Partida Rol por web

Stan Artemis escuchó con atención las palabras de Mike y Robyn, que se habían embarcado en una mentira sobre su condición con el fin de ganar discrección en el asunto del Sr.Cornthwaite. La casual aparición del actor en el pueblo con el fin de realizar el rodaje al mismo tiempo que la desaparición había ofrecido indirectamente una solución a los problemas de discrección, pues los gamwenses tenian ahora un tema mucho más interesante del que hablar, un rodaje de pelicula en aquel lugar abandonado de la mano de dios era algo totalmente novedoso hasta la fecha y aunque el actor les fuese desconocido, no dejaba de ser un actor.

Aunque aquello era un arma de doble filo dada que aunque la atención se haya desviado sobre la figura de Sebastian y su pelicula ahora estaban en el foco de mira de todos en Gamwell.

El director del diario entrecerró levemente los ojos cuando el detective mencionó que venían a buscar información en antiguas ediciones sobre la mansión Fitzgerald, como parecía llamarse según había mencionado Joe Virelli. Durante un instante pareció dudar pero tras un instante de silencio expandió sus brazos con rostro simpático y contento. - ¡Ah! Por supuesto.... busquen toda la información que deseen en nuestra hemeroteca, faltaría más! - dijo conduciendolos a una sala al lado de donde se encontraban y abriendo su puerta.

En el interior había un almacén lleno de cajas destartaladas de cartón y montones apilados de diarios viejos. Ni siquiera había una mesa donde sentarse a buscar y el espacio era bastante estrecho. Pero poco más podía esperarse de un modesto diario local en un pueblo como aquel.

- El Sr.Virelli debe estar a punto de regresar. ¿Será tan amable de concedernos una entrevista mientras sus ayudantes recopilan esa información,  Sr.Stewart? - preguntó de nuevo el director del Gamwell Gazette visiblemente emocionado.

Totalmente cohibida, Robyn comprobó que no había espacio para trabajar los tres en el pequeño diario. Y desde luego no iba a quedarse de brazos cruzados mientras entrevistaban a Steward.

Si quieren puedo ir al ayuntamiento para mirar el registro de la casa, o al archivo para ver lo que hay registrado o algo...

Aquel reportero era inquisitivo. Seguía tras ellos desembuchando preguntas como una ametralladora, mientras el grupo lo evadía con cierto tiente cómico. A medida que se acercaban a la oficina donde se editaba el semanario de Gamwell, las preguntas se volvían mucho más personales e indiscretas y Sebastian -como buen actor dado a la prensa amarilla- se encargaba de sonreír sin afirmar o desmentir ninguna de ellas.

Finalmente, consiguieron dejar atrás al reportero. Entraron el el Gamwell Gazzette y allí, en aquella modesta oficina, toparon con el director del periódico, un tal Stan Artemis. Parecía entusiasmado con la llegada de Sebastian al pueblo y estaba deseoso de poder realizar la primera exclusiva de su próximo proyecto.

De forma astuta, O'Donell decidió proseguir con la mentira que la suposición de Artemis había creado. Adler, Hess y el detective se harían pasar por miembros de su equipo con tal de poder revisar la hemeroteca de aquel diario de escasa tirada.

- Será un placer responder a sus preguntas Sr. Artemis.- aceptó el actor al tiempo que tendía su mano para entrechocarla con el director, a modo de saludo - ¡¿Por dónde quiere comenzar?!...- dijo Sebastian mientras tomaba asiento. Una vez sentado, echó mano al bolsillo interior de su americana y extrajo uno de esos cigarros cubanos que tanto le gustaban. Volvió a requerir a S.O.S...

Tenía pinta de que charla iba a ser larga.

Muy bien señorita Adler, buena idea. Acérquese al ayuntamiento y mire el registro de la casa, si siempre a pertenecido a la misma familia, cuando se construyo... Acercándose a ella, en voz baja le dice, si puede mire también sobre Cornthwaite, antepasados, familiares vivos...

Esta bien, Señor Hess, vamos para dentro? Pasando por detrás del director, miro al señor Steward y le guiño un ojo, entrando luego en la hemeroteca.

La señorita Adler se ofreció a acercarse al ayuntamiento por si allí podía averiguar algo más.
- Que tenga suerte, señorita. - Hess le dedicó un gesto con la cabeza cargado de cortesía.
La mujer parecía llena de energía y vitalidad, cualidades que James valoraba sobremanera en una persona.

Se dirigió entonces a O'donell: - Pues sí, será mejor que nos pongamos a ello. Algo me dice que no será entretenido que digamos. - Sonrió con la mirada cargada de alegría; sabía de sobra que indagar en archivos era en extremo tedioso, pero todo ese ambiente le traía tan buenos recuerdos que no podía evitar sentir cierto regocijo.

Cayó en la cuenta de que no recordaba cuándo fue la última vez que había sonreído tan abiertamente y una sombra de melancolía cruzó por su mente, pues era consciente de que los años llenos de risas hacía tiempo que habían pasado. Pero fue sólo un instante y las brumas de la desazón pronto se disiparon.

Se dispuso a seguir al detective y al pasar junto a Sebastian le dedicó un gesto de complicidad. La treta había funcionado.

Stan Artemis hizo entrar a la sala de reuniones al actor justo en el momento en el que regresó a la redacción el reportero Joe Virelli, el qual parecía estar sorprendido por lograr dar caza al "famoso" en la propia redacción y que se haya prestado voluntario para la entrevista.

Mientras tanto, James y Mike entraron en aquel desordenado almacén lleno hasta las trancas de periodicos viejos en la búsqueda de algo de información útil sobre Arthur Cornthwaite, y de paso, sobre su residencia, por si esta arrojara alguna clase de luz sobre el suceso.

Robyn, en cambio, optó por salir de aquella redacción opresiva y desordenada para dar un vistazo al ayuntamiento. Tal vez allí hallaría algún dato más en cuanto al papel del explorador adinerado en aquel aislado pueblo.

James Hess y Mike O'Donell estuvieron más de dos horas encerrados en aquel desordenado y caótico almacén revisando uno a uno las diferentes ediciones del semanario que habían sido publicadas desde el año de su creación, el 1887 y tras la ardua búsqueda reunieron varias notícias de los últimos años sobre el Sr.Cornthwaite, quien al parecer se instaló en el pueblo hace 6 años, en el 1919.

Mike encontró varias referencias constantes al arqueólogo; asistencias a actos sociales, fiestas de inauguración, donaciones a la iglesia e incluso cesión de libros sobre sus estudios a la biblioteca municipal..

Por otra parte, James encontró en un diario del 1895 una notícia escalofriante que implicaba a la mansión Fitzgerald más de 20 años antes de que se instalase en ella.

Llevaban ya unas dos horas allí. Mike había ido encontrando algunas cosas interesantes sobre Cornthwaite, era un hombre muy activo en la comunidad por lo que podía ver. Quien querría hacerle algo? Parecía una persona muy apreciada por sus actos, pero claro, era rico. El dinero siempre atraía a la peor calaña, Mike había conocido a muchos de esos tipos.

Mire señor Hess, Cornthwaite entrego algunos libros sobre sus estudios a la biblioteca municipal, quizá seria interesante tener acceso a esos libros. Podría ser que la desaparición tuviera que ver con algo con sus estudios...

Entonces vio a James leyendo un recorte que había encontrado, desde donde estaba solo podía leer el titular. Familia asesinada. Saco un pitillo mientras se acercaba al señor Hess. Cuando este acabó de leer la noticia, Mike le ofreció un cigarro. Me deja ver la noticia?

Se sentó mientras con el cigarro en la boca, leía el articulo. Cuando acabo, dejo el articulo sobre la mesa.

Hace mucho tiempo... pero no pone nada de si encontraron al marido. Podríamos mirar los diarios posteriores a ver si vemos algo sobre que paso finalmente con el padre de la familia.

Sebastian se encendió el puro aspirando con fuertes caladas, tras previamente cortar . Luego, mantenía el humo en su boca como si intentara degustarlo o incluso moldearlo con su lengua, para finalmente evacuarlo hacia el techo de forma elegante y calaculada. Era un fumador de puro profesional...

- No sé si conoce la obra maestra de Gaston Leroux, Sr. Artemis...- inició la entrevista el actor - ... Pero creo que el Fantasma de la Ópera, puede ser un papel que me saque de mis habituales clichés. Normalmente, durante toda mi carrera profesional, he realizado papeles más centrado en personajes de aventura, históricos y de acción, pero sinceramente creo que ha llegado el momento de realizar un cambio de registro. Tengo cuarenta años y creo que poseo la madurez suficiente para abordar un papel así.- Argumentó la primera pregunta.

- Con respecto a la segunda de sus cuestiones...- dio una amplia calada a su cigarro cubano - todo depende de los fondos de los que dispongamos para la grabación, jajaja... aunque si la población de Ganwell se vuelca en el proyecto y colaborara con el rodaje de forma gratuita, dejaría de ser una localidad de paso para colocarse en el mapa de las estrellas de Hollywood.- finalizó con una sonrisa, mientras escuchaba la tercera pregunta.

- La Mansión es una edificación antigua y según tenemos entendido, en un estado bastante dejado, con lo que nos servirá para plasmar el carácter sombrío de la novela y su protagonista... Quizás hubiera sido mejor algún teatro clausurado, pero esto me lleva a la siguiente pregunta.- Hizo un inciso para pedirle a Virelli un vaso de agua - Mi relación con el Sr. Cornthwaite no es muy estrecha, pero tenemos ciertos gustos compartidos. En su labor de mecenas y socio inversor, me propuso oferta de grabar una película en su propiedad, y ante la dificultad de encontrar buenos espacios interiores, no me pude negar.- explicó con total naturalidad mientras cruzaba sus piernas y se recostaba en el respaldo de la silla, que por cierto era bastante duro.

- Es un pueblo muy tranquilo y agradable. Ahora mismo no me planteo mudarme de New York, pero quizás en un futuro... ¡O tal vez pase aquí mis próximas vacaciones! Jajaja- Sebastian respondió a cada una de las preguntas tomándose su tiempo. Le gustaba ser el centro de atención y además, así permitía que Hess y O'Donell tuvieran algo más de tiempo para sus pesquisas.

James aceptó con agrado el cigarro que su compañero le ofreció.
- Gracias. Es terrible, ¿no le parece? - comentó refiriéndose al artículo que O'donell estaba terminando de leer.

Luego, Mike propuso buscar alguna información referente al padre de la família asesinada.
- Sí, es posible que más tarde la policía descubriese algo. Si así hubiese sido, el periódico debió de haberse hecho eco. Veamos si hallamos alguna cosa.

Tras aproximadamente tres horas, que se hicieron interminables para algunos y cortas para otros, los cuatro investigadores se reunieron frente a la entrada de la redacción del Gamwell Gazette para compartir la información obtenida tras la búsqueda en la hemeroteca así como la visita al ayuntamiento.

Mike y James habían pasado tres horas encerrados en aquel cuartucho con la vista pegada en los diarios, realmente necesitaba salir al exterior. Disfrutando del sol que aun quedaba, esperaron hasta que llegaron los demás. Tenia ganas de saber si la señorita Adler había encontrado algo.

Bueno, señorita Adler, ha encontrado algo de interés en sus pesquisas por el ayuntamiento?

Sebastian se demoró un poco más que Hess y O'Donell. Cuando llegó hasta la entrada del periódico local, su rostro mostraba una mueca de satisfacción. Para el actor, aquellas tres largas horas no habían sido un suplicio ni mucho menos. Estaba contento de haber sido entrevistado y además, haber servido de ayuda al detective y el escritor para pudieran disponer de tiempo suficiente para revisar la hemeroteca del Ganwell Gazzette.

Unos minutos después de la salida del actor, llegó la señorita Adler. Mike le hizo una pregunta. Sebastian aguardó atento a lo que la muchacha tenía que decir.

Robyn negó con gesto de disgusto. Sus pesquisas, además de perturbadoras no habían llevado a ninguna parte, salvo a dar con la gentileza típica de los pueblos.
No. No he conseguido que me dejasen ver los documentos...–la muchacha frunció el ceño pensativa. Aquello no le gustaba demasiado, especialmente la velada amenaza que había recibido.—Pero es extraño. No querían ni oír hablar de buscar a Arthur y además empezó a decir que si la mansión tenía un historial de desgracias

La ligera sonrisa que había aparecido en su rostro se desvaneció cuando la señorita Adler dijo que no había conseguido nada del ayuntamiento. Pero lo que más le choco fueron las ultimas palabras que dijo Robyn:

No querían ni oír hablar de buscar a Arthur y además empezó a decir que si la mansión tenía un historial de desgracias

El detective se quedo un momento en silencio, para luego girarse hacia Sebastian.

Perdone la pregunta señor Stewart, pero en su entrevista han hablado sobre la mansión? Lo digo porqué las palabras de la señorita Adler me han hecho pensar en un detalle al que no le había dado importancia antes. Cuando hemos dicho que íbamos a buscar información sobre la mansión Fitzgerald, me pareció que el señor Artemis se ponía nervioso de repente. Había algo de la mansión que le incomodaba, como si ocultase algo...