Partida Rol por web

No deseo robaros más de vuestro valioso tiempo, paladín de Ishtar -Me despido llevándome una mano al pecho y haciendo una reverencia formal- Ha sido un honor conoceros y conversar con vos, Sir Arislan de Whitewater, repetiré vuestro nombre solamente con buenas palabras, allá donde vaya.

Tras despedirme del paladín, me acerco a mis acompañantes, escuchando pacientemente lo que el claramente ansioso humano rubio ha descubierto. Me siento realmente decepcionado, pues esperaba que fuera de más utilidad lo que el paladín me había revelado.

Sí, es más o menos lo que yo he averiguado también. Hay un congreso de magia y todos los hechiceros se congregan alrededor de esa universidad. Además, las posadas y tabernas de esa zona son más seguras que las del extrarradio, por lo que evitaremos muchos problemas si nos alojamos por allí. A buen seguro, si tus amigas están en la ciudad, las encontraremos en la universidad y aledaños. Además, con tal cantidad de magos, debería ser sencillo encontrar ayuda para nuestro "problema", aunque sugiero ir con pies de plomo. A fin de cuentas, esa orden que desea mantener a Eliza prisionera está compuesta por magos, y muchos de ellos podrían estar por aquí...

Pues las novedades del elfo, eran pocas, nada que no hubiera descubierto el mismo... bueno, habían comenzado hacía muy poco. Seguro que tendrían algún resultado en poco tiempo y con un poco de perseverancia. No tenía muchas mas pistas con las que tirar adelante. Además, por mucho que le pesara, aquel sitio era increíble.

-Bueno, como habia dicho, ese edificio es la universidad... yo iba a ir alli para preguntar por ellas y un tema que tengo pendiente...quizas alli encontrareis algo que os ayude con lo de Eliza... si ellas están aquí, debería ser un sitio por el que han pasado, estoy casi convencido... emmm ¿vosotros ireis ahora?

Lo de la posada podía esperar, no era ni de tarde.

Podemos ir todos juntos ahora, a no ser que esos asuntos de los que hablas requieran... intimidad.

-Si claro, vosotros estais mas instruidos y seguro que me podeis ayudar... no sera facil pero seguro que algo encontramos... es un tema de historia antigua...

El grupo de nuevo se pone en camino, esta vez se dirigen hacia la universidad el camino es bastante tranquilo y ahora que lo saben notan como hay una gran cantidad de magos por el lugar, o al menos de personas que visten como magos. 

Al llegar al pie de la torre pueden ver como realmente es el edificio mas alto de la ciudad, tiene en su parte superior justo al final de cada una de sus torres una esfera que brilla siendo la del centro la mas grande, los dos magos notan como esas esferas de luz encierran un gran poder magico perceptible perfectamente, mientras que Katsu siente como se le ponen los vellos de punta solo al acercarse al edificio.

El lugar esta muy animado y hay personas que van de un lado para otro, al mismo tiempo pueden distinguir como hay miembros de diversas razas, los aventureros se dan cuenta ademas de que disimuladamente los miembros de las diversas razas que no son Shanjim parecen ser mas vigilados por los golems que los propios Shanjim. En la entrada hay dos de esos golems guardianes aunque la puerta esta abierta y la gente entra y sale sin problemas aparentes

El edificio era impresionante, como toda la ciudad.La torre o lo que parecía la torre, era lo mas alto. Con aquellas esferas luminosas en sus copas, se le erizaban los pelos ¿que era esos escalofrios? Tanto mago junto... no había sentido nada parecido en sus viajes, incluso cuando había sentido el poder más grande de la magia...Ya les preguntaría a los magos que eran esas esferas y la entrada, no sería un problema. Él entró sin pensarlo mucho, total ¿que le iban a hacer? Una vez dentro, el chico buscaria algún mago shamjim que pareciera de ese sitio, y le preguntaria, de manera educada:

-Disculpe, estoy buscando a una persona, una chica arisiana de nombre Yui, pues es una maga... ¿quien podría ayudarme?¿hay algun registro o algo?

Observo la torre, en cierta medida maravillado. Casi parece un faro, una luz en la oscuridad, un foco de magia que atrae a los magos desde la oscuridad del mundo material a este centro donde reunirse en torno al conocimiento de la energía mística. A pesar de no ser obra de los elfos dorados, es impresionante, exquisita. No me extraña que mi pueblo honre y respete a esta civilización, pues está claro que distan mucho de la barbarie de las demás razas.

Me sorprende el desparpajo con el que Katsumoto aborda a un desconocido en busca de información. Sonrío, pero no digo nada, esperando a comprobar sus resultados.

-Creo que Katsu tiene muy buen corazón...o aún es demasiado niño para el concepto de recato. -comentó divertida al elfo, acomodando a Eliza en la espalda- creo que tardaremos en averiguarlo. Este sitio hubiese sido muy agradable de visitar en otras circunstancias.

Suspiró, tomando aire y armandose para cargar a la pequeña. No era nada pesada, pero realmente Scire era malísima para la mayor parte de las cosas que incluyeran desgaste físico, como correr, cargar cosas por tiempo prolongado, o solo andar, y era algo que pudo ser claramente apreciado los días pasados. Por ese lado, entraba en un estereotipo bien conocido de que los magos son débiles físicamente, nada que ver con Saryllion, cuyo aspecto hacía pensar de primeras como un combatiente y no un usuario de magia.

Al escuchar lo que Katsu dice el hombre se gira y le mira directamente, pero es entonces cuando iba a responder que alguien se le adelanta, es una voz de mujer, una voz que Katsu habia escuchado antes, se trataba de una mujer, que es una elfa gris, lleva ropas arisianas y al verle parece sorprendida, la mujer se acerca

- Katsu, eres tu? si, ese aspecto, esa voz y esa forma de hablar sin duda eres tu

Se queda mirando durante unos segundos, la mujer no es muy expresiva, pero puede notarse cierta alegria por ver al chico, sus ropas son un kimono arisiano y en su cinto lleva dos espadas, una katana y una un poco mas pequeña, la mujer de negros cabellos oculta casi en su totalidad sus elficas orejas con el cabello, aun asi Sallyrion puede notar perfectametne que es una elfa gris.

Enarco una ceja, visiblemente molesto, cuando la mujer surge de la multitud acercándose a Katsu. Incluso doy un paso atrás, inconsciente, deteniéndome nervioso cuando me percato de mi gesto. No se donde poner las manos, tratando de ocultarlas para evitar desvelar mi nerviosismo, y trato de quedarme en un segundo plano ante ella.

Dama Scire, permitidme, yo portaré a la dama Eliza durante un rato -Le digo a la maga con un gesto cortés, pero elevando mi voz solamente lo justo para que ella me oiga.

Lo cierto es que su raza me afecta, pero no del modo en que los demás podrían pensar. Es cierto que, en general, siempre he menospreciado a los elfos grises. Son una raza que se parece a los elfos pero actúan como enanos de las montañas. Pero eso no sería suficiente para causarme tal turbación. Es mi actual situación, mi status dentro de los pueblos élficos, y la marca mística que me veo obligado a arrastrar allá donde voy.

La marca del culpable.

Si es que el chico era un ansias. Había abordado a un pobre mago que pasaba por alli, pero las ansias de saber donde estaban sus compañeras y amigas, y eso hacía que aplicara mas energía de la que debiera. Pero la fortuna, el azar, o el destino, debía ser caprichoso pues por una vez, le sonreían. Era ella, esa voz, la reconocía... la elfa samurai, Elenaide... ella era una de las dos personas que había estado buscando.¡Que alegría! El sentimiento estalló, y casi sin pensarlo, abrazó a la elfa samurai, olvidando el protocolo y demás:

-¡Elenaide-dono, que alegría de veros!

Pasado el momento, el chico se separó rápidamente. Había reprimido durante mucho tiempo sus sentimientos, además, las situaciones no habían sido muy propicias. Se atusó un poco la voz y se azoró un momento, y luego le costó un poco hablar:

-Ejem, lo siento Elenaide-dono... yo me alegro mucho de veros.... ejem, bueno ¿como estais?¿que estaós haciendo aquí?¿donde esta Yui-chan? Se que esta con vos...

"Y tengo muchas ganas de verla" pero eso no lo dijo. Se le veía en los ojos, los ojos nunca mentían, no sentía alegría por ver a la elfa, sentia realmente júbilo. Era muy emocionante ver una cara amiga después de tanto tiempo:

-Donde están mis modales... os tengo que presentar a dos personas, que me han acompañado... son la Dama Scire, y el valiente Saryllion... los dos son magos en... bueno en sus especialidades... 

-Gracias -no rechistó mucho en aceptar la oferta, sintiéndose algo cohibida porque aún seguían llamandole "Dama", aunque había indicado que estaba bien sin ello hace días. Aparentemente la costumbre se les había quedado, y se sentía bastante honrada de todas formas. Frunció el ceño escuchando aquel extraño sufijo seguido del nombre de la chica cuando Katsu habló, no lo reconocía para nada.

-Hola, un gusto -replicó cuando la presentación del chico finalizó.

Mientras Katsu presente a sus acompañantes ELenaide baja levemente la cabeza en señal de saludo, al ver a Saryllion se queda unos instantes parada, como observandole a el y a la pequeña, finalmente se gira y mira de nuevo a Katsu mientras le dice:

- Ella esta bien, esta en la universidad en una habitacion segura, con otras personas, creo que seria buena idea ir alli y hablar y asi te lo explico todo. Hemos estado ocupados durante un tiempo ya que Yui fue atacada por unos diabolistas, que por suerte hemos derrotado, de hecho hemos vuelto ahora mismo.

Mira a los ojos a Katsu y dice:

- Recuerdas a Tenebrae? vino con nosotros, le encontramos por pura casualidad tras aquello, sin embargo... bueno no sobrevivio al encuentro con uno de los diabolistas y me temo que murio hace unas horas.

Se notaba en su rostro que no le dolia nada esa perdida, parecia mas bien un soldado informando de una baja mas que de alguien que conocia, sin embargo se notaba que la elfa sentia que tenia que decirselo a Katsu:

- No se porque siempre le caiste bien, te veia como una especie de aprendiz, aunque espero que no te haya influenciado demasiado he de reconocerle que protegio a Yui, ahora deberiamos volver con los demas.

Mira a Sallyrion y dice:

- Esa niña... que le sucede?

Sostengo la mirada de la mujer bajo una capa de falsa seguridad, aunque es dificil que logre ocultar la tensión. Ambos sabemos lo que hay, si hay sangre élfica en sus venas la marca debe ser perfectamente visible e incuestionablemente identificable. Mis manos sostienen a la pequeña Eliza, ocultando cualquier posible temblor delatador, pero lo cierto es que no se si su silencio es un alivio o perpetúa mis temores.

Me concentro en la información que comunica a nuestro rubio compañero. Tenebrae es ese salvaje asesino de quien nos habló la dama Scire, su muerte es un descanso en mi lista de preocupaciones. Me sorprende que le traten como a un aliado, aunque la frialdad con que Elenaide habla de su muerte me indica que tampoco gozaba de su confianza.

Entonces se gira hacia mí, y me pongo súbitamente tenso, enderezando la espalda.

Es víctima de un encantamiento que la mantiene en un perpetuo sueño. No hemos sido capaces de deshacerlo, pues debe haber sido forjado en colanoración por varios magos. Por ese motivo estamos aquí, en busca de ayuda. Su historia es larga de contar, y en estas calles hay denasiados oídos, pero Katsumot dijo que podríais ayudarnos...

Aaaa, noticias, buenas y no tan buenas. Yui estaba allí, y estaba bien. Aquello le alegró aun más, era realmente lo que quería, después de tanto tiempo ¿o no había sido tanto tiempo pero le parecía que si? fuera como fuese aquello estaba bien, pero sir mercenario... no estaba con ellos. No le daba mucha pena, pero si había dado su vida por defender a Yui, le dedicaría una oración o algo por el estilo, era lo minimo:

-Me alegra mucho que Yui esté bien y bueno.. sir merc... digo Tenebrae, siempre fue muy extremista en sus metas, reflexioné sobre todo lo del Equilibrio pero ya esta, los radicalismos, no son la solución... aun asi, si salvó la vida de Yui-chan le dedicaré una oración... él parecía muy convencido de sus creencias pero quería imponerlas a los otros, yo siempre he buscado mi camino pero nunca imponerlo.

Poco mas que decir. Tenían el tema de Eliza, que se lo explicaría, aunque ya había salido el tema, por parte de la elfa. Estaba seguro que la escucharia, y que Yui, les ayudaría:

-Os explicaremos lo que pasó, y espero que Yui nos pueda ayudar con la pequeña... esos diabolistas, no serían de la Cábala ¿no? Y quizás haya asuntos importantes que tratar, puede que haya una nueva amenaza que comience a moverse...

Y se hizo el misterioso. Esperaba que la elfa o la estudiosa humana, pudieran ayudarla con lo que tenía en mente...

¿Tenebrae? Ese nombre. ¿Había muerto? Mejor para el mundo y para esta niña. Pero el asunto era otro. Miró a Katsu sin ocultar claramente un sentimiento de disgusto, el chico se había guardado el detalle de conocer al sujeto, y eso no le gustaba nada. Tomó aire, armandose de paciencia con él, y se cruzó de brazos, dispuesta a avanzar hacia donde se dirigieran.

elenaide asiente y dice.

- Sera mejor que hablemos en un lugar mas recogido como bien ha dicho.

La mujer se gira y comienza a a caminar hacia el interior, hace un gesto con la cabeza para que le sigan. El interior esta lleno depersonas que van de un lado para otro, los guardias son todos esos golems como los de la entrada, los cuales al estar parado mas que guardias parecen parte de la decoracion del lugar, el cual llama bastante la atencion ya que pueden ver como unos cristales estan por varios lugares, por lo que pueden ver son una especie de cristales magicos, los cuales al parecer sirven como elementos de extraños artilugios que hay en algunas zonas.

Tras ascender un tiempo llegan ante una puerta, Elenaide da un toque y la abre, al abrirla pueden ver que en la sala hay varias personas:

Un Drow (solo Sallyrion sabe que es Aris), es alto pero dentro de la altura normal de la raza, lleva varias armas, una ballesta y una espada grande al menso que se pueda ver, les observa al entrar, no especialmente amenazadoramente, pero si expectante al menos de la llegada de alguien.

El hombre esta de pie cerca de la puerta.

Un hombre que esta algo apartado, parece estar observandoles con cierta curiosidad, el hombre mide 1,78m, pelo castaño oscuro y corto de manera sencilla, ojos negros, tez caucásica de tono intermedio. Complexión media, mas bien delgado. No es especialmente bello, pero su forma de ser enigmática y su aspecto limpio y bien parecido no suele pasar desapercibido para las mujeres. Se ve que es un humano casi con total seguridad occidentails

Un hombre alto y de complexión delgada, tez pálida, barba corta sobre su cara, ojos marrones, muy oscuros. Notáis que camina cojeando, apoyado en un bastón. Bajo la capucha, su pelo es negro y de longitud media. Su voz es firme, profunda y grave, y en cierta medida es melodiosa. El hombre llev auna tunica que parece tener partes de otra en algunas de sus partes. La capucha la teiene puesta aunque puede verse su cara, junto a el hay un no muerto, el ser debio de ser un hombre posiblemente hechicero por su constitucion y se mantiene parado junto a el

Una chica arisiana con un kimono negro bastante elegante, la chica tiene el pelo castaño y la piel bastante palida, ademas de un rostro bastante agradable lo que hace que luzca bastante bonita.

La chica parecia estar preocupada mientras esta sentada en una silla ya que parece algo cansada, pero al ver al grupo se sorprende en gran medida

se abre la puerta y por ella aparece Elenaide, la mujer esboza una leve sonrisa y justo detras de ella llegan varias personas mas:

 Un chico que destaca por sus ojos, es curioso, tiene un ojo de color azul y otro verde, Caprichosa es la genetica. Fisicamente tiene el pelo rubio pero fisicamente es mas palido que un occidentalis pero sin llegar al punto de un arisiano. Evidentemente, sus ojos son ligeramente rasgados y su altura es intermedia, ahora mismo debe hacer un metro 70... el chico parece bastante ansioso cuando entra y se sorprende en gran medida al entrar abriendo mucho los ojos

Una chica que viste con tunicas holgadas que acostumbra llevar, un cuerpo delgado y bien proporcionado. La piel del rostro y las manos, la única visible, es blanca e impoluta, sin una cicatriz ni arruga, pareciera como si nunca hubiese luchado. Su cabello es negro, liso y sedoso, y va hasta la mitad de la espalda. Poco antes del medio de su longitud leva una banda para ajustarlo, configurando una coleta poco tradicional que deja varios mechones de cabello suelto, los cuales estan a los costados de su rostro y cabeza usualmente.

Aparenta la edad de una adulta humana joven (unos 20 años), aunque lo que no cuadra son sus ojos. Muy rojos y cristalinos, como rubíes. También  destaca el hecho de que posee una marca ominosa en la frente, roja también. Parece pintada, pero no se va...

Un elfo dorado  Alto, delgado, de musculatura fibrosa, con la piel clara casi pálida. Su rostro fino y anguloso está perfilado bajo cabellos claros blanquecinos formando media melena con mechones sueltos engarzados. Sus ojos son profundos y de un color azul extremadamente claro. Este hombre lleva a los hombros a una niña pequeña que esta dormida. El elfo mira con suficiencia y con precaucion a los alli presentes

La niña que lleva el elfo, esta dormida y apenas se le puede ver el rostro por la capucha que le tapa la cara, por lo que se puede ver tiene el pelo negro 

La verdad es que el viaje, se hace largo, y el chico esta expectante, por fin podrá volver a Yui. Eso era lo más importante para él, una vez se hubieran puesto al día, le pediría que ayudara a Scire y Saryllion con su tema pendiente. Y poco que decir, el sitio era subida y subida, poca cosa para él, pues su físico era bastante competente... quizás los magos lo llevaran de manera diferente... pero estaba demasiado ansioso por ver a la chica. Se podía ver a leguas. Y bueno, la verdad es que cuando entró en la sala, verla tan meditabunda y seria... y casi diría más de lo normal. ¿Qué debía haber pasado? Necesitaba conocer los detalles.

La verdad es que ver un drow, un guerrero o un mago con capucha, no le impresionó lo más mínimo. ¿que se suponía que tenia que hacer?¿presentarse? Intentó cruzar una mirada cómplice con la chica arisiana, y cuando fue así, le devolvió una sonrisa cálida... ¿y luego?¿que? No pensó mucho, solo que no dijo nada, pasó bastante de los hombres que había allí y se puso al lado de la chica. Era donde quería estar, era donde debía estar...

Y dejaría que le elfa samurai hiciera las introducciones o el debriefing... la verdad es que de aquella habitación, solo le importaban Yui y Elenaide... realmente.