Partida Rol por web

El dia paso realmente rapido para el drow, por fortuna para el la ciudad era bastante distraida e incluso por la noche en la zona comercial podia verse bastante actividad, un par de veces los guardias se quedaron cerca de el como vigilandole, pero no supuso mucho mas que eso, la noche fue algo fria, pero aun asi pudo pasarla decentemente.

El lugar de reunion estaba tranquilo, habia una carreta bastante grande cargada totalmente, aparentemente se trataba de un vendedor de objetos de diversa indole ya que habia telas, candelabros, lamparas, cofres e incluso algunas pequeñas cajas que podrian contener practicamente cualquier cosa, algunos tarros de varios colores y botellas que sin duda llevaban una gran variedad de vinos; la carreta era tirada por una mula de carga de aspecto sano y joven, muy limpia y sin duda cuidada. 

Al ver llegar al Drow un hombre que viste con ropas bastante llamativas pero donde predomina el blanco se queda unos segundos mirando para acercarse finalmente al drow ante la atenta mirada de una mujer que tiene en su cinto una espada y un hombre con un arco y un carcaj en su espalda

El hombre al ver al elfo oscuro se acerca caminando y dice:

- Vos debeis ser el mercenario que falta para el viaje si no me equivoco

Se queda unos segundos mirando al drow como evaluandolo, para a continuacion decir:

- Bueno, puedes servir, pero dime, que sabes hacer como para que nos seas util de aqui a Drasenloft

El hombre mira su reloj para comprobar la hora y dice:

- No hay problema con salir mañana a primera hora, en el puerto en el muelle 4 hay una embarcacion que le llevara al continente, pero me temo que mi influencia no llega para poder desplazar una de nuestras naves voladoras, no al menos sin llamar demasiado la atencion, por lo que a partir de ese punto tendra que servirse de sus propios metodos para llegar a Drasenloft

Entrega unos documentos y dice:

- En la ciudad, en la posada de nombre "la Diosa del agua" el tabernero es un amigo, entreguele estos documentos y sabra que va de mi parte

La niña se toca la cabeza como si le doliera, entonces unos segundos dice:

- Eliza, mi nombre es Eliza Shadowfang

Se incorpora un poco entonces se da cuenta que lo unico que lleva puesto es la tunica con capucha que lleva, avergonzada se tapa como puede y dice:

- No se, no se porque estoy aqui ni nada mas

Durante unos segundos parece quedarse pensando, entonces el demonio puede ver una mirada de terror en sus infantiles ojos mientras dice:

- No se, no recuerdo nada, no soy capaz, no ... no puede ser

Con una sonrisa amable responde:

- Disculpe no es Yuri, es Yui, es habitual que los occidentails os confundais, pero son nombres diferentes en mi reino.

Se queda unos segundos callada y añade:

- Si no es muy atrevido por mi parte, ¿habeis visto a un chico rubio, occidentails que porta unas extrañas armas, katares creo que el las llamaba?

Mientras hablaban en el interior podia escucharse como en el salon principal algunos de los trabajadores se preparadan para la cena

La posada estaba llena de humanos, la mayoria eran personas que vivian cerca y trabajaban los campos, tambien podian verse algunas personas con topas tipicas de religiosos, estos ultimos estaban reunidos en una mesa y no eran mas que 4 pero debian pertenecer todos a la misma orden ya que llevaban la misma tunica con la mitad derecha negra y la otra mitad blanca. Algunos hombres eran sin duda viajeros ya que portaban abultadas mochilas y sacos con ellos.

Al sentarse en una de las mesas que estaban libres el tabernero se acerca al elfo dorado, se trata de un hombre de piel morena, sin duda no siempre ha sido tabernero y muy posiblemente el mismo fue el que hizo esos añadidos al edificio principal de roca. El hombre con un trapo en el cinturon lo coge y lo pasa por la mesa mientras escucha al elfo, cuando este termina de hablar sonrie ampliamente y comienza a hablar:

- Vaya, un elfo dorado, hacia tiempo que no veia a uno de los tuyos, y mas solo, eso si que es extraño, debes ser muy devoto para venir solo, bueno no se preocupe estamos terminando de asar un cerdo hecho en su propia grasa, tambien puedo servirselo con unas verduras del huerto muy frescas y con muy buen sabor

El hombre parece caer en la cuenta y dice:

- Y de beber, por lo que se os gusta la hidromiel y el vino mas que la cerveza, tengo algun vino con sabor bastante afrutado y una hidromiel que hacen cerca del templo de la madre Ishtar que es muy sabrosa

Mi sonrisa se vuelve algo tenue, máximo gesto de incomodidad que me permito. Si no hubiera sido criado en la alta sociedad y pudiera permitirme la grosería, seguramente mi rostro se desencajaría en una mueca de desilusión y asco. Pero soy un elfo dorado de la casa de Lionforge, no un bárbaro sin modales.

Cerdo cocinado en su grasa no es una receta digna. Los cocineros de mi padre se espantarían solo de escuchar tal resumen de la receta. Y este tipo no tiene aspecto de conocer condimentos suficientes para darle la delicadeza de fino paladar necesarias, más allá de un simple trozo de carne grasienta.

Creo que esa hidromiel bendecida por la madre Ishtar será adecuado acompañamiento para un plato de ese cerdo con verduras, muchas gracias -No me ha pasado inadvertida la referencia a la madre del Bien, de quien madre es devota. Eso explicaría la presencia de gentes con atuendos religiosos e incluso el nombre del lugar- Decidme, buen hombre, ¿queda muy lejos aún ese templo de bondad?

No tengo rumbo fijo, no se a donde ir ni cual es el sendero de mi vida a partir de ahora. Pero madre confiaba sus oraciones a Ishtar, un templo suyo cerca no puedo calificarlo sino como una señal. Podría ser un punto de partida. Puede que no sea el más devoto de sus fieles, pero le he dedicado durante mi vida tantas oraciones a ella como a Zaibaker. Quizas sea el momento de dedicarle alguna más.

Ducky observa curioso al hombre, se había topado algunas veces con aquella gente, pero nunca había tenido la posiblidad de cerrar tratos con ellos.

- Soy un buen escolta, he viajado junto a caravanas desde que tengo memória. Se manejar bien las armas de filo y también esta monada. - Dice ladeando la cabeza hacia atrás para referirse a la ballesta que lleva colgada. - No como mucho, no duermo mucho y permanezco siempre alerta. 

Luego se queda un rato callado esperando a que el hombre se decida...

Belyye miro a la joven, nunca le presto demasiada atención al hecho que no tuviera nada debajo de la capa hasta que la niña comenzó ha intentar taparse vergonzosa, para el joven aparto entonces la mirada, realmente a el no le importaba, su sentido de la vergüenza era algo que nunca había tenido, al fin y al cabo no era tampoco humano y no sentía las cosas de la misma forma exactamente, aun así lo hizo por pura educación hacia Eliza.

Tras unos segundos pensando sobre el problema  de la ropa, la joven comenzó a hablar sobre el hecho que no recordaba nada, parecia bastante asustada sobre ese hecho, Geist entonces recordó cuando a él le sucedió lo mismo, pero en cambio a el no le asusto el vacio en sus recuerdos, tal vez porque el mismo había decidido en su momentos abandonarlos por propia voluntad.

Aun asi entendió en parte como se debía sentir la joven y sobre lo confuso que podía llegar a resultar una situación de aquel tipo, sobre el motivo de cómo había llegado allí, Belyye comenzó a elaborar una hipótesis que aun que bastante inconsistente podía encajar con el suceso.

“No tienes por qué asustarte” Dijo mirándola a los ojos y dando una pequeña pausa hablando con su voz serena como siempre “No puedo saber realmente porque perdiste la memoria, pero si intentas forzarte o te comienzas a asustar te costara más aun… Si te hace sentir mejor, algo que no estoy muy seguro, te puedo acompañar hasta el siguiente pueblo y ayudar en lo que necesites, no me parece del todo correcto dejarte aquí… Por ahora intentare solucionar como pueda el problema de la ropa”

Tras decir eso Belyye dejo de mirar a los ojos a la joven Eliza y cerro un segundo los ojos recolocando sus ideas como de costumbre cuando planeaba hacer algún tipo de conjuro, aquel que tenía en mente era especialmente “curioso” por decirlo de alguna forma suave.

Con los ojos cerrados tendió las manos delante suyo como si sostuvieran una sabana y comenzó a murmurar algunas cosas incomprensibles mientras en su mente comenzaba a formar su magia con cuidado, primero del todo se concentro para sentir el fluir del Mana en su cuerpo, tirando con suavidad de él, comenzó a reunirlo sobre sus manos con gentileza indicando que sería magia blanca con alguna traza de magia Azul.

Después comenzó a imaginar una barrera como las que usaba cuando combatía, pero a diferencia de esta última, imagino algo muchísimo más delgado, sintiendo como la magia se entrelazaba como suaves fibras de magia blanca entre ellas, de mientras ayudar a sostener la imagen recurrió a un poco de magia azul para poder usar como patrón el conjuro que tenían sus propios ropajes que al fin y al cabo eran capaces de generar tejido aun que le sería imposible replicar aquel mismo efecto.

Poco a poco en sus manos comenzó a generarse lo que parecía ser una aura que lentamente tomaba forma de ropa translucida, en la mente del joven apareció una ropa sencilla, una camisa de manga corta algo larga que casi podía servir de vestido, unos pantalones cortos y unas botas, sobretodo concentrándose en eso ultimo para que la niña no tuviera que andar descalza.

Sin duda era una tarea complicada, nunca antes lo había intentado pero era justo eso lo que lo empujo a intentar algo así… Aquella ropa que se formaría no dispondría de nunca capacidad de barrera, posiblemente sería tan frágil o incluso más que la ropa natural. Finalmente con un último esfuerzo tiño la ropa de color blanco impoluto.

Si conseguía llevar a cabo el conjuro se las daría a la joven y después se giraría 180º grados para dejar que la chica se la pudiera poner sin sentirse observada, también otorgaría algo de elasticidad a la ropa temporal para que no le fuera pequeña, seguramente tendría que mantenerla hasta que encontrara algo de ropa digna pero era mejor que nada, igualmente no parecía que hubiera cerca ropa, si la había su esfuerzo impulsivo había sido inútil.

Por otra parte si no conseguía hacer el conjuro simplemente esperaría a ver que decía la joven y ya pensaría alguna otra cosa.

Mientras esto ocurría, Melissent parecía algo más atenta al rostro de Katsu: otro chico con muchos problemas... Sin embargo cuando Fineas nombró el asunto de "la búsqueda" asintió sonriendo a la vez que se le volvía a enganchar al brazo de este:

- Mi madre puede perfectamente haber pasado por aquí, o al menos eso espero... Pero me temo que tendremos que esforzarnos más para darle alcance.

Luego se giró hacia Katsu con rostro algo más serio pero sin perder su habitual sonrisa: - Me temo que algo tenemos en común: tú buscas a esas chicas y yo a mi madre. Espero que tengamos éxito.

Sin mas información que pedir, se puso de pie, y camino hacía la salida del despacho, habiendose despedido antes de la pareja. 

No tardo más de una hora en llegar a casa. Allí, rápidamente empezó a preparar su equipo para la misión. Comprobó su brazalete, sus signos vitales estaban bien, así como la temperatura de su cuerpo y la ambiental. Buena noche para empezar una misión. En su "hogar", que parecía mas un campo de entrenamiento que cualquier otra cosa, se dirigió hacía un closet, con un tazón de café en la mano, al que le dio un par de tragos. Camino hacía un alto armario de estilo metálico, el cuál poseía un panel tactíl para huellas dactilares y retinas. Una vez comprobada su identidad, el armario abrió, mostrando entonces su equipamiento. Una armadura, que si bien era de metal, era ligera, uno de los "milagros" de la ciencia de guerra de Marlock. 

El blindaje se centraba en su musculatura, pero dejaba la libertad suficiente a sus articulaciones para que pudiese moverse sin problemas. Aunque era un traje metálico, parecía y poseía las mismas características que el kevlar, mejores incluso. Tenía muchas raspaduras, como si hubiese sido impactada muchas veces. El yelmo cubría completamente su rostro, aunque no tenía problema alguno para la circulación de oxigeno. Si bien por afuera el yelmo parecía cubrir su rostro con un cristal polarizado, por dentro le permitía tener la misma visión como si no tuviese nada cubriendole la cabeza, ademas, poseía la misma resistencia al impacto que el traje. Al vestirse con el traje, y el yelmo, este ultimo se sincronizo con su brazalete, por lo que su status estaminico y las condiciones ambientales se mostraba en el yelmo, como si de la pantalla de un ordenador se tratase. Luego se equipo la mochila, la cuál se adhería de forma magnetica al traje, y se abría cada vez que Gabriel llevaba la mano a la espalda, y activaba mediante comando de voz el objeto que necesitaba, aunque claro, solo con el equipo que poseía la tecnología para vincularse al sistema, con otras cosas, debía de recurrir a la vieja usanza.

El fusil era plegable, y en este estado se podia adherir a un costado de la cintura, teniendo el mismo tamaño de una cartera. Probo la mira telescópica, activando el laser con un boton al costado del arma, presionó el gatillo sin realizar disparos, prestando atención al sonido del mecanismo, comprobando que estaba en buena forma. Lo plegó, y lo adherio al costado de su cintura, también de forma magnetica. La pistola era una de las cosas más normales de su equipo, colgandosela frente al vientre.

- Un millón de Galians... Podré comprarme una motocicleta voladora con ellos... Con un par de metralletas, si, es una buena forma de gastar el dinero. -

Unas horas mas tarde, cuando todo estuvo listo, y el sol comenzaba a salir, partió rápidamente hacía el puerto, para dirigirse hacía el muelle 4, donde su transporte aguardaba.

Oh lo siento, Yui pues. Bueno, yo soy nuevo por éstas tierras, asi que son muchas las cosas que me resultan extrañas... Quizás podría responderle mejor si me dijera qué forma tienen esas tales "katares".

-Encantado, señorita Beremonde.-digo mientras sigo observándola fijamente a través de mi capucha.-Sí...en efecto. La búsqueda de conocimiento fue lo que me trajo a esta ciudad. Y también fue lo que me llevó a hablar con vos. Veréis-digo adoptando un tono más suave-mientras mis pasos se dirigían hacia la cubierta, mis ojos se dirigieron hacia vuestro libro. Comprenderéis mi curiosidad sobre el mismo al notar que está escrito en un lenguaje antiguo, y en manos de una Shajim, raza mágica donde las haya. Comprenderéis mi curiosidad sobre el mismo.-digo sonriendo un poco más y esperando que la mujer se muestre poco esquiva sobre este tema.

Era raro encontrar a alguien que tuviera un objetivo tan similar al suyo, aunque solo fuera de manera puntual. La verdad, es que mas que raro, le parecia curioso. Quizas y solo quizas... aquello no podia ser casualidad. El chico tenia sabia que muchas de las cosas que le pasaban no era casualidad. Encontrarse con ellos podia serlo... tener ese punto en comun, no. Ellos tambien estarian el resto del dia por alli. Suspiro. Penso. ¿Era aquello una oportunidad? En la mentalidad arisiana, aquellas cosas eran parte del pensamiento... y empezaba a pensar en muchas cosas asi. Reunió un poco de valor, daria el primer paso, aunque no encajara con el y quedara forzado:

-No lo sabia... la verdad es que me gustaria ayudaros... no creo en la casualidad, quizas esto sea un signo o algo... yo no tengo un rumbo fijo o plan... quizas si una idea... pero me gustaria que os plantearais la posibilidad de que fuera con vosotros... seis ojos ven mas que cuatro... yo ire a la posada con Rufus a comer y preguntare algo... como estaremos todo este dia aqui, se presenta la oportunidad de que colaboremos... lo dejo en vuestras manos...

El chico quedo a la espera de lo que le dijeran los elfos, aunque de verdad, no le importaria hacer equipo. Con compañeros pasados habia conseguido grandes cosas. Ahora su objetivo no era la Orden, los Templos o demas mandangas... era encontrar a sus seres queridos para empezar a rehacer las cosas. Y agradeceria un poco de compañia agradable. ¿Que les podia decir a ellos?¿que era un guerrero decente? Sabia defenderse pero a partir de ahi... sus habilidades eran pocas, quizas el Ki era lo mas remarcable...

Si los elfos no le decian nada, les daria tiempo e iria a la taberna, que tenia que invitar a Rufus. Si el otro hombre se mostraba amigable, le contara alguna anecdota suya... o compartiera alguna perla de su pasado con el, pues quizas hubiera sido un poco criptico. Fuera como fuese iria a beber algo y comer...

La verdad es que si preguntando en el poblado, no obtenia informacion, se le estaba ocurriendo una manera de encontrar una pista... no tenia nada que perder... y de paso practicaria con su Ki.

El hombre se queda pensando y dice:

- Un poco lejos si que esta, creo que a dos dias de viaje de aqui, no muy lejos tienes el templo de la diosa niña del equilibrio, nunca he sido muy devoto pero algunos van alli, ese es el mas cercano.

Mira a todos los alli presentes y añade:

- Bueno en realidad aqui en Etoh puedes encontrar templo de cualquier dios, pero si te interesa el de Ishtar sigue este camino que sale de la taberna hacia el este el templo esta en la plaza central de la capital asi que lo veras facilmente

El hombre se comienza a alejar y dice:

- No se preocupe podra llegar sin problemas

Unos minutos despues llega con un gran plato de carne de aspecto bastante grasienta y la jarra de hidromiel, el animal sabe bien para como ha sido preparado sin embargo la hidromiel sabe realmente bien, de hecho el elfo podria decir que es una de las mejores que ha probado nunca.

Rufus sonrie y dice:

- Vaya asi que todos buscais a alguien, no es mala idea que vayais juntos, pero tengo algo que deciros.

El hombre mira la taberna y añade:

- Podeis ir a Drasenloft que alli dicen que hay un vidente que es capaz de encontrar a cualquier persona, o a Lodoss segun tengo entendido no hay nada que la magia Shanjim no sea capaz de hacer

El hombre comienza a andar hacia la taberna y dice:

- Porque no comemos mientras pensais en eso

Mientras el grupo estaba hablando el dragon era rodeado por algunas personas curiosas, todos ellos eran Keruban, personas de palida piel, ccon ropajes similares a los que lleva Mellissent pero que tienen a su alrededor animales semitransparentes, todos con una gran belleza, los niños parecen querer montarse a los lomos de la criatura asombrados

August se queda unos segundos mirando al drow y exteinde la ano diciendo:

- Muy bien, veamos como lo haces estas contratado, tienes que procurar que ni a mi ni mi mercancia les pase nada

Señala al hombre y la mujer y dice:

- Ellos son tus compañeros, el sabe usar el arco y ella la espada, sera un viaje largo, primero vamos a ir a una ciudad que esta en el extremo del desierto justo en la frontera donde tomaremos una ruta que nos llevara a una via fluvial y de alli a la capital, tu contrato termina alli en la capital del desierto, alguna duda?

Eliza toma timidamente la ropa mientras puede notarse como de su boca escapan un agradecimiento avergonzado para termianr colocarse la ropa y encima su tunica y con la capucha puesta dice:

- De acuerdo muchas gracias

Se vuelve a tocar al cabeza como si le doliera mucho mas y entonces dice:

- Templo, recuerdo el nombre de un templo y una diosa, la diosa Miyu y el templo del viento

Mira al demonio y dice:

- Los conoces? no se porque recuerdo esos nombres, esos lugares

La niña comienza a incorporarse lentamente, mientras lo hace el demonio escucha un ruido no muy lejos, parece que algunas rocas se han desprendido y han caido al suelo 

Amanecia en el puerto, el lugar es muy grande y desde la entrada pueden verse los barcos militares atracados en una zona especial en donde unicamente pueden acceder los miembros del ejercito, esto trae recuerdos al mercenario cuando habia servido en el ejercito. Las embacaciones blancas eran lo mas nuevo en tecnologia, embarcaciones rapidas, poderosas y sin igual, ninguna otra embarcacion de Gaia podia hacerle frente, segun los propios militares incluso la magia no era capaz de hacer mella en esas embarcaciones, aunque la realidad era que no habian sido probados en esas situaciones.

Gabriel no tardo demasiado en encontrar el embarcadero que le habian dicho, se trataba de una zona techada y cerrada por lo que la embarcacion no podia ser excesibamente grande. Un hombre esta esperando en al puerta y al ver al mercenario simplemente abre la puerta y dice:

- Tu debes ser, bien, ahi tienes tu embarcacion, aunque no lo parezca te llevara automaticamente hasta el punto indicado, esta camuflada para que no haya problemas al llegar con la gente de fuera, lo que si te recomiendo es que vayas mas discreto porque con esas pintas no vas a pasar desapercebido.

El hombre cierra la puerta y se marcha dejando a Gabriel con su embarcacion:

Por un momento, llego a dudar. ¿La capital? No tengo ninguna gana de acudir a un lugar así, una gran ciudad llena de humanos y otros seres de deplorables costumbres y nula delicadeza. Puedo imaginarme el lugar, atestado de ellos. No como en este lugar, sino como una marea de rostros desagradables.

Sin embargo, suspiro, y reprimo preguntar por los otros templos. La idea de acudir a rendir devoción a la "diosa niña" del equilibrio me resulta deprimente. Soy un elfo dorado, si quiero rezar al equilibrio acudiré a Zaibacher, no a uno de sus inferiores. Y si quiero rezar al bien, debo acudir a Ishtar.

Huelo el cerdo, reconociendo que no tiene pinta de estar mal del todo, pero es el olor de la hidromiel, y posteriormente su sabor, lo que me convence. Una hidromiel así solo puede ser una buena señal.

Debo acudir a la capital...