Partida Rol por web

- Bien, entonces sigamos adelante - mira a Clio - mejor no te pongas al frente la próxima vez, te veo algo cansada. Terbe cuida de ella... pero no demasiado bien - rectifica la frase clavando la mirada en los ojos del bardo.

 Yo revisaria estas habitaciones que hemos dejado por aquí... si mi idea no me falla entonces tendriamos todo este sector liberado... y aquellos cansados podran descansar.

Despues de descansar un poco y planificarse, terble coge su escudo y envaina su espada. Se acerca a la puerta norte de la derecha y protegiendose mayormente la cara abre de golpe la puerta preparado para recibir un golpe.

-No me pegueis, no me pegueis!! Tengo dinero!

Terble respira al ver que no hay nadie esperándole; parece el cuarto de Urwol, el maestro herrero. Un bául contiene monedas de plata y oro pero es un extraño cetro con forma de calavera colgado en la pared sobre el cabecero de la cama lo que llama su atención.

En el cuarto de los duérgar, gracias a la ayuda de Lanfear, descubro un pequeño baúl debajo de una loseta suelta con dinero y esmeraldas. EL resto de los cuartos no tienen nada que parezca valioso y transportable a la vez.

Lanfear estudia el cetro mientras carga el tesoro, comprueba su peso, para ver si le impide el movimiento y da las monedas de plata al goliath.

- Parece que esto está despejado, ese truan de duergar tenía un rinconcito secreto - dice examinando las gemas con una sonrisa.

- Englath, mejor será que esta vez vayamos tu y yo al frente. Clio y Blirk parecen algo cansados.

Cuando Lanfear se propone a si misma para ir delante, enseguida salta el semielfo.

-No puedo permitir eso querida Lanfear, yo iré con Eglath, se defenderme bien, y así podrás moverte libremente con tu agil y gracil destreza y echar rayos sobre nuestros enemigos. Yo ayudare con mi escudo a protegeros junto con Eglath.

Lanfear no puede resistirse al encanto del bardo, más cuando piensa en su seguridad - claro cariño, pero ten cuidado, no dejes que te estropeen esa preciosa carita - sonrie alentadora a apenas un palmo de Terbe con la boca medio abierta. Luego repara en los demás y se coloca en la posición designada algo sonrojada.

Clio descansa obserbando a sus compañeros.Mientras  meditando sobre el combate anterior.

Esto es... ¿Empalagoso? -Comento ante las tonterías de Terble y Lanfear- Id vosotros delante... Creo que tengo que ir a vomitar arcoíris...