Partida Rol por web

Una vez sentados a la mesa. La jóven se os acerca con una libretita. - Sí... - Mirando a Íliris. - Soy Narta y estoy... - Reparte la mirada nuevamente entre todos. - ...encantada de atenderles. Quiero pedirles disculpas por los clientes de la mesa central. Confío en que se irán pronto. En fin, no recuerdo sus rostros, están de paso? Uy! Disculpen, supongo que estarán hambrientos y con frío... Qué desean comer, caballeros? La sopa de puerros de mi padre, hoy está especialmente buena. Y de segundo estamos recomendando el mejor cerdo de Ánubel.

- Para mi un estofado además de esa crema de puerros, cerveza pan y agua, y un poco de queso mientras espero. - mientras miro al grupo de la mesa central.

- Mientras recorro el salón con la mirada y me fijo en la gente que ocupo las mesas, me dirijo a Iliris y Sirana. - Seguro que alguno de los a qui oresentes podrá solventarnos el problema del transporte y es posible que esos maleducados – Señalando a los bárbaros de la mesa central – puede que tengan algo de formación militar, y se presten a proteger la caravana. - Ladeo la cabeza valorando lo ultimo que he dicho.

procurando pasar inadvertida, ante las palabras de mi compañero, prefiero ser precavida y coloco a mano mi cimitarra por si acaso se ha pasado de bocazas. Acto seguido me siento y espero a ver en que acaba la cosa.

Pedirè lo mismo que mi compañero, amable Narta!

Digo alegre.

Murmurando para no ser oìdo por los patanes digo a Menthor

No ocurrirà como en la fabula de la rana y el escorpiòn acaso? Creo que no es bueno poner lobos a cuidar obejas amigo mio... Quizà haya alguien màs adecuado...

me aparto un instante de mis penamientos y hago una seña al posadero interpretable como "Para mi tambien", tras esto, vuelvo a mis cabalas y mantengo el ojo y la mano cerca de la cimitarra.

- Escuchando las palabras de Iliris, saco mi cadena del cinto y la deposito en la mesa (una esquina, para no estorbar) – Es cierto... pero mi abuelo, que era pastor de ovejas tenia un perro que las cuidaba y las protegia de los lobos, yo era pequeño cuando unos lobos intentaron llevarse una oveja, el perro de mi abuelo se enfrento a esos lobos y se interpuso entre las ovejas y los lobos, yo creía que se pelearían pero lejos de eso aullaron, gruñeron y nada más, los lobos se marcharon y el perro siguió con su tarea de cuidar a las ovejas ladrando e incluso mordiéndolas, yo le pregunte a mi abuelo ¿porque no se habían peleado? Y el me contesto, Menthor para que las ovejas hagan caso al perro pastor este les tiene que infundir más miedo que los lobos y para que los lobos no se lleven a las ovejas el perro pastor tiene que poder enfrentarse e imponerse a los lobos, por eso Blunda (que es como se llamaba el perro de mi abuelo) es un perro lobo.

- Guiñando un ojo a Iliris ­- No eres el único que cuenta historias eh?....

En una fuga de mis cabales aplaudo la historia de Menthor cuando esta acaba, contento ante su excelente manejo metaforas, verdades y mentiras para llegar al punto en que querìa.

Esperemos que Blunda no mordiera demaciado a sus obejas eh? jeje bien... A propòsito, cuales seràn los asuntos que acaecen en estos lares... Anubel siempre se encuentra en el ostracismo del resto del mundo... pero, desde dentro podemos ver que hay actividad y movimiento en iguales cantidades. Què les parece esto? 

Un insólito personaje entra en ese momento de la calle. Sus atavíos son muy extraños. No lleva zapatos sino unas correas cruzadas que le sujetan fuertemente una especie de botas llenas de nieve. Sobre sus hombros cae un abrigo de piel de algún tipo de animal extraño. Su cabeza está totalmente rapada. Su manera de andar sorprende, pues sus movimientos son precisos y equilibrados, como los de un felino. Veis cómo se acerca al grupo de indeseables de la mesa del centro que ahora... beben cerveza sin parar...

Os saludo, bravos guerreros. Vengo de tierras lejanas del norte. Mi nombre es Loy–Yang y busco ayuda para luchar contra una banda de ladrones de pergaminos que están atacando nuestros templos…

Antes de que pueda terminar la frase, uno de los fornidos guerreros, medio borracho le interrumpe y le dice – ¿A quién le importa las historias estúpidas de un templo de monjes? ¡Piérdete sino quieres que te molamos las costillas a palos! ¡Vamos, piérdete!, ve a contarle tus ridículas historias a otros… - Con un movimiento rápido, el fornido guerrero le vuelca en ese instante una jarra de cerveza sobre la cabeza…

Veis como el pobre joven monje se va a un rincón de la posada con la cabeza agachada y su mirada perdida en sus pensamientos…parece que hay lágrimas contenidas en sus ojos.

- Tras la demostración de falta de educación que soy testigo, me dirijo a mis compañeros utilizando un tono de voz que solo ellos puedan oír – Es curioso los efectos antipáticos que te dan la ingestión desmesurada y sin control de alcohol, pero como todo tiene algo positivo esto me sirve para descartarlos como... bueno perros pastor jejeje. Mas bien los considero elementos prescindibles para nuestros planes y si me apuráis para la sociedad. - Acto seguido pongo atención en el monje al que han humillado

Sin perder un segundo, me levanto, cojo mis cosas y me acerco al monje, al llegar junto a el, coloco una de mis manos sobre su hombro como muestra de respeto y compasión tratando de reconfortarle. Seguidamente miro de reojo al grupo de mamarrachos de la otra mesa, cojo la mano del monje y le hago un gesto para que me acompañe.

Niego con la cabeza conteniendo una risilla histérica cuando esos malnacidos hacen lo que los brabucones saben hacer...

Luego me muerdo el labio al ver la reacción de Sirana... Tan silenciosa como impulsiva... Hace lo que le viene en ganas, y ni siquiera tiene en cuenta al grupo... En fin... Estoy de prestado.  Y, por lo que he oído, este monje puede tener conocimiento, o acceso a conocimiento muy interesante... Sin duda se matarán dos pájaros de un tiro... Una obra de bien, y saber!

Sin embargo, me quedo tenso y atento a los borrachines... Temo lo peor en cuanto a la reacción que puedan tener por el apoyo de Sirana... Y el bocazas de Menthor... 

Loy-Yang y Sirana vuelven a la mesa. Sirana toma asiento y Loy-Yang os hace una reverencia justo antes de sentarse:

Mi nombre es Loy–Yang. Os agradezco este tiempo que me váis a conceder... Me dijeron que encontraría mercenarios o aventureros en Ánubel pero no encuentro a nadie que se interese mucho por mis hermanos monjes. Mis hermanos corren un gran peligro. Una banda organizada de ladrones de pergaminos ha atacado hace unas semanas primero el templo de Yen-Shang y una semana después el templo de Mon-Shang. Todos los pergaminos han sido robados desde que yo partí y prácticamente todos los monjes de esos templos han muerto. Desde el ataque de Yen-Shang no hemos visto más al anciano Yen-Yang, jefe del ese monasterio. Suponemos que se lo llevaron esos malditos saqueadores. Del ataque del templo de Mon-Shang sobrevivieron dos monjes que se refugiaron en nuestro templo. Nos contaron que la banda estaba bien organizada. Habían sido atacados por la noche, y que eran al menos cuatro. El más terrible de ellos sin duda era un viejo que conjuraba sonidos extraños con su voz y hacía brotar de sus manos terrible magia. Ya sólo queda en pie el templo de mi maestro Lou-Yang. Mis hermanos creen que será atacado dentro de poco, al igual que el resto de los templos. Por favor, os pido ayuda. Los monjes poseemos pocos bienes pero podría ofreceros objetos de nuestro templo si me ayudáis…

Al terminar os mira con los ojos brillantes y llenos de esperanza. Aunque también están llenos de cansancio y tristeza. Desconocéis cuanto tiempo lleva buscando gente o simplemente "vagando" entre ciudades para encontrar esa ayuda que tanto necesitan él y su templo.

Es sorprendente... - Dice el fortachón en voz alta. - ...que aún haya gente dispuesta a escuchar a las ratas... JAJAJAJA. - Toda la mesa de bárbaros estalla en una carcajada insoportable y sobreactuada. Narta se acerca a la mesa de éstos y les dice algo... - Aparta y déjanos seguir bebiendo! -

Aunque no la golpean ni la empujan, su cara muestra impotencia y vergüenza y os mira (Narta) piendoos disculpas ( a vosotros y a todos los que hay en la taberna) pero por alguna razón vislumbráis un grito de ayuda en sus ojos.

al ver la reaccion de Narta, un pensamiento surca mi mente a la velocidad de la centella
-¿Y si el monje sale en defensa de la desvalida? Se va a liar una muy buea...
mejor sera tener las armas a mano...

Unos segundos despues, mi mano se desliza hacia mi cimitarra y me apoyo en ella como esperando relajadamente.

Observo la escena no tengo intencion de pelearme con nadie, intento no mirar a los hombres que arman jaleo

- Me ayudareis, por favor

Una profunda inclinacion prosigue a las palabras de loy-yang