Partida Rol por web

Me quedo mirando a aquella mujer inconsciente en el suelo, pensando la forma de hacerlo, de afrontar aquella situación. Pero ni yo misma había tenido que enfrentarme a algo similar en el ejército. Allí devolvías el fuego o disparabas para salvar a tus compañeros, nunca tuve que matar a alguien con mis propias manos a sangre fría. Así que finalmente miré a Tessa y asentí con algo de pesar. Puede que me arrepintiera de esta decisión, pero quizá matarla era lo peor, no solo para ella... sino para nosotros. No éramos unos asesinos, al menos de momento.

- Está bien. La ataremos y la amordazaremos para que no pueda gritar si se despierta, asumiremos el riesgo si es lo que queréis - dije de forma poco apropiada, casi quitándome responsabilidad como si lo hiciera por ellas - Romped su camisa y usad la tela para hacer la mordaza, apretarla con fuerza, que le entre dentro de la boca. Yo usaré el cinturón para atarle las manos y sus pies podemos hacerlo con sus propios pantalones.

Aquello era improvisado, pero Claire tenía razón, debíamos darnos prisa. Sabía mantenerse firme y decidida, lo que era de gran ayuda en este tipo de situaciones. Así con prisa la atamos lo mejor que pudimos y ocultamos el cuerpo entre la vegetación para que no pudiera verse a simple vista. Al menos que ninguno de los otros la encontrase.

- Staci, tú ayúdame a caminar, sola no puedo con este puto tobillo - le pedí, alargando la mano hacia ella para rodear su cuello con el brazo y apoyarme en ella - Claire, Tessa. Os toca a vosotras marcar el ritmo, sois las que vais armadas. ¿Os fijasteis hacia donde se marchaban los demás? Creo que los chicos fueron con Tom a por algo de comida. Puede que sea nuestra mejor opción, cuantos más seamos, mejor.

Miré entonces a Claire, a los ojos, notando cómo me jodía tener que dejar que ella fuera delante esta vez. Sabía que había demostrado poder hacerlo, ser tan fuerte como yo, pero no podía evitarlo. De alguna forma sentía que quería protegerla después de lo que había pasado y en cambio era ella quien me protegía a mí. Quien nos había salvado. Así que cuando estuve a su lado estiré la mano para acariciar su rostro, para atraerla a mí con suavidad y darle un beso en los labios que apenas duró más que un segundo.

- Sé que puedes hacerlo - susurré, viendo aquellos hermosos ojos azules - Ahora vayamos a por los nuestros.

 Por primera vez en mucho tiempo, Staci suspiró aliviada. No solo había logrado disipar los aires homicidas de la soldado (que revelaba estar tan nerviosa como ellas sobre la idea de matar a alguien) sino que además sintió que evitó que el grupo cayese en semejante accionar. Si bien no pensaba en Tessa y Claire como capaces de aceptar eso del todo, la seguridad con la que Keira quería llevar a cabo el asesinato de Katie podría haber inhibido a las muchachas.

 Staci nunca agradeció ser una adolescente ingenua y nerviosa hasta ese momento en el cual su incredulidad evitó algo muy malo. Ayudando en lo posible al grupo a amordazar a Katie, luego Staci hace caso a Keira y la ayuda a caminar; siguiendo a las primas por detrás. Más allá de que ella no llevaba armas, la chica prodigio era considerablemente alta; actuando como un bastón seguro en el cual la soldado podía apoyarse.

- Entonces... la idea... ¿cuál es? ¿Reunirnos con los chicos y... _{ver como arreglamos esto?}

Keira pareció aceptar el plan de Tessa. Entendía que no quisieran matarla, pero a mí, particularmente, ya me daba lo mismo todo. Desde el mismo momento en que había cogido el rifle para matar a Tess y a Staci, y después a Keira, había perdido todo el respeto por ella.

Al pensar en que podía haber disparado contra Keira, sentí un vuelco en el estómago. Aquel encuentro, nuestro encuentro, había sido más de lo que yo esperaba y se había creado entre las dos, por mi parte al menos, una conexión que me había hecho dependiente de ella. Me sumergí en sus ojos un instante mientras hablaba del plan a seguir, y por eso tardé en reaccionar para atar a la mujer.

-Eh, sí, sí, hagámoslo, deprisa.

Una vez atada, la ocultamos entre todas y nos preparamos para marcharnos. Staci se encargaría de ayudar a caminar a Keira, y Tess y yo, con el arma, al frente.

-Bueno, veamos lo que hay en el campamento y si conseguimos localizar a alguno de los nuestros, sabremos qué hacer -dije, girándome para iniciar la marcha, no sin antes darme cuenta de que Keira me miraba sin pestañear. Cuando ella y Staci se acercaron, me acarició una mejilla y yo agarré su mano para impedir que la quitara. Por fortuna, el último beso no había sido de despedida, pero el que ella me dio en aquel momento, estaba lleno de miedo... y a pesar de sonar excesivamente cursi, amor.

- Sé que puedes hacerlo. Ahora vayamos a por los nuestros.

-Claro, no te preocupes. Yo me encargaré de todo, cariño -le respondí.

En cuanto lo hube dicho, me di cuenta de todas las implicaciones. Mucha gente decía cariño, corazón y cosas así, de manera natural, pero no yo. Jamás había llamado así a alguien y eso significaba... joder, no quería ni pensarlo. Bueno, lo pensaba de todas maneras. Keira me tenía atrapada. Había conseguido encerrar mi corazón y ahora no solo no podía escapar sino que tampoco deseaba hacerlo.

Solo quería estar con ella, olvidarme de todo y disfrutar, aunque fuese durante unas pocas horas, de que el mundo sí que merecía la pena.

Pero paso a paso.

Endurecí mi rostro, le eché una mirada rápida a Staci y a Tess y me volví. 

-En marcha. Vamos a buscar a los nuestros.

Mientras discutíais sobre lo que debíais hacer o no hacer, las puertas se abrieron y dos hombres entraron arrastrando un cuerpo por los pies. Era el de Donnie.

-Vuestro amigo no quiso hacer caso y ahora servirá de alimento. Espero que vosotros seáis más inteligentes que él -dijo uno de los dos hombres, antes de soltar el cuerpo en mitad del granero, marcharse y dejaros de nuevo a solas.

Al mirar a Donnie, visteis que tenía un enorme orificio de bala en la cara, a la altura de la frente, aunque no era perfecto, así que tenía todo el aspecto de ser el orificio de salida, más que el de entrada. Le había disparado por la espalda y le habían matado en el acto.

Cuando regresáis al campamento, son varias cosas las que veis en puntos diferentes. 

Por un lado, dos hombres están arrastrando el cuerpo de alguien que al fijaros, identificáis como Donnie. Tiene un orificio ensangrentado en la cabeza, en la frente. Está muerto.

Lo llevan a una casa algo alejada del resto, con aspecto de ser un granero. Abren la puerta, entran y al rato, salen sin él.

En otro punto del recinto veis al padre, que está siendo apuntado por el hombre que lideró el grupo que os condujo hacia allí. Parece que a él también lo han atrapado, aunque está vivo.

No hay ni rastro del resto.

Te han atrapado, pero mientras observas a ese hombre, ves de fondo como arrastran el cuerpo del joven Donnie hasta una casa que está más allá de tu línea de visión. Está muerto, puesto que tiene un disparo en la cabeza.

Los dos hombres que lo llevan por los pies desaparecen de tu vista, pero a los pocos segundos, vuelves a verlos, sin Donnie, a quien habrán dejado en algún lugar.

Cuando escuché salir aquella palabra de sus labios, llamándome de una forma que hacía años que nadie me llamaba, sentí un pequeño nudo en la garganta. No porque no me gustase haberla escuchado, pero no sabía que implicaba. Pero en ese momento, preferí no hacer ni decir nada. Debíamos centrarnos en encontrar a los demás y salir de allí antes de que fuera demasiado tarde, así que debíamos ponernos en marcha cuanto antes.

Apoyándome en Staci comenzamos a caminar siguiendo a Tessa y Claire, no muy atrás, pero dejando que llevasen la iniciativa. Me sentía como un jodido estorbo y esperaba que si algo pasaba, continuasen su camino sin mí si debían largarse de allí echando hostias. Fue entonces al avanzar a un poco cuando los vimos... dos hombres con el cuerpo de uno de los chicos, Donnie. Para mí aquello no significaba demasiado, no más que estábamos en peligro y correríamos su mismo destino si no teníamos cuidado, pero sabía que pera ellas era diferente.

- Hijos de puta - susurré mientras aguardábamos, viendo como entraban en el granero con el cuerpo del chico - Haremos que lo paguen, pero ahora mismo debemos encontrar a los demás.

Las miré a las tres, algo preocupada por su reacción, más por Staci. Ella era la más sensible y el poder ver a su amigo de esa forma, no quería que hiciera ninguna tontería. Por lo que la apreté un poco con el brazo que la rodeaba, intentando darle un abrazo, mantenerla pegada a mí sin saber qué pasaría por su mente. Debía ser fuerte, todas debíamos serlo ahora mismo.

- No podemos quedarnos aquí paradas. ¿Veis algo que podamos usar? - pregunté mientras observaba alrededor, los demás no podían estar muy lejos.

Observé a Claire y fruncí el ceño, joder, si nos descubrían e intentaban hacerle daño... No quería ni pensarlo, no podía hacerlo. Sabía que esa clase de sentimientos eran un estorbo y no me dejaban pensar con claridad, pero ahora tenía motivos por los que continuar y querer ayudar a los demás, ya no estaba sola ¿Verdad? Mierda.

Alejado de la zona principal, algo escondida, hay una casa protegida por dos hombres armados. No parece que se trate de un lugar diferente al resto, salvo que las ventanas están tapadas para que nadie pueda ver el interior y nadie entra ni sale de allí. Las puertas también parecen tener un candado o algo parecido.

Para mí está más que claro que entre Keira y Claire hay algo que hasta antes de llegar allí no existía. Fijo que se lo han montado y ahora, es como si hubiese electricidad entre ambas, pero no solo en el aspecto sexual, sino más... profundo. 

Joder, yo diría que están enamoradas, pero si lo sugiero, estoy segura de que Claire me come a dentelladas, así que me callo y me dispongo a iniciar la marcha. Con dos armas, la que teníamos antes y la que le hemos quitado a la mujer, ahora me siento más segura, pero cuando nos acercamos, la visión del cuerpo de Donnie me obliga a ahogar un grito.

- Hijos de puta. Haremos que lo paguen, pero ahora mismo debemos encontrar a los demás.

No puedo evitar soltar una lágrima por Donnie. Él, que nunca había hecho daño a nadie, está... Pero lo peor de todo es que me doy cuenta de que no vamos a sobrevivir. ¿Cómo íbamos a hacerlo? ¡Si solo somos unos putos críos! Me abrazo a Claire y empiezo a sollozar. Es superior a mí.

-No sé si podré continuar con esto, Claire. Yo...

Miré a Claire, esperando que ella me dijese algo que me consolara. La muerte de Eve le había afectado mucho, lo sabía, pero ahora, no solo por Donnie, sino por todo lo que habíamos pasado, cuando hasta hacía unos días estábamos haciendo los tontos, de fiesta, bailando y bebiendo... parecía ser una pesadilla que nunca terminaría.

Keira, no obstante, se había puesto en modo soldado y eso

No podemos quedarnos aquí paradas. ¿Veis algo que podamos usar?

Secándome las lágrimas, miro alrededor, a ver si encontramos algo.

Oh, no. Joder, otro más, no.

Lo último que me esperaba era ver a Donnie caer. ¿Por qué? Si era... dulce y pacífico, y jamás le había hecho daño a nadie. ¿Por qué lo habían matado?

Sentí que el mundo entero se desmoronaba a mi alrededor. De haber estado en una ciudad, rodeada de edificios, habría sido como si todos se derrumbaran, uno tras otro, por todos lados, mientras yo permanecía en el centro, pensando que el mundo se había acabado.

Hasta Keira pareció afectada y abrazó a Staci y Tess lo hizo conmigo. Sus brazos me rodearon y noté las lágrimas cayéndose y mojando nuestros rostros, al mismo tiempo que sollozaba, desesperada.

Pero no yo.

De repente, no me sentía capaz de llorar; solo de odiar. Odiaba el mundo tal y como había quedado, y a aquella gente que nos habían recibido, en un principio con desconfianza, pero pareciendo que a la larga, acabarían por acogernos. Nos habíamos fiado de ellos y qué habíamos conseguido.

Perder a Donnie... y quién sabía a cuántos más. Tess y Staci no, porque estaban conmigo, pero ¿y Larry? ¿Y Zach?

-Debimos matar a esa chica. Teníamos que haber acabado con ella -comenté entonces, sintiendo que estaba a punto de perder la poca capacidad de sentir que aun me quedaba.

-No sé si podré continuar con esto, Claire. Yo...

-Tendrás que poder -le repliqué con frialdad -. Saldremos de aquí, ya lo verás, pero ahora tienes que aguantar, ¿me oyes? Nada de venirte abajo.

Keira preguntó entonces si veíamos algo y busqué con la mirada. Tenía que haber algo que pudiéramos hacer, ¿pero qué?

Alejado de la zona principal, algo escondida, hay una casa protegida por dos hombres armados. No parece que se trate de un lugar diferente al resto, salvo que las ventanas están tapadas para que nadie pueda ver el interior y nadie entra ni sale de allí. Las puertas también parecen tener un candado o algo parecido.

- Hablaba con Dios - contestó mientras dejaba entrever un "cosa que usted no hace" pero sin pronunciarlo abiertamente.

Miró el fusil sin alterarse lo más mínimo. Sabía perfectamente que en caso de morir se reuniría con su creador así que aquello era casi como una recompensa.

Con la diferencia que sólo Él decide cuando es nuestra hora.

- No sólo en ese edificio - replicó. - Creo que usted también tiene necesidad de ello. Pero allá usted. Es su alma, no la mía.

Y echó a andar hacia el edificio sabiendo que cualquier resistencia sería inútil. Y ciertamente le causaba pena aquel comportamiento. Después de todo aquella también era una oveja descarriada.

Las puertas del granero volvieron a abrirse al poco tiempo, y apareció el segundo del lugar, apuntando y dirigiendo al padre hacia el interior, en donde se encontraban Larry, Zach, Jack, y Tom, con las manos atadas a la espalda, y Roan, con las manos libres.

El cuerpo de Donnie estaba justo en mitad, tirado en el suelo.

Pero no había rastro de las chicas.

-Bueno, parece que ya están los mejores. Solo queda que Katie traiga a las chicas y estaremos listos para el show -comentó el hombre, sonriendo de mala manera, divertido por vuestra situación y sin importarle, ni las palabras que le había proferido el padre ni la presencia del cuerpo sin vida de Donnie.

 El camino fue más tranquilo de lo que esperaba, no siendo interrumpidos por más guardias de aquel extraño lugar o siendo apuntados con armas. Pero al llegar al campamento, la imagen que las recibía era todo lo que necesitaban saber para entender que nada estaba tranquilo en aquel lugar. Era Donnie, siendo llevado a rastras por dos hombres hacia un granero. Muerto.

 Donnie estaba muerto. Al igual que Eve, o Nikola, o Hera, o Ades... todos estaban muriendo. Era tan irreal y tan difícil de procesar. Staci se debatía entre tener un ataque de nervios o salir corriendo sin dirección, al borde del pánico y las lágrimas. Más el accionar de Keira evitó que la prodigio hiciera algo estúpido, reteniéndola con un abrazo.

- _Donnie... ^{Donnie está...} _{Donnie esta muerto... ^{¿P-por qué?}}

 Staci soltó algunas lágrimas mientras reposaba su cabeza en el hombro de la soldado y murmuraba palabras angustiadas. Pero se dio cuenta de que sus compañeras querían que fuera fuerte en ese momento; por lo que tuvo que ahorrarse (con gran esfuerzo) la escena de tristeza con ella llorando en posición fetal en el suelo. En otra ocasión sería.

 Luego del extrañamente reconfortante abrazo de la soldado, Staci mirá con agudeza el campamento en búsqueda de alguna salida para los que quedaban del grupo.

Alejado de la zona principal, algo escondida, hay una casa protegida por dos hombres armados. No parece que se trate de un lugar diferente al resto, salvo que las ventanas están tapadas para que nadie pueda ver el interior y nadie entra ni sale de allí. Las puertas también parecen tener un candado o algo parecido.

Roan se lamentó de la situación... debió marcharse del grupo solo, le habría ido mejor. La loca esta y su granja de los horrores de Facebook iban a terminar con ellos... así que procedió desatar gente. Empezó por el sargento... mientras lo desataba le comentó:

-Creo que confía en mí para eso - se refería a Grace y la cura - o al menos sabe que soy su mejor oportunidad -el desánimo era patente en el joven que tras soltar al sargento fue a Larry. Mientras lo desataba le hizo un apunte:

-Nadie te ha dicho que yo estuviera trabajando en una cura Larry, es algo que has dicho tu- le dijo mientras quitaba las ataduras.

Luego los hechos se precipitaron... tiraron al bueno de Donnie en mitad del granero y poco después vino Jonas a quien miró con desprecio.. y esta vez Roan no se pudo resistir:

-Siempre lo malo de ser un cabrón hijo de puta es que solo te puedes rodear de otros cabrones que toleren lo que haces... os acabaréis matando entre vosotros... si puedes matar a los neandertales de otra caverna, matarás a los de la tuya, tenlo por seguro - le recordó como acababa la historia. Lo peor es que Roan mostraba una actitud de desafío evidente.

Jonas no pareció molestarse por las palabras de Roan, aunque se acercó al cuerpo de Donnie, lo miró y después, volvió a fijar su atención en el médico.

-Estás hablando por hablar y eres muy consciente de ello. Si estuvieses en mi situación, harías exactamente lo mismo. Bueno, quizás no lo mismo. Puede que con tanta moral, no hubieras durado ni un día.