Partida Rol por web

El hombre os toma nota asintiendo con la cabeza.

-¿Y usted, sheriff? ¿Qué le sirvo?
-Hum... Yo ya he comido, pero no puedo resistirme a la tarta de manzana de Taddy.

El hombre rie entre dientes y se aleja hacia la cocina renqueando. Momento que aprovechais para seguir hablando del caso.

-Diría que el viejo siente animadversión hacia todo el pueblo, o toda la humanidad en general. Pero no, no creo que sintiera especial odio por Bale. Al menos nunca dio señales de ello. Contra Elmore, que yo sepa, no tenía nada en absoluto.

Los clientes siguen mirándoos de reojo y cuchicheando entre ellos, pero poco a poco van perdiendo el interés. Tras unos minutos el señor Simpson volverá con vuestra comida. Cualquier duda que tengais sobre su sabor se disipa al primer bocado: es realmente buena. Sin aditivos ni salsas para encubrir el sabor. Simplemente carne de primera calidad preparada al estilo tradicional.

Durante la comida podeis hacer más preguntas a la sheriff, hablar de cosas intrascendentes o simplemente devorar vuestra carne en silencio.

Ya es un poco tarde para comer, así que al final sois los únicos en la zona de comedor. Entre eso y vuestro aspecto de forasteros, cada vez que alguien entra en el bar se os queda mirando y, al sentarse en la barra, notais que cuchichea con los de al lado. Sin duda hablando de vosotros.

Sólo hay un momento en que dejais de ser el centro de atención del local, y es cuando una chica de unos dieciocho años sale de la cocina. Es una joven bastante bonita, rubia y bien proporcionada. En la cocina debe hacer mucho calor, porque sale con una camisa de cuadros anudada a la cintura y unos short minúsculos, dejando muy poco a la imaginación.

Todos los presentes, mayormente varones, fijan su atención en ella instantaneamente y un coro de piropos compite por atraer su atención. Ella se abanica y tontea un poco con los clientes.

-Esa es Taddy - os confirma la sheriff-, la vecina de Elmore.

Peter se limpia cuidadosamente la comisura de los labios con la servilleta, bebe un poco de vino...- Taddy eh?...cuando dijo que era la cocinera del local, me la esperabaa...no sé...de otra forma. Sería interesante invitarla a sentarse y charlar un poco con ella sobre lo que oyó realmente aquella noche. Podría avisarla sheriff para que se acercara?-

-De acuerdo.

Va hasta una zona vacía de la barra y con un gesto de la mano llama a Taddy. La sheriff le susurra algo en voz muy baja, para consternación de los presentes que ya estaban poniendo la oreja. La chica asiente, sale de la barra y las dos llegan junto a vuestra mesa.

Taddy parece una de esas personas resueltas, pero en este momento se la ve algo cohibida. La sheriff la invita a sentarse y os presenta.

-Estos son los agentes Dwight, Sparks y Johnson. Quieren hacerte unas preguntas.

Salina sonríe al ver a la hermosa joven salir de la cocina. Siente deseos de reír a carcajadas al ver a todos los hombres mirándola de esa manera. Se nota que la chica tiene tablas porque sabe perfectamente cómo dejarse querer sin dejarse tocar. Hay cosas que nunca cambian. Su sonrisa se ensancha todavía más al oír el comentario de Peter. Mira su comida para contener la risa. Sigue con la mirada a la sheriff cuando se levanta de la mesa y se acerca a la cocinera.

-Si se descuida, dice, mirando hacia Taddy, cogerá una cistitis. Luego se ríe entre dientes. Cerrad la boca, chicos, u os entrarán moscas.

- Buenas tardes, Taddy, soy la agente Salina Sparks. Permítame felicitarla por la comida. Creo que es, con diferencia, lo mejor que he probado en muchísimo tiempo. ¿Querría sentarse con nosotros un momento para responder a unas preguntas? No nos llevará mucho, no se preocupe.

Salina se hace a un lado para dejarle sitio a Taddy. Aprovecha para mirarla discretamente de arriba a abajo. No le extraña que los hombres se vuelvan a mirarla... Es bastante exuberante.

- Buena tardes Taddy!...y muy buenas...en primer lugar decir que corroboro las palabras de mi compañera Salina. Llevaba mucho tiempo sin probar una carne tan deliciosa. Le felicito....Verá la cosa es que queríamos charlar un rato con usted por que la sheriff nos ha informado que la noche que asesinaron a Elmore oyó ciertos gritos desde su casa...como calificaría esos gritos que oyó? eran de auxilio, de miedo...pudo distinguir algún mensaje en esos gritos? sobre que hora ocurrió?

Bebo un trago del vaso de agua y aparto ligeramente el plato de mi. En el plato aun se puede ver algo menos de un tercio del filete y algunas patatas. Buenas tardes. Sonrio ligeramente al oir el apresurado interrogatorio de mi compañero, mientras estudio el lenguaje corporal de Taddy ante la avalancha de preguntas.

Los alagos de Peter y Salina parecen relajar a Taddy. Os da las gracaias con una sonrisa encantadora y se siente a la mesa. Sin embargo, las preguntas de Peter vuelven a inquietarla.

-Eh... Bueno... A ver... Eran en torno a las once. Yo ya estaba en cama, aquí en la cocina hay que madrugar mucho, ¿saben?. Y entonces me despertó un grito o algo así. Como estaba ya medio dormida no me enteré muy bien. Casi pensé que lo había soñado, ¿saben? Pero me levanté y miré por la ventana, que da a la casa de Elmore. Como en su salón se veía la luz de la tele, pues yo... -le tiembla la voz, entre avergonzada y compungida- pensé que habría sido una película o algo... ¿Quién iba a pensar que lo estaban...? -añade muy rápido, a la defensiva-. James era un encanto y muy amable, quién querría hacerle daño...

Salina estudia atentamente las reacciones de Taddy. Para ser una mujer acostumbrada a lidiar con una pandilla de hombretones dispuestos a llevársela al huerto, parecía ponerse absurdamente nerviosa por unas sencillas preguntas. Aunque éstas fueran formuladas por agentes del FBI. Bueno... quizá sólo fuera producto de la timidez pueblerina. No obstante, tenía la sensación de que ocultaba algo. Menuda novedad... La gente, en general, siempre oculta algo. Todos tienen secretos.

-Perdone que se lo pregunte, Taddy, ¿pero estaba usted sola en su dormitorio la noche de los hechos? Entiendo que mi pregunta le pueda parecer indiscreta, pero espero que confíe en nosotros. Cualquier detalle, por insignificante que pueda parecerle, podría darnos una buena pista. En estos casos no hay que descartar nada. Ni siquiera, por ponerle un ejemplo, el ladrido a deshora de algún perro guardián... También quisiera saber si vive usted con alguien y, si es el caso, ¿notaron o vieron algo aquella noche?

Al ver el nerviosismo de Taddy al responder a las preguntas, Dwight sonrie tranquilizadoramente y sin levantar mucho la voz, habla pausadamente y relajadamente- Tranquicese Taddy, no pasa nada por hablar con nosotros. Estoy seguro de que nos esta diciendo la verdad y nos quiere ayudar a encontrar al asesino del señor Elmore, pero para hacerlo debe contarnoslo todo. ¿Estaria mas tranquila hablando con nosotros en un lugar con menos gente alrededor?. Si es asi, podemos ir a otro lugar donde podamos hablar con mas tranquilidad.

Vamos a estrenar dados a ver...

Peter echa mano a su chaqueta y saca un arrugado paquete de tabaco. Después de comer nunca lo perdona. Coge uno de los dos cigarrillos que le quedan y mientras sus compañeros preguntan él no deja de mirar a la cocinera.

-No, que va, estaba sola. Además vivo con mis padres, así que... Ya sabe, nada de chicos... Ellos duermen en la habitación que da al otro lado. No se enteraron de nada.

Taddy nota que Peter se la queda mirando fijamente. Ella le devuelve la mirada, una sonrisa insinuante baila en sus ojos. Pero es un movimiento fugaz y vuelve a concentrar su atención en Salina y John.

-Estoy bien, gracias. Estamos todos un poco nerviosos con todo esto, ¿saben? Por aquí nunca pasa nada, y ahora... No sé, si es tan importante que les cuente todo... Yo... -parece que va a decir algo, pero se interrumpe-. Es que es una tontería, me tomarán por boba.

-Taddy, por favor, como ya le he dicho antes, cualquier detalle, por insignificante y absurdo que pueda parecerle, podría encarminarnos en la dirección correcta. Díganos, ¿qué iba a decir? No sea tímida, no hemos venido a juzgarla, sino a cazar a ese malnacido y evitar que vuelva a hacerle daño a alguien... - Salina se da cuenta de que ha expresado el último comentario con una evidente vehemencia-. Perdone mi vocabulario, -añade, disculpándose. Este asesino no es diferente de los demás, es bestial y cruel... ¿Por qué te pones así? Salina descarta el pensamiento y vuelve a centrarse en la joven cocinera, sin perder de vista los gestos de los presentes.

Parece convencida.

-Está bien, tampoco voy a dejarles ahora con la duda. Aunque estoy segura de que son imaginaciones mias. Bueno, veran, después de levantarme por el grito no me volví a acostar enseguida, antes bajé a la cocina a por un vaso de agua. Al volver a subir a la cama, un minuto después, vi algo de reojo por la ventana. Pero dense cuenta que fue muy rápido, afuera estaba a oscuras y yo aún andaba medio adormilada. Y además es imposible, que caray. Pero bueno, me pareció ver un movimiento, una sombra que... pasaba limpiamente por encima del seto de Elmore -sonríe entre avenrgonazada e inquieta-. Eso es imposible, ¿saben? Ese seto es casi tan alto como yo. Cualquiera lo podría escalar, pero no se puede saltar, no de esa manera... Por eso no lo conté, debí imaginármelo.