Partida Rol por web

En mi rostro se nota que estoy completamente confundido. Le hablo a mis compañeros:

 - "Si están seguros, háganlo pero no a la vez. Si William está tan seguro, que lo haga primero."

Temo por la vida de mi compañero pero la verdad es que si nadie se arriesga, tampoco saldremos de aquí nunca.

El semielfo mira los movimientos del demonio y lo estudia por si pudiera saber si miente o no.
A ver, no os acordais de la copa que vimos en la entrada, no tenia algo dibujada o algun simbolo que nos ayudara? Pensad que la estatua tambien estaba relacionada.

Storm espera la reacción de William, sosteniendo la Copa en su mano. Mirándolo con cierto asombro y orgullo!

William se acerca donde está la cabeza de la medusa y la contempla en todo su horror. Decidido pone las manos en la fría agua y le da un buen sorbo esperando ver que es lo que pasa.

Pasan unos segundos de silencio hasta que el demonio habla.

-Um ... interesante desenlace, no me lo esperaba.- Dice mientras se acerca hacia William.

-Yo hubiera apostado por la copa de la guadaña ...-

Lividius deja a entender con esa frase que el no sabia el resultado de la prueba y solo estaba aquí para controlar la sala o presenciar vuestra caída final.

-Adelante, atraviesa la puerta y activa la palanca al otro lado.-

-Por fin podré escapar de este maldito pacto ...-

William avanza hacia la puerta y la intenta tocar con su mano, pero esta atraviesa el metal de los barrotes como si no existieran. Mas decidido entra en el interior pisando al sinfin de monedas que hay en el suelo y busca a su alrededor para una palanca.

La examina un largo tiempo asegurándose que no es una nueva trampa y finalmente la activa abriendo la puerta.

Lividius suelta una risotada de victoria y desaparece en una nube de humo sulfuroso, dejando su eco en las paredes de la tumba. 

A vuestro alcance están las ultimas riquezas de Myron el grande ... las cuales incluyen un montón de monedas. Vuestro ultimo desafío será como llevaros los cofres cargados de piezas y los objetos mágicos que hay en ellas.

¿Atravesareis de nuevo las salas hasta llegar al pueblo y alardear de superar el legado de Hermokrates?

¿O dejareis atrás a la gente del pueblo y ejecutareis el ritual de Lord Kennegan para ir directos al gremio con vuestra recompensa?

Veo como el presentimiento de algunos de nosotros era cierto y William consigue abrir la puerta, liberando a Lividus de su pacto y a nosotros del nuestro, liberando también nuestra alma. Entro en la habitación y miro todo lo que hay aquí, feliz de poder salir con nuestra recompensa y, por sobre todo, con nuestra vida.

Comienzo a buscar aquello que vinimos a buscar, no el oro ni la magia, sino la pista que lleve a Lord Kennegan a la siguiente tumba de Hermokrates.

Storm se sentía feliz, y porque no decirlo, aliviado, ante la buena fortuna de William. Dejando la copa que sostenía en su mano, entraron en la sala de los tesoros encontrando aquello que habían venido a encontrar.

El semielfo que había intentado mantenerse estoico en todas las situaciones se derrumbo a causa del estrés. Habían salido con vida y con el alma aun perteneciendo a cada uno, que no era poco, ya solo quedaba que cogieran lo que habían venido a buscar y marcharse con la riqueza acumulada y los sin sabores de la vida.
Bien caballeros, es hora de partir. Quizás podamos hallar alguna solución a vuestras perdidas, Shana y Storm

El valiente acto de William pone fin a todo aquél peligro y todos respiramos más aliviados. - Entonces es hora de volver a casa - comento aún sin creerme que habíamos superado la última prueba. Tan solo restaba buscar las pistas que nos llevaran a la siguiente tumba, recoger el tesoro y utilizar el ritual para volver al Gremio.

Ericus examina la ultima estancia buscando alguna posible pista en el lugar. Finalmente lo único que encuentra es un texto intraducible que está grabado en la lapida del sarcófago. Las letras/formas no se parecen a nada conocido que podáis saber ... pero se repiten y parecen formar una estructura, con lo que podría ser un mensaje encriptado de Hermokrates.

Encuentro lo único que podría ser un mensaje de Hermokrates que le podría servir a Lord Kennegan para encontrar el resto de las tumbas que conforman aquel conjunto de pistas que le llevarán a su objetivo final.

Apago mi antorcha y expongo la madera carbonizada. Tomo un pergamino y lo apoyo contra la tumba para luego pasarle el carbón por encima y así marcar en negativo todos los grabados de la piedra. Una vez que he terminado, comparo el resultado con la piedra hasta quedar conforme de que el mensaje es fiable.

Luego ayudo a recoger todo el tesoro y le hablo a mis compañeros:

 - "Echemos una última mirada a ver si hay algún otro mensaje antes de hacer el ritual e irnos de aquí."

Espero que ese mensaje sea todo lo que necesitamos o haber venido no habrá servido nada más que para llenar nuestros bolsillos y mutilar a nuestros amigos.

Uh.... magnifico yelmo... y esos adornos hace datar que es antiguo...el semielfo se embeleso con el yelmo mientras buscaban algo mas en la pequeña habitacion.
Pues al parecer Ericus, esto es todo. Creo que ya nos podemos marchar.

- Bien chicos, llenaos los bolsillos con todo lo que podáis. Si esa es toda la información que podemos sacar de aquí, entonces ya hemos terminado - si nadie más tiene nada que hacer o decir, saco el pergamino con el ritual de Lord Kennegan y comienzo a ejecutarlo.

Realizáis el ritual de forma conjunta, la energia empieza a acumularse a vuestro alrededor y pronto notáis esa sensación de ingravidez como si cayerais desde lo mas alto.

Vuestras consciencias son lanzadas por el mundo hasta llegar al gremio de Loudwater donde vuestro estomago se detiene y notáis el suelo bajo vuestros pies.

Al fin estáis en casa.