Partida Rol por web

El Legado Robado (I Parte)

INTRODUCCIÓN A LA AVENTURA

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06/11/2009, 00:24
Director

El capitán Farar ha dado unos meses de descanso a un destacamento de soldados. Y os ha ordenado (Sirana y Menthor) una última misión antes de poder disfrutar de ese tiempo sin servicio: escoltar un carromato cargado de víveres de Ánubel hasta la Fortaleza con el fin de poder resistir todo el invierno. Farar os hace entrega de los documentos pertinentes. Sellados con el sello de Farar, por supuesto. Recordáis a vuestro amigo Íliris, el jóven mago al que conocisteis tiempo atrás en la Fortaleza. Casualmente y por fortuna, no dispone de ninguna actividad que le ate con la fortaleza y tras hablar con Farar y recibir su aprobación se os une en esta sencilla misión. Partís hacia Ánubel y...

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06/11/2009, 00:29
Director

Estamos a principio de año (17 Enero) y el invierno está siendo especialmente duro este año. Habéis dejado atrás la Fortaleza de Farar, con órdenes. Y os encontráis ahora en Ánubel, la “Ciudad de los Escudos Rojos”.

Esta pequeña villa se sitúa en lo alto de varios cerros al pie del río Ánubel. Numerosas caravanas hacen un alto en el camino en esta ciudad. La gran mayoría de las caravanas provienen de Tálynton, cargadas de todo tipo de mercancías exóticas procedentes de la lejana Ebla, conocida como “La Joya del Desierto”.

La ciudad está gobernada por Ánaur, un antiguo caballero del Rey Tyrton II. Los Escudos Rojos son los soldados de la pequeña villa. Son los guardianes de la ciudad, además de proteger a las caravanas comerciales más importantes. Un enorme fortín se sitúa en la cima donde, según dicen los aldeanos, Anaria la Capitana de los Escudos Rojos, dirige con mano de hierro a sus soldados.

Tenéis una misión clara:
• Debéis recoger los víveres del Fortín de los Escudos Rojos.
• Contratar, a buen precio, una caravana que transporte los víveres.
• Y escoltar la carreta hasta la Fortaleza de Farar.

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06/11/2009, 00:29
Director

Los monjes: los monjes se dividen en tres monasterios conocidos como el templo de Yen-Shang, Lu-Shang y Mon-Shang.

En ellos, los monjes desarrollaban sus vidas ascéticas hasta la llegada de Fusagus. Los monjes, durante generaciones enteras, han estado guardando la sabiduría y el conocimiento en el arte de la curación y el desarrollo de la salud y los han ido trascribiendo de generación en generación en pergaminos. Siempre fue éste su legado.

Eres el monje más joven de tu monasterio. Tras el ataque al monasterio de Mon-Shang, partes de viaje hacia el pueblo de Núbelon, en
busca del consejo del druida Avaloki-Sadva. El druida te aconseja que viajes hasta la ciudad de Ánubel donde podrás encontrar alguien que quiera prestarte ayuda.

Estamos a principio de año (17 Enero) y el invierno está siendo especialmente duro este año. Has dejado atrás Núbelon. Y te encuentras ahora en Ánubel, la “Ciudad de los Escudos Rojos”.

Esta pequeña villa se sitúa en lo alto de varios cerros al pie del río Ánubel. Numerosas caravanas hacen un alto en el camino en esta ciudad. La gran mayoría de las caravanas provienen de Tálynton, cargadas de todo tipo de mercancías exóticas procedentes de la lejana Ebla, conocida como “La Joya del Desierto”.

La ciudad está gobernada por Ánaur, un antiguo caballero del Rey Tyrton II. Los Escudos Rojos son los soldados de la pequeña villa. Son los guardianes de la ciudad, además de proteger a las caravanas comerciales más importantes. Un enorme fortín se sitúa en la cima donde, según dicen los aldeanos,
Anaria la Capitana de los Escudos Rojos, dirige con mano de hierro a sus soldados.

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08/11/2009, 13:55
Íliris

Camino erguido en toda mi pequeña magnitud, devorando el entorno con la mirada como en cada oportunidad que piso la ciudad que hace lugar de descanso a caravanas de diversos puntos... Pero, a diferencia de otras oportunidades en que tuviera el gusto de acompañar a Menthor y Sirana, a quienes ya considero desde hace algún tiempo mis amigos (muy a pesar de su desmesurada altura), marcho en silencio y con el ceño fruncido cual pasa de uva...

Ánubel, la “Ciudad de los Escudos Rojos”... ¿Acaso algún sabio de tierras lejanas pisará ahora tu suelo? ¿Tal será mi fortuna, o deberé seguir esperando para desasnarme sobre lo que ahora mismo me preocupa? 

Sacudo mi cabeza, como queriendo espantar un moscardón molesto y cambio mi semplante para romper mi breve silencio

Amigos, ¿les he mencionado que en el Reino de Oriente es verano por estos días?

Me arrebujo de manera exagerada en los pliegues de mi capa, con las mejillas rojas por el helado viento que, de tanto en tanto ayuda al astro rey a dorar nuestra piel...

Brrr...Ánubel... Ánubel...

- Tiradas (1)

Notas de juego

*De la región, especialmente, cualquier cosa que haya leído sobre Los Escudos Rojos, y Ánubel. :D

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08/11/2009, 14:45
Director

Por desgracia para ti, sabes que Ánubel es una ciudad que subsiste gracias a su secretismo. Lo poco que se sabe de ella es su localización. Mas una vez en su interior, se pueden oír algunos de los rumores que recorren la ciudad. Rumores que normalmente no abandonan la ciudad.

Los Escudos Rojos, es el nombre que recibe la guardia de Ánubel. Anaria es la Guerrera más conocida entre la guardia además de por ser su capitana, por su coraje y su bravura, a pesar de ser una mujer.

Notas de juego

Villa grande; Convencional;

3000 hab [70% humanos, 10% semielfos, 10% medianos, 5% gnomos; 5% otros];

Gobierno: Gobernador - Ánaur (LB; humano) y Capitana de los Escudos Rojos - Anaria (LB; humana Gue)

El Fortín de los Escudos Rojos se encuentra coronando la cima de la ciudad.

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08/11/2009, 15:07
Director

Os acercáis a las grandes puertas de Ánubel, después de siete largos días de viaje. En las puertas, dos guardias con sus alabardas os cierran el paso:

Alto! Se prohibe el paso a toda persona sin documentación acreditativa para acceder a la ciudad! Identifiquense o marchense!- Dice uno de los guardias.

Disculpen a mi compañero... - Dice el otro guardia - ...está algo emocionado. Si están aquí, seguramente traeran sus documentos... - Os mira a vosotros, pero realmente sus palabras van dirigidas al otro guardia.

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10/11/2009, 19:42
Loy-Yang
Sólo para el director

Hace un dia soleado teniendo encuenta los dias dejados atras, pues las tinieblas  tiñeron de rojo el monasterio de nuestro intrepedido amigo Loy-Yang.

El recuerdo de los caidos le dio fuerzas hasta llegar a la ciudad de Núbelon.

Mirando hacia la gran ciudad cojo mi colgante ( algo parecido a un rosario, era de un gran amigo caido ) mientras rezo a los dioses para que me ayuden en este cometido.

Bien, donde puedo encontrar buena gente que pueda ayudar a los mios...............

Mientras me hacerco a las puertas dirijendome al guardia mas cercano le pregunto.

-Buenos dias, me podria indicar un lugar donde se reuna la gente, por ejemplo los templos y escuelas?

Notas de juego

Teniendo en cuenta que soy monje y que e salido hace pocos dias de la rutina diaria del monasterio espero que entiendas las cosas que diga y haga si no ya sabes un toce master jugador es valido te envio los post a ti como antes, prefiero filtro la verdad

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10/11/2009, 23:44
Director

Notas de juego

Tienes una escena para ti solito, llamada "A puertas cerradas". Postea ahí hasta que los players y tú estéis en el mismo espacio-tiempo.

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11/11/2009, 00:25
Íliris

Haciendo una majestuosa reverencia saludo a los guardias y entre risillas procedo a introducirnos, más por quitarme de mis incesantes cavilaciones mágicas que por responder a una solicitud que mal puedo complacer

Estimados centinelas, hacen bien en guardar recelo ante tan prodigioso procedimiento como es requerir los documentos hi hi hi  prosigo entretenido.

¡Sin duda la reservada Ánubel no ha llegado a ser lo que es por confiados o insensatos! Pero calma, que Lord Ánaur sienta regocijo ante tan sabia visitante como Miss Sirana, sabedora de cuanto la tierra guarda para sí, y que Lady Anaria sienta el sosiego de tener tras sus murallas al valeroso soldado Menthor ¡Titan de Farar!

Prosigo mientras mis compañeros buscan los documentos que avalan nuestra presencia en el fortificado poblado, más haciendo las veces de bardo bribón que de lo que soy... Un alegre Gnomo con aires de buen mago...

Y quien les habla, un humilde servidor... Íliris, de los lejanos y calidos digo abrazandome a mi mismo en signo de estar sufriendo de aquellas bajas temperaturas  reinos Gnomos de Oriente...

 

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11/11/2009, 15:54
Menthor

- Menthor busca dentro de su bolsa intentando hacer memoria, de vez en cuando alza la vista en dirección a un lugar sin determinar, mientras entre cierra sus ojos intentando recordar. Poco después de que Iliri comenzase con su verborrea, mira a Sirana, resopla y con esa pose de desgarbado que le hace parecer un autentico simplón – Sirana, no tendrás tu por casualidad los papeles? Es que no recuerdo haberlos guardado yo, sabes – mientras con la mano izquierda se rasca la cabeza. Y de repente se le aclara la mirada y mete la mano entre los pliegues de su ropa ­- Siii! Aquí están – mostrando un revoltijo de papeles arrugados y entregándoselo al guardia como quien le da un trozo de bizcocho envuelto y chafado. Y aun haciendo todo esto, Menthor se queda tan tranquilo como el que ve llover

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11/11/2009, 16:45
Sirana

Al ver al humano me quedo pensativa mirandolo
-La madre que... mira, paso. Y pensar que soy medio humana...
Segundos despues, espero a ver que pasa

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11/11/2009, 18:54
Íliris

Juntando las manos a la altura del rostro, aún con los guantes enfundando los preciosos y útiles dedos a la hora de trazar conjuros en el paño del "arte" trato de calentarme las mismas con mi propio aliento al tiempo que niego con la cabeza viendo el accionar de Menthor y sonrío

Jeje de tanto en tanto el titán actúa como un trazgo jejeje en fin... Sirana impedirá que pierda su cabeza... Eso, y que la tiene pegada al cuello ji ji ji

Ya ve maese centinela, somos quienes el prolijo informe allí indica ji ji ji

Notas de juego

Hacer

Pensar

Decir

Susurrar

¿Conjurar?

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11/11/2009, 21:25
Director

Los guardias alzan sus lanzas. - ¿Ves? - Dice uno de ellos. - Si es que te desvives demasiado... Pasen señores. - Las grandes puertas de Ánubel se abren ante vosotros. Y una diminuta figura humanoide aparece tras ellas. Es un humano, bajito, de pelo moreno y con bigote, que os muestra una gran sonrisa de bienvenida.

Propicios días son, para venir a Ánubel. ¿Me permiten sus documentos…? - Agradecéis que el suelo de Ánubel sea adoquinado, ya que los documentos llegan a tocarlo, al caerse de las manos de Lungo. - Disculpad mi torpeza... - Se agacha para recogerlos y desde el suelo y tras revisar los sellos de Farar, concluye... - Les acompañaré ante la señora Anaria. Por cierto, pueden llamarme Lungo.- Avanzáis hacia lo más alto de la ciudad, mientras veis engrandecerse el fortín de los Escudos Rojos a medida que os acercáis. Admiráis las construcciones de la ciudad, pues todas son orgullas obras maestras... Casa grandes y lujosas en lo que a la piedra invertida para hacerlas se refiere. Suelos cuidados y gente sonriente. El contraste del renombre de la ciudad con lo que veis, no encaja del todo. Ánuber no es conocida por tener este tipo de construcción, básicamente, Ánubel no es conocida...

Lungo aprovecha el camino para preguntaros vuestros nombres, con el pretexto de presentaros formalmente ante Anaria.

Ya en las puertas, unos soldados escuchan las palabras de vuestro guía y éstos abren paso para que paséis al interior. Tras unas sinuosas y ascendentes escaleras, llegáis a una gran sala rectangular. En ella, varios hombres de armas. Un hombre, con unos extraños hilos de metal que sujetan dos cristales que permanecen frente a sus ojos, está leyendo un gran libro. Y Anaria mira hacia la puerta de la sala desde la gran silla de madera, en la que reposan sus posaderas, esperando las nuevas de Lungo.

Cuando llegáis frente a Anaria, os llama la atención de que nadie hace reverencias ni saludos formales. - Dime, Lungo... ¿A quién traes contigo? -

Traigo a estas 3 personas que por sus documentos parecen provenir de la Fortaleza de Farar. Ellos son Íliris, un gnomo de las tierras de Oriente, enviado junto a Sirana, semielfa al servicio de Farar y compañera miliciana de Menthor, bravo guerrero.

Dame pues esos documentos... - Dice Anaria mirando a Lungo impacientemente. Tras ver los sellos de Farar y leer el contenido de los documentos, Anaria se levanta de su asiento. - Señores... Hay que preparar un cargamento para mañana al alba, para que estos jóvenes amigos, puedan partir hacia la Fortaleza sin falta. - El hombre con los extraños cristales sujetados por hilos metálicos se acerca y recoge los documentos. - Thral, (intuís que debe ser su nombre) la lista de cosas a cargar está en esos documentos. Haz los preparativos. - Os mira y agrega... - Deberéis conseguir transporte para todo esto... - Dice mientras señala hacia Thral y los documentos... - ...aunque supongo que ya disponéis de preparación para apañaroslas en lo que a eso se refiere. Por mi parte, dad por preparada la mercancía. Mientras tanto, os recomiendo la posada "El descanso de la caravana". Es un buen lugar para pasar la noche y cenar algo caliente y decente. Partid ahora, nos encontraremos mañana al alba.

Cuando salís por la puerta Lungo se despide con una breve descripción de la taberna:

“El Descanso de la Caravana” es, sin duda la mejor de las posadas de todo Ánubel. La posada la dirige Rumgro y su bella hija Narta. Construida en el interior de una cueva, esta posada acoge a numerosas compañías mercantiles de caravanas.

Posee amplias cocheras donde los mozos de cuadras guardan al abrigo de la roca los carruajes. El salón principal está lleno de mercaderes de todo tipo. La mayoría parecen estar haciendo negocios, algunos contratando mercaderes, otros cerrando tratos, otros negociando y hablando de especias y cosas así… Que paséis una buena tarde y que descanséis de tan largo viaje.

Notas de juego

1.- (Íliris) Conjurar me gusta. Aunque uso el texto subrayado para la voz de Master cuando narro desde un pnj... Pero cuando lo haga agregaré una leyenda...

2.- He narrado todo esto, para poder agilizar la introducción y que Loy-Yang pueda unirse a vosotros cuanto antes. Espero que no suponga ningun problema.

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12/11/2009, 02:45
Íliris

Me encojo de hombros ante lo pragmático de la famosa capitana  al tiempo que observo el extraño ingenio que el tal Trhal posee frente a sus ojos...

¿Será de manufactura gnoma? De ser así, sin duda es de excelencia ji ji ji pero, no es una mala opción para la lectura de pergaminos... Al menos para quien ya roce el ocaso de sus días...

¡El descanso de la caravana! Suena bien... ¿Qué mejor para obtener descanso, y obtener caravana? haciéndole un guiño de ojo a Menthor, a sabiendas de que molestaría a Sirana (aunque nunca ella habría de reconocerlo según mis cálculos) digo al guerrero ¿Narta suena casi tan bien como Tarta eh? jeje Vamos pues...  digo asintiendo a mis pensamientos Con suerte encontraremos alguna fuente de conocimientos de la que pueda abrevar para calmar esta sed...     

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12/11/2009, 10:06
Menthor

- Menthor, siguiendo en su papel de “Ho la ciudad me viene grande” en respuesta a la torpeza de la guardia – Si estos dos estuvieran en mi unidad los ponía firmes en dos días. - Y siguiéndole la broma al Gnomo durante un instante – Mmmm! Tarta – con esa voz bobalicona que utilizo con los guardias.

- Cambiando de tema, y de expresión – Aparte de la caravana, debemos contemplar la posibilidad de contratar seguridad adicional, no quisiera que unos bandidos me fastidiasen los días de permiso que me esperan en Farar.

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15/11/2009, 14:46
Sirana

-Si no hay más remedio... Vamos
me dirijo tras mis compañeros a la taberna un poco aburrida por el viaje sin incidentes y un bastante asqueada por la incompetencia de los dos guardias que me acabo de encontrar
-Podría haberles arrancado el alma del cuerpo y seguirian discutiendo sobre si podemos o no entrar..

voy pensando mientras me alejo.

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15/11/2009, 15:14
Director

Llegáis a la taberna. Es de noche y hace más frío aún, pero al entrar agradecéis el calor que hay en el recinto y os despojáis de vuestros abrigo. Una chica joven y agradable os recoge los abrigos. - Señores... La mesa del fondo está libre... - Dice señalando a la mesa de abajo a la derecha y con una sonrisa en su rostro.

Mientras camináis hacia la mesa asignada, en la mesa central se encuentran bebiendo cerveza y comiendo pollo unos bárbaros sin modales. Gritan y rien de manera ostentosa y molesta. El sonido que emiten al masticar la comida o al tragar, es bastante desagradable. La jóven que os ha atendido muestra una cara de vergüenza...

En el resto de mesas, parecen haber algunos comerciantes y viajeros.

 

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16/11/2009, 03:22
Íliris

Apenas doy un vistazo al interior del local... Nos toca en el extremo más alejado del fuego, sin embargo, todo el sitio parece estar excelentemente atemperado...

Muy amable señorita... ¿Narta? Le susurro como si el frío aún me calara los huesos... Pero con una sonrisilla en el rostro.

Observo el lugar y me froto las manos con premura para obtener algo más de calor en tan vitales herramientas.

Brutos sin ceso... Pienso al ver de reojo a los brutales individuos, mas no atino siquiera a levantar la mirada hacia su mesa.

Presto especial atención a las charlas de los comerciantes y mercantes Sin duda aquì encontraremos nuestro transporte y seguridad extra...

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

DM, no tengo la imagen de la ficha en la ficha... La estaba utilizando. Si la borraste, puedes ponerla un tiempito más así transcribo? Graccie!

Edit: Gracias master!

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16/11/2009, 07:33
Director

Notas de juego

No sé a qué es debido, no recuerdo haber quitado nada a nadie... Ahora mismo la añado otra vez.