Partida Rol por web

-Nop. Eso es ya parte de la historia.- dijo el más viejo de los del grupo de mirones -El carácter se le jodió al lord hace como doscientos años, y parece que su sobrino y el que le ha seguido han heredado esa mierda de carácter junto con la propiedad.-

-La hija casi no sale de la mansión ya...- dice otro -Tiene no se sabe bien que cosa y la trata un médico ce Londres....creo.-

En eso vuelve el asistente del alcalde con unas mantas y algunos almohadones que os deja en un rincón mientras os avisa que podéis dormir en el sitio que más os plazca siempre que esté desocupado. Saluda a todos con un gesto de la mano y sale, seguido por algunos que hacen lo propio consultando sus relojes.

Volábamos camino a Londres cuando el aeroplano cayo derr... - la cara de Lytton se endureció al pasar por su mente las imágenes del accidente, tras una bocanada y un suspiro este prosiguió - El caso es que tenía la esperanza de recuperar un objeto de gran valor sentimental para mi persona de los restos del accidente, lamentablemente la búsqueda ha sido infructuosa, deduzco que alguien rastrillo el lugar mientras estábamos convalecientes... ¿Vos McMardigan sois lugareño? U os atraen otros menesteres a este "curioso" pueblo.

-Anda....- dice McMardigan asombrado -¿Habéis perdido algo? Eso si es una contrariedad.- y continúa pensativo -¿Pero lo habéis buscado bien? En realidad no  lo sé con certeza. pero imagino que en un accidente de ese tipo habrá cosas esparcidas por centenares de metros... además de lo que se habrá quemado.... yo he estado durante el rescate pero no recuerdo haber visto nada extraño, claro que tampoco estaba prestando mucha atención a otra cosa que no fuera buscar sobrevivientes.-

Escucha a Giblin con atención, atusando su poblado mostacho

- Vaya, parece que la mala suerte se ha cebado con esa gente. Ahora entiendo la amargura de ese hombre.

Observa como el asistente del alcalde pasa de nuevo frente a ellos y con un gesto con la cabeza le agradece las mantas y su oferta de alojamiento

- Bueno, parece que ya se ha hecho tarde doctor - comenta mientras ve cómo la gente empieza a abandonar el bar - Espero que a Marvin no le quede mucho. Lo cierto es que estoy cansado, y el dolor se hace más intenso por la noche después de todo el día en pie - se echa la mano al costado, palpando la venda que todavía tiene colocada bajo la ropa - Gracias por todo. Le veré mañana temprano

Se despide de Giblin y se acerca a la mesa de juego, colocándose tras Marvin para observar cómo transcurre la partida.

Mientras se va acercando a la puerta el médico le dice a Montesco:

-Entonces mañana si se pasa por mi consulta le daré algunos analgésicos y lo revisaré un poco. Hasta mañana señores.- termina diciendo en un saludo general mientras sale.

Afuera ya está oscuro, aunque la luz de la luna ilumina las calles.

Joder con la gente... Pensó Marvin al escuchar lo que decían sobre la familia de aquel lord. Parece que hemos venido a parar al puto culo del mundo. Sabíamos que este jodido lugar estaba apartado, pero da la sensación de que aquí se ha desarrollado toda una comunidad independiente del resto del puto mundo...

Marvin miró las cartas, calibró sus posibilidades, y volvió a aumentar la apuesta, limitándose a sonreir maliciósamente cuando lo hacía, para acompañar al farol que se estaba marcando con una intimidatoria mirada.

-Tranquilo Montesco, este pequeño entretenimiento ya está finiquitado, jejeje. Marvin apuró su vaso, terminando con la cerveza, y apagó el cigarro en el húmedo fondo. Cuando se percató de lo que habían traido para ellos, y de la retirada de algunos de los parroquianos, reparó en algo importante. Ya habrá alguien lo suficientemente amable, como para darnos algo con lo que alumbrarnos por el puto camino, por muy tranquilo que sea Halpin, no me gustaría que acabáramos cayendo en una puta zanja por no ver tres en un burro.

-Joder... este tío tiene cartas.- dice uno mientras se retira.

-No se... no se... jodido juego.- dice el segundo mientras deja sus cartas también y resolpa.

Stones ve la jugada y sencillamente pasa, ya sabe que Marvin bluffea, pero de todas manera gae uno o el otro el dinero ya quedará para el grupo, así que le da igual.

-Aquí les dejo éstas... pero me las devuelven mañana.- dice el camarero mientras os deja un par de linternas sobre la barra, cerca de donde están las mantas.

Rick estaba contento mientras escuchaba a sus compañeros y miraba sus cartas, apostaba cuando tenia buenas cartas luego de lo demas pasaba, siempre lo conocian como el mentiroso.

- Pues ire.. Con estas cartas espero un milagro.

La partida se dió por finalziada con aquella última mano, y los compañeros se sacaron un pico con el que pudieron pagar la ronda de bebidas del local, y aún sobró para algo más.

Marvin se levantó de la mesa para coger una de las linternas, una manta y un almohadón, y agradeció la lumbre al camarero.

-Gracias colega. Mañana las tendrás sin falta. Si servís desayunos, no me importaría venir aquí a llenar el puto buche cuando despertemos, y de paso nos podrás indicar donde agenciarnos con nuestras propias linternas.
Marvin se giró hacia sus compañeros. Al final se nos va a hacer tarde, y ha sido un día jodído. Será mejor que marchemos a ese puto sitio cuanto antes.

Dicho aquello, esperó a que todos estuvieran listos, y enfiló hacia la puerta del local.

-Las vendo yo mismo.- dice el camarero -Asi que si os gustan os podéis quedar esas por unos cuatro dólares americanos. Las pilas os las regalo. Y por supuesto que podéis desayunar aquí, aunque abro a eso de las diez y media u once.-

- Muchas gracias por las linternas. Creo que nos las quedaremos - mira a sus compañeros esperando confirmación, aunque parece evidente que les serán de utilidad si tienen que dormir en una casa abandonada - y por supuesto pagaremos por ellas

Rebusca en sus bolsillos hasta que encuentra el poco dinero que le queda y lo pone sobre la barra

- Por cierto, he visto que también tiene servicio de correos. ¿Cree que podríamos enviar un telegrama urgente a un amigo?

Mira de nuevo a sus compañeros

- Podríamos avisar a Sean. Una carta tardaría semanas, pero si le enviamos un telegrama urgente tal vez lo reciba en unas horas. Seguro que le interesará saber todo lo que ha ocurrido

-No creo que podamos con ello.- dice Joe mientras niega con la cabeza -No al menos hasta que reparen las líneas que se han cortado con la tormenta. Imagino que tardarán un par de días, o tal vez una semana... no lo sé.- y al ver qie os vais a ir agrega -¿Vais a llevaros algo para comer o ya vais cenados?-

-¡Ey! Esa sería una buena idea. No hemos comido nada, y el jodido estómago empieza a rugirme, joder. Exclamó Marvin. Creo que será mejor que nos quedemos con las linternas... ¿Cuanto tenemos para la cena de hoy chavales? Les preguntó a los demás. Para cuando formuló la pregunta ya había dejaod lo que levaba encima de una mesa, y echaba mano a su cartera.

-Algo ligerito, jefe. Le dijo al camarero. No sé lo que tendremos allí para poder cocinar.

-No creo que encuentren mucho.- dice Joe mientras os pone una cesta de pan sobre la barra y echa cuatro filetes sobre una plancha caliente que tiene detrás -Todas las casas abandonadas han sido "visitadas" en su mayoría por la gente que iba necesitando cosas...- mientras os va contando veis que pone a freir unas patatas en una sartén que, por el olor, tiene mantequilla -... no es que las hayan vaciado. Probablemente todas tengan cocina, pero dudo mucho que en alguna haya una bombona de butano.... cosas por el estilo. ¿Ya sabéis dónde os vais a quedar o iréis a la primera que os pille cerca?-

Mi querido y desconocido Mc Mardigan sepa usted que el sentido común es el menos común de los sentidos, se podria decir... que sin duda alguna lo buscado fue correctamente emplazado y con certeza substraido... ¿ Por quien ? -  Lord Lytton se encogio de hombros y su rostro se mostro taciturno por un instante - sea como fuere va siendo hora de que me retire, la luna campa ya a sus anchas y el vulgar ocio llegó ya a su fin - su mano, señalo a sus compañeros ultimando los detalles en la barra del bar, tras esto se levanto, inclino ligeramente la cabeza a modo de cordial despedida y se dirigió hacia estos.

-Quedo a su dispocisión para lo que necesite... y mi bolsa de tabaco también.- responde Duncan aún asombrado de que una casualidad con forma de bolsa de tabaco le hata dado la oportunidad de poder charlar un rato con Lord Lytton,

-Ya nos han indicado la dirección de una en concreto. ¿Para que cojones andar buscando más? Le respondió Marvin al camarero. Claro que si no nos la pone dura, podemos mirar en alguna otra. Por lo que decís todos, nadie en el pueblo va a poner ni una puta queja.

Marvin aspiraba, más que oler, los olores que le llegaban de la comida que se estaba preparando.

-Joder, eso huele de puta madre. Dijo. Hasta el momento de oler aquellos filetes, no se había dado cuenta del hambre real que tenía, pero no era para menos, el día había sido muy ajetreado.

El camarero sonríe ante el último comentario de Marvin y os cola platos y cubiertos, seguido de una bandeja con cuatri filetes (un poco más hecho de los que os gustaría) y otra bandeja con las patatas.

-Cuidado que queman.- os dice al colocar las bandejas metálicas sobre la barra.

El olor de la comida despierta su dormido apetito de inmediato. El accidente y la posterior búsqueda del maletín le habían hecho olvidarse de lo hambriento que estaba.

- Vaya, gracias. Realmente huele muy bien.

Coje su linterna y una de las bandejas intentando no quemarse demasiado y se encamina a la puerta de la taberna

- Creo que dormiremos donde nos sugirió el doctor. La casa de la familia Westley