Partida Rol por web

Jerry baja siguiendo a William y a Jack, necesita recoger sus efectos personales y cambiarlos a su camarote, una pequeña habitación contigua a la del capitán ideada para los oficiales de alto rango. No tan ostentosa como la del capitán, pero mejor que aquél cuchitril donde los otros debian pasar las noches, y donde él ya había pasado más de cien.

Bueno, como podeis observar aquí no se repara en gastos. Ironizó cuando entraron en los camarotes.

Tres decenas de hamacas colgaban de un lado a otro de la habitación en fila india, unas detras de las otras. La tela era bastante aceptable y carecia de rasgaduras. Quizá el suave contoneo del mar ayudara a dormir allí colgado, pero estaba claro que en las noches fuertes sería totalmente imposible.

Jack entra en el camarote y, inmovil con los ojos medio cerrados de asco, dice con voz áspera Genial, dirigiendo una mirada a todas las hamacas que colgaban me pido la litera de arriba dijo con ironia y pegando pequeños saltitos de alegria falsa. Se dirige al fondo de la habitacion y elige una hamaca. Me pido esta dice dejando sus efectos personales encima de ella. Se dirige hacia la salida cuando ve a William, señalando su hamaca, aquella esta reservada dice con una pequeña sonrisa. Dirigiendose a Jerry y caminando hacia la salida tal vez usted tenga un camarote mejor que el nuestro pero usted no gozara de la compañia de los valientes y forzudos marineros que ocuparan esta habitacion. No le ajuntaremos en todo el viaje dice con su sonrisita caracteristica.

En este barco hay dos tipos de tripulantes: los que duermen y los que no.. Y no te negare amigo, que en los días de tormenta se duerme como en una nube Ironizó el Caratriste.

- No lo dudo contramestre, sin embargo he dormido en lugar peores, mucho más húmedos y malolientes que este, es más creo que hacía tiempo que no encontraba un lugar tan agradable.- No parecía haber ni un ápice de ironía en las palabras del marino que sonreía mientras observaba el lugar. - Sobre los tripulantes, creo que nuestro amigo está en la categoría de los que no duermen ni dejan dormir...- Tras estas palabras se fue fijando en la disposición de las hamacas, cuando hubiera batalla se descolgarían para dejar espacio y poder maniobrar bien los cañones, además lo mejor era dormir lo más alejado posible de la santa bárbara y lo más cercano a la salida, aunque las hamacas no eran fijas pues dependía de los turnos y de quien llegara primero. Sin embargo Will era perro viejo y deshaciendo su hatillo montó so propia hamaca en un lugar que estimo adecuado. - Creo que aquí no tendré problemas.- Y tras asegurar su cama se volvió hacia Jerry. - ¿Qué le parece nuestra nueva capitana?, parece del tipo de capitanes intrépidos, atrevidos y quizás también temerarios...

Temeraria lo es sin duda. Dijo bajando la voz hasta convertirla en un susurro temeroso. ¡Enfrascarnos a todos en semejante viaje! ¡Pardiez! si ni si quiera sabemos si lo que dice ese mapa es cierto... Hay que tener un buen par de coj... se frenó en seco y miro a los ojos de William. Bueno... de lo que sea que tenga... Espero quelo que dice ese mapa sea cierto. Además una mujer al mando de tanto hombre... No se si podrá aguantarlo.

-Ja, no temo por ella, más temo por los hombres, esperemos no tener problemas y lograr algo pronto pues sino está claro que comenzarán a correr rumores sobre nuestra capitana.- Estaba claro que la tripulación no confiaría fácilmente en una mujer para gobernar el barco, pero de momento era lo que había y tendrían que acostumbrarse. - Por mi parte sin duda que disfrutaré cuanto pueda, siempre es refrescante y emocionante para uno luchar contra el sino y las supersticiones, de todas formas no sé si me gustaría estar en tu lugar, si escucho a alguien que pueda dar problemas te avisaré, de momento vigila en corto a ese tal Jacks, si actúa como en la taberna puede causar problemas entre el resto de la tripulación.- Desde que le viera no le había gustado aquel despreocupado maleante de tres al cuarto.

No te preocupes, lo tendré atado en corto... dijo echando la mirada hacía atras por el lugar que Jack se había ido.

Tom Booney entró al camarote en ese instante. Allí se encontraban hablando Jerry y William.

Buenas camaradas!! Por fin al mar... Les dijo a Jerry y William con una sonrisa. Espero no interrrumpir, ¿cómo van las cosas?

- Hombre nuestro músico, parece que vas a tener grandes aventuras que cantar, ¿eh?.- Dijo Will girándose hacia Bonney. - Nada más y nada menos que embarcar con una mujer como capitana, eso ya es un gran comienzo, ja ja ja.- La risa desenfadada resonó por el camarote mientras se ajustaba el cinto y revisaba sus escasas pertenencias, con cuidado sacó su pipa y comenzó a llenar la cazoleta. - Bonney qué pensáis de nuestro capitán, como le decía a nuestro contramaestre parece atrevida y valiente...- Con gesto experimentado terminó de preparar su pipa encendiéndola con la mecha que llevaba guardada en una pequeña caja metálica.

- Si no tenéis nada que hacer podéis acompañarme mientras reviso las bodegas en busca de ratas y para ver como están las provisiones de ron.- Al pronunciar la palabra ron el curtido marino guiñó un ojo a ambos contertulios mientras mostraba su mellada sonrisa. -Por el camino podemos hablar animadamente sobre nuestra nueva y desconocida aventura.- Al contrario que en tierra, O´Linch parecía mostrarse mucho más risueño y parlanchín a bordo, estaba claro que se sentía cómodo en el barco.

Eso espero, tener muchas aventuras que cantar, y poder hacerlo. Dijo sonriendo mirando a William. ¿La capitana...? me gusta, creo que tiene lo necesario, y de sobra, para ser un buen capitán. Y continúo con un tono pícaro. Y seguro que somos los únicos piratas a los que no nos importaría quedarnos embobados mirando al capitán... .

Con su gesto en la cara casi inmutable, casi sonriente, continuó hablando. Yo si te voy a acompañar a echar un vistazo a las bodegas, pues eres una grata compañía. Espero que el contramaestre nos acompañe y nos cuente algo, me encanta escuchar. Concluyó

¿Grata compañía?, por unos instantes aquellas palabras le resultaron chocantes, propias de gentes más civilizadas o de trato con damas, este hecho lo achacó a la procedencia del marino... aunque ahora que lo pensaba no sabía nada de él. - A todos nos gusta escuchar buenas historias y seguro que la tuya es tan buena como cualquier otra. ¿De dónde vienes y qué te ha echo enrolarte?.- Con una palmada invitó a Tom a que le acompañase antes de girarse y mirar a Jerry. - Contramaestre, ¿venís?.

Me encantaria, pero debo encargarme de mi camarote. Se disculpó. Debo acondicionarlo un poco.

Mientras comenzaba a caminar tras la invitación de William, comenzó a contar su historia.

Bueno ahí va mi historia. Me crié en una taberna de una aldea costera con unos familiares. Me pasaba los días por allí con los que la frecuentaban, ladrones, músicos, mercaderes, piratas.... Tras decir esta palabra su rostro brilló y su casi-sonrisa se hizo completa, y continuó hablando pensativo cómo si estuviera sólo. Oh sí, piratas, me encantaba estar con estos últimos, con cualquier pirata que fuera me pasaba horas hablando y preguntando.... Se rascó la cabeza pensativo y volvió a mirar a William ya en sí. En fin que cuando me hice un poco más mayor decidí partir e intentar enrolarme en un barco. Cogí mi armónica y poco más dijo sonriente mientras se señaló el bolsillo y zarpé con un barco de mercaderes.

Y mientras levantaba un poco los brazos en señal de conclusión decía Y tuve suerte, atracamos en Nassau un par de noches antes de conocernos, y aquí estoy, dispuesto a que la vida pirata me cambie la vida....

El barco siguió el rumbo marcado por la capitana y el día pasó pronto, antes de lo que se hubieran imaginado.

El sol se despedía de ellos con los ultimos rayos sobre el horizonte cubierto de mar y de nubes anaranjadas. Y pronto la oscuridad comenzó a predominar.

La noche refrescó el calor tropical que había dejado el día, y el viento que seguía soplando incluso dejaba una sensación de frío en el cuerpo.

O´Linch escucho atento la historia del joven dando lentas caladas a su pipa.- De modo que tenemos otro grumete a bordo, de momento la vida pirata como ves es idéntica a la vida en cualquier barco como marino, es más mientras no nos crucemos con algún mercante y lo asaltemos seguirás siendo un grumete de agua dulce.- Dijo guiñándole un ojo, el tiempo pasó veloz, quizás demasiado rápido para lo que él esperaba. - Será mejor que vayamos a la cubierta, a ver si encontramos al pequeño Sam y nos cuenta algo interesante de hacia donde vamos, además siempre es agradable sentir la brisa nocturna tras un duro día de trabajo.

Lo cierto es que sí soy un joven grumete, pero soy habilidoso y podré estar a la altura. Dijo sonriente. Bueno subamos a cubierta, tengo ganas de sentir esa brisa nocturna.

Sí, soy un pirata novato.... pero, no sé... confío en lo que he aprendido todos estos años para poder desenvolverme bien. Al fin y al cabo, he tenido muchos maestros, incluso algunos buenos, jaja. Me desenvolveré bien, sí, he nacido para esto. Reflexionó entre cómica y seriamente.

Contramaestre. Dijo en señal de despedida con un leve movimiento de cabeza a Jerry antes de salir.

Uno tras otro todos fueron llegando a los camarotes de la tripulación y acomodandose en las hamacas, mientras el grupo de la noche se encargaba del barco y de mantener el rumbo.

La musica de la harmonica de Tom alegraba el lugar donde los rudos marineros se acomodaban para pasar la noche. El olor a humanidad y ron era la tonica de aquella estancia.

Al llegar al camarote general observa desorientado el lugar y no acaba por decidirse para instalarse en una hamaca, pues bien podía ocupar el puesto de algun fornido marinero cólerico. Así que decide caminar hasta Tom y su música.

Hola Tom.. ¿Me puedo poner por aquí?