Partida Rol por web

El hechizo de la casa Corbitt

La vieja casa Corbitt

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01/02/2015, 08:08
Joseph "Pequeño J" Malloy

El pasillo se hacia cada vez mas oscuro, pero Malloy dio unos pasos mas. Sin embargo, al no encontrar nada, y escuchar que el resto iria hacia el salon, decidio regresar con los demas. 

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02/02/2015, 06:56
Edward Temple

Recogió la lápara que la bella René le offrecía, con una sonria picarona en los labios. Rozó levemente la mano de la adivina con la suya. Esa mujer no solo era hermosa sino que tenía recursos.

- Bién, señoritas, caballero, preparados? Abramos la primera habitación.

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02/02/2015, 16:54
Narrador

La puerta de la derecha, que estaba mas cercana a vosotros era, además,  la única puerta doble del pasillo. Al abrirla daba a un amplio salón que pese a tener las ventanas atrancadas como las del resto de la casa parecía estar en buen estado. Se conservaba en ella, eso si cubiertos de polvo, el sofá, varias sillas anticuadas incluso unas estanterías llenas de baratijas. Al otro lado del salón había otra puerta que estabas entornada.

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02/02/2015, 21:59
René Peterson

El Dr. Temple recoge la lámpara de mi mano, con una encantadora sonrisa anidada en sus labios, tan atrevida es, que observo su boca un momento, entonces roza mi mano con descaro, contagiándome la sonrisa sin que yo pueda reaccionar, pero acto seguido enarco una ceja, intentando colonizar de nuevo mi cuerpo, y no dejarlo ir sin “luchar”. Encantador doctor, pienso para mis adentros, no crea que con esos ojos claros, y ese ademán atrevido podrá jugar.

Pienso mientras observo como J se vuelve hacia nosotras y dejo al doctor y a la escritora entrar primero.

- Señor J, por favor, no sea tan temerario, no se me aleje tanto sin avisar – susurro, enhebrando mi brazo al suyo, aún a sabiendas de que no le gusta el contacto tan directo - no sabemos qué guardan estas paredes… - no me preocupa la casa, pero sí que nos separemos embelesados entre las mil posibilidades que cabe esperar de una historia como la de la casa Corbitt.

Una vez dentro, lo suelto, no quiero agobiar al hombre, ni a nadie con lo que deben creer, mis tonterías.

Encontramos un amplio salón, al fondo las ventanas atrancadas. Tomo una vela de cualquier candelabro, no quiero gastar todas las cerillas, me acerco al doctor que debe estar curioseando por la estancia. Me acerco situándome a su lado, imponiendo mi presencia, rebasando el espacio personal casi sin darme cuenta.

- Veamos qué fascinantes secretos quieren ser descubiertos – susurro al prenderla, devolviendo la sonrisa que antes me dedicó – a lo mejor su ansiada biblioteca nos sale al paso, o quizás decidan hacerlo los fantasmas. - luego miro a los demás, aunque no elevo la voz en ningún momento - ¿Segimos? confieso impaciencia por curiosear toda la casa antes de detenernos en alguna habitación más a fondo.

Con tranquilidad, con el pecho rebosando curiosidad, me adentro en la puerta entornada del fondo, no demasiado, pues espero a que los demás me sigan.

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03/02/2015, 07:47
Edward Temple

Edward echó un rápido vistazo por el sucio salón bajo la luz de la lámpara que portaba. Nada parecía llamar su atención, solo baratijas sin valor alguno.

Lo único que seguía reclamando la atención de jóven colegiado era la presencia de las bellas damas.

- Por supuesto querida, sigamos a ver si damos con algún tesoro.

Notas de juego

Hay que hacer alguna tirada para ver si encontramos algo interesante? Si no hay nada pues seguimos con la siguiente puerta, asi hasta que encontremos algo, digo yo.

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04/02/2015, 19:09
Joseph "Pequeño J" Malloy

Malloy fue  el ultimo en ingresar al salón, aunque para su sorpresa lo fue acompañado de Rene. Cuando lo tomo del brazo no pudo reaccionar de forma alguna, sino que camino sin gracia, cual momia recién despierta. 

Una vez dentro, y con algo mas de luz, dio unos pocos pasos hacia ningún lado en particular, observando todo lo que lo rodeaba, cual crio en una juguetería nueva.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón, confundi Modificador con Dificultad en la tirada.

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04/02/2015, 23:34
Agnetha Elesten

Entramos en la estancia y al menos yo, estaba ansiosa por encontrar aquella historia que la casa guardaba con tanto recelo, cualquier persona que quiere vender una casa la tendría limpia no solo del polvo, sino que también de baratijas como las que la estancia tenía, las ventanas tapiadas también me parecían extrañas mas no dije nada, y solo me dediqué a observar.

Pasé por alto los detalles mas sutiles de mis compañeros para con los otros, no estaba aquí para fisgonear en sus vidas privadas, aunque eso también podría dar una inspiración mas suculenta a lo que tenía pensado en un principio, pasé mi mano por los muebles cubiertos de polvo y olvido, y asentí a las palabras de mis compañeros sin prestarles demasiada atención, mas cuando la joven vidente se acercó a la siguiente puerta fui tras ella dejando una prudencial distancia.

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06/02/2015, 12:15
Narrador

Te das cuenta que en el salón hay una cantidad inusual de curcifijos, vírgenes y demás parafernalia católica.

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11/02/2015, 03:54
Joseph "Pequeño J" Malloy

-Baratijas- susurro por lo bajo Malloy, mientras observaba los adornos religiosos del sitio, aún así prestando atención a alguna cosa que pudiera tener algo de valor. 

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13/02/2015, 12:37
Narrador

El grupo pasó a la siguiente sala que no era otra sino el comedor. En él una larga mesa de caoba esperaba a los comensales que se sentaran frente a sus cubiertos, dispuestos en la mesa pero que nunca se llegaron a utilizar. En el centro de la mesa, dentro de una sopera, se pudría una sopa de arroz.

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14/02/2015, 09:26
Edward Temple

El doctor arrugó la nariz en cuanto entraron en el comedor. Si bien el olor no era tan penetrante como podría haberlo sido si se hubiese tratado de más comida, aún seguía siendo desagradable.

Entendía que la casa estuviese cubierta de polvo y que nadie hubiese pasado a limpiarla en mucho tiempo, pero la comida puesta en la mesa... eso significaban dos cosas; una que había habiado gente allí hacía menos de lo que Laurence Chase había dicho y la otra, que no eran gente muy limpia. Delicuentes quizás que se habían cobijado ahí por unos días?

Se acercó al recipiente de la sopa y echó un vistazo para calcular mejor el tiempo que debiera llevar aquello ahí.

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14/02/2015, 11:13
Narrador

Por el estado de la sopa, que tenía además de arroz podrido algunos insectos podía llevar ahí muchos meses.

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14/02/2015, 18:33
René Peterson

La bella escritora a penas abre los labios para pronunciar palabra alguna, J, para variar, tampoco abre la boca y el doctor parece que no se da cuenta de mi acercamiento, repartiendo su atención entre nuestras dos presencias femeninas. Pongo los ojos en blanco durante un instante, de no ser por lo interesante de la casa, estaría aburrida en extremo, pues soy una persona inquieta. Ya lo decía madre "hija mía, eres un culo inquieto". Sonrío ante el fugaz recuerdo mientras me adentro en la nueva sala.

Todos los presentes siguen en silencio, como si esta vieja casa hubiera engullido sus voces, o los tuviera algo acongojados, así que yo siento la necesidad de susurrar, no pienso dejarme intimidar por este lugar, es más, me parece ciertamente fascinante, quizás, al fin y al cabo sí encontramos a mis siempre ausentes compañeros de trabajo.

- Un salón… ahora comida... podríamos ocupar los asientos de los comensales, quizás así algo se manifieste... por lo visto no les dio tiempo ni siquiera a disfrutar de su comida, tampoco a recoger la mesa.

Frunzo el ceño pensativa. Ya sé que he recomendado que no nos dispersemos, pero como ya he confesado, estoy algo impaciente e inquieta, el silencio me hace suspirar, poniéndome algo nerviosa.

- Si hay algo en esta casa…. Lo haremos salir.

Así que con mi pequeña lucecita y con decisión, voy abriendo todas las puertas de la casa, y encendiendo luces a mi paso, sin pararme a mirar qué hay en cada sala a no ser que me resulte imperioso detenerme.

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15/02/2015, 07:21
Edward Temple

Edward volvió a tapar la cazuela que contenía la sopa putrefacta con más cara de curiosidad que de asco; y es que ser médico y tratar a lo más bajo de la sociedad londinense le curtía a uno.

De repente la señorita Peterson, al parecer nerviosa por el hallazgo, empezó a ir de acá para allá. Cómo eran las mujeres! Un minuto que no se las presta atención y se ponen como locas.

- Espere René, no debería ir sola. No sabemos el estado de la casa y se le puede caer algo encima!

Corrió para alcanzar a la adivina. Una vez que llegó a su altura señaló la puerta por la que iba a entrar y con una sonrisa le dijo.

- Es por aqui por dónde quiere mi dama que nos dirijamos?

Y le abrió la puerta cortesmente.

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15/02/2015, 09:45
Joseph "Pequeño J" Malloy

La siguiente sala no fue mas que el comedor de aquella abandonada sala. Para su sorpresa, la mesa estaba puesta, con comida y todo. Era una lastima aquel desperdicio, de haber llegado unos meses antes, se hubiese dado un banquete, pero en aquel estado, le quitaba el apetito. 

El joven Malloy se paseo alrededor de la mesa. Cubiertos, platos, copas, incluso la vasija de la podrida comida, todo aquellos debia tener de algun valor, sin lugar a dudas. 

Rene comenzo a fafullar algo sobre el sitio, pero el apenas la escuchaba. Aquello era una mina de oro y no tenia prisa alguna por descubrir todo lo que podria saquear. Algo en su interior lo hizo agacharse. Queria averiguar todo de esa magnifica casa, y en todos los rincones que le podia ofrecer. Por lo que mientras el doctor corria, no estaba seguro a donde, J observoambien encontraba algo de valor debajo de la mesa. 

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15/02/2015, 10:17
René Peterson

- Vaya, el gato parece que le ha devuelto la lengua – murmuro, sonriente – no se preocupe por mí, buen doctor, tengo mis recursos, y como ya he dicho, estoy algo impaciente, disculpe mi arrojo.

Me encojo de hombros y asiento con la cabeza.

- Esa misma era, sí, me he prometido no detenerme hasta encontrar algo digno de atención.

Cuando abre la puerta sonrío, y atravieso curiosa la puerta.

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15/02/2015, 14:36
Agnetha Elesten

Al entrar en la siguiente estancia el olor fue lo primero que se hizo notar – Por el amor de todos los dioses – exclame en un susurro mientras rápidamente me llevaba la mano a la nariz, no me sorprendió que hubiese comida descompuesta en la mesa en si, sino que el buen hombre que nos había contratado no había hecho limpiar la casa después de irse los últimos inquilinos, esto sumado a que la puerta principal estuviera trancada me resultaba realmente interesante.

La joven y audaz René como siempre tomó la iniciativa seguida por un doctor Temple que parecía, cada mas cautivado por la muchacha, Ah!! Aquello podría facilitarme una historia romántica perfecta dentro del misterio, por eso, y porque no vi necesario correr por toda la casa decidí no ir con ellos, al menos  no al mismo tiempo sino que por el contrario, me dediqué a inspeccionar cada estancia que a la que la joven René nos iba dando acceso , en busca de algo interesante. 

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16/02/2015, 16:32
Narrador

La ultima habitación de ese lado del pasillo era la cocina. Era una cocina normal y corriente, con un hornillo y una despensa poco surtida. La mayoría de los alimentos se echaron a perder o fueron devorados por las ratas, a juzgar por el rastro que han dejado.

En aquel momento, mientras miraban la cocina en busca de cualquier cosa que les pudiera ser de utilidad, sin mucha fortuna, los cuatro pudieron escuchar claramente un ruido en el piso superior, como si hubiese alguien en la habitación que estaba justo sobre la cocina o el salón... 

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17/02/2015, 06:57
Edward Temple

La cocina era lo que se podía esperar, nada fuera de lo común. Pero qué era lo que se esperaban? Ahí no había nada, quizás unas ratas gigantescas invadiesen las paredes, pero eso era todo.

Para reafirmar la creencia del dr. Temple, se escuchó ruido proveniente del piso superior.

- Ahí tiene su fantasma, señorita Peterson. Vamos a hacerle una visita antes que se nos cuele por alguna cañería?

Echó una mano a su fiel bastón (el cual escondía un estoque con el que pensaba ensartar a la susodicha rata) y , lámpara en mano, avanzó con ciudado para no pisar en algún tablón carcomido en el camino.

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18/02/2015, 12:51
Narrador

Las escaleras, situadas al final del largo pasillo frente a una pequeña portezuela de madera invitaban a los investigadores a subir. No habían podido investigar y estudiar toda la planta inferior pero aquellos ruidos llamaban imperiosamente su atención. Alguien estaba arriba. 
Edward emprendió la marcha iluminando sus pasos sobre aquellas escaleras de madera que crujían levemente bajo su peso. El resto del grupo, en tensión lo siguió. 

El piso superior parecía estar en completo silencio ahora. El largo pasillo amenazaba oscuro ante ellos. La puerta entre abierta de un baño se encontraba a su izquierda. ¿Había sido eso? ¿Quizás la puerta se había movido sola por una corriente de aire? Los nervios de todos estaban a flor de piel.

Notas de juego

Este es el mapa de la casa, aunque solo habeis registrado las habitaciones 4,5 y 6 pero así teneis una idea clara de como va.