Partida Rol por web

Bogon se acercó furtivamente a la mesa de Kurgh y después de robarle un trozo de carne y verificar su sabor, ordenó lo mismo al tiempo que corría por la posada y reia a carcajadas mientras el enano se enfurecía al ver que una parte de su codiciado festin le había sido arrebatado.... - Sólo quería saber si merecía la pena pedir lo mismo jajajajaja - exclamaba el pequeño Gnomo mientras intentaba salir del alcance de el no muy contento Enano.

Exhaltado, el enano intenta infructuosamente agarrar al gnomo antes de que cometa tal sacrilegio - ÑOMO FE FILLE PE FOY A MEPER EFTE FENEDOR FOR EL FULO!!!!!- Le grita fuera de si y con la boca llena, tirando la silla para atrás y arrancando a correr detrás de él.

Finalmente la agilidad del gnomo se impone facilmente sobre el enano, quien, tras unos pasos, se da cuenta de que ha dejado su plato solo. Regresando apresuradamente hasta la comida, la agarra fuertemente y clava un cuchillo sobre la mesa, a modo de advertencia.

Luego, viendo que Filo explica el resultado de las negociaciones, se gira hacia Gar y Hawk. Señalándoles con el hueso que aguanta en la mano comenta - Esfero fe fean me fiar....-. Parándose a pensar un momento, y terminando ruidosamente de masticar, le pregunta a Filo.- Oye, ¿sabemos con quién hay que contactar una vez lleguemos a Farar?-

+Garra rienda contesta a filo

Suponiendo un viaje de 150 millas ,10 dias de viaje mis honorarios seran de 20mo; si tenemos la carga, los 2 guias y vosotros de escolta , esta todo listo para el viaje. Nosotros nos retiramos a descansar y a estar un rato con la familia, antes de el viaje ; quedamos entonces mañana en las puertas del cuartel de los escudos rojos.

+Camarera contesta a elfo

Puedo ofrecerle una ensalada con bayas silvestres y un pescado con salsa dulce de segundo. A Bogon y los demas tambien les traen lo que les han pedido

+Todos

Todos os deleitais con la excelente comida caliente preveyendo que se hartaran de raciones de viaje en los proximos dias, por lo que disfrutan de las viandas y el aprarente descanso, hasta que, en ese momento....

Un insólito personaje entra en ese momento de la calle. Sus atavíos son muy extraños. No lleva zapatos sino unas correas cruzadas que le sujetan fuertemente una especie de botas llenas de nieve. Sobre sus hombros cae un abrigo de piel de algún tipo de animal extraño. Su cabeza está totalmente rapada. Su manera de andar sorprende, pues sus movimientos son precisos y equilibrados, como los de un felino. Veis cómo se acerca a un grupo de vivarachos juerguistas de bar que beben cerveza sin parar.
- Os saludo, bravos guerreros. Vengo de tierras lejanas del norte. Mi nombre es Loy–Yang y busco ayuda para luchar contra una banda de ladrones de pergaminos que están atacando nuestros templos…
Antes de que pueda terminar la frase, uno de los fornidos guerreros, medio borracho le interrumpe y le dice:

– ¿A quién le importa las historias estúpidas de un templo de monjes? ¡Piérdete sino quieres que te molamos las costillas a palos! ¡Vamos, piérdete!, ve a contarle tus ridículas historias a otros…
Con un movimiento rápido, el fornido guerrero le vuelca en ese instante una jarra de cerveza sobre la cabeza…

Veis como el pobre joven monje se va a un rincón de la posada con la cabeza agachada y su mirada perdida en sus
pensamientos…parece que hay lágrimas contenidas en sus ojos.

A Mirgan la actitud del fortachón no le gustó nada. Era un monje necesitado de ayuda, era digno de respeto. Sintió deseos de darle una lección al grandote, pero era mejor evitar los problemas en ese lugar. Lo que menos necesitaban era que alguno terminara en prisión por ocasionar disturbios. Aún así el mediano recordó su cara por si se lo volvía a cruzar en el futuro.

_Creo que me sentaré un rato con ese monje, no me gusta esa mirada triste que tiene. O, si me permiten, lo invitaré a que se siente con nosotros.

Luego, lanzando una última mirada sobre el fortachón, dijo más para él mismo que para los demás:

_Y por si fuera poco desperdició toda esa cerveza...

Incluso Krugh paró de comer al ver el despecho con que habían tratado al pobre monje. A punto estuvo de levantarse de la rabia contenida cuando escuchó las palabras de Mirgan. Medio resoplando y obligándose a quedarse sentado y no entablar liza con el borracho, apoyó las intenciones del gnomo.- Estoy de acuerdo contigo, querido amigo. Nuestro trabajo nos impide darles un merecido escarmiento a esos... mamarrachos... pero coincido en que puede que podamos hacer una pausa en el viaje para ayudarlo.-

Filo había no se había perdido un detalle de la entrada y posterior "baño" del extraño hombre de cabeza pelada. La verdad es que ella también lo consideraba bastante extraño, un poco ridículo, pero la forma de moverse la llamaban la atención, le recordaba de forma vaga a la agilidad, delicadeza y fuerza de su antiguo maestro. Lo que no comprendía es como podía haberse contenido después de la humillación que había sufrido. Ella se habría podido a soltar sopapos o habría retado a alguno de esos borrachos si la hacían eso.

- Si claro Mirgan, invítale a que se siente con nosotros.

El elfo, mientras come su ensalada de bayas y su pescado con salsa dulce observa la situación sin ánimo de reaccionar. Sin embargo, asiente moviendo su cabeza arriba y abajo a las palabras de sus compañeros, aceptando la presencia del monje en la mesa

- Una pausa? No lo se... averiguemos primero DONDE queda ese templo y luego decidiremos si podemos ayudar o no... y cual es la recompensa por hacerlo. Despues de todo si nos demoramos deberemos pagarle a nuestros guias -

Lo habían malinterpretado, o de alguna manera las cosas habían terminado en cualquier lado.

_Creo que no me han entendido. No hablé de ayudarlo con sus ladrones y sus templos, sino tan solo hacerle un lugar aquí para intentar levantarle el ánimo. Claro que, a cambio de una buena recompensa, podríamos ayudarlo una vez que terminemos con lo nuestro. Enseguida regreso.

El mediano se levantó de donde se encontraba sentado y fue caminando con tranquilidad hasta el rincón al que se había ido a sentar el monje.

_Saludos, Loy-Yang. Mi nombre es Mirgan. Estoy sentado con unos amigos a unos metros de aquí. Hemos visto que estás solo, y nos preguntábamos si querrías unírtenos durante la cena.

El brujo se acera al monje , que esta en una esquina con cara de exasperacion en el rostro, las palabras del mediano para que le acompañe a la mesa hace que cambie su gesto , como si hubiera encontrado agua en el desierto, temeroso y mojado aun por el orco, se sienta con vosotros y vomita la preocupacion que tiene como si tuviera algo en el estomago producto de los nervios y la preocupacion.

- Me dijeron que encontraría mercenarios o aventureros en Ánubel pero no encuentro a nadie que se interese mucho por mis hermanos monjes. Mis hermanos corren un gran peligro. Una banda organizada de ladrones de pergaminos ha atacado hace unas semanas primero el templo de Yen-Shang y una semana después el templo de Mon-Shang...

De pronto pone cara de asustado; algunos veis como unos de los fortachones intenta coger del brazo intentando retener al orco gris que desatiende el intento y se acerca a vuestra mesa, se acerca al mediano, acompañado de otro fortachon que intenta convencerle pero el orco parece decidido

Se dirige al mediano (Soy fenix) y dice:

-Parece que el poca cosa este , a encontrado a alguien para poder seguir llorando.

- Y tú has encontrado a alguien que te hará llorar si no nos dejas en paz.

No era una forma adecuada de evitar problemas pero, después de el desprecio de la capitana, Filo tenía ganas de luchar y este orco podría ser un buen sparring. Se levanto y se interpuso entre el orco y el Mirgan.

- Si tienes algún problema te propongo que lo resolvamos tu y yo. Solos. En la calle.

Filo escuchó una voz tras ella.

_Y yo te propongo que te apartes, porque su problema es conmigo y seré yo quien lo resuelva en todo caso. Si quieres divertirte, tienes al lado al otro fortachón.

La voz de Mirga sonó amable, pero firme. Estaba seguro de que no había sido la intención de Filo, pero se había puesto en medio de alguien que hablaba con él y que buscaba problemas con él, dejándolo como si el mediano no existiera. Se movió hasta estar al lado de su compañera y desde allí se dirigió al orco.

_Me sentaré y seguiré comiendo y espero que tú hagas lo mismo. No buscamos problemas, solo queremos una cena en paz. Nadie aquí te ofendió, así que sigue disfrutando de la cerveza con tus amigos.

Por más que Filo quisiera pelea, lo más producente era agotar las instancias antes de pasar una noche en el calabozo.

El semiorco parecía querer problemas... y los iba a encontrar. Conociendo a sus compañeros, Anthedil sabía que eran capacer de terminar peleando entre ellos para ver quien era el que se ocupaba de darle su merecido al estupido que intentaba ponerlos en su lugar.

Sin embargo, al elfo no le interesaba hablar. Con un movimiento calmado se levantó y se alejó del sitio donde sus compañeros discutían con el semiorco buscando rodearlo a el y a sus compañero mientras apoyaba su mano en la cachiporra que pendía de sus cinto

Aquella escena había interrumpido de mala manera la cena del Gnomo, sin embargo Mirgan decidió invitar al monje a nuestra mesa, una decisión que era de esperarse de sus compañeros, continuó con su cena y saludó al nuevo invitado cuando éste se sentó junto a ellos, pero parecía que esta cena no iba a ser para nada tranquila, pues el grupo de gamberros borrachines parecen querer problemas con el amable mediano, arrastrando de paso sus problemas a todo el grupo, por lo menos para Bogon, el ayudaría en cuanto puediese a cualquiera de sus compañeros.

Termino de masticar un último bocado y espero la reacción de los busca-problemas a las peticiones de Mirgan, en caso de que algo saliera mal, debería jugarse su az bajo la manga.

Krugh se levantó tranquilamente de la silla. Cogiendo su plato con una mano y un trozo de costillar con la otra, se acercó hasta Filo y Mirgan, escuchando como el MEDIANO intentaba razonar con el "pielgris". Plantándose descarádamente al lado del orco, y masticando alegremente le espeta - Hola.- Luego, sonriendo de manera grosera, suelta una de esas frases típicas de diplomacia enanil. - ¿Tu madre sabe que todavía llevas pañales en la cama?-

Las palabras del gnomo parecen hacer efecto en el orco gris busca broncas, con el espadachin y el enano casi depie , el orco y su amigo recapacitan y parecen recular no sin antes decir

-Avisadme cuando envez de quejaros , querais luchar de verdad.

El orco os lanza una ultima mirada desafiante antes de marcharse

Bogon resopló aliviado cuando los borrachines deciden regresar a su mesa, entonces continuó con su festín. - Ven como todo se puede solucionar de buenas maneras?... todos deberían aprender un poco mas de Mirgan... - Dijo animosamente el pequeño Bogon mientras daba un sorbo a su enorme jarra de Hidromiel... - Por ahora me gustaría escuchar mas de la historia de nuestro nuevo amigo, por cierto mi nombre es Bogon Mindsocket. -  Haciendo una leve reverencia ante el monje al momento de su presentación y levantando la jarra a modo de saludo ameno.

_Bien, ¿en qué estábamos? -preguntó Mirgan, como si nada hubiera ocurrido, y volvió a sentarse-.

Esperó a que aquellos dos se alejaran un poco y que los intengrantes del grupo relajaran un poco sus músculos para lanzar una dura mirada a la espadachín y al enano.

_¡Y ustedes ya dejen de buscar problemas! No deseo que nos reduzcan la paga por demorarnos si nos mandan a prisión por culpa de ustedes.

De manera teatral cambió el gesto de su rostro para mostrar una amplia sonrisa al dirigirse a Loy.

_Sí, ¿nos decías...?

Los ojos de Filo solo se apartaron de los del orco un segundo para mirar al mediano hasta que el borracho se sentó en su silla. Estaba realmente enfadada y no era por la ausencia de acción, si no por el desprecio que Mirgan le había hecho en público.

Encima que trato de defenderle, ¿cómo se atreve a hablarme así? Veremos la próxima vez que se meta en problemas quién le defiende.

Se sienta en la mesa con cara de pocos amigos y no añade palabra más sobre el tema, ni siquiera a la coletilla supuestamente aleccionadora añadida por el mediano.

Por esta vez me callaré. Las discrepancias en público no hacen más que mostrar la debilidad y yo no soy de ese tipo de personas.

Con la boca abierta (y llena de comida a medio masticar), contempla como el orco se marcha. Girándose incrédulo hacia sus compañeros, farfulla -...pero...pero....-mirando nuevamente al orco, y luego a Mirgan - ....¡¡¡¡SE VA!!!! ¡¿¡¿¡¿¡ ME METO CON SU MADRE.... Y SE VA!?!?!?!!- exclama el enano. Señalando acusadoramente al mediano con el trozo de costillar que todavía sujetaba con la mano, le espeta - No sé que le has hecho al pobre orco, pero ha sido de muy mala educación. ¡Buscaba pelea, por todos los dioses!.-

Enfurruñado, se sienta pesadamente de nuevo en su silla, y mirando de reojo como el mediano entabla de nuevo conversación, se acerca conspiradoramente a Filo y Bogon, confesándoles - No sé vosotros, pero yo nunca entenderé a estos medianos. A la que te giras, te la lían.- Dando un mordisco al costillar, solloza - Todavía me acuerdo de cómo me robó mis buenas 15 monedas de oro...-