Partida Rol por web

En esos momentos llegó Henrik y Elizabeth, subiendo la colina de la selva. El panorama que se encontró fue el siguiente:

Zuñiga bastante herido por un balazo y una caída, al igual que otros de sus compañeros, pero éstos últimos menos magullados. Todos estaban cubiertos o escondidos en retamas y troncos de árboles.  Van Thorenham, Davy y Thorge disparaban contra tres desconocidos, que se encontraban a un mayor altura, escondidos en una pequeña cueva (desde donde disparaban). En esos momentos una voz mandó detener el combate:

"¡Alto! estos son hijos de Dios, ¡No les disparéis! ¡No disparéis!

Apareció un hombre de entre los árboles, de una parte alta, con ropas muy desgastadas y unas botas realmente sucias. Era un hombre fuerte y alto, y tenía una larga melena roja. Se puso en la dirección de las balas, entre vosotros y los tipos. Caminaba con los brazos extendidos, como mostrando una no hostilidad hacia vosotros, una rendición. Luego, los tipos de las cuevas seguían cubriéndose, pero subieron  sus armas hacia arriba, cupliéndo su órden. Ya no os disparaban.

Van Thorenham, Davy y Thorge, dejaron de disparar, pero no de apuntar y estar alerta.

Perdonad la confusión y los disparos, mis marinos tan sólo peinaban la zona y hacía un cerco de seguridad... ¿Quiénes sois vosotros que aquí estáis? ¡Creíamos que éramos los únicos en esta maldita isla! -dijo el hombre que detuvo el combate.

Hemos naufragado recientemente en la isla y estabamos explorando para ver si habia algo util.

Van Thorenham echa un vistazo a los compañeros detras suyo. Parece que se movilizan para ayudar a los heridos.

Y vosotros que haceis aqui?, si llevais mas tiempo seguro que podreis informarnos sobre la isla.

Henrik al llegar a la zona, no acababa de entender que pasaba pero había heridos, así que igual que algunos de sus compañeros saco la pistola que Novaresa le había dejado y apunto al hombre que hablaba.
- Han llegado los refuerzos - dijo cuando llegó y asintió a modo de saludo a algunos de sus compañeros.

- ¿Qué demonios esta pasando?

 Creo que no has entendido. O sueltan las armas o seguira habiendo disparos. Dije friamente repitiendo lo que habia dicho.

Suelten sus armas y alejense de ellas. Exclame nuevamente. 

No iba a dejarme acribillar sin pelear primero.

En un conflicto armado solo hay 2 tipos de personas. Los que mueren y los que viven. Las palabras no valen de mucho. Arrojaos vuestras armas. Tenemos superioridad numerica y en municiones.

 Agarrando fuertemente la arma en señal de(hasta que nos sueltes las armas no voy a hablar) digo:

Estamos heridos por vuestros disparos. Antes de abrir fuego, hay que asegurarse...

Davy Jones mostró un gran carisma y determinación cuando intentó asegurar a sus compañeros. Sin más dilación, el hombre que se interpuso hizo una órden con la cabeza y los tres tipos soltaron las armas de inmediato, arrojándolas a los pies de Davy y el resto. Luego habló:

Calma señores, calma. -luego respondió a Van Thorenham. Somos naúfragos, y no se si vosotros también ¿me equivoco? Esta patrulla está peinando la zona. Estamos a la orden de nuestro capitán, en un campamento en la parte más alta de la isla, allá, donde esa luz -dijo señalando el brote de luz.

Lamento esta confusión, de veras. Soy

Phillip du Rotterdam -se presentó con tono holandés- contramaestre de la Flor de Amsterdam, bueno... al menos hasta hace días lo era. Nuestro barco está encallado en la playa oeste de la isla, justo por ahí. Estamos intentando explorar la isla... -dijo señalando el lugar por donde habíais llegado vosotros.

Cubridme.

 Exclame mirando a los de nuestro equipo que todavia portaban armas. Sali de mi escondite apuntando a la cabeza de quien nos hablaba. 

Un paso en falso y se quedan sin contramaestre.

Dije friamente.

Tome las armas me engrampe dos a la cintura y con la tercera le apuntaba a los otros tres. 

De donde veniais y que haciais por estas aguas?. A que se dedica vuestro Barco?.

Dije friamente. Davy parecia que ladrara en vez de hablar. Lo hacia con tanta frialdad que parecia que ya habia matado antes. Y no le preocuparia hacerlo denuevo.

Phillip du Rotterdam habló al imperativo Davy:

Señor, yo hice las mismas preguntas. Le responderé sin dudar, tan pronto como deje de apuntarme. Ya tiene en su poder las armas de mi patrulla. Le hemos dado suficientes garantías. Baje ese arma, por favor.

 Aqui el que hace las preguntas soy yo y el que las responde es usted. Tengo 4 balas una para cada uno de vosotros. No lo repetire por tercera vez o me respondes o me vere obligado a disparar. No os creo ni un poco. Nose quienes sois y si no contestas mis preguntas tengo 3 personas mas que lo haran sin dubitar cuando te asesine.

Exclame friamente..

De acuerdo, de acuerdo... tranquilizáos.

El tal Phillip parecía receloso, pero aceptó pese a "invitación" de los desconocidos marinos:

Verán, hace siete dias encontramos cerca de Martinica, en un islote desierto, a un alto y desgarbado negro que portaba una extraña estatua, iba dando tumbos y gimiendo cosas raras. Tuvimos que hacer un alto allí, por eso del mareo de los nuevos enrolados, y tras bajar en la costa, le encontramos. El Capitán mandó subirlo a bordo. Algunos como yo nos opusimos a que subiera ya que tenía mala pinta y podría traernos mala suerte como así fue, pero el capitán lo hizo subir.

El negro no se percataba de nosotros, solo gritaba y alzaba la estatua, ¡que me parta un rayo! Podría apostar todos mis negocios a que esa estatua era toda de oro auténtico. El capitán la cogió y se la quitó al negro, que de golpe se enfureció e intentó estrangular al Capitán por ello. Cuando pudimos reducirlo, el negro nos habló en nuestro idioma y nos maldijo a todos. Aún puedo recordar sus palabras: Maldigo a todos vosotros, habeis perturbado el sueño del Dios y os maldigo para siempre. Entonces el Capitán le atravesó con su alfanje y lo lanzamos por la borda y nos quedamos con el oro, ese fue nuestro error.

A los dos dias íbamos a Roatán, pero una gran tormenta acabó con la mitad de nuestros hombres y el barco embarrancó en esta isla. Perdidos como estamos decidimos deshacernos del ídolo ya que el negro contó algo sobre devolverlo a algún sitio, y aquí estamos, presos de esos monstruos del diablo, según palabra del desgraciado...

Mi temple era de los mejores. Y la situacion se tornaba todavia mas tensa.

Dime de que tipo de negocios se encargaba su capitan?. 

Exclame friamente. No habia bajado mi arma aun la mira de la misma parecia apuntar a su cabeza mientras al otro le apuntaba al pecho. Pero escuchaba atentamente lo que tenia que decir mi enemigo.

Mientras atiendo al herido, no pierdo detalle de la explicación del contramaestre, aunque de momento guardo silencio.
Davy, tienes la mano izquierda de un tiburón... no recuerdo a nadie que ayudase a un tiburón en apuros.

Tras la presunta rendici´pn de nuestros enemigos, empiezo a tranquilizarme y me doy cuenta de que mi herida no es nada grave, pero el pánico y el dolor me habían echo ser excesivamente exagerada, empiezo a ponerme de rodillas y presto atención a Davy y su interrogatorio.

La Flor de Amsterdam...Aquella sería su nave...

Henrik escuchando la historia seguía apuntando. Poco a poco se hacía una idea que estaba pasando y entendía un poco mejor lo del barco "maldito", del que hablaron sus compañeros.

- Y.. esa estatua de oro ¿dónde esta? - dijo sonriendo entre dientes.

Holandeses como yo.

Hacia tiempo que no me encontraba con un compatriota.

Bueno lo que has dicho coincide con lo que nos conto un marinero que estaba atrapado bajo un tronco en vuestro barco encallado.

Podeis decirme si habeis visto alguien aparte de nosotros en la isla. Porque hemos visto un animal colgando de un arbol y algun muerto.

No mire a robert a pesar del error que habia cometido mi compañero.

Robert deja ya de hablar. dejame hacer las preguntas y deja de darles respuestas. Si alguien mas vuelve a equivocarse disparare. Lo Juro!. Y sera la culpa del que hable por haber hablado de mas.

Exclame fuertemente frunciendo el entrecejo aun con mas odio. Sin mirar atras y aun apuntando al contramaestre y a los 3 soldados exclame.. 

Vais a responder. A que se dedicaba el capitan del barco en el que veniais?!. O tendre que terminar con vuestras vidas?. Antes de que pueda saber la verdad.

Parecia que davy hablaba friamente y sabia lo que estaba diciendo. Por alguna razon intuyeron que tenia la situacion fielmente controlada.

Esto ya no lo aguanto.

Alzando la vista de lo que estoy haciendo, reprendo al excesivo compañero.

Se han rendido. Están desarmados. Joder, dales cuartel.

 Y como sabeis tu que estan desarmados acaso los has revisado?. Quien dice que no tienen un par de pistolas extras?..

Dije replicandole a "Afortunado" con frio en las venas. Aun seguia observando a mis enemigos a quien les apuntaba con asco en el corazon.

Sin salir de mi asombro, no puedo evitar responder...
Oh, sí! Es lo más normal del mundo, rendirse, tirar sus armas para los que no tenemos, dejar una posición favorable, salir al descubierto y entonces y a traición pillarnos desprevenidos y matarnos para robarnos... ¿el sombrero vegetal de Gonzalo? ¡Una táctica digna de Carlomagno! digo señalando el desmejorado invento.
Suspiro y miro al contramaestre.
Señor, ruego no le tenga demasiado en cuenta sus maneras, está muy alterado...