Partida Rol por web

El frio comenzaba a notarse en el exterior, dentro de unos minutos se serviria la cena, aun asi aun faltaba algo de tiempo para poder relajarse en la cubierta; esta cubierta esta formada por una planta bastante larga, con algunos bancos donde poder sentarse, algunas mesas estan clavadas con sillones para que los que lo deseen puedan comer fuera.

Una pequeña escalera lleva al interior de la embarcacion, a un gran salon donde se suelen servir las comidas, ademas de hacer alguna fiesta por las noches, de hecho la noche anterior hubo una bastate animada en la que un enano bebio demasiado. En la cubierta hay una pareja de Shanjim que hablan en lo que deberia ser su lengua propia, ambos contemplan la ciudad, ademas de una chica de aspecto humano con ropas arisianas que observa la ciudad

Melissent mira a su compañero asintiendo aunque parece muchísimo más despreocupada:- No creo que pase nada, simplemente serán viajeros al igual que nosotros. Les saludamos y seguimos a lo nuestro ¿no? 

Mientras dice esto sigue adelante confiada con Fineas toda feliz. 

No pasa mucho tiempo hasta que las dos parejas practicamente se juntan en el camino. Por un lado el elfo y la elfa

El camina mas tenso que ella, sin duda esta preparado para enfrentarse a lo que sea, destaca que para ser un elfo su piel es algo mas oscura, lo que le identifica sin lugar a dudas como un elfos gris, el joven parece tenso y preparado para luchar, sin duda no se fia demasiado de la pareja que se ha encontrado y su mirada furtiva a las armas asi lo demuestra.

Por su parte la chica realmente no se puede apreciar bien si se trata de una elfa gris, ya que su piel es muy palida y sus ojos son muy azules, ademas su piel es demasiado clara para ser una elfa gris, de hecho entre los elfos dorados es demasiado palida, la chica camina tranquila y con una calida sonrisa en los labios

 Los otros hombres son un chico joven humano sin duda, lleva guardadas unas extrañas armas, parecen dagas que se deben colocar en las manos, por su forma parecen de Drasenloft, algo de equipaje y observa bastante fascinado el dragon en lo alto.

Por su parte el hombre es de mediana edad y tiene una pipa en la boca con la que fuma con tranquilidad y mira con una leve sonrisa a la pareja, en su cinto peude verse un sable que por la empuñadura tiene que estar muy cuidado, pero parece estar tambien en actitud relajada

El joven peliblanco comenzo a descender con lentitud por las antiguas ruinas, su estado sin duda demostraba que el tiempo no habia pasado en valde en aquel lugar... Aun asi de vez en cuando miraba el polvo que habia intentando observar si habia sido removido, era muy probable que hiciera mucho tiempo que ni los aventureros entraran aqui, tal vez por que ya habia sido saqueada en ocasiones anteriores o por que nunca nadie habia decidido darle demasiada importancia a estas, aun asi... ¿Exactamente de quien eran aquellas ruinas?

Habia muchos lugares asi por el mundo, pero cad uno tenia siempre un origen y una finalidad, algo que con el paso del tiempo y la llegada del fin de algunas comunidades se habia pedido sin ningun tipo de remedio, aun asi Belyye no tenia tampoco demasiado tiempo para poderse plantear aquellos asuntos teniendo en cuenta que un despiste podia hacerlo caer en un lugar donde abrir sus alas era sin duda impossible.

Incluso en alguna ocasion el joven se encontro delante de algun agujero demasiado grande como para ser franqueado solo con un paso largo, aun asi con algunos saltos largos era capaz de cruzar, aun asi si aquello no era posible, el demonio blanco siempre tenia algunas otras medidas para evitar aquellos tipos de peligros, por suerte para el siempre podia llegar algun recurso magico para salvarse de cualquier situacion por complicada que fuera.

Finalmente termino en una estancia que al joven le resulto realmente desagradable, aquella sensacion fria le alcanzaba por completo y una bruma poco alentadora parecia ocultar el final de aquella estancia, Belyye forzo un poco su vista mejor que la de un humano normal para intentar ver a traves de la niebla, aun asi sabiendo que aquello no seria suficiente penso durante unos segundos una medida de precaucion y tambien algo que ya era necesario teniendo en cuenta que no portaba ninguna luz encima y cada vez se alejaba mas de la poca luz solar que aun pudiera penetrar en el lugar.

-Spiritibus de Lumine- Belyye imagino entonces durante unos instantes el efecto del conjuro, consistiendo simplemente en un par de pequeñas motas de luz flotantes a su alrededor dandole algo de visiblidad adicional.

La intencion era crear un par de luces que alumbraran los alrededor de Belyye, funcionara o no continuaria adelante vigilando de no pisar suelo inestable o algo peor.

Lo bueno de viajar, es que encuentras cosas, que encuentras gente. Un dragon plateado, una extraña pareja de elfos...¿extraño? Bueno. sus pintas tambien lo eran. Parecia una mezcla de guerrero y aventurero.  Y si, la pareja era extraña, o le parecia extraña, solo por el motivo que no habia visto a muchos elfos. Bueno...¿que veia? Una elfa y un elfo. Ella era hermosa, fisicamente, y vestia... un poco de forma poco pudorosa.  Casi desvio la mirada... solo casi. ¿Quien la acompañaba? Un alto elfo gris, con armadura y un arma larga. Los miraba con algo de aprension. No, el no iba a darles un motivo de lucha. Sus armas iban a sus espaldas, bien guardadas.

Caprichoso es el destino... quien era mas raro,a ojos del destino, ¿la dispar pareja elfica?¿o la aun mas dispar pareja de humanos? Bueno, el no tenia ningun tipo de relacion con Rufus, vale, le debia una comida y bebida.  Cuando estuvo en frente a ellos, ya que nadie comenzaba, trago un poco de aire y cogio confianza. Saludo a la manera occidentalis, alzando su brazo diestro y con tono amable, el chico se adelanto un paso:

-Saludos viajeros, ¿de donde venis? Mi nombre es Katsumoto, bueno me suelen llama Katsu... y quien me acompaña es Rufus...

Fineas dirigió la mirada hacia aquel peculiar muchacho, en un principio miró con cierta desconfianza, pero sin desdén, y tras unos segundos de tensión respondió. 

- Extraño... ¿saludáis a toda persona con la que os encontráis? Los vuestros deben de ser viajes largos si recorréis caminos muy transitados... - al elfo se le veía claramente desconfiado, aunque se notaba también que era debido a algo más, algo que todavía le provocaba mucho rencor hacia todo. - Mi nombre es Fineas, a donde vamos, es nuestro asunto, y salvo que tengáis algo que decirnos sobre algo que nos ataña, será mejor que continuemos nuestro camino... - dijo Fineas mientras hacia un gesto a su compañera para continuar la travesía.

Sin hacer mucho caso a la charla de su compañero, Melissent esperó educadamente su turno para hablar y entonces, tirando del brazo de Fineas hacia su cuerpo, dijo mientras hacía una reverencia con su ligero vestido: -Hola, Katsu: ¡curioso nombre! Yo soy Melissent, ¡encantada! Disculpad a Fineas, no es su intención ser descortés, pero tenemos algo de prisa. Sin embargo, ¿podía preguntaros si conocéis este pueblo? Es que no somos de aquí...

Una respuesta un tanto fria. Tampoco es que se espera gran cosa. Pero se podian ayudar entre ellos. Rufus podia decirle lo que queria la elfa... y el pofia preguntarle por tres personas que buscaba con ahinco.  Realmente el chico parecia del monton, sino fuera por las extrañas armas, podria ser del monton. No tenia nada en contra de ellos, asi que les contestaria lo mejor que pudiera. Como era la elfa quien les habia planteado la pregunta, le respondio a ella:

-Bueno, Rufus me iba a guiar hasta un pueblo que hay aqui cercano, podeis acompañarnos y alli continuar con vuestros que haceres, y yo no querria molestaros, pero solo os preguntare una cosa... estoy buscando a tres feminas, una de ellas se llama Hiromi, una chica arisiana, un poco mas joven que yo y lleva una espada como la mia, la otra se llama Elenaide, es una elfa gris, viste tambien con al estilo arisiano, lleva dos espadas como las mias y la ultima es una chica que se llama Yui, muy palida, pelo en melena y claro oscuro, viste con un kimono negro... ¿habeis visto a alguna de estas personas?

Y ya estaba. Podian acompañarles, que Rufus les guiara y les dejarian tranquilos. Pero el tenia mucho interes en encontrar a esas personas. y se podia notar, pues el chico, al hablar de ellas, se mostraba ansioso. De hechos, los elfos, si observaran bien podrian ver que algo en el chico, habia un deje de tristeza o quizas de añoranza, aunque mostraba su mejor cara.

- La verdad... si es tan grande no lo se... así que deberíamos preguntar o empezar a buscar por el barco a alguien- Dije encogiendo los hombros.

Ducky se detiene a observar la competición de pulsos, piensa que es una forma de lograr dinero rápido, pero la fuerza nunca ha sido su mayor virtud. Además está esa gente a quien nunca había visto, los admira de soslayo, sin que se percaten de que los está examinando. "¿De que tierras vendrán?"

Finalmente se acerca a la barra abriéndose paso entre el gentío y procurando no tirar nada. Cuando esta cerca del posadero se inclina hacia delante y se le acerca a la oreja para compensar el ruido.

- ¿No sabrás de nadie que esté buscando alguien que le guarde las espaldas o que necesite una hoja rápida?

Melissent miró al chico con lástima y le dijo amablemente:- Lo siento, nunca he visto un arisiano y menos a quienes describes. Probablemente encuentres a todas esas chicas así que no te preocupes, pero me da que nosotros no seremos de gran ayuda en ese sentido. Y bueno, no veo inconveniente en acompañaros, siempre y cuando Fineas esté de acuerdo.

Estaba un poco decepcionado pero aquellas personas ni Rufus tenian la culpa de que tuviera que buscarlas. Lo que habia pasado, le era tan reciente. Estaba en el lugar equivocado, pero las buscaria, las encontrarias... y rellenaria la historia que tenia a medias. Una historia interrumpida por... no. no queria pensar en aquella persona, pero seguramente habia sobrevivido y no eran buenas noticias. Todo le parecia muy misterioso. Aunque la calidez de la chica le recordo un poco a alguien de quien buscaba. Los nubarrones en su mente aun estaban. Tenia que seguir adelante de alguna manera.

-De acuerdo, gracias por la informacion, si necesitais algo, estare encantado de ayudaros, pero es Rufus, quien nos debe guiar, el parece conocer un poco mas esto, yo solo soy un viajero... de hecho, estoy bastante perdido... solo quiero... perdon es mi problema... no os molestare mas...

Se giro a Rufus. Le era quien sabia donde estaban y donde podia ir:

-Bueno, Rufus parece que tenemos compañia, si pudieras guiarnos a esa aldea... me encargare de recompensartelo, y un poco de informacion no estaria de mas... ¿hay alguna capilla o algo asi?

Las tenia que encontrar y saber que habia pasado... porque tenia la sensacion de que algo estaba mal... o incompleto.

Rufus escucha las conversaciones y dice:

- Bueno, por mi cuanto mas seamos mas distraido sera el camino, porque los caminos en este reino suelen ser muy seguros.

Se gira hacia Fineas y dice:

- Chico deberias aprender de tu compañera, con la amabilidad se consigue mucho mas por estos lares, en especial en este reino aqui no te trataran mal y seguro que cualquier compañia que encuentres sera agradable, que no asi en otros reinos.

Sonrie amablemente a Melissent y dice:

- Es un placer señorita, si lo desean podemos ir juntos a la aldea, estoy sirviendo de guia al chico y como he dicho la buena compañia y las buenas historias siempre son algo que se agradecen

A continuacion mira a Katsu y dice:

- Si, aqui en Keroum practicamente en cada aldea hay una pequeña iglesia, los Keruban son muy creyentes y se afanan mucho en contentar a los dioses

Se queda unos segundos pensando como tratando recordar y dice:

- Si no recuerdo mal en este pueblo hay un altar a Ishtar y uno a Gea 

Soledad en la sala de la compañía...

Tres en el salón, lo que hace que el ambiente sea tranquilo, calmado. El tipo de ambiente que me gusta a mí.

Clok, clok, clok. Mi bastón retumba por el salón mientras camino. Desde las sombras de la capucha veo que la mujer manipula un libro. Por un momento me pica la curiosidad. Los libros, fuente de mis pasiones, impulsores de mis obsesiones... Sí, hay un brillo en mis ojos, la curiosidad, que a su vez enciende el fuego que me da vida en mi interior. Los Shanjim son prácticamente los fundadores de la magia tal y como la conoce el mundo hoy en día. Es una posibilidad remota, pero quizás ese libro pueda ayudarme en mi búsqueda. Y si no, quizás me sirva para aprender algo. Esta es la oportunidad perfecta, además, pues no hay prácticamente nadie por aquí.

Me acerco despacio mientras pienso que he de proceder con cautela. Al fin y al cabo, se rumorea que es una personalidad importante. Intentaré no meterme en problemas.

-Saludos, noble señora-digo cuando llego hasta ella, haciendo un saludo bajo con la cabeza.

Fineas se quedó pensativo al oir el nombre de Elenaide, pero no terminaba de caer en donde había escuchado ese nombre, y quedó así pensativo, mientras seguía a los nuevos acompañantes.

- ¿En que circunstancias desaparecieron tus compañeras?, Elenaide es un nombre que me suena de algo, pero no terminó de caer, quizás en nuestra estancia en el pueblo lo recuerde y pueda ayudarte algo... - dijo el elfo resignado con la situación, al menos el chico no parecía tener malas intenciones o ánimo de buscar problemas, lo cual le tranquilizó algo, pero permaneció alerta.

El elfo ignoró las palabras de Rufus, no porque no le creyese, sino porque era una fanfarronada de una persona que desconocía completamente los problemas de los demás y no creía que mereciese una respuesta.

- Amigo mio, sigue vigilando y cuando estes seguro de que no hay peligro vuelve con nosotros al suelo. - dijo mentalmente a Almare.