Partida Rol por web

Los pepinillos del Max tienen bien justificada su fama, al igual que los perritos.

Al cabo de un rato llegáis hasta Atelier Vinacci, un bello y bien decorado local del que seguro que Dani nos ofrecerá una buena descripción para regocijo de Luthien.

El local de Vinacci es un estudio fotográfico situado en una planta baja. Un letrero decorado con el apellido del Jean Phillipe en letras muy "Rococó" reza de la siguiente manera : Atelier Vinacci.

El rótulo consigue su efecto, que no es otro que engrandecer el ya de por si exótico apellido del fotografo. Numerosas fotografías de parejas con hijos, bellas señoras, paisajes e incluso algún que otro espéctaculo de dudosa reputación adornan el escaparate.

Vinacci, al tiempo que invita a pasar a la señorita le indica que este es su lugar de trabajo y que su residencia se encuentra en el piso de arriba. Ultimamente posee suerte y le llueven los encargos, el Mario´s está apenas a dos manzanas del local.

La sala de espera del esta decorada con bonitas fotos de hermosas mujeres y algún que otro caballero de grandes bigotes y sombrero de copa.Cuatro grandes butacones de cuero, una cesta con revistas y periódicos antiguos y una mesa acompañan en la decoración a las numerosas fotografías.

El estudio queda completo por un modesto despacho que es a la vez cocina, una sala de fotografía, y un cuarto de revelado. Una escalera conduce al piso de arriba, modesto pero confortable y espacioso hogar del Jean Philippe Vinacci.

Tras colgar su chaqueta en el perchero, despues de colgar el de la señorita por supuesto, Vinacci ofrece a su acompañante un refrigerio servido en un vaso con hielos y una rodajita de limón...

¿Sabía usted, señorita Marlow, que el profesor y yo, compartiamos ciertos interes por la parapsicología? - Dice al tiempo que tiende la mano hacia los butacones de la sala de espera

¿Si? Contesta Lindsey, con aparente desconcentración.
Creo que por eso contactó con nosotros en el lecho de muerte. parece impaciente y con un nerviosismo que camufla bajo su bella sonrisa.

Bien, ¿quería usted fotografiar los objetos del profesor? ¿le importaría, mientras tanto, si echo un vistazo al diario del profesor? dice la joven sin perder de vista el maletín donde Vinacci guardó la caja, con evidente curiosidad hacia lo que escribió el sabio mentor.

Por favor.. - dice señalando una de las butacas de la sala de espera - Ahora mismo se lo acerco. Mientras, si quiere ir ojeando alguno de los periodicos...Creo que anda el de ayer en ese montón de allí.

Vinacci acude a su estudio donde abre el maletín depositando los objetos, uno a uno, encima de una mesa. Una mirada de ansiedad e impaciencia se ve reflejada cuando contempla la cámara que yacia descansando en el fondo del maletín, perfectamente protegida. Es una suerte que le hayan permitido traer todos los objetos a su estudio, las fotos saldrán impecables y asi quizás pueda colocarlas en alguna revista además de colocarlas en alguna que otra revista.

Una vez depositados todos los objetos encima de la mesa; caja, diario, sobre con la dirección y llaves de su interior; Vinacci procede a encenderse un cigarro y reflexionar sobre los mismos. Mientras, prepara con total naturalidad y soltura las condiciones idóneas de iluminación para que las fotos salgan perfectas, reflexionando acerca del orden y la forma en que fotografiará a los mismos con la Kirlian. Esto lo hace con la Leica I en mano y disparando sin cesar. La cámara Kirlian será empleada después.

Lo primero debería ser el diario, una foto cerrado y otra abierto.. CHAS CHAS!! Se lo pasa rápidamente a la señorita Marrow para que no espere en vano y procede a fotografiar el sobre con las llaves, un primer plano de la nota, otro de las llaves... CHAS CHAS CHAS!!!!!

Finalmente la caja, esa caja con forma de sarcófago que aún no ha sido abierta. Terminando el cigarro y apagando la colilla en el cenicero se sienta en el butacón contemplando fijamente el objeto.

Vinacci se vuelve a levantar y lanza un par de fotografías al sarcófago CHAS CHAS!!! Después, procede a cojer el mismo con las manos y observarlo detalladamente, analizándolo hasta el último detalle para después acercarse al cuarto de espera y preguntar a Lindsey

- Señorita Marrow... Es usted consciente de que no hemos abierto aún esta caja? Creo que lo voy a hacer ahora para ver si hay algo en el interior y no perder oportunidad ahora que estoy en el eestudio

Mientras se escucha al fondo el sonido de la cámara, Lindsey toma el diario entre sus manos y lo abre, comenzando a ojear las páginas y leer frases sueltas, a ver si saca algo en conclusión por sí misma.

Durante esta tarea, y sin quitar vista a las hojas, responde a Vinacci - ¡Oh! Sí sí... es cierto, espere un segundo que termine con esto y ahora la abrimos los dos, ¿le parece?

Al inspeccionar la caja, percibes que lleva un mecanismo unido a la tapa superior, por la resistencia que esta ejerce.

Bueno, no hay ningún dato interesante, por lo poco que has visto. Habla de la creación de "La Hermandad Oscura " en Marzo de 1881 a instancias de Marion Allen, estudiante de postgrado y afamado diletante de Arkham, y sus 5 discípulos, entre ellos Merriweather, y de los estatutos de la misma, que incluyen compartir los conocimientos con el resto de la hermandad y no amilanarse ante los peligros que pueda suponer el contacto con seres del mas allá para no poner en peligro al resto de los compañeros, y de no intentar vender ningún descubrimiento ni publicar nada por separado sin tener en cuenta a los demás.

Quizás si sigues leyendo habrá algo mas útil.

Sin haber escuchado siquiera si Vinacci le ha respondido o no, Lindsey cierra el libro de un golpe y se levanta.

Venga, luego sigo leyendo... vayamos con la caja, Señor Vinacci - le comenta con una sonrisa algo inquieta.

Por cierto, el fenómeno Kirlian no ha sido aún descubierto.
Tú estás experimentando con temas similares, pero los laureles irán para Semyon Kirlian, de la Unión Soviética, en 1939. En lo que a ti respecta esa cámara podría llamarse "Cámara Vinacci" y seguirías durmiendo de puta madre por las noches.

Mire señortia Marrow, acerquese... - Vinacci hace gestos para que la dama se acerque a la mesa donde ha puesto la caja- Parece que el sarcófago lleva un mecanismo raro, no se puede abrir del todo bien. Parece que va unido a la tapa superior, por la resistencia...

Lindsey, curiosa, se acerca hacia donde le indica Vinacci. Espectante, se lleva un dedo a la boca para mordisquear las comisuras de las uñas.

¿No puede abrirla, Jean Philippe? Pruebe con aquella llave que...

No es necesario. No hay ninguna cerradura visible.
Vinacci, pronto se da cuenta de su error. No fue consciente de la bisagra de la caja y pensó por un instante que la tapa de la caja simplemente habría de elevarse verticalmente sobre ésta. La caja se abre sin problemas y no hay ningún mecanismo extraño en su interior.

El interior está completamente vacío, pero en la cara interna de la tapa hay unas curiosas inscripciones, talladas con líneas y puntos pero de un modo abstracto, aunque siguiendo unas líneas paralelas.

Parece un lenguaje, de eso no hay duda, no crees que los puntos las lineas que lo conforman hayan sido puestos así al azar, aunque te resulta completamente desconocido. Bueno, su disposición te suena ligeramente aunque no consigues recordar dónde lo has visto antes.

Es curioso.
Esa inscripción en el interior de la caja la habías visto antes. Rápidamente tu mente se retoma a tus años de estudiante en la Sorbona, donde conociste a un chalado (así se llamaba a los frikis en los años 20) que estudiaba arqueología.
Un día te trajo unas fotografías de unas piedras con unas inscripciones que recuerdan mucho a esa, ¡¡¡que parecían tomadas bajo el agua!!!! (ahora que lo piensas, una cámara submarina. Podría ser la bomba). El tipo te preguntaba si había alguna posibilidad de que esas fotografías fueran una falsificación. Cuando le preguntaste el significado de dichas inscripciones te empezó a contar que a buen seguro provenían del continente perdido de Mu, que se encontraba en algún lugar del Pacífico, pero que habían tomado cerca de la Isla de Pascua. Luego te dijo que era una especie de Atlántida pero en el Pacífico, en lugar de en el Atlántico, pero no le tomaste demasiado en serio, así que los detalles te resultan un poco vagos actualmente.