Partida Rol por web

Max no dudó en coger el pastelito de la despensa, abrirlo y comérselo mientras volvía al pasillo. Entonces, algo chocó contra él y se le cayeron el pastelito y la antorcha al suelo. Tampoco es que le prestara mucha atención, teniendo delante a la semielfa, tremendísima. De cerca, aún le parecía más preciosa.

Estás casado. Estás casado - se repetía.

-No tengas miedo, Zabriel. No estas sola en esto.

Luego se volvió a los demás. 

-Habéis acabado de registrarlo todo? Pasamos a la siguiente pantalla? - dijo señalando la puerta.

Marijne retrocedió un par de pasos titubeante.

-​​​​​​-Ehmm... Chicos, este de aquí parece que quiere despertar- Dijo a los compañeros haciendo una señal al cuerpo sobre la camilla. -​​​​​--Es como en las películas...- Repitió imaginando como el bicho ese se levantaba súbitamente dándole el susto de su vida. ¡No! No iba a dejar que eso pasara.

Empuñó fuertemente su espadon y lanzó un fuerte golpe contra la camilla, buscando decapitar al muerto que la quería asustar.

-¡Que no me vas a asustar!- Gritó ante la mirada atónita de los compañeros. ¿Estaba hablando sola?

El zombi justo antes del golpe de Marijne parece que se activa, comienza a tirar de manera vilenta y con gritos de las cadenas, pero el golpe de la barbara era certero y acaba con el sufrimiento de la criatura acabando con los gritos y el sonido metalico.

Max levantó una ceja ante el despliegue de la bárbara contra un pobre cadáver. Max sintió que uno de sus personajes diría algo molón para rebajar la tensión, asi que sólo comentó:

-Vaya! Hablando de ira contenida! Has acabado?  Me parece que toca ir a ver lo que oculta la puerta 3! 

Zabriel se colocó tras MAx y puso sus manos sobre las protecciones de los hombros del guerrero.

-Es por darte un poco de ayuda mágica, eh? -dijo con timidez.

Marijne, tras darle el toque de gracia al zombi, ve como desaparece la unica luz presente en aquel aterrador lugar, ahora solo la sala esta iluminada por la luz verdosa del suelo con el símbolo de la estrella de 5 puntos. ( Marijne, en esta sala todo lo relacionado con la vista va con desventaja si hay tirada)

Erik sin embargo no esta afectado por la desaparición de la luz, el ve perfectamente en la oscuridad, aunque eso si en blanco y negro.

Max y Zabriel siguieron el camino, saliendo a una especie de recibidor donde habia 2 puertas, y a la derecha, un pasillo donde habia otro pasillo al fondo y otro a la izquierda de ese pasillo ... 

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Al ver que Zabriel regresa junto a Max para explorar la otra puerta. -​​​​​​-Vaya, esta chica está desesperada por Mr. musculo-  

Marijne se queda sola en la extraña habitación junto al rarito de Erick. Saca de su mochila una antorcha y la enciende, pues la luz mortecina que hay en el lugar es muy poca y lo hace aún más tétrico.

-Antes de ir con Max y Zabriel, quiero revisar un poco más esa sala de cirugía... Este símbolo trazado en el piso me da mala espina y quizás ahí encontremos porque rayos experimentaban con personas... Que dices, ¿Te animas, Erick?- Indagó al chico alumbrando lo con la antorcha, luego se acercó hasta la puerta de la sala de cirugía... Estaba extrañamente en muy buenas condiciones. La curiosidad le carcomía, así que sin pensarlo tanto abrió la puerta de una fuerte patada ya que tenía una mano ocupada con la antorcha y la otra con el espadon.

-Max, mejor volvemos con Erik y Marijne. No creo que debamos separarnos.

Marijne le da una enorme patada a la puerta, la cual se abolla ligeramente pero no cede ni un milimetro de su posición, con la luz verdosa te parecia endeble, pero no mas lejos de la realidad. Pero no te has echo ningun daño gracias a tu experiencia en los muelles.

-Tienes razón, Zabriel. Debemos permanecer unidos. Mejor volvemos con ellos.

Max y su antorcha siguen a la hechicera de vuelta hasta la habitación del cadáver y, cuando ve la puerta, le dice a Marijne.

-¿Entre los dos? Una, dos y tres!

Volveis a intentarlo juntos, pero nada, ni con la fuerza de ambos es imposible habrirlo, hasta que en una de esas, os dais cuenta que la puerta se abre para afuera y con un leve movimiento de la manecilla, abris la puerta, la cual tiene como 30 centimetros de acero inoxidable.

Dentro podeis ver como 6 o 8 arcones congeladores grande cerrados, esta sala esta sorprendentemente limpia y sin restos, ni basura, ni nada que parezca que el tiempo a pasado sobre ella.

Zabriel al llegar junto a los demás, ve cómo abrís la puerta. Ligera como el viento, entra en la sala y acaricia los arcones.

-Arcones congeladores. Y fijaos qué limpio está todo! Creo que queda alguien vivo por aquí que mantiene esto en buen estado. Eso sí, a saber lo que hay dentro. ¿Algun valiente que se atreva a abrirlos?

Max iba abrir pero...

-Mierda, he leído demasiados guiones de películas de terror. Marijne, abre tú, que los tienes bien puestos.

Levantando los hombros con desdén se acercó hasta uno de aquellos arcones.

-A ver. ¿que tenemos aquí?...- Antes de abrir lo que parecía un congelador buscó alrededor algun tipo de conexión eléctrica y se acercó lo suficiente para escuchar el zumbido caracterísitico que tienen esos aparatos. 

Marijne se acerca con valor a los arcones, aunque la sala estaba mucho mas limpia que el resto, no era que estuviera limpia solo que aprece que no ha sufrido los rigores de las otras.

Te aproximas a uno de los arcones y cuando lo abres una horrible peste surge de ella, a pura podedumbre y tras eso un brillo verdoso que procede del interior. Cuando alzas del todo el interior y lo iluminas a pesar del asqueroso aroma, ves una mision grotesca.

Un bebe grotesco, no sabes si surge de la podedumbre o se alimenta de ella, pero esta claro que no es natural, los trozos de carne podrida y las piedras verde flotan en una bilis donde los bebes parecen estar chapoteando y durmiendo. Cuando lo abres, el bebe comienza a gritar como un gruñido gutural.

Si abris otro arcon, veis imagenes similares auqnue los bebes grotescos son diferentes.

-PERO...!! QUE COJONEEES??? DIOSSSS CIERRA ESO!

Max cerró el arcón en cuanto vió lo que contenía. El guerrero parecía en shock y la sangre parecía abandonar su rostro, que estaba lívido.

-Por todos los... ¿Por qué...? ¿Qué ...? 

Max apoyó una mano contra la pared. Los otros parecían muy jóvenes. Seguramente, ninguno era padre aún. Pero él sí y aquellos bebés... aquellas COSAS... lo alteraron. Se sintió enfermo, así que buscó un rincón alejado y vació todo el desayuno.

-AAAaagh... Alguien va a pagar por esto- dijo. 

Hablaba en serio. Por una vez no parecía que estuviera interpretando un Pj heroico de opereta. No, estaba furioso. Se había tomado aquello a lo personal.

-Deberíamos quemarlo todo.

Como si con el asqueroso hedor putrefacto que salió de aquel arcón no fuera suficiente, ahora un repugnante bebe-chuky-zombie nadaba en un caldo nauseabundo de heces, pus, bilis y quien sabe cuantas cosas mas. Ya no encuentro mas adjetivos para describir asqueroso.

Marijne corrió un par de pasos hasta llegar al lado de Max, cayó de rodillas dejando caer su espadón al lado y devolvió el desayuno sobre las botas del guerrero.

-Demasiadas cosas asquerosas por hoy- Dijo limpiándose la boca con la manga gateando hasta donde había caído su arma. Tomó nuevamente el espadón y se reincorporó tambaleante.

Zabriel dió gracias por no haber mirado cuando vió las reacciones de los más valientes del grupo.

-Y-yo no voy a mi-mirar -dijo, con ganas de hacerse pipí. Luego se acercó a ayudar a sus compañeros a asearse. Si quereis, les pego fuego a todos, no me cuesta nada una descarga flamígera

HIPNOSIS POR EL MASTER

Erik al ve aquello y el horrible sonido del bebe no pudo evitar dar un salto de espanto, alejandose a la puerta de la sala, como si prefiriera huir de aquel grotesco lugar

Marijne asiente ante la idea de Zabriel. 

-Si! Quema esas cosas y has que se callen de una vez- señaló los Arcones putrefactos mientras se acercaba arrastrando el espadon.

-Yo te cubro-​ Colocándose detrás de la mágica elfa.