Partida Rol por web

Ultima ratio regum!.  Entonces Tomás empezo a correr cuando se vió sorprendido por los dos trolls.

Aún decepcionado por el engaño del jinete, se dirigio a toda prisa hacia Clobi, que había acabado con el  supuesto jinete.

¡Venid a mi monstruos! - gritaba atrayendo a los trolls

Ataca con su vara a uno de los Trolls que ataca a Lorine  mientras grita desesperado

- ¡ Esto es frustante, condenado jinete del demonio.... ! ¡ Atacad a los Trolls primero ! ¡ A los trolls ! - mientras golpea con su vara.

La sorpresa de ver morir a Prisila me impacto al punto de no reaccionar por instantes. Cuando soy conciente del peligro que corremos me pongo de pie y ayudo en el combate contra los trolls -Mi magia es ineficas en combate- digo sobre saltado al grupo, intentando recordar un viejo conjuro . -Accipe nunc appello, vocat te- exclamo conjurando al Troll más cercano. -Si no tengo la capacidad de dañarlos fisicamene, porlomenos puedo incapacitarlos-

Herida. La furia la sofoca, la ciega. ¡No! ¡No, malditos trolls! Lorine arremete contra aquellos demonios de agua. Furiosa, más furiosa por el engaño, arremete con la espada y aúlla su furia. ¡Aaaaaaahhhuuú!

Luego, intenta escapar del asedio echando a correr lejos de los trolls. Sus ojos buscan al maldito jinete.

La alegria de Clobi cuando cree haber vencido al jinete dura poco y la emprende a puñetazos con el agua que lo rodea cuando se da cuenta que estaba luchando contra un troll en vez de contra el jinete... ¡¡¡ MALDICIONNNN !!!.... exclama enfurecido el gigante.

Con el hacha sobre sus manos se encamina hacia el troll mas proximo y descarga sobre el toda su ira. Con la esperanza de acabar con el tan rapido como sea posible.

Remigius, aturdido y cansado, intentó reponerse un poco de la brutal paliza que le habían dado las acuosas criaturas. Acudió a la magia que había aprendido para tratar las dolencias del cuerpo. Sería temporal, pero al menos evitaría ir a peor.

Caeron y Clobi acabaron con dos de los trolls, mientras que Bastien dormia a uno de ellos, Lorine huía, mientras Tomás gritaba para atraer la atención de los otros dos troll que seguían en pie y despiertos. Remigius siendo precavido sano un poco sus heridas por lo que pudiera pasar. Phoe se quedo agachada, intentando no llamar la atención de los trolls y asi poder descansar hasta que alguien le curase las heridas.

Uno de los trolls iba detrás de Tomás mientras él huía, pero el otro fue hacia Remigius, golpeandolo hasta dejarlo gravemente herido

Con las manos extendidas y fiandome de mis capacidades comienzo a conjurar sobre el troll que se acercaba hostil hasta mi posición. De pronto comienza a bajar la velocidad mostrandose somnoliento y despues de dar un par de pasos cae profundamente dormido. 
El corazón latia a mil por hora estuvo apunto de hacerme pedazos y la magia me había salvado la vida.

No estaba acostumbrado a usar la magia para combatir, de hecho, no sabía que podia usar mis poderes para aquello.

Al tener al Troll a mis pies fuera de combate intento divisar donde más podria ser de utilidad. Es cuan do veo a Phoe y Remigius estaban gravemente heridos y requerían de curación. -Phoe resiste! sanare a Remigius y luego te sanaremos a ti entre los dos.- corro hasta Remigius y pongo mis manos sobre sus heridas -vulnera clausa quasi flos autumnalis- 

Lorine se sale del combate eludiendo al monstruo de agua que la ataca. Cansada y magullada, seca las gotas de sudor que resbalan por su frente y otea en derredor buscando alguna huella del maldito jinete. Nada. Rabiosa, chirría los dientes. El jinete huyó y ellos arrastran con dos muertos y dos heridos graves. Y además... 

Sus ojos se posan en el estrafalario sujeto que huye con un troll tras sus pasos. Al fin y al cabo, aquel fantoche resultó más útil que ella. Como novata en estas lides y de cara a su bautismo de sangre... Mal no le fue. Jeremé no podrá contar esto en la taberna del pueblo, licor en mano. Y aquella mujer... Ni siquiera recuerda cual era su nombre, si es que alguna vez lo supo. Y ahora...

Dos heridos graves y un estrafalario hombrecillo huyendo de un demonio hecho de agua. Lorine no lo duda, está cansada, sus fuerzas flaquean y sus ataques poco y nada parecen afectar a aquellas aberrantes criaturas, pero aún así envaina la espada, recoge el arco y unas flechas y...

¡A mí, asquerosa bestia de agua! Métete con uno de tu talla... Le grita al troll que persigue a Tomas, al mismo tiempo que apunta y dispara.

¡A mí, asquerosa bestia de agua! Métete con uno de tu talla...

El grito de Lorine hacia la bestia de agua sorprende a Tomás de tal modo, que descuida un momento su alocada carrera.

¡Oh señor! ¿Habrá dejado de odiarme esa Grog? - dice Tomás, emocionado por las palabras de Lorine. ¡Parece ser que ya ha apreciado mi valentía! -añade con sonriente gesto.

Entonces, tratando de ayudar a su nueva amiga, Tomás vuelve a iniciar su espasmódica carrera, cambiando de dirección y dirigiéndose hacia Lorine, agitando su bastón en alto. ¡Venid, malditos trolls!.

Credula vitam spes fovet et melius cras fore semper dicit! -piensa.

Remigius, momentáneamente descolocado por el feroz asalto, se vio inundado un segundo por el pánico. ¿De donde había salido esa bestia? Pero si se había alejado, y mucho, del combate! El dolor era atroz, y su instinto le hizo salir corriendo antes de que su mente racional tomase el control.

Acercándose al Troll más cercano golpea con su vara que tras esta batalla sería conocida con el nombre de "Quiebratrolls".

- ¡ Al Averno contigo, engrendro! - dice mientras golpea al Troll con todas sus fuerzas.

El troll corria detrás de Tomás, hacia Lorine, sino fuera por el lamentable estado en el que se encontraban todos y por el cansancio, la situación hubiera sido muy divertida.

Bastien curo un poco las heridas de Remigius que se sentia algo mejor, mientras Caeron acababa con otro de los troll, que se convertia en agua.

Solo quedaban dos troll en pie, el que corria hacia Tomás y el que dormia placidamente

El arco se tensa, la flecha esta dispuesta y la mano de Lorine vacila un breve instante... entre apuntar a la cabeza de aquel hombrecillo o al troll. Ridículo fantoche parlanchin...Suspira y lanza la la saeta hacia la bestia de agua. ¿Puede una flecha herir al agua? Solo los dioses lo saben...

Echó a correr tras el Troll que perseguía a uno de sus compañeros y empuñando su bastón con fuerza inclinó el cuerpo hacia detrás y descargó un golpe sobre el Troll, no obstante falló el golpe y no pudo alcanzarle.

Lorine no sabia si sus flechas podrían hacerle algo al troll de agua, pero iba siendo momento de comprobarlo, tampoco era probable que un hacha dañase a un ser de agua y Clobi había hecho desaparecer ya a varios.

Disparo la flecha que se vio desviada por el viento, había fallado, Tomás se puso a su lado y el troll pronto les dió alcance. Caeron quizo acabar con ese troll, pero le llevaban demasiada ventaja, solo consiguio disminuir la ventaja que tenía con su enemigo