Partida Rol por web

Traté de moverme cuando la asquerosa araña se nos echó encima pero el miedo me impedía dar un solo paso. No así aclamar a los espíritus para que sanar las heridas de mi compañera deva. Ethys acércate a nosotras le ordeno a mi oso que avance unos pasos.

Una vez que las heridas de Shelkis se han cerrado un poco me concentro en la araña. Espíritus del mundo, oir mi llamada. Ayudarme a destruir este mal.

Shelkis intentaba estudiar el entorno y como iban sucediendo las cosas sin ningún tipo de orden. La batalla estaba siendo un caos pero debía pensar en una forma de acabar con la madre de esas cosas. Había descubierto parte de su debilidad y quedaba claro que lo mejor para el grupo era que intentara alejar a los enemigos menores. Mientras tramaba su plan la maga pudo sentir como sus fuerzas volvían a ella.

-Gracias Shana… -Empieza a decir la arcana. –Escuchad, los ataques cuerpo a cuerpo le afectan más que los hechizos, tiene una voluntad muy fuerte… Me moveré detrás de ti, Shana, para empujar a los enemigos y así que Urahit cargue contra Ella. –Dice refiriéndose al monstruo. –Cuando puedas mueve a tu camarada espiritual al otro lado para franquearlo. Mi sitio lo dejo libre para que Sargón cargue también… No soy una estratega muy brillante pero creo que esto, incluso a ella le dolerá.

Alzó su hacha esperando el mortal ataque del engendro, pero algo sucedió -Ha cometido un error, ¡hay una brecha en su flanco!- Rápidamente hizo girar el arma con una rapidez increïble, dispuesto a aprovechar el aparente descuido del monstruo.
Pero justo cuando hubo lanzado su ataque se retiró instintivamente, temiendo por su vida. Era tan oscura, tan grande, tan... malvada.

Cuando se dió cuenta estaba demasiado alejado como para ser útil para sus compañeros, ¡y para el colmo casi que da las espaldas al enjambre!. No lo dudó e intentó aplastar esos pequeños demonios, pero ni supo por dónde empezar...

Shana empieza a invocar a los espíritus de la tierra, que emanan a su alrededor como formas translucidas y brillantes, los espíritus empiezan a dar vueltas alrededor del enjambre y la araña con violencia, lacerando sus mentes y arrancándoles la voluntad de continuar luchando. El enjambre no tarda en disiparse y la araña cae rendida en el suelo, agonizante y apunto de pasar a otra vida ...

Pero aún con un retazo de voluntad para seguir luchando.

Sus brillantes y abultados ojos observan a los cascarones, como pidiendo ayuda inmediata y uno de estos reacciona corriendo salvajemente rápido ...

El oso espiritual de Shana, al percatarse del movimiento del cascarón y sus intenciones aviesas hacia Shelkis, se intenta abalanzar sobre el mientras transfiere energía curativa a la Deva para que pueda resistir el embate. Pero el oso no puede hacer nada para impedir que el cascaron golpee con violencia a la sien de la Deva, provocandole una fea herida.

Los enjambres también se mueven, uno ataca al compañero espiritual de Shana ... pero no tiene capacidad para causar una herida significante en el oso. Ûrahit no tiene tanta suerte ... el enjambre lo rodea con virulencia, engullendolo en una marabunta de mordeduras venenosas que llenan su piel de pequeñas heridas sanguinolentas.

La deva recibe un golpe que la desconcierta, tanto que sus intentos de empujar a la dueña del nido resulta poco efectiva por no decir que a penas nota la fuerza invisible de la maga, pero al parecer si una de las crías que sale dando tumbos.

El enjambre empieza a extenderse por el cuerpo de Shelkis, clavando sus pequeñas mandíbulas, cuando esta reacciona realizando una atronadora onda de choque que las manda por el agua aplastando a mas de la mitad.

La onda ha pasado por el bulboso cuerpo de Ella la araña sin causar ningún efecto.

Detrás de Shana la fibrosa forma del cascarón sin vida se abalanza encima de ella, que aún paralizado por el terror que le causa Ella la araña, no puede mas que interponer su arma enmedio y apartarlo hacia atrás.

Incapaz de poder moverme, y viendo impotente como mis compañeros son atacados sin mis defensas, saco mi daga de mi cinto y se la lanzo al cascarón vacio que está frente a mi, pero el lanzamiento falla totalmente, por lo que le grito furioso:

 - "Ven a luchar contra mi, maldito flacucho asqueroso. Deja que te muestre lo que hace un enano de cerca."

Espero impotente ante aquella situación el poder moverme para continuar mi ataque.

Sargón lanza la daga contra el cascarón, pero esta rebota inútilmente en la correosa piel mientras el no-muerto continua en su empeño de golpear a la shamana enana.

Ella la araña se levanta quejumbrosamente del suelo, manando sangre de varias heridas, considera que es el momento de huir antes que sea demasiado tarde para ella. Viendo que ambas mujeres están demasiado ocupadas y que el combate cuerpo a cuerpo no es lo suyo ... la enorme monstruosidad se aparta del combate tan rápido como sus ocho patas le permiten.

Desgraciadamente ha calculado mal la amenaza que representaban las aventureras y Shana clava su lanza en el abultado vientre sin contemplaciones ...

El ensordecedor grito de gigantesco aracnoide resuena en toda la cueva, y dejando un reguero de sangre y tripas, avanza escasos metros y cae muerta sobre la nieve. Al instante sus hijas estallan en un frenético chillido de agonía mientras se separan y cada una corre a buscar cobijo entre la nieve y las calaveras.

En medio del silencio, lo único que queda en pie sois vosotros y los cascarones, que han quedado quietos como si su voluntad de luchar hubiera desaparecido con su señora.

 En mitad del combate la asquerosa araña trata de huir y yo, en un acto reflejo, casi como si una mano divina guiara mis pasos, atravieso al monstruo con la lanza. Perpleja por haber realizado dicho ataque tardo en reaccionar. ¿Estáis todos bien? miro a Shelkis que parece estar todavía afectada por el veneno de la araña y trato de ayudarla.

El combate había sido ganado pero aun había otra lucha que la deva debía superar, aun debía combatir el veneno que tanto mal estaba causando a su cuerpo.

-“Bien” no es la palabra correcta… pero aun sigo viva, gracias. -Responde la maga.

Sobreviví a esta, pero con mis heridas y la tormenta que nos espera al salir de aquí ponto me reuniré con mi diosa…

Descansáis un poco, recuperando el aliento y comprobando que realmente estáis vivos.

La mirada vacía de los cascarones es bastante incomoda y la presencia del cuerpo de Ella la araña, no ayuda a esa sensación ... pues es evidente que aún muerta, una aura mágica la envuelve.

Nos tomamos un descanso, el suficiente para respirar hondo y recuperar fuerzas. Aún teniamos que salir de aquel horrible lugar y nos iba a hacer falta estar bien descansados.