Partida Rol por web

¿Pagar? Oh, claro, eso... Una nueva experiencia, una costumbre a la que deberé habituarme a partir de ahora. En casa de mi padre jamás tuve la necesidad de pagar por comer. Ni por vestir, ni por disfrutar de los mayores lujos y comodidades. Incluso fuera de los límites de mi casa no era necesario que pagara, todos conocían mi apellido, y los sirvientes se encargaban de solventar las deudas.

Eso terminó.

Echo mano de la bolsa de dinero que me entregó mi hermano. Dinero sucio, que deberá pagar mi nueva y sucia vida. Pero el dinero se acabará, tarde o temprano. Y para mi nueva vida necesitaré algo más que lo que llevo encima, y este dinero no es más útil que aquello que pueda comprar con él.

Disculpe, buen hombre, que le retenga solo un instante más -Le digo al posadero, evitando así que se aleje en pos de sus nuevos clientes- ¿Podría indicarme si hay algún lugar cercano donde adquirir algo de equipo? Como bien ha dicho, el camino es largo, y es sensato ir bien preparado. Defenderme no será un problema, -digo, orgulloso- soy un elfo dorado de la casa de Lionforge, adiestrado por los mejores maestros de mi pueblo... -No me refiero solo al uso de la espada, sino también a mis cualidades mágicas. No obstante, esos son detalles que no deseo compartir en público- ...pero temo que viajo demasiado ligero para una excursión como la que voy a emprender.

Ok, estaban en la taberna, una pequeñita, una de tantas... Despues de que pidiera Rufus, el hizo lo mismo, y pago lo que le pidieran, por adelantado y sin ningun problema. No iba a tomar alcohol, el alcohol embotaba los sentidos y mas de un guerrero habia caido por el:

-Yo quiero lo mismo que el, pero de bebida, algun zumo de frutas, gracias... aqui tiene la comida y las bebidas...

Dicho esto, en los minutos mientas esperaban para comer, pregunto al tabernero y alguna de las camareras por las chicas, o si habia alguien en el pueblo que pudiera ayudarle. Lo mas seguro era que le dijeran que no, pero ese no, ya lo tenia sino preguntaba y siempre habia esa minima posibilidad... tenia otro proyecto de plan... mas bien una idea vaga de plan pero bueno. Una vez estuvo con Rufus le dijo:

-Perdona, estaba preguntando por las chicas, pero bue... a mi el alcohol no me va, embota los sentidos y siempre hay que estar alerta...

El chico parecia un poco mas relajado en la posada, pero aun asi, estaba inquieto, habia cosas que le carcomian la cabeza, pensamientos fugaces y dispares, que le venian a la cabeza, pero intentaba que no le ensombrecieran el animo. Era una especie de nostalgia mezclado con miedo... en verdad, en el enfrentamiento contra Liath su miedo habia estado alli... y ahora se habia cumplido; estaba solo otra vez:

-Conoci a alguien que opinaba lo contrario, que estaba fascinado con los shamjim... llego a teorizar que no eran malos como se les quiere pintar... yo no me preocuparia por esos golems, no son tan invencibles... mi hermana y yo dimos buena rienda a uno de ellos en unas ruinas... no son tan duros...al menos los de base... una vez vi uno, que era una especie de Elite... y me dijeron que era bastante peligroso... no se, da que pensar... me pregunto si podria enfrentarme a uno solo...

La verdad es que tenia hambre y comia rapido. Tenia que recuperar rapidamente fuerzas para su viaje, la verdad podria entrenar otro dia... y si Rufus no tenia muchas ganas, no iba a forzarlo... con meditar por ese dia, bastaria. Habia tenido un enfrentamiento a muerte con Liath, eso eran diez dias de entrenamientos intensivos, podia descansar un poco:

-No tranquilo, no hace falta, prefiero meditar... a su manera es como un entrenamiento, de hecho, me estoy centrando en la meditacion y la respiracion, hace poco me he dado lo importante que son... pero bue, no te soltare un discurso, la verdad es que me gustaria preguntar un par de cosas... que opinas de... los elfos, esa chica vestia igual que los Keruban y bueno... va muy poco cubierta...ejem

Tosio. Aaaa... pero le habia dado vueltas. No tenia sentido. ¿Shamjim?¿aparecidos hace unos años? Katsu empezaba a ver que el Varander tal cual... habia hecho algo con el tiempo pero tenia que situarse... sabia el sitio, el donde, pero no el cuando:

-Rufus, me vas a tomar por loco pero.... ¿en que año estamos?

Esa era la gran pregunta... cuando.

La pareja se dirigio al altar, era un edificio pequeño, apenas una habitacion, con una gran puerta de entrada totalmente abierta, una figura de la diosa Ishtar no demasiado grande se encontraba perfectamente cuidada en el centro de la sala en donde apenas cabian unas pocas personas. Una chica que apenas habra entrado en la pubertad esta en la puerta y saluda con una leve inclinacion de cabeza a los que entran, la chica al ver a la pareja saluda de la misma forma. Al verles con una voz amable dice:

- Buenos dias, viajeros, os deseo un buen dia y que la gracia de la madre Ishtar recaiga sobre vostros y os cuide en vuestro viaje

El trato se zanjo con un simple apreton de manos, el viaje seria largo y cansado, ademas viajarian a pie ya que la unica montura no era mas que una bestia de carga que llevaba el carro donde estaba el mercader que se movia lentamente por el camino. El camino estaba empedrado cerca de la ciudad, para poco despues ir dejando paso a un camino de tierra en bastante buen estado, sin duda se notaba que Farais era un reino con mucho movimiento ya que era muy comun el encontrarse con mas carromatos, e incluso muchos guardias a caballo que se aseguraban que los caminos eran seguros.

Los dos mercenarios parecian muy profesionales, el arquero iba mas adelantado como examinando el lugar mientras que ella se mantenia cerca del carro pero ambos parecian muy serios y concentrados, como si no desearan hablar o al menos estuviesen pensando en sus cosas. 

Los primeros dias fueron realmente tranquilos, paraban para comer y para dormir, siempre en posadas del camino, se notaba que Farais era un reino con relativa seguridad, no habian tenido ningun problema. Al final del 4 dia la expedicion se detuvo en un bosque a pasar la noche, el mercader habia dicho que se acostaria en la carreta, que ellos se encargaran de la seguridad

El hada habia abandonado su vida para viajar por el mundo, a lomos de su fiel amiga habia llegado a una zona que no conocia, escucha ruido de gente y su gran curiosidad le hizo acercarse, la visionq ue vio no era para nada lo que esperaba, un pueblo de casas pequeñas, todas ellas de color blanco, en el centro habia un edificio donde aparentemente se reunian algunas personas, destacaban una pareja por que el llevaba puesta una armadura y ella llevaba ropas similares a las del resto de personas del pueblo, ropas de color blanco muy ligeras y semitransparentes.

Pero lo realmente sorprendente era lo que sucedia en las afueras, todos los niños se habian reunido alrededor de una griatura que el hada solo habia escuchado su existencia en los cuentos, un dragon, mas grande que un caballo, el dragon totalmente plateado parecia tranquilo mientras jugaba con los niños

El hada aparece volandoa  gran velocidad de hecho casi se choca con su amiga, al verle dice:

- Corre, corre, me han visto y me quieren coger, corre que queiren vendernos

Sigue volando a gran velocida y sin duda parece asustada

Sin duda empecé a volar rápidamente hacia la misma dirección que iba ella. - ¿Qué ha pasado?

Darian volaba emocionada, había partido del bosque en busca de aventuras y de alguien que pudiera explicarle por qué no tenía alas.

Gracias a su libélula Dyss, podía volar a gran velocidad y cruzó el bosque apenas en unos días. Una vez llegaron al final del bosque, todo un mundo extraño y maravilloso se extendía ante ellas.

- ¡Mira Dyss! ¡Es increíble! ¿por dónde vamos a empezar? ¡Es enoooormeee! dijo extendiendo los brazos todo lo que podía. Todavía era una Farian joven, por lo que solo pensaba en jugar y divertirse. Además su enorme curiosidad la llevaban a no tener miedo de lo que pudieran encontrar. ¡Vamos! animó a su compañera.

Juntas emprendieron el vuelo hacia el norte. Unas horas después, encontraban un pequeño pueblo, pobrado de construcciones y personas. Algo que ninguna de las dos había visto nunca antes... Sus amigas ya le habían avisado, pero tampoco ellas los habían visto nunca.

Se acercaron pero no demasiado, desde lejos se podían observar muchas más cosas, pero la curiosidad de Darian iba en aumento conforme disminuía la distancia entre ellos. Animaba con las piernas a Dyss para que volara más rápido.

Entonces vio algo que la maravilló tanto que obligó a la libélula a cambiar de dirección... Era un enorme animal precioso. Su lomo plateado relucía con el brillo del sol y su porte esbelto le daba una majestuosidad, la dejaron tan impactada que pensaba que nunca más vería nada igual.

La poca conversación con mis compañeros de viaje hizo que me pasara la mayor parte de este pensando en mis cosas, y en algunos momentos, distraído, bajé la guardia. Sentía curiosidad por saber qué llevaba August en el carromato, pero por mi experiencia sabía que un comerciante no suele compartir esa información con sus mercenarios: el mejor amigo puede convertirse en tu peor enemigo si hay dinero de por medio. Y me arriesgaba a parecer un novato del tres al cuarto si se lo preguntaba.

Esperaba que mis compañeros necesitaran dormir más que yo, de modo que aquella noche aprovecharía para echarle un ojo a las mercancías.

Mientras montábamos el campamento me adentré un poco en el bosque en busca de leña para una hoguera, y de paso tanteé los alrededores.

El hombre se queda unos segundos pensando y dice:

- Si es comida puedo venderte algo, pero para poder tener suministros propiamente dichos, lo mejor es dirigirse hacia el pueblo que esta cerca, alli hay un almacen, una herreria y un establo, seguramente podra encontrar algo alli

El hombre sonrie y añade:

- De hecho a caballo llegara en muy poco tiempo a la capital

Rufus sonrie mientras el tabernero cobra 60 monedas a Katsu para añadir:

- Nada parecen buena gente, ella es inocente e ingenua, tal vez demasiado y si sigue vestida asi fuera del reino puede tener algunos problemas ya que viste como los Keruban aunque no lo sea, el chico, bueno es muy desconfiado, o demaisado prudente pero la prudencia dicen que nunca es mala.

Mientras prepara la pipa Rufus dice:

- Año, pues estamos en el año 

Pienso en las amplias ventajas de una montura, en el grandioso porte del jinete, la majestuosidad... y entonces pienso en el peso de mi bolsa de monedas, y me doy cuenta de que no habrá bastante para algo así.

A caballo es sencillo perderse el paisaje, buen hombre -Digo con suficiencia, haciendo alarde del aire naturalista y sabio de mi pueblo- Seguiré vuestro consejo y acudiré a ese pueblo en busca de equipo. No obstante, estaría interesado en adquirir aquí algo de pan de viaje, y una botella para portar agua si es posible.

Suspiro. Estaba en el mismo año que lo del Templo, se esperaba cosas extrañas... pero es que eso de los shamjims. Habia viajado bastante y no habia oido nada. Se quito un peso encima. Vale, seguia en su plan incial, buscaria a las chicas. Preguntaria al tabernero, ya casi habia terminado de comer... no estaba nada mal pero bueno. Y bueno, no sabia realmente que decir... Melissent y su ropa, no era un tema que le motivara. El habia ido por media Gaia con Yui y Elenaide, que vestian al estilo arisiano y nadie les habia dicho nada... pero la elfa. Tenia razon Rufus, vestia de manera provocativa aunque no entendiera porque... pero eso seria para otro momemto:

-Disculpame unos minutos Rufus, quiero hablar con el tabernero... aqui es un sitio donde debe pasar la gente y quizas pueda ayudarme...

El chico se acerco a la barra y cuando el tabernero paso cerca le quiso preguntar una cosa:

-Buenas, me gustaria saber si en los ultimos dias ha pasado alguna chica de Arisu por aqui... realmente busco a tres, dos de ellas son chicas jovencitas, que visten con kimonos... y la otra es una elfa gris que viste como un samurai...

Espero una respuesta del tabernero aunque no se esperaba gran cosa.Katsu ya estaba preparando el siguiente paso, y sino, pues tocaria ir a Drasenloft o con los shamjim. La verdad es que el desierto no era mucho de su agrado, el era mas de praderas, bosques y sitios frescos... como Arisu, pero el ir alli le dejaria bastante cerca de su pais natal... Sentia un poco de añoranza por su pais. Era irremediable, aunque actuara como un vagabundo le gustaria pasar mas tiempo viajando por su pais:

-Bueno, tenia que intentarlo y ya casi hemos terminado de comer... cuentame algo mas de ti, Rufus creo que me lo he ganado jejeje... diria que eres un aventurero como yo... pero hasta ahora todos los aventureros que he conocido son gente bastante peculiar... creo que eso me incluye...

Espero su respuesta y luego le hizo una señal, para ir a buscara los elfos. Queria tomar el aire fresco, le sentaba bien... y le relajaba. Era lo que necesitaba.

El dragon finalmente parece que se recuesta y no presta mucha mas atencion a los que estan rondandole, mientras el pueblo parece bastante tranquilo, no muy lejos en el edificio que sin duda debia ser algun tipo de templo una mujer tapada con una tunica blanca habla con las dos personas que habia alli, una chica joven con ropas semitransparentes y muy livianas y un chico con armadura y una lanza en su espalda, sin duda ese chico debia ser el jinete del dragon

La joven Darian tras observar fascinada al dragón, comienza a sentir curiosidad por el joven de la espada, que parece podría ser el jinete. Al igual que ella es la jinete de Dyss, pero de aquel ser tan maravilloso.

Se acerca a ellos para tratar de observarles mejor.

Melissent se acerca confiada y le saluda con la mano, pero en medio del saludo le cambia la expresión de su cara: parece que duda por unos segundos en qué decir. Pero a los pocos segundos habla con voz alegre: - Buenos días, perdone... Es que venía buscando por aquí a una kerubar, a mi madre concretamente. Es bastante alta, lleva un vestido plateado con símbolos de lunas parecido al mío y... bueno... No sonríe nada, sus ojos están como nublados. No sé si me entiende... Lleva el pelo con flores blancas y es muy guapa. 

Se queda con cara de no saber si se ha explicado bien, con una mueca bastante graciosa, pero se le nota nerviosa. 

El drow comienza a caminar por los alrededores aparentemente no encuentra nada y todo esta tranquilo, pero solo aparentemente ya que gracias a sus conocimientos en rastrear y su afinado oido escucha una conversacion a lo lejos, se acerca con prudencia y escucha mucho mas claramente, se tratan de 4 hombres que hablan entre ellos:

- Si, son tres guardias y el mercader, si esperamos un poco solo habra un guardia y sera facil acabar con el y los demas antes de que si quiera se despierten, si es un botin facil, ademas la carreta la lleva llena de cosas, no puede fallar nada

El tabernero sonri y dice:

- Claro, puedo venderte un pan de viaje, no es demasiado bueno de sabor, pero te durara bastante tiempo, te durara un mes  y con una cantimplora de pellejo son 20 monedas mas

El hombre se aleja un momento para acercarse a la barra y coger una gfran pieza de pan, sin duda al elfo no le cabe duda de que podra durarle un mes o incluso mas