Partida Rol por web

El Legado Rubí del Ki-Rin

Las montañas nunca se apartan

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08/03/2018, 10:40
Doji Tensai
Sólo para el director

Apenas se habían levantado sus ojos de la última línea de la misiva cuando Kaori interpretó acertadamente el contenido de la misma. En efecto, tal y como su maestra había dicho, la profecía de los ise zumi había llegado justo en la cresta de la ola. Una ola que ahora parecía arrastrarlo al centro de la tela de araña… hacia aquel que lo conocía… hacia el rubí de la profecía… y hacia sus propias respuestas.

Doji Tensai sintió un brusco escalofrío recorriendo su espalda, como si un ominoso presagio acompañara a ese último pensamiento. O tal vez fuera simplemente su cuerpo, que comenzaba a enfriarse tras el combate. Y ese nombre… Otomo Koichi… ¿Sería él quien buscaba las perlas de sangre? ¿Y qué motivos tendría para haberse dirigido a él específicamente? Muchas eran las preguntas, pero sólo una la forma de resolverlas. La capital imperial aguardaba su llegada.

-La senda que se ha abierto ante mí ya ha capturado mis pasos. –Añadió con un amago de sonrisa hacia su maestra. Se preguntó cuándo volverían a verse. –Por el momento, no puedo sino seguir el hilo del destino que se ha entrelazado conmigo. Toshi Ranbo me reclama, y ninguno de los dos podemos retrasar nuestras partidas. ¿Viajáis también en esa dirección, sensei?

Rápidamente, dio algunas órdenes al heimin para que comenzara a hacer algunos preparativos para el viaje y avisara a su madre del mismo. Se reuniría con ella poco más tarde para explicarle todo lo sucedido. Mentalmente, ordenó todo lo que necesitaría para su viaje. Realmente, no era tanto. El entrenamiento en las montañas Mirumoto lo había convertido en un Doji bastante ascético para los estándares de su clan. Cuando hubo reflexionado acerca de ello, se giró hacia Kaori para continuar la conversación. Ella parecía observarlo pacientemente, esperando a que comenzara a hablar. Sin embargo, también el sereno silencio que se había formado en torno a ambos bushi era parte de su conversación. Sin palabras podían transmitirse muchas cosas. Seriedad. Lealtad. Decisión. Respeto.

-Estaré muy atento a toda señal de la profecía del rubí… -Añadió con una seriedad que casi parecía un juramento. Comenzaba a ser consciente de que se estaba involucrando en algo que podría afectar al propio destino del Imperio. –Sé que es importante para el clan. Y que en su momento, si renace el enemigo habrá que combatirlo. Si se llegara a eso… lucharé a vuestro lado. Puede que mis plumas sean de Grulla, pero llevo la sangre y las garras del Dragón. Honraré la herencia mi padre.

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12/03/2018, 23:16
Mirumoto Kaori

- Me temo que no. Mi viaje continua hasta Shinden Asahina, donde debo entregar un mensaje a un viejo conocido. - Se disculpó, inclinando levemente la cabeza, aunque el brillo de sus ojos decía que lamentaba perderse la aventura. - Además, aunque así fuera, me temo que tú tienes preparativos que hacer antes de partir de viaje... Aunque el Destino llame, es necesario acudir preparado.

Viendo que ya no era necesario, el criado muy discretamente desapareció de la vista de los samurais, de vuelta a sus tareas habituales, dejando a sus superiores con sus asuntos. Kaori esperó un momento, para asegurar que estaban a solas, antes de añadir

- Ah, aunque me gustaría retener el conocimiento conmigo, aunque fuera por protegerte del posible peligro que encierra, pero conociendo el temperamento que has heredado, me temo que los usarías simplemente por descubrirlo...- dijo con algo parecido a nostalgia en la voz.- Los guantes sobre los que leí otorgaban un poco de la velocidad del viento helado a su portador; al menos hasta que les fueron arrebatados. Si has de usarlos, ejerce precaución.

La promesa del muchacho hizo que de nuevo su rostro se volviera severo y serio, e instintivamente supo que esta vez no era disgusto por algo que hubiera dicho. Era preocupación... - Recuerdo, hace mucho tiempo, que tu honrado padre dijo unas palabras muy similares. Claro que él se refería a conquistar un corazón de Grulla, no a combatir un enemigo de profecía... Te diré lo mismo que le dije entonces a él. Deja que tu corazón te guíe, pero no olvides escuchar a tu cabeza.

Apenas una hora después de aquellas palabras, Mirumoto Kaori ya se había puesto en camino, dejando a su pupilo que buscara algún sentido a sus advertencias... Y que se pusiera en marcha, en pos de su propio destino.

Notas de juego

He acelerado un poco el final del prólogo para poder juntaros cuanto antes para que tengáis el ritmo "libre" de conversación; lamento si se nota un poco forzado. Dicho esto, si quieres hacer algo particular antes de salir, la escena sigue abierta, si no, simplemente dime que vas a Toshi-Ranbo.

El efecto del nemuranai que conoces por Kaori es: "Al final de tu fase de Reacción en un asalto de combate, elige uno: +5 a Iniciativa o +5 al NO para ser impactado hasta el final de tu siguiente fase de Reacción." Sin embargo, la primera vez que lo uses, notarás que el artefacto casi te dice que puede hacer más. Eso tendrás que investigarlo.

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13/03/2018, 00:09
Doji Tensai
Sólo para el director

Notas de juego

Bueno, lo cierto es que me gustaría poder tener la oportunidad de hablar con Hikari antes de partir, pero por otro lado si me dejas soy capaz de hablar con medio Imperio por el camino, y por lo que veo tú no andas tan sobrado de tiempo así que... ¿Prefieres que te indique, en grandes rasgos, las cosas que hago esquemáticamente antes de partir?

Y no te preocupes, a mí me ha gustado mucho el prólogo, así que estoy contento. Sólo espero que a ti también y estar a la altura ^^.

Uf... tengo dos anillos únicos talla XXL y los llevo de brazales... Misssss tesssorosssss

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13/03/2018, 00:22
Director

Notas de juego

Haz el esquema de tus planes y preparativos, libremente. Estoy muy contento con todos los jugadores, la verdad, he tenido buena suerte y ojo eligiendo (incluso la baja, no tengo queja con su nivel de texto, pero se lo ha tragado la tierra...). Mi escaso tiempo es lo que me lleva a querer uniros a todos pronto, para que al menos podais charlar entre vosotros entre turnos.

Y bueno, tu nemuranai... Es como suelen ser los objetos mágicos en Leyenda.... Dan bonus, pero suelen tener un precio.

Creeme, no he sido especialmente cruel contigo... A mí, me salió la tirada de herencia con un Escorpión de "te dan un nemuranai pero te dicen que nunca nunca nunca lo uses". Mi DM era especialmente sádico, y le dio a mi Yogo (con su hermosa maldición) un Pergamino Negro.

No terminó naaada bien.

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13/03/2018, 00:34
Doji Tensai
Sólo para el director

Notas de juego

Woooo pero qué historia tan bonita. Y trágica, claro, pero si te gustan los finales felices no te haces un Yogo. Eso es que te va el mambo, así que luego no puedes quejarte.

Y sí, todo tiene un precio, desde luego. Pero me atrevería a decir que no son sólo los nemuranais, sino todo lo que se utilice sin conocimiento. En palabras de Mirumoto... "Sólo un estúpido desenvaina una espada a la ligera, pues desconoce que el mundo entero reposa sobre su filo". Ay, los Dragón son amor.

Estoy muy contento con la partida, tengo muchas ganas de encontrarme con los demás. ¿Será ya en el siguiente turno?

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13/03/2018, 16:47
Doji Tensai
Sólo para el director

Unas horas más tarde, Tensai regresó al dojo. Y aunque sólo había sido un parpadeo en el infinito fluir del tiempo, muchas cosas habían pasado en ese suspiro.

La primera, la larga conversación que había mantenido con su madre. Hikari estaba orgullosa y satisfecha de que un cargo tan importante como un magistrado se interesara personalmente por su hijo, aunque no le pasaba desapercibido el hecho de que ese interés no era algo exactamente común. Recomendó prudencia, sensatez y sentido del honor a su hijo, pero aceptó su decisión de partir de inmediato. Ella se encargaría de informar a sus superiores del motivo de su marcha.

Además, reafirmó su promesa de no dejar de investigar la desaparición de su padre. Sin embargo, al hacerlo no pudo evitar sentir una cierta inquietud al recordar la ominosa profecía de los Togashi. “Las respuestas que buscas no están bajo tierra, sino aún más abajo…” Decidió guardar esas palabras para sí mismo.

Después de hablar con su madre, Tensai se había ocupado de poner en orden sus asuntos antes de partir. En sus bolsas de viaje se mezclaron su armadura, algunos atuendos más adecuados para la etiqueta de las cortes y varios pequeños presentes para posibles recepciones en la capital. Un buen regalo era el inicio de una buena relación, y no sería una prudente olvidar ese detalle.

En otra bolsa, más resguardada, viajaría el nemuranai de su padre. Lo cierto es que sentía una gran curiosidad por probar sus efectos, pero también era consciente de que no debía ceder de ese modo a sus deseos. La mesura era una parte importante del espíritu de un samurái. El momento de utilizarlos, estaba seguro, llegaría a su debido tiempo.

También guardó en esa bolsa su equipo de escritura, después de escribir algunas misivas. Algunas iban dedicadas a familiares, como parte del correo que habitualmente intercambiaba. Otra, quizás más personal, la enviaba a Michiru, y contenía algunos ensayos de poesía, junto a los que incluyó algunas líneas explicando su partida hacia la capital. Con eso, dio por terminados sus principales preparativos.

Así que cuando, horas después, pisó de nuevo la madera del suelo del dojo, el joven bushi estaba ya vestido ya con sus ropas de viaje. Caminando sin prisa, se agachó para recoger la deformada espada de entrenamiento con la que Kaori lo había derrotado en su particular duelo. En un silencio melancólico, solemne, Tensai sujetó la hoja doblada frente a sus ojos mientras meditaba acerca de todos sus significados. Derrota, aprendizaje, dolor, mejora, aliados… Había mucho más en esa hoja que un trozo de metal quebrado, como había mucho más en todo lo que le rodeaba. El dojo hablaba de él mismo, de su vida… y de sus padres. De lo que dejaría atrás. De lo que llevaría consigo. Con reverencia, caminó hasta dejar la espada doblada en un lugar de honor. Puede que no tuviese utilidad para el combate, pero a él le serviría como un recordatorio de lo que había aprendido ese día.

En ese momento, el mismo sirviente que, horas antes, había traído la misiva con el sello del Campeón Esmeralda apareció de nuevo en una de las entradas de la estancia y se arrodilló ceremonialmente.

-Mi señor. –Dijo con respetuosa sumisión. –Todo está listo para vuestra partida.

Dojo Tensai dedicó un gesto a su sirviente, indicándole que lo había escuchado y que podía retirarse. Una vez sólo de nuevo, se despidió del lugar y de los ancestros que pudieran observarlo, y se dirigió hacia la montura en la que se habían cargado sus posesiones.

El tiempo del dojo, el tiempo del entrenamiento, había quedado atrás. Frente a él, se extendía el camino que el Destino había forjado su pasos. Un camino que lo llevaría a encontrar sus respuestas… fuesen cuales fuesen.