Partida Rol por web

Clio observa a los humanos y los comentarios de sus compañeros.Y comenta al blirk en tono bajito:

-Y a ti como se te da matar humanos?

El humano más cercano a la puerta se levanta con las manos en alto, os fijáis que sus ropas están sucias y rotas.

- Mi nombre es Arum, ella es Blessa y él Calder...no nos hagáis daño por favor. Somos de Cima del salto, una ciudad al oeste de la espira del Trueno. Fuimos capturados por una partida de Asaltantes sangrientos hace seis meses y vendidos a los duergar. Desde entonces hemos sido esclavos.

No se me da mal... Mientras sean más grandes que yo, me valen para matar... -Contesto a Clio en un murmuro; para preguntarla después, también entre susurros- ¿Tengo que matarlos? No parecen peligrosos...

Terble sonrie abiertamente ante la presentación de los humanos y se acerca tranquilamente.

-Podeis estar tranquilos entonces, Lord Padraig nos ha contratado para rescataros e intentar que Krand deje el negocio permanentemente. Pero para ello nos tendreis que ayudar y contarnos lo que sabeis de él y donde está, además de todo lo que podais contarnos de esta fortaleza.- De repente se para y se da un golpecito con la palma de la mano en la frente y seguidamente se acerca a su interlocutor y le tiende la mano.- Aish... que maleducado que soy, no me he presentado, disculpadme por favor. Me llamo Terble.

- Lo siento pero no conozco a ese Lord Padraig.....y ese Krand ¿no era de los Asaltantes Sangrientos? Dudo que esté aquí....tenían otra fortaleza pero no sé decir dónde.

Lanfear mira a Terbe, un tanto dudosa, quizás está intentando entablar una conversación para sonsacarles algo piensa. - Um, parecéis vuena gente, no como esos duergar que nos hemos encontrado hasta ahora, por lo que sabemos trabajaban junto con un grupo de orcos y me preguntaba si os tenían cautivos, colaborabáis con ellos por necesidad... o lloraríais la perdida de unos sucios duergar - pronuncio estás últimas palabras como si las escupiera, con desprecio y tratando de provocar alguna reacción a ver si les molestan, les resultan indiferentes o las apoyan. Un poco saber hacia donde tienden.

- Somos esclavos, dice la mujer a punto de romper a llorar, jamás pensamos que saldríamos vivos de aquí.

- Entonces es vuestro día de suerte - dice sonriendo para tratar de aflojar un poco la tensión. Sin duda aún estarán algo nerviosos de verles entrar en la sala armados. - Hemos llegado desde el fortín del norte, a travesandolo podéis acceder a unas cavernas que os llevarán a una parte habitable dentro de las cuevas.

- Muchachos, creo que deberíamos acompañarlos hasta la puerta de entrada del otro fortín, luego si les damos un mapa y unos cetros solares creo que podrán encontrar su camino hasta la taberna de los medianos. ¿Quizás con unas monedas para poder pagarse unas comidas y alojamiento? - deja la pregunta en el aire a ver que opinan sus compañeros mientras reflexiona acerca de las cuevas, y sobre los peligros que pueden aguardar a estos humanos hasta llegar a la posada del mediano.

Es Cardel, el otro humano el que responde ahora: Es probable que haya monstruos y alimañas ¿podríais darnos algún arma para defendernos?

A mí me da igual, sinceramente. Mientras estamos hablando no estamos haciendo otra cosa, y empiezo a aburrirme. Además, seguro que soltar a esta gente hace enfadar a los enanos, y eso seguro que es bueno. Así lucharemos contra ellos más enfadados... -Comento al ver que quieren liberar a los esclavos.

Realmente, lo que hagan con ellos me da igual, pero que sea rápido. Tanto hablar nunca ha sido divertido. Al menos, para mí.

Eglath miró a Lanfear confuso. ¿Tenían que ir marcha atrás para que esas criaturas pudieran volver?

-¿Es que pequeñas criaturas no saber volver solas? -preguntó levantando levemente los hombros y las palmas de las manos.

Señores, interrumpe Fraxtra. Hay algo más importante! Hay más esclavos?... si hay más entonces tenemos que seguir buscando, sino, nos podemos ir ahora mismo. 

Terble mira a Fraxtra y le dice.

-Un poco de tranquilidad viejo amigo, no podemos dejar desvalidos a estas buenas gentes para ir a rescatar a otros esclavos y que estos sean capturados de nuevo o algo peor.-dice para no decir la posibilidad de muerte y que los humanos no piensen en ello. Ahora mirando a Eglath- Hemos venido a rescatarlos, mejor asegurarnos que salen de aquí sanos y salvos, no perderemos mucho tiempo en ir hasta la entrada.- Ahora ya mirando a los humanos.- Bien, amigos mios, vayamos a la salida, por el camino cogeremos algunas armas para vosotros, y tened.

Terble se acerca al humano que habló primero y le entrega 4 monedas de oro.

-Supongo que con esto tendreis más que suficiente para alojaros y comer en la posada.

Lanfear palmea a Eglath en el hombro, mientras guiña el ojo a los esclavos rescatados - esta gente no es tan fuerte como tu y no conocen el camino por el que hemos venido, por eso deberíamos ayudarles.

- El tifflin ha hecho una buena pregunta, ¿había más esclavos? Nos gustaría poder liberarlos como a vosotros si así fuera, así que cualquier información de los adversarios que nos esperan en el fuerte oeste sería bienvenida. Así como que hay en las habitaciones que aún no hemos explorado - hace gestos con la mano indicandoselas.

A la elfa le alegra ver que Terbe no pone reparos a la hora de desprenderse de algo de oro por una buena causa. Además de guapo generoso. A su cara asoma una sonrisa tonta sin poderlo remediar.

-No seria mas facil que se estubieran aqui quietecitos mientas buscamos mas "compañeros de viajes" para ellos?

Blessa habla de nuevo: Hay otro esclavos en el fortín oeste, todos los días les llevamos la comida.

- Sí, en un par de horas habrá que llevarla y se preguntarán por qué no aparecemos - añade Arum - Que haya visto está repleto de duérgars, un ogro y Mulkelmor que es el jefe.

Cardel que parece el más decidido responde: Yo soy cazador, con un pequeño mapa o indicaciones podríamos volver al Salón y de allí a la superficie pero si vais a liberar a los demás podemos esperaros...aunque no creo que esto sea muy seguro en cuanto descubran que Rundarr ha muerto.

- Hemos de liberar a esos otros desdichados, no quiero dejar nadie en manos de estos asquerosos duergar - mira a su alrededor a sus compañeros - ¿que decís muchachos?

Si encontramos gente que no nos intenta matar mientras matamos enanos, a mí no me importa no matarles. -Contesto como respuesta a Lanfear, mientras acaricio el filo de mi sucia y sangrienta hacha. Cada mancha, cada muesca y cada gota de sangre; es una batalla en la que he vencido. Pero aún me quedan unas pocas más...

¿Falta mucho para matar? Si seguimos entreteniéndonos, nos acabarán encontrando... No es que me preocupe, pero si nos encuentran ellos a nosotros, tendrán más ventaja... Y eso puede no ser bueno.

 Lo mejor sería que estas personas nos esperen aquí. Yo puedo crear un ojo mágico para vigilar esta puerta, mientras limpiamos el ala oeste y liberamos al resto.

Fraxtra va sacando de su saco los componentes necesario para lanzar el ritual... que dicen?