Partida Rol por web

La visión infrarroja es una mala idea, por lo que la desactivo apenas compruebo de que no es la mejor opción. Le contesto a O'Flaggerty acerca del tema, pero para que todos escuchen:

- "Permiso concedido, soldado. Todos cambien a vista normal pero mantengan sus lámparas encendidas."

Hago eso y luego, cuando la luz verde se enciende y nuestras protecciones nos liberan, hablo a todos mientras cojo mi equipo:

- "¡Todos fuera ahora! Tal como lo ensayamos. Debemos abandonar el vehículo de inmediato. Vanguardia hacía el norte una vez fuera. ¡Muévanse!"

Tomo mis cosas lo más rápido que puedo y salgo, morita en mano, listo para tomar mi posición junto a la puerta del vehículo, un par de metros más al norte de esta, para dejar espacio al equipo de retaguardia. Una vez fuera, dispondré de la infantería auxiliar para así tener su apoyo y no exponerlos innecesariamente pues si bien pueden disparar como nosotros, sus protecciones no son como las nuestras. Solo espero que fuera tengamos tiempo.

Cambio al modo de visión normal tan pronto el Sargento Mayor da la orden, y me apresuro a seguirle cuando él se mueve.

Cambia el modo a visión normal como ordena el Sargento Mayor y asiente a las órdenes de la Cabo. Le toca hacer equipo con O'flaggerty.

-Entendido Cabo. O'Flaggerty espero que seas bueno disparando porque hemos llegado al infierno.

Un infierno arácnido que conocen bien en la superficie, pero que ahora conocerán mejor pues se internarán en las profundidades de la tierra para encontrar a la reina, al bicho más asqueroso que se puedan encontrar y seguramente el más peligroso de todos ellos.

¿Cuántos bichos saldrán a su paso? Cientos seguramente. Tendrán que proteger a su reina... pero seguro que conseguirán hacerlos estallar en mil pedazos.

Al recibir la señal del Sargento Mayor y al levantarse las sujeciones mecánicas, coge bien su morita y sale cagando leches de ese lugar, aunque con lo bien que le ha salido la cosa en los entrenamientos es posible que salga de las últimas, aunque ya va bien porque va en retaguardia y lleva una bomba.

Antes de que pueda darme cuenta ya está! estamos aquí, de ahora en adelante sólo depende de nosotros. Cambio nuevamente la visión a normal como sugieren mis compañeros. Tengo la respiración entre cortada y por un momento siento no que no voy a ser capaz de abandonar el taladro. El corazón me pulsa a mil. Entonces, por primera vez, alguien me habla. Gawain me saca del pánico con unas frases simples y sin esa intención. Consigo volver a concentrarme, hay que salir, fácil como en el entrenamiento.

- Gracias Gawain. Haremos como dice.

Sin embargo voy algo lento y chocando con los demás. Algo adentro mío quiere mantenerme lejos de aquel planeta helado.

Con el taladro en funcionamiento, rápidamente me veo obligado a echar mano del sistema de sonido para cortar todo lo que viene del esterior, dejando así un ruido sordo en el traje producido por la vibración. Los planteamientos de batalla vienen y van, y obedezco al instante las órdenes del Sargento Mayor de cambiar de frecuencia de visión. Por desgracia, no veo un carajo en el modo térmico así que pospongo la orden, volviendo a la frecuencia de lo visible donde puedo saber dónde me estoy moviendo. El taladro sigue avanzando, y los bichos nos vienen detrás según parece, para lo que agradecería que el sistema expulsase por detrás la tierra que horadamos, para así aplastarlos a todos. Por desgracia, no funciona así. El taladro se detiene, y recula un poco. Es hora de moverse.

Soltado ya del asiento, mantengo la mente en calma mientras agarro todo mi equipo con cierta velocidad. Ya en la de verdad, la adrenalina me otorga una barrera de tranquilidad mientras me pongo en pie, sujeto mi morita e inicio mi movimiento por el interior del taladro hacia la salida. En orden y con constancia, así es como tenía que haberlo hecho desde el principio, pero lo demás no importa ya. Y mientras tanto, reflexiono sobre las órdenes y la composición de la retaguardia.

Con Sonia tenemos una capacidad de fuego grande, y es más que obvio que nos compenetramos muy bien, solo con habernos visto en el Fuerte. No tengo muy claro que le haga gracia eso de que la misión sea cubrirme, por lo que habíamos dicho, pero si ahora lo incumplo tendrá el doble de razones para darme de palos, así que habrá que tirar. Billy con nosotros es a la vez bueno y malo, porque no confiaría en otra para poner las bombas, pero la idea era separarnos y que llegase al menos un explosivo a salvo. Estando los dos en retaguardia eso no funciona tan bien. Su pareja en el Fuerte fue Mackeyn, pero creo que prefiero a Hightower y su potencia de fuego, con ese monstrenco que lleva a la espalda. Y por último, el táctico novato. Esperemos que se desenvuelva bien, pero puede ser un extra de apoyo para la Cabo que resulte útil. No por Sonia, claro, sino porque no hace mucho de su ascenso, y si tuviese que haber un apoyo ese sería yo como infante de primera, y que me aspen si yo sabría qué hacer.

Metido en mis cosas, actúo de manera mecánica, sin dejar que se me caiga nada esta vez y sujetándome a los agarres con fuerza. Poco a poco, avanzo hacia fuera, y una vez ahí toca unirse a la retaguardia, donde seguro que tendremos entretenimiento, y de paso aprovecho para echarle un vistazo a los túneles que hemos dejado detrás, por si sería posible cepillárnoslo para cortar el avance de los bichos... y a ser posible, a muchos de ellos con el tunel.

Tras volver de nuevo a visión normal, Mackeyn se desabrocha su cinturón de seguridad y se mueve con rapidez y seguridad por el taladro. El entrenamiento anterior estaba dando sus frutos porque tanto él como su equipo no lo estaban haciendo del todo mal, al menos por el momento.

- "Mackeyn, Mkoll. Suerte en la Vanguardia. Hubiera deseado volver a luchar codo con codo junto con ustedes dos." -

Wayan se levanta con fuerza del asiento liberando toda la tensión contenida. Rápidamente cambia su visor a normal y se dispone a juntarse con el resto del grupo de mando, dispuesto a salir en cuanto le llegue el turno. Aunque esta algo más nervioso que durante el entrenamiento, todo parece ir saliendo correctamente.

Tendré que ser bueno Wallace, no quedan más pelotas, replica James con voz seca y lacónica. Mientras lo dice, está pensando a toda máquina, esperando su turno para salir en orden de retaguardia, y aprovechando cada momento para ayudar a los rezagados, como Popov, que se está haciendo un lío con su camilla medicalizada. Apaga el infrarrojo y enciende la lámpara.

Gente del grupo de retaguardia, si esperáis turno para salir, sugiero que ayudéis a los torpes que vayan por delante. Cuidado con la retaguardia y los bichos que puedan seguir al taladro, ya que saldrán por el agujero. Especialmente si viene un obrero cavador: lo reconoceréis por que es grande de cojones y cava. A lo último sigue una risa seca, de fumador.

Al oir las palabras de O'Flaggerty, actúo en automático con respecto a las órdenes del Sargento Mayor y respondo por el comunicador, avanzando una pierna camino de la salida y aprovechándome de mi rango de infante de primera para que suene a un poco tono de mando.

-O'Flaggerty, salimos cuando nos toca según el entrenamiento, no en grupos. Si está esperando para salir el último, siga avanzando ya, soldado. La Cabo nos come como los de su grupo seamos los últimos. -Mientras avanzo pienso en lo que acabo de decir, pero no añado más por el intercomunicador. La verdad es que el que la Cabo te coma... bueno, por experiencia, no es tan malo.

Actuando en consideración a la mayor experiencia del zapador, James piensa bien en lo que dijo el sargento mayor... hostias... ha estado a punto de meter la pata, así que sale cagando leches.

Mis disculpas, quiere decir con su actitud de "me muevo como una centella porque no tengo excusa", pero no dice ni mu.

Todo estaba preparado. La luz roja era la señal inequívoca de que algo pasaría pronto y poco después la verde inundó la cámara con un claro mensaje "GO,GO,GO"

Los arneses se abrieron, las botas repicaron en la chapa, las armas apuntaban a la oscuridad nada mas salir de aquél monstruo de metal mientras los focos salpicaban la caverna en una y otra dirección buscando un blanco, un objetivo al que disparar o cualquier otra cosa que amenazara la seguridad del perímetro y al propio taladro.

Evans se decidió a dar una orden según salía del taladro.-En cuanto el perímetro esté formado los de vanguardia conmigo al norte. Ya se ocuparán los de retaguardia de freír algún bicho si se acerca por detrás.-

El descenso se hizo tal como esperaban, uno a uno y con gran velocidad fueron bajando. Fuera, las lámparas les permitían observar el mundo en que se encontraban. Todo estaba a oscuras, todo era roca y tierra. A la par había una clara humedad en el lugar lo que provocó que apenas salir del taladro sus visores se empañaran. Eso sin contar con que el taladro había levantado una densa capa de polvo que les dificultad en gran medida la visión.

Había a lo lejos, hacia el oeste, un claro sonido de agua que corría y chapoteaba, lo cual resultaba sumamente extraño. Hasta ahora no habían visto jamás agua en estado líquido en Galdonia VI. De estar en lo correcto, debería haber algún depósito de agua subterráneo o incluso un río.

No todos los infantes habían logrado descender aun, algunos estaban retrasados. Incluso algunos jurarían haber visto a Mkoll dar la vuelta y bajar hasta la parte mas baja del compartimiento de pasajeros.

Quizá fuera por este motivo o quizá fuera simplemente una casualidad; el caso era que casi como si el taladro fuera conciente del retraso de algunos pasajeros, aconteció que el motor del taladro se detuvo por completo.

Hightower salio de los primeros de todo el peloton, parecia que el armamento que llevaba enganchado a la espalda no lo hacia moverse peor al menos por el momento. Con el morita en la mano y junto a uno de la ligera a su lado se quedo apuntando hacia el corredor mas cercano. Se habian desplegado al rededor del taladro para protegerse de cualquier flanco por que al piloto no se le habia ocurrido nada mejor que aparcar en un cruce donde les podrian emboscar pro todas partes. - Joder no se donde esta el norte, si alguien sabe hacia donde esta el camino que lo indique, mejor salgamos cuanto antes de esta interseccion pues hay demasiado espacio abierto. - Sabia que aun tenian que llegar las ordenes pero el polvo en el aire, la poca visibilidad del casco y la parada repentina del taladro podian con los nervios. Por suerte estaba cerca del grupo de retaguardia por lo que ya se podian mover como grupo y unidad para marcar el perimetro trasero. Al ver que no escuchaba grito de bichos el artillero se acerco unos pasos hacia el tunel pero sin separarse del taladro, queria verlo por si habia bichos en el y poder reaccionar a tiempo.

Mkoll era consciente de que iba retrasado, y mucho. No le gustaba nada la disminución de vibración que había notado de pronto dentro del taladro, y lo mejor sería salir de allí echando leches. Pero los cables y demás parafernalia no hacían más que estorbarle, siendo incapaz de recordar su colocación, acuciado por los nervios de saber que toda la misión podría fallar por detalles como ésos. 

Empieza la acción y yo detrás de todos. Pertenezco a ese grupo de rezagados que todos deben esperar. Me esfuerzo un poco buscando hacer más ágil la salida. Aprovecho que la mayoría se ha adelantado para intentar un sprint en el espacio que dejaron los que pudieron bajar a tiempo. El movimiento es torpe y sólo consigo chocar con un fusilero antes de tener que detenerme para volver a empezar.

Me doy cuenta de que he malinterpretado las órdenes al no ceñirme exactamente a lo que hicimos durante el entrenamiento y pretender avanzar por grupos.

Enseguida intento reparar mi error, pero tal vez ya sea tarde.

Observo como nuestro Explorador retrecede en busca de su arma... ¡Ya es mala suerte!