Partida Rol por web

Los túneles sur confluían en una especie de maraña de túneles que daban acceso a los niveles de la ciudad comprendidos entre el 12 y el 45. Era fácil perderse pero gracias a un plano conseguido por el maestro jedi Teron, hasta un niño era capaz de no perderse y eso era precisamente lo que él quería. Tan solo con meterlo en un computador de datos eras capaz de saber la distancia, puntos de acceso, rutas e incluso alguna anotación técnica referente a las cajas de registro y el control de energía.

A medida que os acercáis la solitaria figura del maestro se hace evidente, sola, mirando hacia el techo como si pudiera ver que sucedía encima de él atravesado los dos metros de ferrocemento. Sin embargo la calma que se respiraba en el lugar era distinta, os transmitía esa sensación de que erais capaces de vencer a los Sith sin ayuda.

-Es magnífica la confluencia de seres y emociones tan distintas en este lugar....y por ello, tan peligrosa.-Teron se dió la vuelta con ojos amables aunque distantes. Aún con el cabello enmarañado y la barba que se había dejado crecer era fácilmente reconocible por los carteles publicitarios de recompensas Sith. Según decían su cabeza valía 10.000 créditos vivo y 2.000 muerto, por lo que no era de extrañar que los rumores sobre el aumento de venta de material de iones no hubieran sido solo un rumor. Todavía o sabíais por qué no lo entregabais vosotros mismos a los Sith.
-Algo ha alterado la fuerza. No se el qué ni el cómo, pero se acerca la hora. Pronto dejaremos este lugar para hallar el camino de nuevo, hacia la verdad, la justicia y la fuerza. Venid amigos míos debemos apresurarnos, alguien nos necesita- Era un gran líder y como soldados veteranos le admirabais por ello y por su clemencia. Cualquiera que haya visto la guerra sabría que no todo es matar. 

El maestro jedi comenzó a caminar por uno de los túneles. Instintivamente conectasteis vuestro computador personal y el mapa comenzó el registro automático de la ruta, solo por si las cosas se torcían y había que volver. Si necesidad de mapa el jedi parecía saber por donde ir. No llevaba el computador, ni raciones, ni siquiera ese sable de luz que utilizaba, solo una capa parda y sus ropas de jedi.
-El acceso al sistema de almacenamiento de naves incautadas está en la planta 22 sección norte. En el mapa hay una anotación de la caja de registro que contiene los circuitos del campo de fuerza y he averiguado que el droide de la torre de control de despegue tiene implantado un sistema "auxiliar" de personalidad que utilizan los hutt cuando necesitan sacar una nave sin que las autoridades Sith lo sepan. La frase clave es "venimos a hacer la colada". El resto es vuestro trabajo. Eliminar a los guardias presentes, poner a salvo a los niños y esquivar la patrulla de Ties Sith.-
El maestro giró por un recodo y continuó por el túnel hacia el sector sur de la planta 37.

Descendéis de la nave a la sucia plataforma. Las estrellas se perfilan a través del campo de fuerza del hangar y cientos de puntos amarillos indican una luz, un hogar donde alguien vive en esa luna de metal y ferrocemento.
Según os acercáis el computador de salida da la orden de introducir el dinero en idioma Bocce y unas letras aparecen en la pantalla con el número 100. Al introducir el dinero aparece la opción de repostaje y las puertas se abren dando paso a un paseo grande donde los carteles publicitarios eclipsan las normativas Sith. Cientos de razas, miles de seres conviven en este lugar, riendo, haciendo tratos y disfrutando hasta el último crédito en apuestas, juegos de azar y placer. El nivel 37 debe de ser el barrio para los turistas...o los incautos.

Un cartel luminoso en Bocce se ilumina en la entrada:-Bienvenidos a Nar Shaada-   

Tharr sonrió ante las palabras del Jedi. No se estaba enterando de nada. Teron parecía más bien drogado, dada la cantidad de incongruencias que soltaba y ese amor universal que sentía en sus entrañas.

Después, compartió su plan. Le costó seguirlo también, así que pensó que se tenía que haber levantado espeso. Mala idea levantarse espeso justo el día que tenían que huir.

- Entonces, usted va a ir a la torre de control para permitirnos despegar. Nosotros llevamos a los niños a una nave que esté en buen estado. Imagino que una vez salgamos con la nave, rompemos los cristales de la torre de control y usted salta a ésta. De esa forma, escapamos todos.

Así quedaba más claro. Por un momento le había parecido que Teron planeaba quedarse atrás.

- Los Sith basan gran parte de su fuerza en el miedo que acompaña su leyenda. Al enfrentarse a uno hay que ser valiente y tener algún arma que no sea un blaster.

Al decir esto miró a Hamlen.

- Dime que tienes algún arma que no sea un blaster. Yo llevo lanzallamas para esos casos.

Enarcó una ceja, esperando que tuviera algo como una vibro-arma, o granadas, cualquier artilugio. Aunque estaba claro que la mejor opción sería esquivar las patrullas, como bien había apuntado el maestro. Sólo eran dos y los enemigos seguro que les superaban en número. Tenían que llegar a esa nave y con todos los niños enteros. Esperó que los antepasados jedi de los niños les echaran una mano.

Tras dejarlo todo listo dentro de la nave , Trix salió y fue directa al terminal de servicio para aceptar el pago del estacionamiento y seguidamente pagar para que se rellenara el tanque de combustible al completo * . Trix se estiró desperezandose , si bien había bastante sitio en la nave no era lo mismo que estar en tierra firme , o metal firme ya que la totalidad de la luna se había convertido en una sola ciudad enorme . 

Bueno , la nave se esta repostando , creo que sería buena idea que nosotros hagamos lo mismo . 

Comentó a sus compañeros para saber si alguno de ellos tenía algo de hambre . 

Finalmente aterrizamos en Nar Shaddaa y parece ser el lugar perfecto para poder ocultarnos pues es una mezcla entre una metrópolis como Coruscant y bajos fondos como cualquier planeta fronterizo controlado por los Hutts. Acá el poder del dinero manda y los Sith no son conocidos por ser generosos en sus pagos así que dudo que acá tengan muchos amigos.

Respondo a Trix asintiendo:

 - "Tengo un comunicador pero lo mejor será no separarse."

La verdad es que han pasado varias horas desde la última vez que comí y, ya que estamos acá, creo que lo mejor será relajarnos un rato:

 - "Tengo hambre y ganas de beber un trago. Supongo que hay muchas partes por acá como para poder hacer eso."

Espero a que la joven termine con el tema de la nave antes de marcharnos a ver qué podemos encontrar en la famosa Luna del Contrabandista.

Teron se detuvo un momento al oí la explicación de lo que había entendido Tharr. -Solo la fuerza sabe que destino nos aguarda a cada uno. Yo solo soy un intermediario pero hoy algo mas va a suceder.-

El jedi continuó andando por los túneles. 

Escuchó el plan del maestro y asentía a sus explicaciones. No le gustaban las palabras proféticas del Jedi, conocía de algunos que habían tenido esas habilidades y generalmente siempre acababan siendo de esa forma. Había algo en el plan que le estaba haciendo ruido pero no podía determinar QUÉ.

-Maestro, entonces usted va a desactivar el escudo mientras nosotros nos alejamos en...- hizo una pausa -qué nave? Tenemos que eliminar a los guardias y una vez que estemos en la nave como va a llegar usted hacia nosotros? Qué hacemos con los niños?- Esperaba respuestas, pues el plan no le quedaba claro. Después miró a Tharr -Si, algo tengo...-

Lo había entendido bien al principio. El maestro planeaba ir a la torre de control él sólo, permitirles la huida y luego quedarse ahí. Quizá, incluso tenía pensado crear algún tipo de distracción para los Sith. Tharr se sintió apesadumbrado. El hombre iba a dar su vida por aquellos chiquillos. Deseó que el plan no le saliera bien del todo y que encontraran la forma de llevárselo con ellos.

Caminaba atento a los diferentes recodos del pasillo. Hamlen le interrogaba, pero Tharr no quiso decir nada al respecto. El maestro haría lo que fuera necesario por salvarles. Era un hombre de gran corazón. Quizá el hombre más desprendido que había visto nunca.

Le agradó escuchar que su compañero tenía un as en la manga. "Bien hecho, Hamlen". Pensó, imaginando que si hacía falta, podría enfrentarse a uno de esos Sith. Se lo tenían demasiado creído, esos capullos, y ellos les enseñarían que un soldado astuto no debía de subestimarse.

- Y dice que vamos para encontrarnos con alguien...

Le había venido a la mente esa extraña frase. Se preguntó a quién se referiría, pero no iba a preguntar, tan sólo tenía que caminar.

- Hay que ir con cuidado. Algunos cuentan que por lugares como éste transita un extraño y violento especimen de hombre árbol con el que es mejor no cruzarse. 

Razón por la cual Tharr no iba a bajar la guardia en ningún momento.

Teron se situó debajo de una tapa de alcantarilla y escudriñó el techo como si  pudiera ver a través del ferrocemento. La exclusa de mantenimiento A-77 tenía una cerradura de seguridad que Teron abrió con demasiada facilidad.

-Noto una perturbación en la fuerza. Nuestro destino se acerca.- Sin más se introdujo en la exclusa accediendo al ascensor que os llevaría al nivel superior. Sin comprender muy bien lo que pasaba le seguisteis introduciéndoos en el ascensor.

Al abrir la exclusa se reveló el nivel 37, el callejón donde estaba ubicada la exclusa de mantenimiento daba a la calle principal, una calle ancha, bastante transitada donde los colores de los anuncios y las bailarinas holográficas no dejaban dudas de sus intenciones. Era uno de los distritos comerciales dedicados a los turistas de ocio de Nar Shaada. 

Teron escudriñó la calle principal señalándoos a un grupo de cuatro soldados sith-imperial que patrullaban la zona sin demasiada prisa por moverse del sitio. Teron escudriñó más a fondo hasta que, al parecer, encontró algo entre la multitud.
-Ayer escudriñé el futuro revelándose el destino y su importancia. Esta va mucho mas allá de salvar unas vidas. Hay alguien que puede ayudarnos y nosotros necesitamos su ayuda para escapar. ¿Veis al humano rubio de pelo corto que camina al lado de un wookie? Es un jedi. Debemos contactar con él y llevarlo al refugio donde prepararemos nuestra huída. Apostaros cerca de los soldados por si acaso alguien me reconoce, debo ir en persona. Él me reconocerá.-

Sin más preámbulos echó la capucha de su harapienta túnica sobre su cabeza y se mezcló entre la gente en pos del tipo que decía ser un jedi.

Camináis por la calle dejándoos llevar por la corriente de gente que se introduce en exóticos bares y los que miran los escaparates con no menos exóticas hembras de diferentes especies. 
Todo tipo de bares con todo tipo de bebidas se exhiben y el humo sale a la calle cada vez que alguien abre la puerta y entra a uno de ellos. Mucha bebida y diversión, pero poca comida.   

De repente veis a tres tíos que os llaman la atención; cabeza rapada, traje rojo con una especie de protección pectoral negra. Su aire es de prepotencia y la gente se aparta de ellos. 
De repente uno empuja a un transeúnte arrojándolo unos metros atrás, pero no le a tocado...y de repente el temor de lo inminente toca vuestro corazón, Sith. Estudiantes Sith en Nar Shaada. Ahora todo está claro. La lucha entre los Hutt y los Sith por el control del territorio es clandestina. Los Sith quieren dominar desde dentro con el miedo.

Su trayectoria les lleva cerca de vosotros y de notar vuestra presencia podría complicarse mucho vuestra estancia.

La enorme mole hizo crujir su cuello al tiempo que cerraba sus puños. Aquella escena no le había gustado nada y menos cuando reconoció el maldito hedor e los sith en ello.

Con cara de pocos amigos susurró a Kazer, sin apartar la mirada del trío de imbéciles que se acercaban.

- ¿Gurooow roor ruoorrr guurrr?-

Trix vio como aquel trío actuaba como los amos del lugar y aunque le atrajo la atención sabía que no era buena idea buscar pelea , de manera que cuando escuchó al wookie hablar ( o gruñir , mejor dicho ) le contestó a sus 2 compañeros a la vez . 

Es mejor apartarse , estamos aquí para pasar desapercibidos . 

Habían dejado a los niños para salir al exterior, a una de aquellas calles llenas de casinos y furcias. Cuatro soldados Sith se apostaban cerca y Teron soltó otras de sus confusas frases acerca de la fuerza, las meditaciones, el futuro y todo eso. "Esto va más allá de salvar unas vidas", decía, pero de qué otra cosa podía ir. Tharr no tenía la suficiente imaginación para ver más allá.

- Tenga cuidado, pueden reconocerle.

Cuando el maestro les dijo de vigilar a los soldados, dio unas palmadas al rifle de llamas. "Me gusta cuando se quedan tan juntos". Pensó que ahora mismo eran un blanco fácil. Claro que él no era especialmente bueno disimulando. Se le veía en el rostro el deseo por usar el arma de una vez y asarlos en sus armaduras.

- Algo me dice que esto se va a poner caliente.

Tharr sonrió ligeramente y se quedó a la espera.

Acababan de enterarse de que había otro Jedi en el lugar. Para le gusto de Hamlen, esto ya era demasiada casualidad y cuando esto sucedia nada bueno podía terminar ocurriendo. No estaba de acuerdo con que el maestro se aventurara de esa forma y quedando tan vulnerable, pero nada que dijera iba a desuadir al hombre.

Vió la cara de Tharr y pensó en lo mal que podían salir las cosas si solo una persona dejaba escapar el gatillo. Estaba seguro de que Tharr no lo haría. -Tranquilo, ellos no hacen mas que acatar ordenes. Si tenemos que hacerlo, lo haremos... pero no vamos a ir buscandolo- dicho esto, asintió a su compañero y se abrió paso en la multitud, mezclandose pero colocandose cerca de los guardias como el maestro había indicado.

Camino por las calles de Nar Shaddaa con mis amigos, cubriéndome la cabeza con mi capucha para no llamar demasiado la atención en medio de tanta gente. Al parecer este lugar no duerme y las personas se divierten en las actividades que tiene para ofrecerle a los transeúntes.

Entonces veo a los tipos y puedo ver que son unos matones, por lo que pienso que derrotarlos es hacerle un bien a la galaxia pero entonces pienso en los problemas que nos meteríamos, además de que no sé si tenemos la capacidad de derrotarlos o no.

Niego con la cabeza al wookie y les respondo en susurros:

 - "Lo mejor es no llamar la atención. Si descubren quienes somos, serán muchos más los que caigan sobre nosotros."

La verdad es que he tenido que esconderme tanto tiempo de los Sith que no cambiaré tan de la noche a la mañana mi disposición solo por haber cumplido con éxito una misión y por tener a dos amigos. No los expondré solo porque el enemigo se pasea ante nosotros. Lo único que me preocupa es si ellos me logran percibir, pues ellos no dejarán pasar la oportunidad de atacar a un Jedi.

Los tres pasan a vuestro lado sin daros demasiada importancia...pero cuando parecía que se alejaban el último se volvió de repente mirando a Kazer. Sus sentidos sondeban esa presencia, algo le alertó en el humano, una lucha interna.

Os apostáis cerca de los soldados dando un rodeo para pillarlos por la espalda cuando comience el espectáculo, por que, notais esa sensación en la nuca que os indica que va ha haber problemas...y pronto.