Partida Rol por web

John paseó un poco por la habitación pero pronto se interesó por las fotografías. Se acercó y tomó una en las manos.

- ¿Es usted aficionado a la fotografía?

Era una forma tanto de romper el hielo como de encaminar la conversación hacia donde quería.

Tom enarca una ceja ante la pregunta de John, quedando en silencio un par de segundos ante la extraña pregunta.

-No especialmente. Es más lo que representan lo que me gusta. Pero nunca me he dedicado a hacer fotos.-

Nervioso, Tom, se coloca el sobrero que lleva puesto y suelta una larga bocanada de aire.

-Agentes, tengo algo de prisa para andar hablando de fotos, si pudieran ir al grano rápidamente.-

Lejos de amedrentarse ante la amenaza del agente, el anciano sigue avanzando. Incluso cuando Johson saca el arma, solo consigue que el viejo baje un segundo el arma antes de volverla a levantar.

-Qe te den po'l culo niñato arrogante. Boy a menderarme tu culo como no lo saques de haquí. ¡Largo de mis tierras!-

Su mirada se centra en la sheriff

-¡Y tu puta! ¿no fui vastante claro antes? No tengo nada que decir. Esos cavrones estan mejor muertos-

- Se que es más fácil de decir que de hacer, pero debería reducirlo, Jonhson...comentó Sullivan, retrocediendo hacía atrás un par de pasos como la rata de laboratorio que era, por inmenso que fuese su tamaño, susurrando al pasar al lado de su compañero. Creo que puede haber una persona muerta o inconsciente en el salón de ese hombre.

- Muy bien, señor. - sentencia tras escuchar a Sullivan - Ya no hay más avisos, queda detenido por resistencia a la autoridad. - añade agarrando con su mano libre la guadaña y echando una pierna por detrás del anciano para derribarlo en el suelo y desarmarlo a la vez.

- Bien, entonces iré al grano. ¿Qué me puede decir de una cámara Polaroid de la que se ha deshecho recientemente? Y ahorrese cualquier mentira que pudiera ocurrirsele. Disponemos de testigos, y si hago una llamada a Washington, el juez puede impedir que se vaya usted de viaje...

El viejo apenas tiene tiempo de reaccionar cuando el agente Johnson se abalanza sobre él. Con una rápida llave, el anciano cae de rodillas y se ve obligado a soltar la guadaña que golpea el suelo con un estridente ruido metálico. El viejo intenta forcejear pero en vano, la fuerza que tiene es mínima.

-Malditos cavrones, me las pagareis. No tienen ningun derecho a acerme hesto.-

A pesar de sus bravatas, los agentes pueden notar que el tono de su voz es algo más suave y sus ojos más receptivos.

La sheriff se aproxima rápidamente hasta el viejo y se inclina sobre él. Rápidamente le inspecciona, y obliga a Peter a liberar la presa que mantiene sobre el hombrecillo, no sin antes lanzarle una mirada de reproche al agente. Cuando por fin está suelto, el viejo se sacude el brazo y la mujer se lo mira. Durante el proceso, no mira a los agentes a la cara.

-Perdone por esto señor Hill, pero no ha dejado otra alternativa a los agentes. Lo siento, pero necesitamos que responda a unas preguntas y le aseguro que no volverá a tenernos merodeando por aquí.-

La voz de la mujer suena preocupada y con cuidado, intenta ayudar a Martin a levantarse.

Sin embargo, este le lanza un manotazo, golpeándola en el hombro, aunque ella no da muestras de que le haya molestado.

-No nesecito tu alluda, perra- Con algo de esfuerzo, se pone en pie y se sacude el brazo. De reojo mira la guadaña que yace a escasos metros de él, pero tras observar de nuevo a Johnson y a Sullivan, decide no hacer nada -Pero les qiero fuera cagando leches. ¿Que cojones qieren?-

Aunque enfadado, esta vez si parece dispuesto a responder a alguna pregunta.

Al escuchar la pregunta de Dwight, el rostro de Tom se paraliza en una mueca seria con la mirada perdida en la ventana y el paisaje que se ve más allá. Durante unos segundos, el silencio reina en el lugar y todo cuando oyen los presentes son los murmullos que vienen del local, al otro lado de la puerta. Finalmente, Tom suelta un hondo suspira.

-¿Solo es eso? ¿Una dichosa cámara? No la necesitaba para nada. Llevo con ella muchos años y esos críos me la habían visto en varias ocasiones al colarse en mi despacho. Como sus padres son buenos clientes, decidí regalársela. Un pequeño detalle para cuidar de los que me dan de comer. No veo en que tendría que interesarle esto a un agente de la ley-

La potente voz de Simpson sorprende a los agentes ya que no parece la voz de alguien nervioso, a pesar de aparentarlo apenas unos instantes antes.

-¿Necesitan algo más? También le regale mi caña de pescar a Trevor MacMillan hace un mes ¿Eso también es delito?- Su expresión se va tornando cada vez más seria. -No tengo tiempo para preguntas absurdas agentes, así que les agradecería que fueran al grano o me dejen tranquilo.-

Su voz suena autoritaria, casi amenazante.

- Veníamos a hacerle unas preguntas sobre los fallecidos, - explica guardando el arma tras devolver la mirada de reproche a la sheriff - pero ahora vamos a detenerle por obstrucción a la justicia y también por el cadáver que el doctor Sullivan ha encontrado en el interior de su casa y que supongo es la razón por la que le urge tanto que nos vayamos de aquí. - continua sacando sus esposas - Las preguntas las haremos en comisaría.

La sheriff abre los ojos con asombro y terror ante lo que Johnson acaba de revelar. instintivamente niega con la cabeza como si no pudiera creer lo que ha oido.

-¿De qué diablos está hablando? ¿Cómo que un cadáver?- Nerviosa, se gira hacia el agente Sullivan -¡Explíquese maldita sea!-

La agente no puede recibir respuesta pues a su lado, el viejo la empuja con fuerza y sale corriendo hacia la casa con los ojos enloquecidos.

-¡No, no lo tokeis, es mío! ¡Lo necesito!-

Para aparentar tanta debilidad, os sorprende lo rápido que se mueve ahora. mientras corre en dirección a Sullivan, que es el único que le corta el paso.

Gracias, Jonhson...

- Hay un cadáver opersonainconsciente- agregó con rapidez, viendo el rostro alterado de la sheriff- sentado en el sillón de la casa... Y por eso mismo no iba a dejar que el viejo loco volviese a entrar dentro. En realidad era difícil que quedase alguna prueba no alterada, pero el poder averiguar porque necesitaba aquel cuerpo  era demasiado poderoso para dejarle huir. Mucho mejor si le detenían y podía interrogar al viejo, descubrir que pasaba por su alterada y analfabeta muerte.

Así que Jules aprovechó a que Hill pasase a su lado para intentar agarrarlo e inmovilizarlo.

El viejo apenas cambia de dirección cuando ve que Sullivan se ha plantado frente a él para frenar su avance. Su mirada parece perdida y solo corre hacia la puerta. En cuanto llega a su altura, Hill intenta saltar hacia un lado, pero el enorme cuerpo del agente le rodea y extiende los brazos hacia el anciano. Cuando el viejo se da cuenta de lo que se le viene encima intenta frenar, pero Jules es demasiado grande para él. Sullivan solo necesita un segundo para inmovilizar al anciano y obligarlo a arrodillarse. Aunque intenta revolverse, el agente es demasiado fuerte y solo necesita sujetarle los brazos a la espalda para impedirle moverse.

El anciano deja de luchar, pero entonces se suela su lengua.

-Ijo de puta, cavronazo, negro de mierda, desgraciado mamonazo...-

Sin dar muestras de cansarse, el anciano sigue insultando a Sullivan en todas las formas posibles.

Que el anciano saliera corriendo pilla por sorpresa a Joanne que apenas puede reaccionar. Sin embargo, la rápida actuación del agente del FBI ha salvado rápidamente la situación. Sin embargo la preocupación la embarga. ¿Podía ser cierto que Martin Hill tenía un cadáver en la casa? Era un viejo excéntrico y algo zumbado, pero hasta ahora nunca había sido peligroso.

La sheriff parece dudar. Su mirada va continuamente desde los agente al anciano sin saber que hacer. Su expresión es tensa, dudando sobre que hacer. Finalmente mira a Sullivan.

-De acuerdo, usted vigile al señor Hill. Martin, escuche...- Cuando la agente se dirige a él, este parece relajarse y deja de insultar a Sullivan. -...Sé que no le gusta, pero debo entrar en su casa, será rápido y no estaremos más de lo necesario, pero debemos comprobar lo que dice el agente. Aunque si nos ayuda, más tarde podríamos ayudarle a usted.-

Como una ahogada súplica, la mujer espera que  Martin Hill colabore. El viejo no parece por la labor ya que tan solo la insulta y le ordena no entrar en la casa, amenazándola curiosamente con una denuncia. La sheriff niega con la cabeza.

-Muy bien agente Johnson, acompáñeme al interior y aclaremos esto lo antes posible.-

Aun tenía la pistola en su mano derecha, con la zurda hace un gesto a la sheriff de "usted primero" y la sigue hasta la puerta arma en mano, aunque no parecía haber peligro alguno, el entrenamiento mandaba en aquellas situaciones.

Hmmmm interesante reacción, puede que tal vez... esté encubriendo a alguien, sino es a si mismo. Miro a mi compañero a la espera.

Tuerzo un poco el gesto cuando menciona lo de la caña de pescar y carraspeo.

- Le recuerdo que está frente a agentes del FBI, muestre respeto le digo emulando su tono, marcando bien las distancias, no nos va a vacilar Estamos investigando, señor, colabore y si no tiene nada que ver con la Polaroid, denos todos los datos que estén a su alcance para que la investigación avance le miro a los ojos.

No voy a tolear amenazas, trabajamos para los ciudadanos, para protegerlos, este señor no minguneará los ideales de América.

- Dígame una cosa, señor Simpson. Si la cámara era un regalo, ¿por qué les dió dinero a cambio de que no dijeran de donde la habían sacado?

Siguiendo a la sheriff, os dirigís a la puerta trasera ya que la suponéis abierta. Tras pegarte a la pared con la pistola desenfundada, la agente se detiene un momento y te mira esperando a que la confirmes que estás preparado. Asientes levemente a lo que la mujer responde girando el pomo y empujando la puerta que cede con un leve crujido.

Lo primero que veis es el interior de la cocina, bastante sucia y con cacharros por toda la encimera. En la pila hay varios platos sobre los que revolotean un grupo de moscas y todo el lugar está impregnado de un desagradable olor amargo. Las paredes de papel están rajadas y descoloridas por diversos puntos, dejando ver la madera gris de la pared. la poca luz que se filtra a través de la ventana apenas puede iluminar el lugar que está impregnado de pequeñas partículas de polvo, claramente visibles a través de las franjas de luz.

Tras inspeccionar rápidamente la primera habitación, os ponéis en movimiento, dirigiéndoos, a la puerta que supones da al salón. Al llegar al umbral, puedes comprobar que la sheriff duda al ir a abrir la puerta. Tu corazón se acelera expectante ante lo que vas a encontrar. Entonces, la mujer empuja la madera y esta se abre con un sonoro chirrido.
El salón es bastante grande, la oscuridad se arremolina en los rincones, la poca luz que se filtra por las ventanas apenas puede mantenerla a raya y los muebles dibujan amenazadoras sombras sobre las paredes y el suelo. Del techo cuelga una lámpara de tres bombillas a la que sin embargo le faltan dos de ellas, varias arañas parecen haber hecho su nido en el lugar. En el centro, hay una enorme alfombra roída y descolorida, con lo que se adivina un dibujo trenzado. El salón se extiende hasta el fondo, donde se adivina una escalera que asciende al piso superior y la puerta principal.

Sin embargo, vuestros ojos se centran rápidamente en el enorme sillón que hay frente a la chimenea. A pesar de la oscuridad, podéis ver la silueta de un brazo apoyado en uno de los reposabrazos. y lo que parece una cabeza, aunque un feo sombrero de paja lo cubre casi por entero. La sheriff entra primero, con la mano en la empuñadura de su pistola, caminando lentamente hacia el sillón. Mientras, tu no pierdes de vista el resto de la habitación, si en verdad se había producido un crimen, bien podía ser que hubiera cómplices escondidos.

Finalmente, la agente llega hasta el lugar y se queda mirándolo fijamente durante unos segundos. Entonces, te mira.

-Agente por favor. Venga aquí.-

Con rápidas zancadas, recorres velozmente el espacio que os separa hasta que por fin puedes ver el cuerpo entero. La sangre se te hiela en la venas y te quedas sin palabras ante lo que estás viendo. Sentado en el sillón, en una postura imposible, hay un espantapájaros.