Partida Rol por web

Aun con los ojos cerrados, esboza una burlona sonrisa.

Vale que sea una rebelde... pero intento ir siempre limpia y duchada... - ahora sí, abre los ojos y suelta una carcajada, quedándose mirando a Yui sin dejar de sonreir.

Oye, ¿has tenido alguna vez novio? ¿O tus padres ya se encargarán de prometerte con algun chico bien?

Yui se sienta, mirando a Setsuna sorprendida al principio y avergonzada después... levanta la mirada toda colorada.

¿Novio yo? No... nunca... Aunque mi abuela está insistentemente recordándonos que mi madre se prometió cuando tenía casi casi mi edad.

Suspira, recordando quizás todas y cada una de las charlas que ha tenido ultimamente con su abuela.

¿Y tú?

¿Yo? Bueh... alguno más que otro. - responde, poniéndose las manos en la nuca, y mirando el techo. Mira a Yui de nuevo - Pero tía... ¿tú has vivido la adolescencia? No sé, ¿has pasado por la edad del pavo? Yo es que he estado a la edad del pavo toda la vida, pero tú... eres sorprendente.

Yui se ruboriza un poco.

¿Sor... prendente? Que va... sorprendente eres tú, que no tienes problema para relacionarte con nadie ni para dar tu opinión... y eres... muy valiente.

Termina, ruborizandose un poco más al recordar el gesto de Setsuna en el pasadizo de la puerta secreta.

Valiente o... estúpida y/o curiosa; depende de como lo mires - responde, riendo divertida.

Y ya te he dicho que no soy tan relaciones públicas como crees... si te acuerdas, hoy ya me he ganado una bofetada ^.^ - se señala la mejilla que ha recibido el bofetón de Akane. - No siempre está bien dar tu opinión... debes saber callar cuando te conviene, y yo no sé hacer eso - suelta una carcajada... sin importarle en absoluto.

Yui asiente, recordando el incidente, aunque mira al techo, pensativa.

Pues... si te digo la verdad. Yo estaba de acuerdo contigo. Termina, mirando de nuevo a su amiga y sonriendo cómplice. Y bueno... tampoco es bueno callar por conveniencia. Da lugar a malentendidos y a que te manipulen...

La pelirrosa se levanta, apoyando sus manos en la cama, y acercándose a la rubia...

¿Quieres decir que tú te dejas manipular? - pregunta, más con inocencia que con otra cosa.

Yui mira al techo pensativa de nuevo...

No es eso, pero... pero es más facil que lo hagan e intenten. Nunca me han querido manipular. Pero lo he visto en otras chicas como yo que ya están prometidas con alguien a quien no quieren, por temor a no decir lo que sienten. Yo he tenido suerte en ese aspecto.

Entonces... ¿a ti no te van a prometer ni nada? Qué guay... aunque a veces pienso que estaría divertido que mis padres hicieran algo bueno y me prometieran con algun viejo apunto de morir y con mucha pasta... ais... esto sí que estaría bien...

Ella también mira al techo, ensimismada... diciendo realmente lo que estaba diciendo, con una satisfecha sonrisa en el rostro.

Yui mira a Setsuna sorprendida.

No, aún no me han prometido... y esperemos que tarden en hacerlo o que lo hagan pensando en mis sentimientos y no en mi bien. Se la queda mirando un par de segundos más. ¿De verdad no te importaría pasar parte de tu vida junto a un hombre al que no amas?

¿A cambio de tener dinero y libertad para hacer lo que quiera? Pues no. Siempre podría sacarme amantes de donde quisiera... además, no creo en el amor. 

Se sienta al lado de Yui, mirando aun el techo.

Yui frunce el ceño, pensativa... no quería imaginarse siquiera cómo sería su vida si sus padres decidieran sucumbir ante la presión de su abuela y prometerla con algún "viejo a punto de morir" cómo Setsuna lo había descrito.

Su mirada se entristece unos instantes antes de volverse completamente soñadora.

Pues yo sí creo. Y quiero creer que existe. Decididamente tenía todos sus principios muy claros.

Se levanta, dando un salto.

El amor no es más que un invento. Un invento para que hagamos lo que los que mandan quieren que hagamos, aquí en Japón hay el índice más alto mundial de mujeres cornudas, ¿lo sabías? El ser humano no es monogámico, en cambio todos nos intentamos convencer de esto... porque es lo que durante toda la historia nos intentan hacer creer.

Se gira, mirando a Yui, y esboza una sonrisa totalmente afable y tierna.

Y yo no tengo ningunas ganas de sufrir si mi novio o marido va a ponerme los cuernos o no... prefiero no enamorarme nunca... o estar enamorada de todos : D

Yui asiente, sonriendo tranquila.

Cada uno tiene derecho a vivir su vida como quiera. Yo prefiero ver las cosas a mi manera. Se encoge de hombros y vuelve a mirar a Setsuna fijamente. Espero que puedas lograr tus objetivos, Setsuna.

Le devuelve la mirada, fijamente... se acerca a ella, precipitadamente... incluso cierra un poco los ojos... pero cuando está justo a 10 centímetros de su cara... se separa.

Su rostro está completamente serio. Se queda mirando la ventana, apoyando una mano en la mesa... hasta que se aparta el pelo de la cara y baja la mirada con una leve sonrisa.

Eh... sí, espero que a tú también los cumplas...

Sorprendida e intrigada por el comportamiento de Setsuna, Yui mira fijamente a Setsuna para preguntarle.

¿Pasa algo? No deja de mirarla, preocupada, en todo momento.

Mira a Yui... y una gota baja por su frente - Suerte que no se entera...

Setsuna sonríe de oreja a oreja, y levanta la mano haciendo señal de victoria.

En absoluto, no pasa nada : D

Yui sonríe, más tranquila, y se pone en pie.

Perfecto, me habías preocupado. Echa un vistazo a sus cosas, viendo que ya lo tenía todo colocado de antes, su mirada se queda en la funda de violín.

¿Te importa mucho si toco algo aquí mismo? Puedo ir a buscar algún sitio alejado si te molesta... es que si no practico, luego me da rabia que no me salgan las cosas... Pregunta con una sonrisa.

¿Molestarme? En absoluto - levanta la mano y la mueve, quitándole importancia - Me encantará escucharte - y de un salto, se estira a la cama, con las manos en el vientre.

Yui se acerca al estuche de su violín, lo abre y lo deja sobre la cama. De su interior saca un precioso violín blanco, que coge con manos delicadas, suavemente, como si temiese hacerle daño... sonríe con una dulzura inimaginable, cambiando su mirada también por una cariñosa mientras abre un libro de partituras escritas a mano que hay dentro del estuche también.

Se coloca el violín en el hombro y respira hondo un par de veces, sin cambiar la expresión de su rostro ni un instante... después de un momento, se empiezan a oir las primeras notas de una triste melodía.

El arco roza suavemente las cuerdas del violín, aunque las manos finas y delicadas de Yui parecen más inexpresivas incluso que su mirada... que oculta al instante tras sus párpados. No era necesario sacar el libro de partituras, pues se sabía esta melodía de memória.

Bunny, al ver que su dueña abre la funda del violín, se acomoda tranquilamente en su cama, lo más cerca posible, esperando la actuación.