Partida Rol por web

Ésta es la escena en la cual os encontráis, os dejo total libertad para que hagáis esta escena como grupo. 

- Según los datos de Dunia y Bastian en su trasfondo, es cuando salen de Cala Roderic.

- Según el trasfondo de Axel Balskra dice así: Tras el incidente indago un poco por la ciudad y conozco a Duina y a Bastian.

Según la información de vuestro trasfondo entonces os conocéis en Cala Roderic antes de que Dunia y Bastian salgan de la ciudad, la forma de conoceros es a vuestra elección pero debéis hacer vuestros respectivos post, debido a que Axel ahora no puede conectarse no sé si lo esperáis o decidís encontraros con él más adelante...

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Según el trasfondo de Gadrel Belen-Din dice así:  Por ahora Gadrel recogió sus pertenencias y se puso tras el rastro de aquellos que habían saqueado a los suyos en sus momentos de debilidad alcanzando de esta forma los límites exteriores del Churl.

Aquí no se indica la unión con Dunia, Bastian y Axel, os repito al estar como grupo es vuestra responsabilidad en esta escena decir la forma en que os conocéis. Gracias.

Tras una noche de excesos con el alcohol y la comida, con unas gentes muy agradables con quienes compartieron su campamento, y unos sueños muy inquietantes, Bastian y Dunia se encuentran solos por la mañana. Al despertar Bastian ve que el panorama ha cambiado radicalmente. Con un fuerte dolor de cabeza y horrorizado se da cuenta que todos han desaparecido, junto con sus bienes y sus caballos. Después de unos momentos, entre incomprensión e indignacion despierta a Dunia

¡Dunia, Dunia! ¡Despierta, vamos! ¡Despierta!! Mientras la zarandeaba

Dunia se despierta con gran dolor de cabeza y sin recordar muy bien donde está. ¿Tanto bebí anoche?. Sin apenas poder abrir los ojos se reincorpora un poco, se echa las manos a la cabeza y adormilada le dice a su primo:

¿Qué pasa Bastian, tan tarde es?

A Bastian casi se le dibuja una sonrisa al ver el despertar de su prima, pero la situación se lo impedía

Prima, estamos en la mierda, nos lo han robado todo, se han pirado, hemos sido unos novatos pardillos, ¡¡Nos la han jugado!!! No sé ni qué hora es... Nos debieron poner algo en el vino.

Dios mío que boquita tiene... Dunia seguía aún más dormida que despierta.
¿Que nos han robado qué? Me duele la cabeza...
Unos segundos después consiguió abrir un poco más los ojos.
¿Dónde están nuestros amigos?

Nuestros amigos nos han rob... ¡Shhhh! Alguien se acerca

Sin dudarlo ni un segundo, busca entre el saco algo que nunca deja descuidado, su espada. La coge con un movimiento felino y se agazapa, preparado para atacar, entre su prima y el visitante. La vista le permite ver que se trata de un tipo que no conocen.

Pronto recupera el sentido, se levanta y empieza a darse cuenta de lo que ha pasado. Les acababan de robar prácticamente todo. Todo el dinero que les había dado el padre de Bastian y lo que habían conseguido vendiendo lo que tenían en Cala Roderic, además de sus caballos y otros bienes que llevaban en las alforjas de estos había desaparecido.
Bastian, no nos queda nada... dice Dunia atónita y con la voz templorosa.
Luegó cae de rodillas y se queda en el suelo intentando asimilar lo ocurrido sin hacer caso a la persona que se está acercando. No es posible...

Ortinas de niebla velan el paisaje, flotando espectralmente sobre pantanos húmedos y solitarios. Pequeños bosques salpican la región, sus enmarañadas profundidades rebosantes con el perfume de la savia de pino y de ortigas y laureles, mientras que tierra adentro valles ribereños revestidos por majestuosas secuoyas se hayan intercalados entre riscos agujereados y escarpes calizos. Esta enorme extensión y la sensación de aislamiento de la región le han proporcionado su nombre local: Cala de Roderic.

Sin embargo, hay focos de la civilización a lo largo de Cala de Roderic. Campamentos varisios tradicionales pueden ser hallados en cada hondonada y quebrada a lo largo de una costa delimitada por acantilados, y casas solitarias se sitúan sobre los farallones: domicilios para los excéntricos o los ricachones que buscan un poco de tranquilidad más allá del bullicio...Se pueden encontrar posadas situadas a la vera de los caminos cada veinticuatro millas o así, situadas en virtud de la distancia que la mayoría de los viajeros puede caminar en un día de viaje. Pequeñas capillas de piedra consagradas a Desna, diosa patrona de los nómadas y de los varisios, ofrecen nuevas oportunidades de refugio contra las numerosas tormentas que suelen sorprender al viajero desprevenido. En el momento adecuado, cualquiera de estas semillas de civilización podría florecer en un pueblo, o incluso en una ciudad.  Lo que una vez fue un campamento varisio más grande de lo normal a la sombra de una antigua torre en ruinas se ha convertido en la población más grande Cala de Roderic.

Conforme uno se acerca a la ciudad de Cala de Roderic, la huella de la civilización se percibe con mayor claridad. Las tierras de cultivo empiezan a ser más numerosas en los páramos y valles de los ríos, y las glaucas aguas del Golfo Varisio se encuentran salpicadas por barcos pesqueros. El paso sobre arroyos y ríos es realizado más a menudo por puentes de madera que por vados naturales, y el Camino se torna más amplio y mejor conservado.

La vista de Cala de Roderic desde cualquier dirección (al sur o al este), queda obstaculizada por el gran levantamiento de piedra caliza, pero al dar la última vuelta del camino el humo de las chimeneas y el bullicio de las calles saludan al viajero con la promesa de una cama caliente; una vista bienvenida por todos aquellos que hayan transitado por el Camino.

Desde el sur, se entra en Cala de Roderic por un puente de madera, mientras que desde el norte un muro de piedra no muy alto da a la ciudad un poco de protección. Aquí, el Camino pasa a través de una puerta de piedra que normalmente está vigilada por uno o dos guardias; el puente sur está, por lo general, sin vigilancia. Aparte de por alguna incursión ocasional de los trasgos, los ciudadanos de Cala de Roderic nunca se han tenido que preocupar por la invasión o el bandolerismo; la región no está lo suficientemente poblada para hacer del robo un negocio lucrativo. Colgando de un clavo doblado tanto en la puerta norte como en el puente sur hay un letrero y un espejo. En el cartel se ha escrito el siguiente el mensaje: "¡Bienvenido a Cala de Roderic! ¡Por favor, detente a contemplarte a ti mismo tal y como nosotros te vemos!"

Percibes un aura dorada alrededor de la mujer que está arrodillada, parece que se habla a ella misma, como si hubiese perdido todo aquello que merece la pena.

Veo la escena al fondo, sigo apoyándome en la lanza andando con paso firme pero al ver a las personas esas se me erizan los vellos de la nuca y me hace andar cauto. A una distancia prudencial digo en voz regia.

- ¿Quién va?

Cree oír la voz de alguien a lo lejos, pero no es capaz ni de levantar la cabeza. Sigue en el suelo sentada sobre sus talones, absorta en sus pensamientos. ¿Estas son las aventuras que queríamos vivir? Parece que el tío Firi sólo nos contaba las partes buenas, o quizá somos nosotros que hemos pecado de ingenuos...

Bastian, preparado para defenderse ante cualquier atacante, espada en mano, echa la vista atrás y ve a su prima, incapaz de responder. Opta por la mejor opción; recuerda las veces que ella le contaba lo loco que estaba su maestro, y coge una ramita y se la tira al cuerpo, emulándole, a ver si espabila.

¡Despierta de una vez prima, esto es el mundo real, aquí podemos morir! ¡alguien viene! prepárate. Le dice tan bajo como puede, a fin de no ser escuchado por el visitante.

Avanza cauto lanza en mano, la otra libre... - QUIEN VA?, Gritó - Si no reponde ni baja su arma me puedo ver obligado a atacarle.

Con el golpe del palo vuelve algo en sí, y aunque sigue abatida moralmente, consigue levantarse y darse cuenta de la situación. ¡Prepárate! ¿Cuantas veces me habrán dicho eso?
Baja eso Bastian le dice a su primo mientras le baja la mano con la que sujeta la espada. ¿Crees que alguien que intenta matarnos nos diría "¿quién va?"?
Luego le hace un gesto a la persona que ve a lo lejos en señal de que puede acercarse y se da la vuelta para observar el lugar en el que había dormido y volver a sumergirse en sus pensamientos.
¿Cómo hemos podido ser tan inocentes...?

Bastian entiende rápidamente la situación. No debe tratarse de ninguno de los malhechores que andan por la zona. Deja caer el brazo y enfunda su espada. Perdón prima, estoy tan confundido como tú. Mira al frente, donde se encuentra el desconocido. Somos Dunia y Bastian, de Cala Roderic. Acaban de robarnos todo lo que tenemos, disculpa mis modos pero nuestra situación lo puede justificar... Haciendo gala de la educación que le inculcaron los padres de Dunia. Gira la vista hacia su prima, con cara de buen niño. ¿mejor así prima?

¿Somos de Cala Roderic? Yo ya no me siento de ninguna parte... Se acerca a coger su mochila para ojear qué lleva dentro. Incluso la comida y el agua estaban en los caballos. Bueno, tú odre no. Se sienta junto al odre de su primo, lo toma para beber un poco de agua y luego se echa la manos a la cabeza de nuevo, con lo que reconoce algo muy familiar. Almenos no se han llevado la kapenia que me dio mamá. Con lo que bebimos ni siquiera me la quité al acostarme. Dunia seguía sin hacer demasiado caso a lo que pasaba a su alrededor.

El extraño bajo la pose agresiva, aunque mantubo distancia de seguridad.

- Robado? Quienes? Como eran?

Luego en voz mas baja y menos fiera, pero audible, dijo

Yo tambien busco a un grupo de ladrones.

Eran 3 hombres y una mujer... Dijo Bastian en un tono más conciliador, mirando primero al hombre que tenían enfrente y después a su prima, que seguía anonadada. Los conocimos ayer en el camino. Fueron muy amables y simpáticos.. Tanto que acabamos acampando juntos.. Pero nos acabamos de despertar y se han llevado todas nuestras cosas, salvo nuestras mochilas. ¡Malditos sean! ¡¡Qué ingenuos hemos sido!!

Luego, en un tono más siniestro, añadió para sí mismo. No nos han matado... Pero si los encontramos no creo que nos den nuestras cosas por las buenas...

Volvió a dirigirse al hombre desconocido. ¿Estas buscando a un grupo de ladrones? ¡Nosotros también! Dijo con mucha determinación.