Partida Rol por web

Qué dulce es, asi da gusto viajar.

Disculpe señorita que le niege la invitación. Con mucho gusto cenaré con usted, pero preferiría pagarme mi propia cena. Es una cuestión de tonto orgullo, pero no me sentiría cómodo de otra manera.

(Mientras caminamos al comedor) Y eso me conlleva a pensar en la siguiente propuesta: No menosprecio su capacidad para defenderse, pero permítame que le ofrezca mis servicios como guardaespaldas en su búsqueda. Soy nuevo en la ciudad y por ello ando ávido de empleo con el que poder sustentarme. Soy hábil con la espada, y tengo un ámplio abanico de conocimientos en la senda de la magia blanca. Además, soy asíduo a las bibliotecas y podría ayudarle a encontrar a ese tal Katsu o a descubrir qué es el Varander.

Vaya que ser mas... hiperactivo. Se movia, se movia... y se movia. Y aun mas extraordinario, les entendia y hablaba el comun. Y bueno, vale parecia que debian haber acabado con Melissent.No se meteria en los asuntos de los elfos, no de momento, si iban a viajar juntos, quizas encontraran algo mas adelante... es decir, no deseaba nada malo a los elfos, lo contrario,pero no podia esperar que se abrieran solo conocerse. El, si le preguntaban, responderia, no tenia nada que esconder. Pero bueno, la  atencion estaba centrada en la hada que reboteba con aquella extrala libelula entre Melissent y la sacerdotisa:

-Hola, Darian...¿que haces en un poblado Keruban?

Poco mas que decir.alli no pintaban mucho, y aquellos no eran sus dioses. Su meditacion tendria que esperar. Katsu creia en el poder interior, en el potencial... o comenzaba a creer, con el Ki se podian hacer cosas excepcionales... y no todas eran de batallas, pero le gustaria que Rufus le contara algo mas de los 7 heroes o de los 5 espadachines, sabia cosas pero no era bastante. Espera, lo tenia al lado:

-Bueno, Rufus la verdad es que esos dos temas me interesan especialmente... quiero decir, de los cinco espadachines hay dos que son dos elfas y tres que son hombres... pero apenas se nada de los tres hombres...¿que me puedes decir de ellos?

Se sacudió un poco la armadura, para luego exclamar al marinero. 

- ¿Eres tu el capitán de este barco?  Quiero hablar con él -

Tras dirigir aquellas palabras al marinero, desenfundo su pistola, aunque no le apunto en un principió, simplemente quería intimidarle un poco.

Estábamos atrapadas en la red cuando un hombre aparece. Preguntó por el capitán. - ¡¡Señor señor ayuda!! - Nos dirigíamos a Gabriel.

"Tsk" Bellye chaqueo la lengua al ver como el Golem lanzaba las lianas contra ellos, parecia ser que aquel ser no estaba limitado a los ataques a corta distancia y tenia algo de alcance, por suerte parecia que su mal estado le habia hecho perder posiblemente la mayoria de sus facultades, aun que habia algo que intrigaba ahora al joven entre muchas otras de sus dudas, en un inicio penso que las raices eran algo que habia aparecido despues de que el golem quedara parado pero era capaz de controlar las lianas... ¿Formaban parte de el o habia conseguido agregarselas?

No tenia demasiado tiempo para pensar mientras sentia que el lugar podia venirse abajo si el golem continuaba moviendose demasiado, asi que tenia que poner fin a aquello de la forma mas rapida posible y tenia claro exactamente como hacerlo, el joven tomo aire y levanto las manos hasta tenerlas en horizontal para despues separarlas de repente moviendolas hacia los laterales, como apartando el aire que tenia justo frente suyo.

Las luces flotantes de Belyye se apartaron rapidamente de este mientras sus ojos demoniacos se acomodaban ligeramente, Geist se concentro sintiendo de nuevo la energia que habia en su interior, pero esta vez no era tan delicada, podia sentir el caos y incluso la "locura" que emanaba, alli estaba su fuente de magia negra... La otra cara de la misma moneda.

Poco a poco movio una de sus manos para señalar al golem con el dedo indice, de mientras como una criatura hambrienta comenzo a despedazar violentamente la energia de su interior, intentando obtener la energia necesario para el conjuro, mientras esta se resistia y se sacudia violentamente, pero no duro mucho hasta que un poco de esencia de aquella mana salvaje se comenzara a exteriorizar.

Una ligera aura negra rodeo al mago demoniaco dandole durante unos segundos una extraña presencia que posiblemente asustaria a cualquier ser que tuviera miedo a lo desconocido, pero para Belyye le resultaba a veces dificil controlar aquella magia haciendola a veces ineficaz y otras como aquella ocasion... Demasiado poderosa...

Disipandose en el aire rapidamente su energia desaparecio de su alrededor convertiendose en motas que brillaban en un fantasmal color Indigo, mezclandose con la claridad de las luces de magia blanca, creando un extraño espectaculo de luces y sombras alrededor del demonio.

"Parece ser que hoy... Es un mal dia para ti... En el nombre de aquellos que murieron apuñalados por la traicion, su sangre cubrio las 12 armas del pecado, las Armas prohibidas que se encuentran encerradas en el olvido, yo llamo el reflejo del armamento de la enemistad para que aquellos que me desafien no puedan continuar en el mundo de los vivos... la primera traicion... Niger Hastas..." El peliblanco entonces visualizo con claridad aquello que invocaba mientras las motas hechas de oscuridad comenzaban a convulsionarse violentamente creciendo y expandiendose... Unos instantes las motas indigo que parecian inofensivas se habian transformado en lanzas hechas de lo que parecia oscuridad solidificada, una oscuridad capaz de devorar toda la luz que recibia del conjuro lumino del propio mago, en total se habian creado 5 de aquellas armas fantasmales.

"Y ahora, final de linea para ti" Con un gesto con su mano derecha Bellye indico a las lanzas que se comenzaron a mover, el objetivo era simple, cada una de ellas menos la ultima se colocaria en una posicion alrededor del golem y cortarian en linea recta cortando un cuadrado alrededor del golem para terminar con la estabilidad del suelo.

La ultima lanza habia quedado detenida en el aire a esperas de la ultima orden, que seria posiblemente cortar la liana que rodeaba su pie en el caso de que su atadura fuera suficientemente fuerte como para llevarselo tambien a el hacia el agujero.

- Bueno, al parecer hemos terminado aquí Melissent - dijo Fineas a la vez que comenzaba su paso hacia Katsu y Rufus. - ¿Por qué buscas con tanto ahínco a esas personas? Si tan poderosas son, no deberían estar en apuros. - Fineas sabía que la historia de Katsu hacía aguas por todas partes, y si iban a viajar juntos, lo mejor sería averiguar la verdad, o al menos el porque de su aparición de un día para otro en diferentes continentes.

Fineas continuó avanzando a la vez que echaba un pequeño vistazo a Melissent y a Almare, vigilando que no engullese a la pequeña hada por acidente.

Melissent mira a Fineas con cierta inseguridad mientras asiente con la cabeza. Luego se despide de la sacerdotisa con mucha educación, retirándose del lugar al tiempo en el que se fijaba de nuevo en aquel hada: - Hola Darian, ¡qué graciosa eres! Dime: ¿qué hace un hadita por aquí? 

Mientras vuelve a cogerse del brazo de Fineas, pero con la mirada fija en la pequeña Darian de la que esperaba una respuesta. 

- ¿Quiénes son los Keruban? preguntó al niño enarcando una ceja... ¿Quienes serán? Después se acercó volando a la joven hermosa.

- Soy una Farian. He salido del bosque en busca de aventuras. La joven Darian era sincera, aunque sus propósitos iban más allá de simples aventuras, sus palabras no se alejaban nada de la verdad.

Ahhh, el hada revoltosa, vuela aqui y vuela alli. Hiperactiva y ahora esta con Katsu y ahora esta con la elfa. Alli no ya no les retenia nada. Que ser mas curioso, Darian decir que no era un hada, sino una Farian... no sabia que decir. No tenia alas, iba montada sobre una libelula. Creia que eran una leyenda... dos leyendas en un dia, la Farian y los Shamjim... sino hubiera visto lo que habia visto:

-Bueno, es una aldea de kerubans... son como seres humanos pero con los animales esos raros...eeehhh, mejor salimos y lo ves tu misma... estas cosas no se me dan bien...

A bueno, la pregunta del elfo. La iba a responder, aunque no le insistiera en el tema, ciertas cosas sonaban a increibles. No mentia ¿que tenia que hacer para que el elfo le creyera?

-No, ellas son muy capaces, no creo que esten indefensas, Hiromi, es una luchadora competente, Elenaide es la mejor espadachina que he conocido y Yui es una maga poderosa... mis preocupaciones son otras... ellas.. son las unicas personas que tengo... son importantes para mi...

Las ultimas palabras le costo pronunciar, casi se le atragantan.El estaba solo, no tenia padres, hasta hacia poco no tenia hermana, y a las personas que tenia precio y confiaba en ellas, habian desaparecido. Pensar en ellas hacia que estuviera meditabundo y cabizbajo, le ensombrecia el animo. Se habia jurado que tiraria para adelante, pero las herida aun eran recientes... el sino del chico, perder algo, creer que habia encontrado algo, para volver a perderlo todo otra vez... eso ya le habia pasado un par de veces. Pero claro, convencer a la gente de ciertas cosas, a veces era dificil, aunque fuera verdad pura y dura, y el no era un orador

Ducky rapidamente prepara su ballesta dispuesto a disparar, gracias a su vista de Drow puede distinquir algo y no lo duda y dispara contra su enemigo, el drow no se queda a mirar como ha ido el ataque, solo escucha como el mortal proyectil vuela por los aires y segundos despues se escucha un fuerte golpe de rotura de huesos y un ruido ahogado, no sabe realmente que ha sucedido, pero lo que si sabe es que ha dañado gravemente a alguien.

Ducky corre todo lo que puede, pero aparentemente sus perseguidores mas rapidos, o tal vez mas acostumbrados, o puede incluso que mas ligeros parece que estan cerca de alcanzarle, y realmente Ducky no es capaz de determinar si llegara antes al campamento el o sus perseguidores

El marinero mira a Gabriel con mala cara y dice en un rugido:

- Y tu quien eres enano? fuera del barco si no quieres terminar con esas dos

Al escuchar las palabras de Torween dice:

- Y tu calla enana

Mientras Sycnus y Bermode hablan otra pareja se sienta cerca, se tratan de una chica de aspecto y con ropas arisianas y un hombre que aparentemente es occidentails, Beremode habla:

- Es admirable realizar un viaje como ese, sin duda debeis ser un hombre con muchas vivencias y muchas inquietudes. Es cierto lo que decis sobre errar, todos lo hacemos, y mi raza puede decirse que es una experta en equivocarse, aunque ahora tratamos de enmendar nuestro error.

Mientras toman asiento Yui responde:

- Es muy amable de su parte y le agradeceria mucho la ayuda, ya que aunque conozco una gran variedad de hechizos y por lo poco que recuerdo he acudido a algunas bibliotecas no sabria exactamente donde buscar.

Se queda unso segundos callada y añade:

- Y decis que conoceis algo de magia, podrias indicarme que tipo de magia? 

El ataque de Belyye fue devastador, las hojas de energia oscura rodeador a la criatura e impactaron con enorme fuerza, el suelo se corto como si fuera de mantequilla y el golem comenzo a caer por el perfecto cuadrado creado por la magia del demonio; tal y como esperaba comenzo a ser arrastrado por la liana que le sostenia el pie, pero el previsor demonio corto sin demasiados problemas su atadura, lo siguiente que escucho fue un enorme estruendo, como si toda una montaña estuviera desmoronandose, pero debajo de el ya que la sala salvo por el gran hueco de forma cuadrada del centro estaba en perfecto estado

Mientras corro ladeo ligeramente la cabeza y veo como me están dando alcance, por suerte solo quedan dos perseguidores y el arquero cada vez está más lejos.

Tanteo de nuevo la posibilidad de enzarzarme en un combate cuerpo a cuerpo, pero no lo considero la mejor opción. De modo que tuerzo hacia un lado en el siguiente árbol y me lanzo de bruces contra la maleza esperando que me pierdan de vista el tiempo justo para gatear hasta unos arbustos y quedarme escondido esperando a que pasen de largo."Si se quedan a tiro les emboscaré por detrás, sino... que dios ayude a la caravana"

Al ver que no me han visto aprovecho para recargar la ballesta y espero a que los perseguidores estén a una distancia que me permita hacer dos disparos. Entonces salgo de mi escondite y disparo al que me parezca más pequeño.

Se puede decir que desde pequeño me fué inculcada una educación férrea en la senda de la magia blanca. No sabría decirle cuan hondos son mis conocimientos, puesto que nunca los he comparado con los de nadie. Pero si que me he pasado la mayor parte de mi vida practicándolos. Termine con una una suave sonrisa.

"Muchas inquietudes..."

Cuan honda es la obsesión que me atormenta,

cuan ardua es la búsqueda que alimenta,

¿llegaré algún día al final del camino?

No, pues yo seré su señor.

Sonrío recordando esa vieja estrofa que escribí hace tiempo, y que las palabras de Beremonde ha traído a mi mente desde el laberinto de los recuerdos. Observo que ha interpretado "errar" como cometer errores. Supongo que el inconsciente la traiciona.-Rectificar es de sabios, según se dice.-tomo un sorbo de mi copa, pensativo.-Aunque la mayoría de los seres de este mundo aún os mirarán con recelo, sin duda. Yo por mi parte tengo asuntos que me inquietan más que guerras acontecidas hace centurias.-digo mientras echo una mirada rápida desinteresada a la pareja que acaba de sentarse, para luego volver a fijar la vista en mi compañera.

El ruido del constructor precipitarse en alguna de las plantas inferiores marco sin duda el final de aquel combate que no había durado escasos segundos, aun asi Belyye permaneció unos segundos en silencio mientras las tenebrosas armas que había invocado aun permanecían flotando en el aire esperando las ordenes de su creador… Finalmente la tensión se rompió después de que el mago chasqueara los dedos y las armas, tal como se habían generado, comenzaran a diluirse mágicamente en el aire permitiendo a las luces volver a iluminar con toda su fuerza tras la desaparición de su magia antagonista.

Tras eso el joven giro la cabeza para mirar de reojo a Eliza, preguntándose exactamente como habría visto la niña la manera como había usado la magia, no le extrañaría lo mas mínimo que aquella joven se hubiera asustado sobre todo por la conjuración que sin duda no parecía las de unas armas benevolentes.

Finalmente suspiro levemente sin importar la reacción que encontrara en la joven y volvió a mirar hacia delante para volver a andar esquivando el agujero que el mismo había causado para después decir un par de palabras antes de seguir su camino en silencio.

“Salgamos, después de esto las ruinas podrían venirse abajo con facilidad, contra menos tiempo estemos aquí mejor… Si tienes alguna pregunta puedes hacerla”