedia , era más pueblerino que los sacerdotes de ciudad, imagino- comenta dandote la espalda-  Todavia no hemos solicitado un  sacerdote nuevo pero esperamos que con el proximo barco poder mandar un mensajero a El Dominio*.

Despues se gira sonriendote.

---No es un tema agradable para hablar así que dejemoslo ¿vale? - dice todavia sonriendo pero con voz claramente decidida y luego añade con tono más suave- Debes estar cansada, mejor bañate y descansa un poco.

La escena iba calentandose por momento y pese a que Alsan se habia recuperado de  la sorpresa inicial y parecia corresponder con cariño a la inmensa mole que era Vadik que fue despojandole con cierta ansia  la ropa revelando la poderosa musculatura del muchacho, solo despues de esto decides marcharte antes de que la situación se vuelva más violenta aunque no puedes evitar la turbación que sentistes ante aquella criatura...

Las horas pasan  y pronto cae con rapidez  la noche, ya más descansados y limpios  bajais uno a uno a la planta baja  donde han preparado una mesa redonda para  poder cenar todos con comodidad, ya hay algunos platos sobre la mesa e incluso un cuenco en el suelo para la mascota de Evanora .

--Oh, ya estais aqui, venga sentaros- os invita Miriam mientras señala  los asientos, al hacerlo podeis ver que hay tres vacios lo que suponeis que son lo de Vadik y Alsan, que todavia no han bajado y la de la propia Miriam- Poneros cómodos mientras termino de hacer la cena tardará unos minutos- dice mientras vuelve a desaparecer por la puerta de la cocina dejandoos solos,apenas os habeis sentado cuando Vadik y Alsan bajan a reunirse con vosotros, el primero parece bastante contento pues baja sonriendo  y silbando por lo bajo mientras que Alsan presenta un aspecto de acabar de levantarse de la siesta con todo el pelo revuelto, este último murmura unas disculpas antes de sentarse en uno de los pocos asientos libres junto con Vadik.

—¡Si señor! —exclamo alegre frotándome las manos.
Ya estoy limpia, mi pelo reluciente y voy a comer comida casera caliente, ¿qué más puedo pedir? Bueno, en realidad muchas cosas, pero ya será mañana que me preocupe, ahora quiero disfrutar, que ha sido un día raro.
—No puedo esperar, Kelgar, dile que se de prisa.

La reacción de Miriam era comprensible desde un punto de vista humano. Pero también desde un punto de vista más suspicaz y conspirador; ¿por qué arriesgarse a exponer un posible patrón en una serie de supuestas desgracias inconexas a un perfecto desconocido? Emelie se había limitado a asentir y a preocuparse más por seguir las indicaciones de la posadera a la hora de preparar la cena que en discernir posibles tramas oscuras.

Pero no por ello bajó la guardia. Ni siquiera cuando finalmente se sentó a la mesa con el resto de sus compañeros. Mientras Vadik se sentaba, sonriente y silbando, su compañero se disculpaba o, incluso, Ragnhild gritaba algo obviamente excitada, "Angelica" observaba sin decidirse realmente. No tenía mucho que decir sin otras pruebas que sus suspicacias. Lo único que podía hacer era confiar en que su primera noche allí no se complicase innecesariamente por su reticencia a advertir al resto. Puede que, al fin y al cabo, en aquel lugar apartado del mundo no aconteciese nada raro más allá de lo que su desconfiada cabecita pretendía ver oculto en las sombras.

- Decididamente, tendremos que hacer algo con esos modales a la mesa. - Fue todo lo que se le ocurrió exteriorizar, con un tono que escondía una nota de reprimenda y lanzaba una mirada amonestadora a la norne.

Tras asearse y comprobar el perímetro por si surgían problemas, Kelgar bajó al comedor atraído por un buen olor.
Su sorpresa fue ver que ya habían preparado la mesa y Miriam les dijo que pronto serviría la cena.
Por allí estaban el resto de sus compañeras, hasta que bajaron Vadik y su hermano enfermito.

Muchas gracias. Luego si tienes leña por cortar o algo, dímelo. No quisiera gorronear sin hacer nada a cambio. dijo sonriente.

Kelgar se sentó al lado de Ragn, de algún modo se había convertido en su intérprete y creía que debía estar cerca. O quizás hubieran otros motivos.
En todo caso, su compatriota parecía un cachorro hambriento y su actitud le hizo reír.
Vamos, no tengas tantas prisas o le vaciarás la despensa... le dijo en su idioma natal, en un tono jocoso.

Miró a Angie ante su comentario y no se le pasó por alto su mirada reprobatoria a Ragn.
Ante su comentario, se encogió de hombros. Ragn había estado allí dando espadazos cuando era necesario, y ponerse quisquilloso porque era una glotona (que sí, lo era) no venía a cuento en opinión del norteño.

Así que no respondió nada, hasta que pasados unos segundos se le ocurrió.
Por cierto, la iglesia parece el edificio más sólido del lugar. Está a las afueras, quizás mañana podríamos echarle un vistazo... dijo en general, por si a alguien le interesaba acompañarle.

Ya estaba sentada y mi mirada discurría distraída hacia la noche que asomaba por la ventana cuando vi a Vadik y Alsan apareciendo bajando las escaleras, sonreí mientras los seguía con la mirada.- Parece que estas de mucho mejor humor.- Comente a Vadik sin decir mucho más y volví a centrarme en los individuos que formaban la mesa. 

Cuando la Norne hablo hacia Kelgar no algo me decía que expresaba impaciencia. Una pequeña risa salió de mi cuando Angelica empezó a hablar sobre hacer algo con sus modales.- Oh, vamos mujer, relájate, no estamos en casa ni en una corte real. No tienes que ser tan estricta.- Reproche a la joven.

Cuando Kelgar hizo mención a la iglesia levante una ceja. Parecia que alguien mas había intentado averiguar algo de los alrededores.- Si el tiempo acompaña puedo ir contigo, aunque esa iglesia no parece estar en su mejor momento.- Añadí mientras me encogía de hombros. Ya fuera por el descanso de la tarde o quizá que no sentía mis movimientos observados, parecía que mis modales habían variado a los que había mostrado en la Dama, o al menos había un indicio en el cambio de actitud.

Antes de que el silencio se volviera a palpar en el ambiente volvi a hablar.- Mirad, creo que lo más apropiado, ya que parece que vamos a estar más tiempo justo que una pequeña comida mientras preparan nuestras habitaciones.- Comente irónica refiriéndome a cuando nos habíamos encontrado en la Dama.-, sería presentarnos de nuevo. Sobre todo para los que no estábamos en la misma mesa.- Dije esta vez girando la mirada hacia Evanora, Vadik y Alsan.

Espere durante un momento para ver si estaban de acuerdo antes de volver a hablar.- Bien, una vez lanzada la propuesta creo que sería poco educado no ser la primera en hacerlo. Mi nombre es Lissandra de Lenor. Mi hogar está en la capital de Helenia, Farnas, pero me crie en un pueblucho costero de Alberia. No estoy acostumbrada a usar armas…- Dije mirando a Kelgar y Ragn.- O mejor dicho mi campo de batalla es otro, desde hace años me dedico a la medicina y a la investigación.- Dije sin especificar que investigaba.- Si tengo que ser sincera… cuando embarque solo buscaba una excusa para quitarme los grilletes de la nobleza para continuar mi investigación, así que no me importa que durante un tiempo me den por muerta. Aunque claro, estar encerrada en esta isla no creo que ayude.

---Yo siempre estoy de buen humor, otra cosa es que se me note- dice el hombre mientras saca la pipa aunque a diferencia de otras veces no la enciende y simplemente se queda mordiendo el extremo con aire pensativo mientras el resto hablaba  aunque hace un gesto desagradable cuando oye lo de la iglesia.

---Sí vais a una cosa como esa no conteis conmigo ni con Alsan, nunca he entendido eso de pedir ayuda al "aire" -dice haciendo un gesto de comillas con las manos- Pero cada loco que vaya a su tema, yo no me meto con las creencias de nadie aunque no las entienda.

Tras esto vuelve a silenciarse y a  mirar  por la ventana durante un rato  hasta que vuelve a girarse y pone los ojos en blanco.

---En serio ¿otra vez? Practicamente luchamos juntos eso deberia considerarse hasta como hermanos de sangre ¿no?- dice con cierta ironia mientras golpea la pipa en la mesa y guiña a Kelgar, luego mira un momento a Alsan que no ha abierto la boca desde que se sentó y este último asiente con la cabeza.

---Bueno está bien, yo soy Vadik y el crio es Alsan o Al o Alsy o cualquier mote que se os ocurra, ambos somos de Kashmir aunque pertenecemos a tribus diferentes, nos conocimos  un dia de esos y dado la pobre educación  que tiene el chico he decidido convertirme en su tutor particular así que mientras viajamos pues le enseño un poco de todo, no tenemos un objetivo ni un lugar al que llegar así que vamos  sobre la marcha- dice con tono desapasionado  y agitando la mano como sí espantara moscas- ¿sirve?

—¿Eh? ¿Que nos presentemos otra vez? ¿por qué? —Me había quedado distraída comiendo cuando Kelgar me pecha con el codo para explicarme lo que están haciendo. Así que bueno, aún con la boca llena digo mi nombre completo.
—Soy Ragnhild Guthrumsdóttir, vengo de Haufman. —Y sigo engullendo. ¿No estoy teniendo un déjà vu?

—Yo sí quiero visitar la iglesia, me da curiosidad —le digo a Kelgar después de recibir la traducción de esa intención suya—. ¿Por qué se te ha ocurrido ir?

Ya estaban a punto de comenzar a comer cuando Lisa tuvo la idea de volverse a presentar. Pero si ya lo habían hecho...
Sin entender muy bien lo que la impulsaba a hacerlo, escuchó con atención a Vadik. Kashmir era un sitio que no le sonaba mucho, quizás había escuchado ese nombre antes a lo sumo.

Entonces el hermanito enfermo no era tal, si no que se habían encontrado por casualidad saliendo de su país.
En todo caso, Kelgar no pudo aguantar más y formuló la pregunta que había estado guardándose todo ese tiempo.
¿Y es muy normal que en Kashmir la gente tenga pintas de... lobo? miró a Vadik serio y fijamente, como si le acusara de algo.
Era su momento de dar explicaciones.

Yo soy Kelgar Stalsson, también soy de Haufman. De hecho, conozco a Ragn desde que éramos pequeños; siempre ha tenido ese hambre. bromeó.

Cuando la aludida le preguntó sobre sus motivos de ir a la iglesia, Kelgar contestó en su idioma, por lo que el resto posiblemente no le comprenderían.
Bueno... imagínate que el barco ese que viene sólo dos veces al año decide que en lugar de comerciar le resulta más rentable saquear.
En esta aldea no he visto a nadie capaz de menear un arma, así que deberíamos de ser nosotros quienes les hiciéramos frente.
Así que pensando en ese hipotético enfrentamiento, he estado buscando edificios sólidos en los que parapetarse. Y la iglesia parece el más idóneo. afirmó, en un tono serio.

Además, ¿no quieres mostrarle tus respetos al Señor? añadió en un tono más jocoso.

—La iglesia es un sitio importante donde la gente acude cuando se siente abatida y desolada —respondo a Kelgar en arkés, un tanto preocupada por su idea—. No me parece correcto ni respetuoso usarla de fuerte.

—O qué, ¿tienes tanto miedo que necesitas esconderte tras una pared? —le devuelvo el tono jocoso.

Después de haberse retirado a su dormitorio anteriormente, Evanora se había convencido a sí misma para mostrarse mas afable ante los demás, dado que parecían la única compañia que iba a tener en la isla aparte de los pueblerinos.

Su determinación se quebró en el momento de bajar a la comida, pues una de las jóvenes quería volver a repetir las presentaciones hechas en la playa y que no habían dado un buen resultado.

- Yo soy Evanora, y éste pequeño es Hati. - En referencia a su acompañante peludo. - Tampoco soy buena en el combate. No tengo un lugar al que regresar así que, mis pertenencias se perdieron en el accidente de la Dama.

Intentando no sonar lastimera, intento poner su mejor cara para que nadie se apiadara de ella.

- Viajo de lugar en lugar buscando cómo ganarme la vida y, muchas veces, he hecho cosas de las que otros sentirían vergüenza, pero mientras esté con vida, existen oportunidades de redención. - Mostró su lado más entusiasta consciente del ambiente general que había en aquel grupo. - Yo también podría acompañaros a la iglesia, quizás haya algo más interesante por descubrir que contar los tallos de las flores.

El caprichoso destino le había conducido a aquel lugar junto con un grupo de desconocidos y, recelosa de ignorarlo, intentó cohesionarse al grupo que daba a entender que habían compartido algo más que mesa en el dirigible.

Sonreí ante las quejas de mis compañeras a presentarse nuevamente, aunque tenía mis razones para pedirlo. Escuche con atención las explicaciones de Vadik y Evanora sobre todo pues era de los que tenía una información más vaga. 

Mi ceja se alzó cuando Kelgar lanzo la pregunta sobre las pintas de lobo a Vadik.- Supongo que no toda la gente de Kashmir es tan “bestia”.- Comente dándome cuenta de que en mi mente aquella connotación era más divertida.-, pero esta vez nos salvamos por eso, después de todo, fuiste tu quien peleo mientras nosotros corríamos.- Dije mientras miraba a Vadik. A diferencia del modo agradecido con el que había hablado en la playa sobre ello. Ahora mis palabras eran planas, como si apuntara un hecho.

Finalmente me encogí de hombros.- Quizá haríamos bien en no indagar más sobre ese tema como pago por haberse quedado atrás ¿no?.-Comente mirando a Kelgar. Sabiendo la situación de persecución por parte de la iglesia a todo lo sobrenatural, cuantas menos personas conocieran de la capacidad especial de alguien era mejor. 

Por último la presentación de Evanora, cuando terminó no pude evitar reír por lo bajo. La que hace unos momentos quería pagar con su cuerpo era la que buscaba redención. No me cuadraba, pero por alguna razón entendía a aquella mujer, haber hecho cosas que otros juzgarían por su moralidad ¿eh?. 

Cuando Kelgar y Ragn empezaron a hablar en arkés me dirigí hacia ellos. No sabían que estaban diciendo, pero intervine cuando parecían haber hecho una pausa.- Sus modales con respecto a estar en la mesa no, pero quizá deberías enseñarle latín, le haría bien. No se cómo ha sobrevivido hasta ahora.

Emelie ignoró el velado reproche de Lissandra aunque puso momentáneamente los ojos en blanco cuando su compañera de tez nívea y complexión enfermiza sugirió volver a presentarse.

- Angelica Galea, de los Galea de Hod, a vuestro servicio. Otra vez. - Se llevó la mano al pecho, en ademán de colocar sobre él pero sin llegar a hacerlo, e inclinó suave y brevemente la cabeza. - Yo simplemente volvía a casa después de encargar un vestido en Chaville. - El tono indiferente que empleó al enunciar aquellas palabras, sin embargo, no pretendía convencer a nadie de su veracidad. A aquellas alturas, "Angelica" se figuraba que sus acompañantes sospechaban ya que no era una noble frívola y banal, como pudo aparentar en el dirigible.

Por lo demás, se limitó a escrutar con disimulado interés a Vadik cuando éste se presentó. No añadió nada, pero entendió las reticencias de Kelgar. Sólo cuando éste último mencionó la visita a la iglesia, Emelie asintió de forma suave y casi imperceptible. Pero su curiosidad no radicaba tanto en la utilidad estratégica de aquel edificio si no la posibilidad de inspeccionarlo, junto con sus aledaños, para ver si había algo que confirmase la muerte accidental o simulada del sacerdote.

La pregunta de Kelgar hace que le mire extrañado .

---Solo aquellos que la usan como disfraz, precisamente  por ese lugar no han lobos- dice encogiendose de hombros y luego mira a Lissandra- No me supone un problema responder a ciertas preguntas, así que no, no todos tienen "aspecto" de lobo, los chamanes suelen llevar pieles de animales pero no de ese tipo; en cuanto a la Iglesia, no conteis con nuestra compañía, nosotros aprovecharemos para relajarnos un poco...

Parece que va a añadir algo más pero calla cuando ve a Miriam acercarse con una cazuela que coloca con dificultad  en el centro de la mesa y se sienta con ustedes.

---La cena está servida, tomad lo que querais- anuncia mientras destapa la cazuela  revelando un estofado de carne y verduras- ¿de que estabais hablando?- pregunta con curiosidad mientras   comienza  a serviros los platos y luego se sienta para empezar a comer.

- Nada especialmente interesante. - La respuesta de "Angelica" fue acompañada por una sonrisa ingenua. - Sólo contemplabamos algunas opciones de lugares que visitar mientras estemos aquí. Seguramente pueda recomendarnos algunos sitios dignos de verse en la isla. Y, cómo no, también zonas que debamos evitar por suponer algún riesgo; después del naufragio, creo que ya he tenido suficientes peligros para toda una vida. - Volvió a sonreir de forma casual para invitar a Miriam a responder.

---Mmmm...- medita la mujer mientras tambien empieza a comer junto a vosotros- La verdad es que no hay lugares para visitar que puedan resultar interesantes, esto es una isla pequeña lo suficiente como para en un par de dias recorrer todo el perimetro...pero no conozco la isla  pues apenas salgo del pueblo, quizas alguno de los aldeanos sepan algo más- comenta encogiendose de hombros- Eso si, lo único que puedo comentaros es que eviteis la granja de los Maccordagar, son mala gente y no les gustan las visitas y menos aún a los forasteros...

Kelgar comenzó a comer escuchando las palabras de Vadik con cierto desdén.
Parecía querer quitarle importancia, como si fuera lo más normal del mundo. Como les había ayudado, no insistiría más, pero su aspecto era de todo menos normal.

Miriam comentó algo sobre una familia a quien no gustaban las visitas, Maccordagar creía que dijo. Curioso, hasta en un sitio pacífico como ese, había gente con malas pulgas.
¿Y dónde está su casa? Lo digo para no ir allí sin querer... preguntó con cierta curiosidad.