Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

1.c - EL APARTAMENTO DE DOLEZAL

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20/12/2018, 22:48
Guardián

Os encamináis hacia un lado del edificio y doblando la esquina os introducís en el callejón. La tapa de un cubo de basura  al caer acompañado de un bufido os sobresalta. Negro y rápido como el rayo, un gato sale huyendo de vosotros para dirigirse hacia el otro extremo del callejón donde quizás encuentre algún suculento ratón con el que llenar su vacío estómago. Desagradables olores inundan vuestra nariz saturando vuestra pituitaria. No podéis evitar tener que taparos la nariz y reprimir alguna que otra arcada. La basura de los vecinos se acumula aquí desde hace al menos un par de días. Las paredes están sucias, ennegrecidas por la humedad y seguramente otras sustancias difíciles de identificar, o no tanto por el olor a orín. El ladrillo está desgastado en algunas zonas, donde poco a poco se ha ido convirtiendo en arenilla.

Al observar la escalera de incendio podéis comprobar que está plegada como suele ser habitual. Los contrapesos la mantienen arriba a unos buenos dos metros y medio del suelo. Mover uno de los contenedores para colocarlo debajo os daría la altura suficiente para llegar a la escalera con un pequeño salto y bajarla. Va a ser sucio, pero puede hacerse.

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21/12/2018, 22:38
Guardián

Al acceder al edificio lo primero que te asalta es un terrible olor a orín. Restos de periódico se amontonan el fondo junto a manchas oscuras que bien podrían ser los excrementos de algún animal. La pintura de las paredes está ennegrecida por la humedad y se cae a pedazos dejando grandes calvas a través de las que se pueden observar los ladrillos en algunos puntos.

La vieja escalera parece lo suficientemente segura como para aguantar la subida o bajada de un hombre corpulento, aunque la barandilla es otro cantar. Cientos de marcas de polilla hacen temer lo peor, que con mayor presión de la adecuada la baranda ceda cayendo al vacío y rompiéndose en mil pedazos.

Cada piso dispone de cuatro viviendas aunque averiguar la de Dolezal resulta sencillo con un simple vistazo a los buzones. Las iniciales F. D. se encuentran en el casillero correspondiente a una de las viviendas del tercer piso. No hay ningún otro buzón con iniciales o nombres remotamente parecidos, a excepción de uno de la primera planta que no posee nombre.

La puerta del apartamento se encuentra cerrada impidiendo tu acceso al interior.

Notas de juego

Puedes utilizar cerrajería (al ser una habilidad de investigación no necesitarías tirar) o bien dar una buena patada. Lo primero no dejará señales obvias del allanamiento, lo segundo...)

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22/12/2018, 19:36
Alice McMillan

Ya quedando a solas con William, la médico forense avanza por aquella callejuela del costado mientras se cubre la nariz con su pañuelo bordado. Minutos atrás al bajar se había puesto unos guantes de cuero, algo delicado pero que le permitía tomar cierta distancia con el roce de algo indebido, muchas enfermedades se gestan en estos suburbios y Alice tiene un cuidado soberano por su salud. 

- Vaya, la decoración es muy variopinta. - comenta desde la ironía de la situación misma mientras avanza con sus tacones e intenta no morir del susto cuando ese gato sale de repente. No está para nada acostumbrada a este tipo de vida y pese a entenderlo de alguna manera, bastante clasista, no es capaz de concebir cómo se puede mantener una existencia en estas condiciones deplorables donde el virus más pequeño compite con la bacteria, generando un estado calamitoso de salud que gracias a la poca limpieza y cuidado del lugar, fortalece lo peor. 

- Tenga cuidado de no tocar demasiado, aquí se puede contagiar cualquier enfermedad. - aconseja la rubia y contempla esa escalera, ella con falda, tacones y una lugar que realmente no condice con ella. - Veamos, no sé qué tal se le da la fuerza física, pero entre los dos podemos intentar mover el contenedor y así tener un acceso más "limpio" para subir. ¿Qué le parece Señor Taylor? - pregunta al analizar cada detalle, pensando que tal vez pueda hacer algún que otro llamado en un futuro para que se encarguen de este basural y la gente de allí pueda vivir mejor. 

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23/12/2018, 23:32
Joseph Miller

El hedor a orina es lo mínimo que se puede esperar en apartamentos comunales como este. Edificio abandonados por el gobierno a su suerte, al igual que sus ocupantes. Siempre cambiando constantemente de dueños por ventas ilegales, ocupaciones infraganti y mil cosas que la gente ordinaria jamás pensaría.

Tampoco es difícil ver alguna rata o cucaracha pasearse por los pasillos de un edificio junto al llanto de algún crio y al griterío de alguna pareja discutiendo. Que haya silencio relativo es un lujo que raras veces sucede.

Según los buzones Dolezal vive en el tercer piso, lo cual implica que puede ser verdad o que no. El hecho que uno de los buzones no tiene iniciales puede ser claramente una treta de ese malnacido. Tampoco conviene preguntar a la gente del edificio para no levantar sospechas. Por lo cual me dirijo al tercer piso para forzar la cerradura e ingresar tan silenciosamente como pueda.

Desde luego esperaré el momento para hacerlo, cuando nadie deambule por allí. Menos mal que el anticuario tiene su propia arma y yo no tuve que prestar la miá. Es posible que llegue a necesitarla.

Notas de juego

Utilizaré cerrajería y entraré con el arma en mano. Solo por las dudas.

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24/12/2018, 19:00
William A. Taylor

-¡Por las barbas de Hammurabi!- murmuró ante la sorpresa generada por aquel maldito animal. - ¡Y negro!- Comenzaba estupendamente la pesquisa. Menudo presagio. Un gato negro, ese endiablado olor. ¿Estaría acercándose a las Puertas del Infierno? Aunque en éstas lo que había era un perro con tres testas, en ese barrio todo podía ser. Pero no había que dramatizar, si bien el Señor Taylor era una persona supersticiosa, no lo era, desde luego, a la altura de un vulgar escocés. Al fin y al cabo, aquello era simplemente un animal callejero de pelaje un poco oscuro cruzándose en su camino, no era para tanto. -¿Verdad? ¡Ni que se hubiera apagado el Fuego de las Vestales!-

Ante el paro del anticuario, la forense tomo la iniciativa adelantándose y sacando un pañuelo para protegerse del mal olor, algo que rápidamente fue imitado por él. No parecía que ella tuviera mucha intención de quedarse junto al coche esperando tal como le había pedido anteriormente. Sacando de su bolsillo derecho un delicado pañuelo de seda china con sus iniciales bordadas inspeccionó junto a Alice aquel nauseabundo callejón con mayor detalle. -Estilo Luis XIV, sin ninguna duda, queridarespondió con sarcasmo entrecortadamente debido a la primera, pero no última, arcada. A William le había gustado la cheesecake del desayuno, pero no para degustarla por segunda vez esa mañana.

El plan sugerido por la señorita McMillan parecía acertado, pero obviamente y a diferencia de ella, con este calor estival el señor Taylor no había cogido ningún tipo de guante con el que protegerse del contacto con aquella basura. Estaba claro que la forense era toda una profesional. El tiempo pasaba y había que actuar, pero debían de ser realmente cautelosos.   -Mover el contenedor y subir estas escaleras seguramente pueda provocar tales ruidos que lleguen hasta el piso del Señor Dolezal, y con este calor lo normal es que la ventana esté abierta para que entre un poco de viento. - Tras ponerse el pañuelo atado al cuello con el fin de esquivar en lo posible aquel fétido ambiente y haciendo de tripas corazón, el hombre miro a la mujer afirmando con la cabeza. -Intentemos ser sigilosos.- susurró. A continuación, puso sus manos en aquel contenedor esperando que con la máxima rapidez Alice le siguiera y lo movieran juntos al lugar adecuado. -Puaj-.

 

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26/12/2018, 23:00
Guardián

Como sabe todo detective privado las ganzúas son un elemento indispensable de su equipo. Las tuyas son de buena calidad y han abierto ya más puedas de las que puedes recordar. Un suave clic confirma que has abierto la cerradura y, revolver en mano, te dispones a entrar en la vivienda.

El apartamento de Dolezal es un cuchitril barato, sin apenas muebles o efectos personales. Todo parece recogido en un salón/cocina algo manchado de grasa aunque medianamente recogido, un dormitorio, con la cama malamente estirada y un aseo que ha visto días mejores. En el dormitorio, sobre la mesilla descansa un cuaderno que tiene una lista de 25 pares de  nombres y direcciones, la más lejana en Ontario, California, ninguno los cuales coincide con figuras conocidas en este caso.

Mientras inspeccionas el lugar un ruido metálico bastante estridente que proviene del callejón al que se accede por la escalera de incendios llama tu atención. Te acercas a la ventana a investigar cuando tu rodilla roza uno de los ladrillos bajo el alféizar y este se mueve. Lo extraes cuidadosamente, está hueco y en su interior contiene un papelito doblado y un paquete de tres fotografías en blanco y negro. Desdoblas el papel para descubrir que en su interior hay un polvo blanco. Llevas lo suficiente en el oficio (Bajos fondos) para imaginar lo que es, aun así, mojas la punta de tu dedo meñique en el polvo y lo llevas a tu boca. La inconfundible sensación de que se te duerme ligeramente la lengua confirma tus sospechas, cocaína. 

Las fotografías muestran:

  • Un hombre desconocido practicando el sexo con Rose Walker. Su rostro no es visible. Tiene un tatuaje bastante particular en su hombro, parecido a una punta de flecha señalando a una curva.
  •  El mismo hombre practicando el sexo con Edward Andrassy. Su rostro no es visible. Esta foto parece haber sido tomada a través de una ventana. Detrás de los dos es visible la esquina de un cuadro.

  •  El mismo hombre practicando el sexo con Flo Polillo. La habitación está suntuosamente amueblada. Tras ellos, apoyado en la pared, hay un bajorrelieve grabado en lo que parece ser mármol rojo o creta.

Notas de juego

La habilidad Recogida de Pruebas sirve precisamente para lo que su nombre indica. Asumo que ya que estás registrando el apartamento utilizas la habilidad.

El gasto de puntos en una habilidad se producirá a sugerencia del Guardián o a petición del jugador y proporcionará beneficios adicionales. ¡Ojo!, los puntos gastados no se recuperan, hay que gastarlos pero con tiento ;)

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27/12/2018, 00:00
Guardián

No sin esfuerzo movéis el contenedor hacia su izquierda. En un principio parece no hacer excesivo ruido al ser movido. Conseguís moverlo el primer metro a empellones. Las manos del William tocan alguna sustancia pegajosa de olor desagradable. Los guantes de Alice se resbalan gracias a algo que espera sea grasa. Medio metro más. Solo queda medio metro, quizás algo menos. Entonces el contenedor se encalla en lo que debe ser un cristal o una piedra y produce un tremendo chirrido. Afortunadamente, a pesar del escándalo producido, ha quedado lo suficientemente colocado como para poder acceder a la escalera.

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27/12/2018, 20:24
Alice McMillan

- Me encanta su humor, Señor Taylor porque incluso no carece de verdad. - responde al apoyar sus manos que gracias a los guantes, la mantenía alejada de todo virus que pueda habitar con total libertad allí. La cuestión es que la labor no debería ser demasiado exigente, pero ante las inclemencias de un suelo completamente sucio, pocas opciones quedan. Así es. -asiente conforme con respecto al asunto de ser sigilosos, al menos era el plan inicial. 

Sólo que las circunstancias jamás ayudan del todo, no cuando es poco el contacto en sí que se quiere tener con los objetos de un entorno que podría matarte y es por esa razón, que Alice no se manifestó demasiado asco al ver como su mano se encontraba con una sustancia similar a la grasa, querría suponer que serían los restos de alguna comida en total descomposición y ya esa imagen mental fue capaz de revolver su estómago con ganas. 

- Pues, un esfuerzo más William y lo tenemos. - termina por decir cuando ese sonido la fuerza a apretar los dientes, aquella acción la fuerza a intercambiar alguna que otra mirada con su compañero y tras comprobar que nadie se encuentra allí, terminar de correr el contenedor para poder bajar la escalera de una vez por todas. - Subo primera, si no le molesta. - agrega al señalar la misma. 

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29/12/2018, 23:57
William A. Taylor

Efectivamente, el señor Taylor no se había equivocado. Justo en el momento en el que tocó el contenedor, un indescriptible olor subió desde su mano penetrando en sus fosas nasales y provocando aquella profética segunda arcada, que seguro que tampoco sería la última. A pesar del cuidado puesto a la hora de mover el contenedor no fue suficiente y éste hizo tal ruido que provocó que al anticuario le chirriasen hasta las muelas de oro. -Así es como debe de ser el grito de las banshees gaélicas.-

No había tiempo que perder. Aquel sonido había podido alertar a todo el bloque, así que el señor Taylor no discutió si era más conveniente que él como caballero armado fuera el primero en acceder. Intento ayudar con la mano derecha a la señorita McMillan para que tuviera mayores facilidades a la hora de subir, pero al notar el hedor que provenía de ésta, rápidamente la retiró ofreciendo mejor su mano siniestra. -Después de usted, querida.-

Una vez que subió la médico forense las escaleras, el hombre la siguió detrás intentando mantener el equilibrio subiéndose a aquel pestilente contenedor y agarrándose a la escalera de incendios, otrora inaccesible. En cuanto se alejó un poco del desagradable aroma de las profundidades del callejón se retiró el pañuelo del cuello y con vehemencia intento limpiarse aquella mugrosa marca con cierta ansiedad. -Seda china del Gansu. Me temo que ni en la tintorería del Señor O'hara habrá solución.- murmuraba el señor Taylor no de muy buen humor, pero cualquier cosa era mejor que seguir teniendo eso en la mano.

Cinco rápidos segundos después ya estaba listo para continuar. ¿Ahora qué? -¿Recuerda en que piso vivía Dolezal?- preguntó mientras se guardaba el pañuelo en el bolsillo de su chaqueta la cual desabrochó para tener un mejor acceso a su arma. 

Notas de juego

¿Tenemos la dirección exacta del individuo este?

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30/12/2018, 22:20
Joseph Miller

La cerradura del apartamento ha tenido días mejores. Se nota cuando la ganzúa baila dentro del cilindro; aunque ese “clic” confirma nuevamente la calidad de la herramienta.

Luego lo evidente se cumple sin demora. El departamento es un asco, casi idóneo para un adicto al opio o algo similar. Supongo que en su inauguración había más muebles y decoraciones que al paso del tiempo fueron vendidos o sustraídos.

No lo esperaba tan fácil pero un cuaderno de notas llega a mí, el cual contiene poco más de veinticinco nombres y direcciones. Solo que ningún nombre y dirección aparenta ser de interés para mi caso. De todas formas tomo nota de cada una de ellas en mi agenda de notas. Nunca se sabe…

Luego el azar, o la suerte en esta ocasión, llegan a mí.

La idea del adicto al opio es suplantada por evidencia de un cocainómano. Una sustancia peligrosa, proveniente de Sudamérica y que parece ganar terreno a los opiáceos.

Pero lo más interesante llega después, en formato de fotografías, siendo cada una más contundente que la anterior. ¿Quién es este sujeto? Me pregunto.

Guardo todo en mi bolsillo y continúo hacia la escalera de incendios, borrando todos los rastros de mi estadía en el departamento. Tal vez mis compañeros tengan algún que otro problema en el callejón.

Si puedo, bajaré por la escalera de incendios.

Notas de juego

Casualmente era lo que pensaba hacer, revisar todo el apartamento. ;)

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03/01/2019, 23:41
Guardián

Os encontráis preguntándoos mutuamente por el apartamento de Dolezal. Parece que ninguno de los dos tenéis clara la dirección exacta. Sabéis cual es el bloque, puesto que estáis subiendo, pero no tenéis tan claro cual es el piso. De hecho ni siquiera podéis afirmar con seguridad que el propio comisario lo tuviese. No queda más opción que subir. Con un poco de suerte Miller os abrirá la ventana y podréis entrar.

No habéis llegado aún al segundo piso cuando cuando escucháis unos paso que comienzan a bajar por la escalera. Os asomáis precavidos para descubrir que se trata de Joseph bajando que os mira desde algún lugar entre el tercer y cuarto piso.

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03/01/2019, 23:54
Guardián

Intentas dejar todo exactamente como estaba antes de tu llegada. No resulta difícil, se trata de un lugar pequeño con pocas cosas que remover. Además, la práctica en allanamientos anteriores te ha proporcionado una valiosa experiencia. Abres la ventana y comienzas a descender por la escalera de incendios. No tardas en escuchar unas voces que se interrumpen abruptamente. Te asomas cuidadosamente para descubrir que el origen de las voces son Alice y William que te miran desde el segundo piso de la escalera de incendios.

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04/01/2019, 00:28
Joseph Miller

Como un gato en la oscuridad salgo del departamento de Dolezal utilizando la escalera de incendios que da al callejón. Entonces descubro los posibles autores del sonido de poco antes.

-¡Chst! – chisteo por lo bajo al ver a William y Alice subiendo por la escalera.

Sin demora llego hasta ellos y señalando la calle les hablo.

-El ratón no está en la casa y dejó regalitos para nosotros. Bajemos. – digo en susurros.

Intencionalmente muestro el interior de mi bolsillo, que contiene tres fotografías en blanco y negro y un pequeño sobre hecho con papel doblado.

-Vamos al vehículo- añado posteriormente.

Notas de juego

Dentro del automóvil podremos examinar la evidencia y hablar. ;)

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04/01/2019, 03:20
Alice McMillan

- Nos apuntamos en las proezas el revisar propiedades privadas.responde a Taylor desde el humor que mantenían ambos pese a todo, incluso cuando el entorno no era idóneo para los dos en absoluto. Más aún cuando el denso aroma a callejuela, a suburbio ya se había impregnado en la nariz de Alice, obligándola a mantener una constante expresión de repulsión que era imposible contener. 

Pero justo cuando está por responder a William, alza la mirada al escuchar aquella voz tan conocida y tras dejar un suspiro de alivio, asiente conforme mientras aguarda a que su compañero baje las escaleras primero. - Vaya, menos mal que usted ha sido más rápido que nosotros. Es evidente que necesitamos un poco más de oficio. comenta a los dos negando con la cabeza y una vez que sus tacones pisan el suelo de la callejuela, sigue los pasos de Joseph hacia el auto para mantener esa obligada conversación que los pondrá al día con las novedades. 

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05/01/2019, 00:16
William A. Taylor

Parecía que la duda planteada por el señor Taylor no iba a requerir de respuesta puesto que la fatigosa subida a través de la escalera de incendios fue interrumpida por el chisteo del señor Miller. Este bajaba apresurado desde el piso de Dolezal y el anticuario no supo muy bien para que preparase. ¿Estaba el detective huyendo de alguien? ¿Debía estar listo para un posible enfrentamiento?. Echo una rápida mirada a la señorita McMillan intentando adivinar que reacción tendría, después lentamente el señor Taylor acercó su, desde luego aún, olorosa, pero también temblorosa, mano en dirección al interior de su chaqueta preparado para cubrir a su compañero.

Las primera palabras de este fueron suficientes para calmarle. -¿Ratón? Diría que más bien una rata.- La mano del anciano agarro con fuerza la barandilla con la intención de cambiar de dirección. Tenía muchos motivos para largarse de aquel fétido lugar y, poder ver aquellas pistas descubiertas en el piso del proxeneta era el mejor de todos. -Parece que Santa Claus ha llegado este año a Cleveland en agosto.- dijo sin controlar en exceso su efusividad.

El señor Taylor quedó el último a la hora de descender y tras encontrarse de nuevo sobre el contenedor de basura decidió intentar subir la parte final de la escalera de incendios con la intención de equilibrar los contrapesos y que todo quedase como estaba. En verdad no lo hacía por ocultar pruebas de una posible entrada furtiva al bloque de viviendas. No pensaba de hecho que fuera a importar a nadie. Era simplemente un pequeño TOC que arrastraba desde hacia años. Por suerte, aquel trastorno no era tan potente como para obligarle a tener que mancharse otra vez las manos de aquella mugre al intentar colocar el contenedor de nuevo en su sitio.

Poco después, los tres se encontraban en el interior del coche.

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06/01/2019, 22:54
Joseph Miller

Superando el antro del apartamento de Dolezal y el vaho maloliente del callejón del edificio el interior de automóvil, con su interior impregnado a humo de tabaco y cigarrillo barato, lo vuelve un sitio confortable. En el piso del asiento del acompañante hay una botella vacía de whisky dentro de una bolsa de papel arrugado. En los asientos de atrás hay varios periódicos y un sobretodo aun húmedo por alguna lluvia pasada.

-El apartamento es un asco. Pobremente amueblado que ha visto días mejores, lo que indica que su contenido fue malvendido a cambio de droga – digo al mostrar el sobre de papel doblado que contiene cocaína.
- Con esto tenemos a un drogadicto de los nuevos. No un consumidor de opio. Uno de cocaína, la nueva basura procedente de Centroamérica. – añado al extraer mi bloc de notas y mostrar una lista de veintitantos nombres y direcciones copiadas con velocidad – veinticinco pares de  nombres y direcciones, la más lejana en Ontario, California, ninguno los cuales coincide con figuras conocidas en este caso -
- Finalmente el premio gordo son estas tres fotografías que estaban celosamente ocultas junto con la droga. ¿Pueden identificar al sujeto en ellas? – pregunto al extender las fotografías a mis compañeros.

Las fotografías muestran:

  • Un hombre desconocido practicando el sexo con Rose Walker. Su rostro no es visible. Tiene un tatuaje bastante particular en su hombro, parecido a una punta de flecha señalando a una curva.
  •  El mismo hombre practicando el sexo con Edward Andrassy. Su rostro no es visible. Esta foto parece haber sido tomada a través de una ventana. Detrás de los dos es visible la esquina de un cuadro.

  •  El mismo hombre practicando el sexo con Flo Polillo. La habitación está suntuosamente amueblada. Tras ellos, apoyado en la pared, hay un bajorrelieve grabado en lo que parece ser mármol rojo o creta.

- En los detalles se oculta el diablo - afirmo al señalar las habitaciones en donde el desconocido practica su enfermizo ritual sexual con las victimas.

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07/01/2019, 14:59
Alice McMillan

Una vez que el rústico automóvil de Joseph le brinda esa calma que parece por momentos mermar, intenta dejar a un lado los periódicos que se encuentran allí así puede acomodarse como corresponde. Si bien ella está acostumbrada a otro tipo de "lujos" no le genera repulsa para nada las características que ostenta aquel vehículo, más aún cuando es el mismo dueño quien trae las buenas nuevas luego de la bonita peripecia realizada en el callejón aquel. 

Al observar las fotos que les entrega Miller, alza una ceja mientras escucha la historia que está relatando. De por sí el saber qué hacerse pasar por un prostituto le otorga un centenar de víctimas, es una buena coartada para satisfacer sus depravaciones personales, que luego terminará por darle un final. ¿Será por redención? Si bien podría ser un religioso reprimido, debido a la tendencia homosexual y el hecho de asesinarlos después por culpa o por el pecado mismo de la carne. Vaya a saber, son presunciones que no le dará voz hasta sentir esa seguridad que le permite ir más allá. 

- Ya sabemos de qué va sus intenciones. ¿Qué opinan? - pregunta Alice. - Así que este Dolezal le sacaba las fotos, está íntimamente relacionado con el asesino. Interesante. - termina por decir. 

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08/01/2019, 22:52
Guardián

Observáis las fotografías con detenimiento intentando sacar toda la información posible de ellas. Buscáis cualquier pista que os puedan proporcionar prestando especial atención a los pequeños detalles.

La primera fotografía muestra a Rose Walker con un hombre. Recordáis su cara gracias a las fotografías de los periódicos. Es evidente que están practicando sexo. También se hace evidente que una tercera persona estaba allí, aquella que tomó la instantánea. Aunque el rostro del hombre no es visible el tatuaje que cubre su hombro sí lo es, una punta de flecha que señala una curva. William tiene bastantes conocimientos de Antropología que le permiten identificarlo como un glifo primitivo.

La segunda fotografía muestra al segundo hombre practicando sexo con Edward Andrassy. Practica sexo igualmente con hombres y mujeres pero su rostro sigue sin ser visible. Una vez más William recurre a sus conocimientos, esta vez de Historia del Arte, para una obra futurista italiana de antes de la Guerra.

En la última fotografía volvéis a ver al mismo hombre practicando sexo, una vez más, con Flo Polillo. Nuevamente las habilidades del Sr. Taylor salen a relucir. Esta vez son sus conocimientos sobre arquitectura los que le permiten darse cuenta de que está construida de hormigón pretensado en lugar detener una construcción residencial normal. Conseguir ver el bajorrelieve con más detalle requeriría del uso de algún tipo de aumento.

Estáis satisfechos con la información que habéis conseguido extraer pero a la vez tenéis la certidumbre de que podríais extraer más.

Notas de juego

William, gastando 1 punto de Historia del Arte te proporciono el título del cuadro y del artista de la segunda fotografía.

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09/01/2019, 19:13
William A. Taylor

El señor Taylor tomó las fotos de una en una y las contemplo lentamente en silencio. Se detuvo en cada una de ellas durante unos segundos pareciendo que ponía un mayor interés en la segunda. Intentaba percibir algo que hubiera sido pasado por alto por sus compañeros. Finalmente, devolvió las fotos al sobre y tomo el otro que contenía la cocaína. El anticuario la inspeccionó, tomo en su dedo meñique una ínfima cantidad y se la restregó por las encías. Como antiguo drogodependiente de opio, quiso comprobar las cualidades de las que había leído hacía tiempo sobre la hoja de coca utilizada hace cientos de año por los chamanes incas. 

-Creo que deberíamos de marchar inmediatamente a mi galería. Allí contaremos con una biblioteca para intentar buscar información más detallada sobre este extraño glifo primitivo, especialmente sobre su origen y significado. Por otro lado, haré varias llamadas a amigos coleccionistas y marchantes de arte para saber en que lugar puede encontrarse este cuadro y de quien es propiedad. Allí ustedes podrán hacer además las llamadas que consideren oportunas e intentar localizar al resto de nuestros compañeros. Y en último lugar, necesitaremos de material de aumento, yo cuento con varias lupas en mi despacho, quizás podamos recabar una mayor información sobre este particular friso que se ve en la tercera fotografía.- dijo el señor Taylor mientras que empezaba a notar como sus encías comenzaban a adormecerse por efecto de la droga.

-Estas fotos fueron tomadas entre hace dos y tres años. El mundo del arte y las antigüedades se mueve demasiado en estos días.- lamentó William mientras perdía su mirada por la ventanilla. Saco su pipa suponiendo que un poco más de olor a tabaco en la tapicería no importaría a su propietario y espero a que el señor Miller arrancara el coche.

-El 10 de la 4ª Oeste.-

Notas de juego

¿Cuántos tatuajes adivinamos a ver en el cuerpo del hombre de la foto teniendo en cuenta que su cuerpo aparece en tres posiciones? ¿Uno o más?

¿Si en la biblioteca de mi galería busco el posible nombre del cuadro y autor es necesario gastar el punto en historia del arte? De no ser posible lo gasto.

está construida de hormigón pretensado en lugar detener una construcción residencial normal

¿Esto quiere decir que es de un material poco usual para un bajorelieve? :S

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10/01/2019, 15:19
Alice McMillan

- Pues es el experto Señor Taylor, así que no tengo problema alguno en ir hacia su Galería. No sólo por el interés que me suscita el recorrerla ya que jamás he tenido oportunidad, sino que también por el hecho de colaborar en la búsqueda de estos detalles que pueden darnos un poco de luz. -  responde un tanto admirada por la sabiduría de su compañero, es que ella desde ese mundo tan cerrado en el que ha vivido toda su vida, le permite ahora mismo explorar lugares, historias que desde siempre han estado escritas pero jamás tuvo el tiempo para acceder a ellas. 

- Señor Miller... ¿Está de acuerdo? -  pregunta ya que es el auto de aquel hombre y tras su grandioso descubrimiento, sería conveniente escuchar su opinión al respecto. - No se preocupe Williams, llamaré desde su lugar si me lo permite a nuestros compañeros. - termina por decir ya apoyando el plan a seguir de su compañero, esa sabiduría debe ser explotada y no hay mejor momento que ahora mismo.