Partida Rol por web

Los esfuerzos del Club de Kendo tiene cabida aquí.

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Espacioso y luminoso, el Dojo Keimei recibe a sus estudiantes de manera cálida y transparente.
Varias fotos de antiguos maestros, así como tabletas con los nombres de todos los alumnos que han pasado por allí, escritos en kanjis, decoran las paredes del edificio.

Es un sitio ideal para entrenar, así como también, para meditar...

La disciplina de la Escuela Keimei, tiene cabida aquí...

Motoko entra en el Dojo la primera, descalzándose y dejando sus zapatos en el sitio correspondiente.
Invita a sus nuevos miembros del club a que hagan lo mismo, y se sienta, cruzando las piernas, en el centro mismo de todo.

Aguarda a que los tres tomen asiento, y señala:

-Pese a que aún falta gente, me gustaría agradecer el hecho que hayáis aceptado uniros a este club. Debo advertiros que nuestra doctrina implica mucha disciplina, meditación, y entreno casi a diario. Espero que entendáis que es por ello que somos uno de los mejores dojos de la región, incluso competimos, tanto yo como Soichiro Arima, uno de nuestros mejores fichajes debo decir... Actualmente, pese haber comenzado las clases, está compitiendo por los Campeonatos Regionales...-realiza una breve pausa y sonríe-...Si os interesa, y os esforzáis, seguro que también lográis entrar a Competiciones... De hecho... En Noviembre hay otra, también regional... ¿Qué decís?

Kuno hiso acto de presencia en el Dojo, detrás de la compañera de mayor edad, que al parecer era un pilar importante en aquel lugar.

Inmediatamente, comenzó a quitarse los zapatos y se acercó al centro del Dojo, mientras la escuchaba hablar, y cuando oyó que habría un campeonato, Kuno se puso loco de contento, comenzó a dar saltitos sobre el mismo sitio, mientras apretaba los puños con fuerza.

Yo, yo, yo, yo, yo.

Dejó de dar saltitos y se puso en posición de combate, sacando la espada de madera, produciendo un ruido al más puro estilo Star Wars, mientras la movía hacia todos lados y hablaba.

Yo soy el mejor, no hay nadie quien me gane, soyb rápido como un trueno, fuerte como un trueno, luminoso como un trueno, fuerte como un trueno, rápido como un trueno, y todavía no me ha vencido nadie. ¡¡¡Soy el mejor!!!

Entrelazo mis manos delante de mi pecho mientras comienzo a saltar al escuchar las palabras de la profesora.

¿Podremos luchar entre nosotros? Digo con una sonrisa de oreja a oreja mientras le guiño un ojo a Kuno.

¿Podemos? ¿Podemos?

Ayu entra con los ojos muy abiertos, parece ser que al pisar el terreno del colegio dedicado al deporte se había despertado por completo.

¡Genial!..Murmura en voz baja al entrar al dojo. Sentía un hormigueo en el estómago y como la adrenalina empezaba a calentar en sus venas.

Yo digo que... ¿cuándo empezamos? Dice con una gran sonrisa.

Motoko sonríe al ver el entusiasmo de los nuevos alumnos.

-Los horarios de los clubes aún no están decididos, pero se colgaran en el tablón de anuncios en cuanto se sepa algo. Respecto a lo de cuándo empezamos... Aún faltan unos cuantos miembros pero, no hay problema, ya que estamos aquí, practiquemos un poco... -Dice sonriendo de lado, a la par que prepara su arma de entrenamiento.

-En esos armarios, tenéis el equipo básico de entrenamiento por si alguno no tiene propio. Así que...¡En marcha!

Kuno tenía todo lo necesario para poder comenzar las clases. Disponía de su kimono y de su arma reglamentaria para la lucha, aún así, y entusiasmado por conseguir algo nuevo, se acercó al armario para poder observar que es lo que encontraría allí. Quizás... encontrara algún muñeco hinchable de esos que usa él para entrenarse en su casa... pero cuál fue su sorpresa al ver que el armario sólo poseía ropa, protectores y armas para el entrenamiento. Nada de lo que él se había imaginado. Desolado, volvió bajo sus pasos hacia el Dojo y se sentó esperando a los demás.

Ayu no se lo piensa dos veces y se dirige hacia el armario.

Coge todo lo necesario y se dirige a los vestuarios. Sorprendentemente en poco tiempo, sale con el uniforme bien puesto y muy entusiasmada.

Se dirige a Kuno.

¡Vamos Kunito! Dice dándole una palmada en el hombro y luego se planta delante de Motoko.

Me quedo en un rincón mirando lo que sucede en el Dojo.

Kuno parece fuerte pero la chica es lo bastante rápida como para poder vencer...

¿Quién ganará el combate?

Yo... no lo sé.

Es un misterio.

La amenaza constante de Ayu, la cual pretendía robarle el corazón de la misma forma que "Sanson" perdió la fuerza, se hiso presente con una palmadita en la espalda y una mirada de amor incontrolado, que a Kuno se le puso los pelos como escarpias. Si tenía que vencer a aquella compañera para demostrarle que su corazón era duro como un golpe de su puño, lo haría sin remordimiento ninguno. Pero por otro lado, tenía miedo de lastimarla. Todo el mundo sabe que un combate a muerte puede causar traumatismos importantes que no desaparecerían hasta pasados un par de días lo menos. ¡Y una chica tan guapa no sería bien recibida con esos moratones en alguna parte del cuerpo! ¿Que pensarían los demás compañeros? Seguro que pensaban que él, Kuno, se había aprovechado de la inocencia de aquella muchacha y esos moratores eran producidos por sus manos expertas en el arte de la seducción intima y vegatoria.

Kuno se estaba poniendo nervioso, pero no podía negar un reto como aquel. Si ella quería ser dueña de su corazón, él no era nadie para negarselo.

De un salto se levantó del suelo y se dirigió al centro del Dojo y se puso en guardia para comenzar el combate. No sin antes saludar a su contrincante.

Te has atrevido a desafiar a Kuno, y sólo te puedo decir una cosa. Yo no soy nadie para negar mi amor y pero mis puños te demostrarán que no soy un facilón, y que te costará más de lo que piensas el que sea tu prometido

Ayu se queda flipando con la reacción de Kuno.

¿Mi qué? Pregunta confusa y con una gran gota de sudor en la cabeza. En fin.. suspira también poniendose en guardia, simplemente imitando a Kuno y observando a Motoko, pues no tenía ni idea de Kendo.

Esto.. Motoko-sensei... Dice llamando la atención de la profesora, ya que no sabía como continuar.

Motoko se lleva una mano a la cabeza, al escuchar la reacción de Kuno...

A punto está de contestar, de que Ayu le pegue a Kuno en la cabeza, sin más, con el shinai, cuando, de repente, la puertas del dojo se abren...

La luz no deja ver al principio, mas conforme se empieza a adentrar la figura, todos descubren a un chico alto, de facciones japonesas, bastante atractivas.
Sonríe leve, al ver el panorama.

Alza una mano y saluda a todos los allí presentes.

-Vaya... Veo que hay gente nueva... Eso siempre es algo bueno..-Sonríe...-Soy... Soichiro Arima... Capitán del equipo de Kendo...

Si bien Motoko era la presidenta del club, Arima era el capitán del equipo siempre que había competiciones de por medio. No en vano era de los mejores de Japón.
Pero, lo que sí era raro, era verle allí...
Aoyama había dicho antes que estaba en una competición... Y sin embargo, allí estaba...

-Acabo de llegar de Hirakata, donde han sido este año los Regionales... Creí que no llegaría a tiempo al primer día de clases... Pero por suerte he llegado a la tarde... Y en un bueno momento... A Juzgar por vuestras posiciones...-Refiriéndose a Ayu y Kuno-...Parece que iba a haber combate... Pero... Quizás sea demasiado pronto para ello...-Sonríe a Matsuura de forma suave...

Deja sus cosas en el suelo, y señala:

-Creo que deberíamos empezar por lo primero... Los conceptos básicos del Kendo... ¿Te parece bien, Aoyama?-Se le ve animado, incluso se acerca a Ayu, y pidiéndole antes permiso, acomoda su postura, de manera delicada...

Kuno se pone en guardia cuando oye abrirse la puerta, pues estaba seguro de que el "enemigo único" estaba entrando, tras tramar una muerte descorazonada sobre la cabeza de él. Sus agiles movimientos de brazos se pusieron en guardia lentamente, ejerciendo una fuerza brutal sobre el aire, como si éste pesara un kintal. Pero de pronto, parecía que la directora o lo que fuera del club Tendo, conocía a aquel muchacho, y para colmo, aquél decía ser el jefe de todo aquello.

Sus palabras entraron en la cabeza de Kuno como aguijones en su piel... se puso tenso... y de pronto comenzo a dar saltitos.

¡Bien! ¡Empezemos por lo más básico! ¡Como pegar patada en las bolas!

Y comenzó a decir golpes mágnificos con su debida interpretación rápido y poderosa de sus brazos y piernas.

¡Golpe de Remo! ¡Puñetazo en la cabeza! ¡Golpe de hombro! ¡Salto del tigre! ...

Ayu que estaba concentrada con Kuno, pierde esa concentración cuando la puerta se abre. No puede evitar sonrojarse un poco al ver a Arima, pero rápidamente mueve buscamente la cabeza para volver a la normalidad.

Le escucha atentamente. Hirakata... había oído hablar de esos regionales, y la verdad es que le llamaban mucho la atención. Luego se deja corregir la postura y una vez correcta, cierra los ojos para memorizarla y poderla adoptar siempre. Estaba de acuerdo con el chico con respecto a que no estaba preparada. No era una chica tan orgullosa como para hacer ver que sería la mejor. Estaba ahí para aprender y eso la entusiasmaba.

Luego oye a Kuno soltar chorradas, y abre los ojos con una gran gota de sudor en la frente.

Asuka se rasca la cabeza un par de veces al ver al recién llegado, y después, sonrie cuando Arima corrige a Aku en su postura.

Bueno, parece ser que el chico sabe lo que hace... y con quién lo hace. Piensa Asuka y no logra contener una risilla.

¡Que mona! Si hasta se ha sonrojado...

Vamos a ver que sale de todo esto... parejitaaaaa~~~~~~

Aoyama frunció el ceño al ver la llegada de Arima a las instalaciones...

Lo cierto es que diferían muchas veces en opinión, y ella había acabado casi por odiarle por ser tan "perfecto". Giró la cabeza hacia un lado, pero se dijo a sí misma que no podía permitirse que "los altos mandos" del club dieran impresión de fragilidad, así es que, simplemente, se alzó, y a la pregunta del chico contestó con un enérgico:

-¡Sí, habrá que empezar desde el principio, mejor!

Se dirigió a Kuno, y con un simple movimiento de su shinai, detuvo los "movimientos desenfrenados" (pero no por ello menos magníficos) del chico...

-¡Kuno! ¡Ten cuidado o le vas a pegar a alguien!

La tarde pasa sin mayores incidentes.

Aoyama y Arima hacen un pequeño duelo de demostración, el cual termina en empate... No porque Arima no pudiese ganar, sino porque no quería que Motoko se sintiese ofendida...

Una vez acabado, tanto el uno como el otro explican a los demás los horarios del club: De 20 a 21hs, los Lunes y Sábados, para poder planificar cosas, o bien para comentar algo al capitán o a la presidenta, y en el mismo horario, el resto de días, el Dojo permanecía abierto, para poder practicar para competiciones, entre otras cosas...

Por supuesto, si alguien necesitaba venir en otro horario, sólo había que hablar con Soichiro o Motoko... Así de sencillo...

Finalmente, las 20:30 llegaron...
Faltaban tan sólo treinta minutos para la cena...

Aquéllos que quisieran cambiarse, tenían tiempo ahora para hacerlo, y llegar a tiempo para pillar sitio...

Ayu saluda respetuosamente al llegar el final de la clase, a la vez que agradece la lección de ese día. La verdad es que había disfrutado mucho el duelo entre Motoko y Arima y le habían entrado más ganas de seguir aprendiendo. También había acabado bastante sudada, por lo que tras despedirse se dirige a su habitación a darse una ducha rápida para bajar al comedor, a recuperar fuerzas.