Partida Rol por web

La pantera sube las escaleras muy despacio, intentando no resbalarse y llega arriba y olfatea unos instantes, pero vuelve a bajar, medio resbalándose medio haciendo piruetas y se os queda mirando, no parece que se pueda salir por ahí. Luego, tras vuestra mirada, se dirige a la zona derrumaba, pero se vuelve a colocar delantes vuestro y se sienta en el suelo, mirándoos.

Bien, tratemos de analizar un poco la situación para buscar una salida - dice el joven aprendiz de mago.

Bajamos por las escaleras. La primera sala que visitamos fue donde hemos encontrado a Drent solo que antes había una estatua y unos agujeritos en el techo sobre esta. La sala del centro está bloqueada por esos trozos de hielo y no podemos pasar.

En la parte izquierda era un pasillo sin nada, pero al activar un mecanismo oculto se abrió la puerta a la sala de los combates y se cerro el acceso de las escaleras por el que llegamos aquí.

Tras luchar, conseguir los discos y colocarlos en orden, una luz derritió los bloques de los discos y se activó un mecanismo en otro lado. El acceso a las escaleras sigue cerrado, los trozos de hielo siguen bloqueando la sala del centro y el muchacho de Teok apareció tras desaparecer la estatua de la primera sala debido a la luz de los agujeros del techo.

El mecanismo presumiblemente abrió la entrada a la sala del pergamino que ahora lo tenemos. Pero nada más ha cambiado - dice el gnomo haciendo un resumen.

Así que analizando la situación solo se me ocurren dos posible soluciones. La primera sería descansar y recuperar fuerzas, aunque sin mis manos no se si seré capaz de usar conjuros. Si así fuese podría intentar derretir los trozos de hielo para acceder a la sala del centro.

La otra idea que se me ocurre es activar el mecanismo que abrió la sala de lucha y cerró el acceso a las escaleras para ver si en sentido inverso vuelve a dejarlo todo como estaba antes. ¿Que opináis? ¿alguna otra idea? - pregunta el gnomo a sus compañeros.

El nómada os mira con cara de no tener demasiado claro todo lo que ha dicho el gnomo y gira su mirada hacia Elessar sin decir ni una palabra, parece más nien algo perdido.

Reflexiono por unos momentos sus palabras, si la verdad podriamos comprobar si funciona tu idea de reactivar el mecanismo para que todo vuelva a su forma original y de no ser asi, podriamos pasar aqui la noche...

Bien, pues intentémoslo a ver si funciona y podemos salir de aquí - dice Splutch echando a caminar apoyado en Elessar hasta el mecanismo que pisó la primera vez para ver si con sus conocimientos sobre Arquitectura e Ingeniería tenían aplicación práctica para solucionar el problema.

El gnomo examina la estructura subterránea de hielo así como el mecanismo que activo buscando la forma de salir de este lugar.

Seguramente haya un mecanismo bajo el suelo, el sonido no es igual al pisar en el lado izquierdo del hielo, que al hacerlo en el derecho, que suena con un leve matiz más de eco. Quizás el mecanismo que hubiera se ha estropeado o bien era su funcionamiento, pero si podéis levantar el huelo quizás puedas ver algo más.

Seguramente haya un mecanismo bajo el suelo, el sonido no es igual al pisar en el lado izquierdo del hielo, que al hacerlo en el derecho, que suena con un leve matiz más de eco - dice dando unos golpecitos para mostrárselo a sus compañeros - Quizás el mecanismo que hubiera se ha estropeado o bien era su funcionamiento, pero si podemos levantar el suelo quizás puedas ver algo más - dice el gnomo buscando en el hielo alguna abertura en forma de tapa para ver si no hace falta picar el duro hielo.

Observo en silencio las palabras de mi compañero y comienzo a buscar en el suelo una trampilla o algo para acceder al nivel inferior.

Elessar busca por el suelo, pero no ve ninguna trampilla ni ningún agujero.

En ese momento el nómada saca su espada y señala con ella el suelo. - Y si hacemos el agujero? - Pregunta encogiéndose de hombros, pensando que es la opción más práctica.

Visto que no se ve trampilla el gnomo opta por acceder a la idea del joven - Bien, pero intentemos no romper el mecanismo al golpear con demasiada fuerza - Splutch mete su mano en el saco de contención y saca la manta con la que tapó al joven cuando estaba medio congelado y la extiende sobre el suelo para evitar que los golpes corten algún mecanismo.

El joven asiente, a pesar de ser un poco bruto, parece captar la idea, así que coge la cuerda con la que habéis subido antes y envuelve la espada, lo suficiente para que amortigüe un poco, al menos, hasta que la cuerda de rompa. Comienza a golpear el suelo y en menos de cinco golpes, el suelo se quiebra en esa zona, quedando una placa de hielo suelta, no más grande que dos palmos humanos. Con la punta de la espada, el nómada retira la placa de metal y veis una especie de engranajes de hielo.
Elessar nunca había visto nada parecido y mucho menos Drent, que vuelve a poner su cara de poema, pero Splutch, está más acostumbrado, para él era el pan de cada día en su hogar, sólo que allí las cosas acostumbraban a ser de metal.
Ninguno de los tres necesita muchos estudios para ver que una de las piezas está fuera de su lugar.

Splutch sonríe satisfecho al ver finalmente el mecanismo - Está claro que no era un engranaje gnomo.. hay muy pocas piezas en comparación con lo que acostumbro a ver. Faltan todos los engranajes extras, medidas de seguridad que seguramente hubiesen evitado que el engranaje principal se saliese, sensores de presión, temperatura y proximidad, alarmas de error, montones de esquemas y un sistema automatizado de autoreparación.. ¡ah y botones y palancas! - dice el gnomo como si eso último fuese muy importante - No niego que sea un mal trabajo de ingeniería para ser humano y estar hecho con hielo pero el metal es más fiables y aguanta temperaturas mucho variables. ¿Que pasaría si un insensato acercase su antorcha a estas piezas? - dice el gnomo que comienza a desvariar con sus explicaciones - Eh.. bueno, será mejor que ajuste esta pieza - dice toqueteando los engranajes para ajustarla.

Comienzo a sonreir al ver a mi amigo absorto en su explicacion de lo que él conocia tan bien...habia recuperado su sonrisa, y se le veia como siempre tratando de arreglar aquel mecanismo...Vaya tendras que enseñarme todo eso que dices eh amigo. Comento con una profunda sonrisa fijando en los movimientos del engranaje.

El gnomo consigue recomponer el artefacto, aunque para incorporarse tiene que ayudarse colocando las manos en el lomo de Thais, que estaba metiendo el hocico en lo que hacíais con curiosidad, no sin que el nómada la mire con curiosidad, parece llamarle más la atención la pantera que el engranaje de hielo.

Durante unos instantes no sucede nada, lo que os hace pensar que la cosa no ha funcionado como esperabais, pero en un momento dado, el engranaje se mueve, tan sólo una vez, y volvéis a escuchar el sonido del hielo al rozar contra el hielo.

Os volveis a somar y esta vez sí. La parte de arriba vuelve a estar abierta y la cuerda, sigue fija, tal y como la habíais dejado al bajar.

Splutch, mira las escaleras, totalmente convencido de que le será totalmente imposible hacer tal esfuerzo con las escasas fuerzas que le quedan. Drent, que parece percibirlo por la mirada del gnomo, dice:

- No te preocupes. Te sujetamos a mi espalda y yo subiré con los dos. Usando la fuerza no soy tan torpe como usando la cabeza. - Dice con una sonrisa.

Bien parece que ya funciona, digo observando moverse de nuevo el engranaje...me parece una buena idea Drent sujetamos a Splutch de la manera mas comoda posible a la espalda de Drent, ¿ subis vosotros primero?, yo os seguire y Thais vendra detras... comento mientras vuelvo a ver con esperanzas renovadas las escaleras de subida...

Splutch ajusta el mecanismo y no sucede nada - Claaaro.. no había tenido en cuenta el tiempo de reacción - dice el gnomo haciendo un cálculo rápido - Ahora debería funcionar, es solo cuestión de... - el mecanismo se activa y la losa se retira - tiempo - dice el gnomo terminando la frase - Un factor olvidado que se debe tener en cuenta.

El gnomo al ver las escaleras reprime un gemido, no iba a ser capaz de subir por si solo y otra vez se convertía en una carga para el grupo. Cuando el nómada se ofrece el gnomo asiente dejando que lo suban - Gracias Drente.

Colocáis y amarráis a Splutch a la espalda del nómada quien sube por la cuerda con una habilidad impresionante. Thais, va subiendo a su ritmo, con la gracia que poseen todos los felinos. A Elessar le cuesta un poco más de trabajo, pero aún así lo hace sin ningún problema.

Os encontráis todos en la sala que había tras la pared de la cueva. Alrededor vuestro no hay nada y no se escucha ningún sonido a parte del de alguna gota de agua al caer desde algún punto, que hace un pequeño eco.

El cansancio del gnomo era extremo, y amarrado a la espalda del joven nómada casi se queda dormido en el ascenso - Tenemos que salir por allí - indica el gnomo hacia la entrada secreta que encontraron en la gruta de hielo.