Partida Rol por web

Los móviles de Arthur y de Luna recibieron el mismo mensaje.

Chispas: ¿Alguna novedad? Aquí parece que no hay mucho, aunque seguimos mirando.

Aquellos adolescentes, agrupados en manada, resultan más pegajosos de lo debido. Se detienen entre risas, codazos y miradas de reojo. Que Luna finja ser pareja de Arthur poco parece importarles y, decididamente, lo único que quieren es ver cómo se ajusta sus tejanos al trasero de la joven, y por supuesto, fantasear con ello.

Contesto al mensaje.

"Jason no es un buen momento, te contamos algo pronto"

-Bien visto -asintió. De estar en griego era más que posible que el guarda no supiera leer el idioma, pues el alfabeto era distinto. No mucho, si uno se acostumbraba a él, pero sí lo suficiente como para renunciar a interpretarlo. Transmitió su petición a Klaus tal cual se lo había dicho Jason. -Queremos ver las tumbas más antiguas, las de finales del siglo XVI estarían bien, si es que hay alguna de esa época por aquí

Mientras Luna apoya su mano con las ganzúas sobre el pecho de Arthur suenan sus móviles al unisono. Saca su móvil del pantalón y lee el mensaje de Jason, parece que no están teniendo mucho éxito. Aprovecha para agarrar a Luna de la cintura y darle un achuchón antes de soltarla y escribir en su móvil. 

Se gira hacia los molestos jóvenes y se encamina enérgicamente hacia ellos. No solo necesitan algo de intimidad para la operación que quería hacer Luna, si no que además Arthur disfrutaba de la tranquilidad del anonimato y aquellos muchachos empezaban a enojarle. Cuando estaba llegando a su altura, capto su atención una señora con gafas y el pelo recogido, situada a sus espaldas junto a otros adolescentes. Decidió acercarse a ella, sonreía pero su aspecto demostraba imponer respeto entre sus alumnos.

— Buenos días señorita, mi nombre es Jimbo. He observado que estos muchachos son sus alumnos. — Señalo a aquellos molestos adolescentes. — Llevan toda la mañana molestando a mi chica. Su continua persecución y los comentarios soeces perturban nuestra visita al museo. Si no pone remedio tendremos que quejarnos a la seguridad del museo.

Mientras hablaba con la profesora mantenía el contacto visual con ella con actitud sería pero formal, para dirigir una mirada de amenaza a aquellos jóvenes. Esperaba reforzar con su actitud la bronca de su profesora y conseguir que dejaran de perseguir aquel culo entallado en vaqueros.

La profesora pide disculpas en un par de ocasiones e increpa a sus alumnos en alemán a la vez que les empija a continuar la visita sin incidentes. Otra profesora se acerca para apoyar a su compañera. Los jóvenes cambian a un rostro más serio y desaparecen del lugar.

Klaus os guía hasta una zona próxima a la entrada, la zona antigua, pues las sucesivas expansiones del cementerio se hicieron hacia atrás y, sobre todo, hacia los lados. Allí, las lápidas muestran un deterioro mayor. Muchas están rotas y sus inscripciones, difícilmente legibles, y otras, recubiertas de musgo como decoración a petición de los descendientes, también dificultan su lectura. En ambos casos, el amable Klaus os dice los nombres de quienes allí están enterrados, y ningún nombre coincide. El resto de tumbas podéis comprobar por vosotros mismos cómo no incluyen inscripciones en griego o nombres iguales o similates a Duduloeus.

Luna seguía con su teatro con el móvil alzado. Fingiendo hacerse selfies, se acercó de espaldas al pórtico.

No está mal pensó Luna con la interpretación de Arthur ante la profesora. Consiguió apartar aquellos mocosos. Aunque  temía que de nuevo se alejaran de su grupo y volvieran a incordiarles.

Cuando por fín se alejaron, la chica cambió su rostro de morritos a la cámara a una actitud más seria y profesional. Guardó su móvil en su bolsillo trasero y abrió el juego de ganzúas. Para introducir una de las ganzúas más acorde a la cerradura de la puerta.

-Vigila para que no vuelvan esos mocosos- pidió a su compañero mientras ella intentaba hacerse con la cerradura.

Aunque concentrada, la india no pudo evitar recordarse de la primera vez que abrió una cerradura sin llave. Era pequeña, y su padre adoptivo escondía una bonita caja de madera fuera del alcance de la niña. Era tal la curiosidad de la niña, que no paró hasta que un día consiguió abrir la caja para descubrir lo que escondía.

¡Click! Sonó

-¿Esto es demasiado aburrido para mi. Os parece si voy a conseguir un vehículo mientras vosotros seguís mirando piedras? 

Pancho no era muy fan de andar por los cementerios molestando a los muertos, prefería tratar con los vivos 

La puerta cede y os coláis dentro. En el interior hay una gran sala con varias docenas de estanterías cargadas de papeles y libros en un estado bastante dudoso. Por alguna de las baldas superiores veis corretear alguna rata asustada. Allí dentro, el aire está viciado, con una mezcla de polvo y humedad. Pronto os dais cuenta que encontrar algo ahí no va a ser fácil.

- Vale colega - respondió Jason. Si había alguien adecuado para esa tarea era Pancho.

El cementerio parecía un callejón sin salida. Quizá Janet tuviera alguna idea más, pero para él no tenía mucho sentido seguir allí. Había ido tomando fotos de todas las lápidas, por si acaso hacía falta revisarlas luego, pero no creía que fuese el caso. Afortunadamente tenía mucho espacio en el teléfono.

- ¿Y ahora qué jefa? - preguntó mirando a Janet.

-¿No hay nada más en internet que pueda hacer que afinemos el tiro? Porque me da la impresión que o bien es una tumba sin inscripción o este no es el lugar. Si no, le preguntaremos a ver si hay más camposantos en el pueblo -sinceramente, no se le ocurría otra cosa. Klaus habría pasado allí más tiempo incluso que la mayoría de los enterrados tuvieron de vida, por lo que no dudaba que se conocía el cementerio al dedillo. Además aquel trabajo, poco agradecido para lo que suponía, implicaba de todos modos una considerable cantidad de tiempo libre que uno podía emplear en aprenderse cada recoveco y leerse hasta la última de las letras inscritas en piedra o mármol. Así que no, si internet no hacía su magia allí no habría nada

Y si bien ignoraba las costumbres europeas (a ese nivel), presuponía que poblaciones pequeñas como aquella no contarían más que con un único cementerio. En muchos casos habría muros de piedra separando las zonas más nobles de los nichos comunes, pero era literalmente absurdo emplear dos. En cualquier caso, era posible que esa tumba estuviera en el otro pueblo, por lo que la idea de Pancho de ir a buscar el vehículo era buena, así podrían reunirse y ver qué hacer a continuación

Tras el “click” Luna agarra a Arthur por la chaqueta que estaba de espaldas a la puerta vigilando y tira de él para meterse rápidamente en el interior.

Luna se queda un poco sorprendida al ver el lugar. Guarda su juego de ganzúas y mira a Arthur mientras al fondo se escucha corretear una rata. –Creo que vamos a necesitar ayuda- le dice refiriéndose a los compañeros. Busca alrededor algún sistema de organización para buscar archivos históricos, pero todo está aparentemente  bastante abandonado.

Jason tecleó en su teléfono. Quizá hubiera algún tipo de registro de defunciones online. Aunque ese tipo de documentos solían ser antiguos y estar en papel, recientemente en muchos sitios estaban haciendo un esfuerzo por digitalizarlos para hacerlos más accesibles. Quizá hubiera suerte.

Encuentras una web llamada European Cemeteries Route en la que logras descargar un listado de los difuntos asignados en cada uno de los tres cementerios de Villingen. En dicho listado no aparece Duduloeus. La conclusión es clara: o no está, o lo está bajo otro nombre.

Extiendo mi búsqueda a Rottweil, a ver si sale algo y dejamos de dar vueltas.

Curiosamente, el único documento descargable se trata de un escueto PDF con un logo de Quebec Tech en el que afirman "referenciar todos los datos lo más pronto posible" en alemán y en inglés.

- No hay nada en los registros de Villingen con ese nombre. En Rottwail no encuentro nada digitalizado, así que quizá merezca la pena ir allí -  dijo encogiéndose de hombros - Quizá los demás sepan algo más, esto parece un callejón sin salida. ¿Vamos a buscarles? - añadió.