Partida Rol por web

Sullivan sonríe cuando cierra la puerta respondiendo al viejo hill.

- No se preocupe, se lo diré. ;)

Bien, la burocracia os lleva algo más de una hora. En ese tiempo conocéis personalmente al alcalde Stevenson, un tipo bastante nervioso por la deriva de los acontecimientos y que no os pone ningún reparo, y al juez municipal que por su vestimenta tiene más aspecto de ganadero que de hombre de leyes.

Ahora, completado el papeleo y con el juez presente, estáis de nuevo en las tierras del viejo Hill. Aunque la tormenta ya ha pasado el cielo sigue gris y encapotado, con un viento desapacible que agita el maizal.

Normalmente la sudorosa tarea de cavar la ejecutaría algún operario del ayuntamiento (el enterrador), pero esto no es el cementerio y ya se ha perdido bastante tiempo, así que os arremangáis las camisas y caváis.

Tras varios minutos turnándoos en la tarea, por fin la pala golpea con algo sólido, devolviéndo el inconfundible eco de la madera. Apartáis las últimas capas de tierra y tenéis ante vosotros la tapa de un ataud modesto y maltrecho por el paso del tiempo.

 Finalmente la pala golpea algo sólido. 

Al fin- piensa Dwight. Se pasa la mano por la frente para quitarse el sudor. 

Bueno, sino os importa, hago los honores- comenta John mientras se ayuda con la pala para hacer palanca y abrir el féretro. Con un poco de fuerza la tapa queda abierta descubriendo...

Sullivan se acerca al ataúd cuando escucha el ruido característico de la pala. Su intención era ser el primero en abrirlo pues Dwight se encuentra el pobre bastante afectado por los últimos acontecimientos así que se adelanta hasta la posición de su compañero y le pone la mano en el hombro mientras le dice.

Perdona, dwight, deja que sea yo quien abra el ataúd pues como médico forense estoy más habituado a esto. Por favor, apartaos y taparos la nariz pues el olor puede ser nauseabundo. ¡Y no es una broma!

Sullivan se adelanta y se encarga de abrir el ataud. Tras tantos años la tapa gira con dificultad, emitiendo un quejido de madera podrida. En cuanto lo abre unos centímetros os llega un olor putrefacto que os hace torcer el gesto, aunque no es ni remotamente tan intenso como esperábais. Por fin, con un último tirón abre la tapa del todo y descubrís que el interior está vacío. No hay cadáver.

Sin embargo, Sullivan repara en pequeños restos aparentemente orgánicos, ahora ya poco más que polvo, incluso algún fragmento de hueso. Entre eso y el mal olor no cabe duda de aque allí hubo un cadáver durante mucho tiempo.

 Bueno, creo que ya tenemos a nuestra asesina- comenta Dwight. Al menos, eso pensaba- ahora solo nos queda investigar los alrededores de la casa. Aunque no estaría de más pedir refuerzos para acordonar esta zona. Sullivan, ¿te quedas aquí mientras Peter y yo investigamos la zona?

Peter no puede creer la naturalidad de Dwight ante la situacion. ¿Cree que es una zombi?

Pero otra teoría viene a su mente. ¿Podría ser que... aquí guardara los cadáveres?

No suena muy convencido.

Sullivan observa atónito lo que tiene delante mientras se pregunta como pudo salir el cuerpo de allí a no ser que alguien lo desenterrara en su día para volver a meterlo pues el lugar no parecía haber sido removido y el ataúd se encontraba en buen estado. Es decir, el fiambre no pudo salir de allí por iniciativa propia.

¡Por todos los diablos! - exclama sullivan sorprendido. ¿Que esta pasando aquí?

Sullivan no piensa en la posibilidad de que el asesino sea un muerto viviente o algo similar sino que cree que en su momento paso algo que provoco que hicieran creer que la hija había muerto. Por eso quiere examinar los restos humanos del ataúd para comprobar científicamente que es lo que ha ocurrido aquí.
En principio sullivan piensa que el asesino podría ser otro hijo de Beth Hill, hermano del asesino de la polaroid, o en su defecto alguien que se haya relacionado con él.

Peter se reprocha al instante su estupidez. ¿Qué cadáveres? Si todos estaban bien a la vista desde el principio...

Así que realmente Beth Hill, ooo... alguien ha estado enterrado, bien muerto, allí dentro. Las cosas se descontrolan. Se suponía que iban a desentrañar un misterio, pero lo único que consiguen es enmarañarlo todavía más. Todo es tan absurdo...

La solución sencilla es: Beth Hill muere, es enterrada, y revive con sed de venganza encarnada en un espantapájaros asesino de fuerza sobrenatural.

Pero la solución sencilla es completamente fantástica. De eso Peter sólo puede sacar en claro que alguien ha urdido un teatro que ha engañado al viejo y les está engañando a ellos. O... o no.

El ataud vacío os desconcierta tanto que os quedáis ausentes, dejando sin respuesta las preguntas de vuestros compañeros.

Ante los comentarios de Dwight el juez, igualmente pálido y desconcertado, acierta a balbucear:

-¿Entonces ya tienen la identidad de la asesina? ¿De quién se trata?

Y luego, ante el comentario de Peter, añade:
-¿Creen que ha habido más víctimas de las que encontramos?

No, no, pero no estaría mal revisar las desapariciones en las cercanías en los últimos... bueno, en mucho tiempo.

Peter suspira. ¿Cuando acabará ésto?

Aún perplejo por el descubrimiento acontecido sullivan se aparta del ataud y saca sus utensilios con paciencia pero continúa hablando mientras se pone los guantes.

- Cuando estuve en Joshua Tree pregunté por otros asesinatos relacionados con estos de aquí, sobretodo por el modus operandi. Y creo que también hablamos del tema de los desaparecidos por la zona pero creo recordar que no había precisamente un índice fuera de lo normal.

Entonces termina de ponerse los guantes y toma una mascarilla para la cara pero antes de ponersela y empezar a trabajar termina de hablar.
- En cualquier caso esta claro que hay que investigar los hechos ocurridos en relación a Beth Hill. Me huelo que aquí puede haber algo malo que fue tapiado en su día.