Partida Rol por web

Como nuevo principe te correspondia ocupar la mansion que un dia fue el refugio de Leonard, dejaste que Amanda duermiera tambien alli, en el que habia sido su cuarto durante los ultimos años. La chiquilla de Leonard no tenia otro sitio donde ir...

Muchas decisiones caian en tus manos, el gobierno de la ciudad necesitaba apoyos, tenias que lograr que los gangrel volvieran ya que siempre habian sido la primera linea de defensa de la ciudad, ahora desprotegida, antes de que el Sabbat notara su falta.

Ademas de los Gangrel estaba el asunto de los Lupinos, tan alterados ultimamente. Lavenko habia ido a hablar con ellos y habia vuelto con la cabeza sobre los hombros, todo un milagro, de momento no atacarian pero habia que descubrir la forma de que siguieran asi.

Aparte de la defensa y los problemas internos descubriste rapido otro grabe problema. Leonard malgastaba grandes cantidades de dinero en lujos inecesarios y la situacion financiera era claramente alarmante.

Miras por la ventana.

Vives en el corazon del distrito financiero de San francisco

Las vistas del puerto son magnificas desde aqui.

Estas disfrutando de ellas cuando suena tu movil.

- Enhorabuena.- dice la voz de tu sire nada mas descuelgas.- No se como lo has logrado pero sin duda me has impresionado. Balsie, principe de san francisco, hasta suena bien.

La visión de San Francisco, iluminada por sus edificios, en su esplendorosa noche, llenó a Sanford de gozo. El príncipe había sabido elegir un buen refugio; un lugar desde donde contemplar su reino. El piso 45 de Transamerica Pyramid, en el 600 de Montgomery street... toda una planta preparada para gobernar. De día, las persianas automatizadas cancelaban por completo cualquier atisbo de luz solar, y unos muros especialmente preparados bajaban del techo para reforzar la seguridad. De noche, los amplios ventanales por los cuatro costados daban una visión periférica de la urbe. Sólo tres pisos por encima le separaban de la cúspide de la pirámide... tres plantas que también formaban parte del palacio. En ocasiones, había acompañado a Leonard a la punta de la pirámide, al lugar donde el viento golpeaba con más fuerza. Era una temeridad, pero la sensación de poder era casi infinita. El faraón en su pirámide.

Sonó el teléfono. Ya esperaba esta llamada. Hearst. Blaise había fallado al plan; se suponía que su sire debía ser el príncipe, no él... los caminos de la política eran realmente misteriosos. Atendió el aparato mientras se asomaba para contemplar la extensión del monte Eureka y se gemelo Noe, los Twin Peaks... en alguna época los Gangrel camparon por esos montes... ¿Dónde estaban ahora? Retomó la concentración al escuchar la voz de su creador.

- Tan insólito como espectacular, Randolph... Si te cuento la historia completa, te resultaría difícil de creer. Sólo para fomentar tu asombro, te diré que estuve apoyando la candidatura de Lavenko, un gangrel, al principado... partiendo de ahí, puedes imaginarte lo inimaginable del resto. Sin embargo mi cargo es provisional. Si me desenvuelvo bien, los arcontes sonreirán complacidos y me dejarán en paz, pero por ahora los tengo vigilando por encima de mi hombro... esta Sophie Allister... le estoy inmensamente agradecido, pero sé que está esperando a que de un paso en falso. 

Blaise y Hearst hablaban siempre así, de forma distendia, propia de la gente de prensa. Sabían que el protocolo anacrónico entre otros Vástagos, sólo era una pérdida de tiempo entre ellos.

- Te invitaría a palacio a pasar unos días, pero entonces la gente empezaría a murmurar... ya sabes... Esta vez necesito mostrarme fuerte. No temas, he aprendido de los mejores; estoy más que preparado para esto. No es un hueso demasiado grande para mí. Por otro lado... necesito a alguien que me cubra. Para asumir mi nuevo cargo, tengo que descuidar mis labores con la prensa, y eso puede ser catastrófico. ¿Tienes a alguien capacitado? ¿Algún nombre? Preferiría no dejar esto en manos de ghouls... es demasiado gordo.

Sanford esperaba que Hearst pudiera tenderle un capote en esta... y que no estuviera resentido por el cambio de planes. Por un segundo se le cruzó por la mente la opción de solicitarle a su sire que cumpliera con el rol que él mismo cumplía antes, y casi rió ante la ocurrencia. Eso era imposible; resultaría una terrible humillación política.

- Ya veo.- dijo dejando un segundo de silencio, como si meditase.- ¿Que tal tu hermana? Confias en ella y esta preparada. No sorprendera a nadie que la elijas, no levantara suspicacias.

Descubriste una pequeña pecera en un rincon, con un pez solitario dentro, de increible belleza.

Un pez luchador japones.

- ¡Caroline! ¿Cómo no lo había pensado? Realmente, Randolph, eres un maestro. Ella es la persona perfecta para el puesto; tiene experiencia más que sobrada en el tema, y sus contactos en el mundo de la política mortal son mucho mayores que los míos... muchas gracias sire.

Apretó los dientes por un momento. Blaise adoraba a su hermana, y ella lo adoraba a él... pero su competitividad natural les había llevado siempre al enfrentamiento. Para ambos, el mundo era un tablero de ajedrez sobre el cual se disputaban los juguetes más divertidos, un patio de juego para disfrutar privando al otro de espacio...

- ¿No estaba en Nueva York? La llamaré... creo que esto puede interesarle de forma genuina.

Ella accedería. Era obvio. Iba a ser divertido. Por fin, tras un siglo, la posición de poder iba a estar clara. Blaise mandando sobre su querida Caroline... Ser príncipe era algo que superaba sus expectativas.

Pensaba en esto mientras contemplaba el fascinante animal. Los caprichos de Leonard...

- Lo siento, amiguito, pero tus días aquí dentro van a terminar... hay que economizar.

Tomó nota mental de la ornamentación de la sala, evaluando lo que podría vender para volver a llenar las arcas del principado. Realmente no deseaba deshacerse del pez luchador...

Ves varios cuadros realmente valiosos plagando la sala, los muebles tambien son realemente costosos y las alfombras son persas. Regalo de otro principe, segun te dijo, cuando sabias perfectamente que habian costado una fortuna.

Una mano toco tu puerta con delicadeza y despues entro titubeante.

sus negros cabellos caian a ambos lados de sus desnudos hombros pues cuanto llebaba puesto era un minusculo vestido de tirantes que dejaba poco a la imaginacion.

- Señor, perdoneme que le moslete. Yo siempre guarde el eliseo con pasion pero creo que ahora deberia ofrecer mi cargo a otro. Quiero marcharme... sin Leonard aqui no me queda nada que me ate a esta ciudad...

La interrupción de Alexia sacó a Blaise de su ensoñación de economía de post guerra. La contempló de arriba a abajo mientras le comunicaba su petición... Librarse de Alexia ahora... era de lo más inesperado, y fastidioso. ¿A quién podría poner en el Elíseo? ¿A Amanda? ¿Una cainita que había demostrado ser manipulable por el Sabbat? Necesitaba otro plan, uno que le dejara las manos más libres. Con una seña, atrajo a Alexia a la pecera.

- Mirad, amiga... Betta... así llaman los Mortales a estos peces. Son luchadores, feroces carnívoros, y aún así bellos. Despliegan su colorido para matar, o para seducir. Este pez protege su pecera; nada puede entrar sin exponerse a sus dientes afilados.

Con un gesto de su brazo, abarcó la sala al completo.

- Tenemos alfombras persas y peces luchadores. Las alfombras sirven para ser pisadas, para dar confort a nuestros pies. Silenciosas, permiten esta humillación sólo para agradanos. El betta, sin embargo, es un guerrero de extremada belleza que guarda su refugio celosamente. Ambos representan el pasado, el reinado de Leonard. Yo no he llegado aquí para destruir; mi papel es el de un constructor de nuevos sueños, el de un canalizador de la fuerza ya existente. La energía creativa de Leonard era arrolladora... eso lo sabemos bien... y hoy se puede traducir en un Betta y unas alfombras. Con todo mi dolor, debo deshacerme de algo, debo rellenar las arcas del principado, que Leonard vació con su impulso irrefrenable. ¿Debo dejar la pecera vacía? ¿O caminar con menor comodidad privándome de las alfombras?

Acercó su muñeca a su boca y mordió con suavidad. Cuando afloró la primera gota de sangre, la dejó caer dentro de la pecera.

- ¿Qué sois vos? ¿Qué parte del pasado representáis? ¿Sois una alfombra para que os pisen y luego os vendan al mejor postor? ¿O sois un bello Betta, terrible, hermoso y guardián celoso de su lugar? No dudo del amor que Leonard os profesaba, no dudo que os transformó por dentro de forma inexorable pero... ¿en qué os transformó? Este es el momento en que podéis elegir; podéis ser una bella y sanguinaria criatura, o sólo un entramado de fibras para comodidad de nuestros pies.

Se acercó a ella, calculando cada paso. Al llegar a su lado, levantó la muñeca, con la herida todavía abierta, colocándola a escasos centímetros de la boca de Alexia.

- Vuestra voluntad cuenta, pero vuestra decisión os marcará para siempre. ¿Deseáis ser una alfombra para que os pisen y luego se deshagan de vos?

La muñeca se acercó más todavía a la boca de ella, goteando sangre.

- ¿O un betta? El Elíseo es vuestra pecera. Si lo dejáis vacío, la obra de Leonard se perderá para siempre. Puedo vender la alfombra, pero no puedo deshacerme del pez... por la memoria del antiguo príncipe... yo también sentía un profundo afecto por él. No querría que todo lo que construyó fuera destruido, que su nombre se perdiera en el olvido por... miedo. Él fletó un barco desde el puerto. Una vez caído el capitán, podemos cambiar el curso, pero no el barco. Si os perdemos a vos, deberemos cambiar el mascarón de proa, deberemos cambiar la misma fisionomía de la embarcación, y el nombre del antiguo capitán se perderá en el olvido... yo no deseo eso... ¿lo deseáis vos?

Alexia os escucho en silencio pero aparto la cara cuando le ofrecisteis la muñeca respondiendoos.- He sido la alfombra bajo los pies de Leonard, cuando decia amarme y se acostaba con cualquiera, y he sido el pez encerrado en la pecera, solo, con el unico deber de proteger la pecera de otros y lo hice muchos años, luchando hasta el limite de mis fuerzas. Ahora Leonard no esta y la pecera me parece la prision mas sombria que concibe mi mente.

Aun asi me hubiera quedado si solo me lo hubierais pedido, pero no asi.- dice refiriendose al echo de que le ofrecieras tu sangre.- Si para fiaros de mi, despues de ver como guarde el eliseo aun cuando fue atacado en el pasado, necesitais un vinculo de sangre es que no os fiais de mi. Os comprendo, no os lo tendre en cuenta pero poco me conoceis si pensabais que lo aceptaria. Me marcho Blasie, te doy de tiempo tres dias para que elijas un nuevo guardian, despues me ire de la ciudad si no decides que mi acto es traicion y decides mandar un sicario contra mi.- dice sin mostrar ninguna emocion al respecto, salvo un profundo orgullo.

Blaise cambió su actitud de forma súbita. Dejó de ser el seductor, para dejar paso al estratega. Lamió su herida y se separó de Alexia, luciendo una franca sonrisa.

- No me decepcionáis. Esperaba esta respuesta, pero comprended que debía intentarlo... no podía dejaros en vuestra posición sin una prueba de confianza de este tipo. Sé lo delicado de vuestra situación actual y no haré nada por frenaros. De hecho, si necesitáis cualquier tipo de ayuda, no dudéis en acudir a mí... vuestro servicio a la Camarilla aquí ha sido excepcional, y no pararé de recomendaros a quien haga falta.

Volvió a acercarse a ella, casi como un hermano, y le dio un fraternal abrazo. Cuando se separó, mantuvo sus manos pegadas a los brazos de ella, inspirando confianza.

- Tengo buenos contactos en Nueva York, Washington, Hollywood y Boston. Si cualquiera de esos destinos os interesan, podría conectaros con galerías de arte, periódicos, estudios de pintura y de fotografía... sólo tenéis que pedírmelo.

Se alejó de ella, caminando hacia los grandes ventanales que daban al Golden Gate.

- Por favor, Alexia, venid... contemplad este panorama. Sabed que os pertenece tanto como a mí... la ciudad os echará de menos. Y no sintráis que me traicionáis ni me dejáis en la estacada... tomar el mando no es sencillo, y ya estoy preparado para hacer bastantes cambios necesarios. Aunque mi deseo sea que permanezcáis en el Elíseo, no sería justo ataros. Mirad... es una ciudad hermosa. Los Mortales son sorprendentemente laboriosos en su afan constructivo. Os ruego aceptéis mi colaboración y me hagáis saber en todo momento dónde estáis y cómo os encontráis. No quiero perder el contacto con alguien que ha significado tanto para esta ciudad.

Con las manos a la espalda y la mirada fija en la ciudad, Blaise parecía haberse convertido en un rey... en un nuevo tipo de monarca, más moderno y más humano que Leonard.

- Puede que esta ciudad me pertenezca pero yo no pertenezco a esta ciudad, hace mas años de los que recuerdo llegue de Londres con el corazon latiendo y aunque ya no lo haga llebo mucho tiempo con el deseo de volver.

Lo hareis bien Blasie, siempre fuisteis mejor regente que Leonard... habeis de saber que en sus ultimos dias de reinado Leonard hizo otra chiquilla, es apenas una niña de 13 o 14 años que mantenia oculta en el sotano de su mansion de verano. No queria que nadie supiera de su recien descubierta aficion por las niñas...- te dice con suma tristeza. Pense que deberiais saberlo pues la pequeña dependia de Leonard para llebarle alimento y como comprendereis al menos hace dos noche que nadie le lleba nada. Si quereis un consejo... por huminidad.. darle una muerte rapida y liberarla del horror en el que Leonard convirtio su existencia.- Te confiesa ya con una mano en el pomo de la puerta.

La noticia cayó sobre Blaise como un rayo. Quedó consternado por la inhumanidad de Leonard. Otra vez, sus malditos caprichos rozaban lo demoníaco. Ahora debía arreglar el entuerto, por más que le doliera.

- Muchas gracias por comunicármelo, Alexia. Son este tipo de cosas las que me hacen odiar a nuestra propia estirpe. Cuando vayáis a Londres, buscad a Jonathan Hay... es un mortal, mi bisnieto. El os ayudará en todo lo que pueda. Es un hombre poderoso, puede proporcionaros refugio, contactos y apoyo. Por favor, no dejéis de contactar conmigo cada tanto. Sabed que os echaré de menos.

Llegó hasta la puerta, y la sujetó para que la dama saliera.

- Adiós Alexia, ha sido un honor compartir con vos estos años. Os deseo la mejor de las suertes.

Cuando la Toreador se fue, volvió a sus cavilaciones. La chiquilla de Leonard era un trabajo para Traika. El Brujah no querría cumplirlo... era un encargo doloroso, pero no había otra salida. No podía permitir que la progenie ilegal de Leonard poblara la ciudad. Las voces de los primogénitos se alzarían en su contra, bramando agravio comparativo. Sintió una punzada en el alma sólo con pensarlo. Blaise no tenía problemas en mentir, traicionar, usurpar... pero estas historias le ponían los pelosde punta; aún le quedaban escrúpulos.

Se recompuso y consultó su agenda. Lo primero era hablar con Lavenko. Iba a necesitar de toda la ayuda que pudiera conseguir.

NOTAS ESTRATÉGICAS - EL GRÁFICO DE BLAISE

Obviedades:

1. Tengo candidato para el Elíseo: Adam. Sería darle un punto a Traika, una ventaja. Soy consciente de su obcecación y cerrazón, así que no he llegado a decidir si es conveniente darle esta autoridad o quitársela.
2. Tengo candidata para suplirme en mis tareas anteriores: Mi hermana (Caroline). Confío que cumplirá con creces su cometido y que, al mismo tiempo, me supondrá una fuente inagotable de conflictos. Me sirve.
3. Ya he prometido el puesto de Senescal a Lavenko. No me moveré de esta decisión, pero sé que me costará muchos puntos de cara a los Tremere y a los Toreador.
4. La ideología que he expuesto a Traika y Lavenko parece casi utópica.

Reflexiones:

1. Seldom y sus Tremere pueden ser muy prácticos. Sin embargo, está la acusación de Lavenko de por medio. Necesitaré una prueba de su lealtad antes de contar con ellos y de darles poder.
2. No tengo información de los Malkavian. Es un grupo que me preocupa particularmente, porque serán capaces de ver a través de mis mentiras con mucha más claridad que los demás.
3. Traika está resultando ser demasiado blando y demasiado ciego. Si no entiende que sus hermanos Brujah están en peligro, no actuará en mi beneficio.

Objetivos:

1. Asegurar mi poder en la ciudad. No ser sólo un regente, sino un príncipe con plenos derechos y posición de cara al resto de la Camarilla.
2. La destrucción de West es un objetivo secundario. Lo importante en este caso es mantener la atención distraída en esa dirección.
3. Tengo que fomentar el conflicto entre clanes, manteniendo mi fachada de 'conciliador' a toda costa. Poner a los gangrel en contra de los Tremere es cosa ya hecha. Poner a los Brujah contra los mismos Tremere no será complicado. Tengo que encontrar la manera de poner a los Nosferatu y a los Toreador contra los Brujah, a los Tremere contra los Gangrel, a los Malkavian... eso no se puede calcular... y a todos ellos a mi favor.
4. Debo erradicar la amenaza del Sabbat. Para ello, tendré que sacrificar algunas ovejas. La primera, obviamente, es la chiquilla de West.
5. Acabar con la amenaza de los Lupinos. El ideal sería conseguir que fueran a por el Sabbat, pero es algo complejo. Los garou claman por la sangre de los Tremere... si no hay alternativa, tendrán que caer, pero preferiría otra salida.

Estrategias:

1. Buscar el apoyo de los clanes menores; tienen menos poder político, pero más población. En una situación de guerra como la que vivimos, hace falta un ejército. El principio de mi reinado debe ser populista... ya llegaremos al elitismo cuando lleguen tiempos de bonanza.
2. Mandar a Traika a por la chiquilla de Leonard es una trampa. Debo conseguir que haya testigos de su falta de acción; Traika no matará a la chiquilla, posiblemente le busque cobijo y seguridad. Si consigo que los Nosferatu o los Gangrel sean testigos de su desobediencia y deslealtad, quedará absolutamente desprestigiado.
3. Si Lavenko está escuhando la conversación con Traika, los únicos que podrían ir a espiar al sherif son los Nosferatu (si no lo están haciendo). Tener a Lavenko de testigo de todas mis manipulaciones es algo muy práctico en el largo plazo. Si consigo meterle en mi nube, no sólo será testigo... al final se convertirá en cómplice y tendrá las manos atadas.
4. Buscar la forma de que los brujah se vean amenazados por peligros fuera de mi alcance (lupinos, sabbat, etc...) o por otros clanes. Para ganarme su confianza, necesitamos un enemigo común.
5. Debo encontrar algo que desee Freeds más que nada. Es retorcido e inteligente, pero mantiene cierto código de honor. Si consigo que me deba una, podré recurrir a él cuando las cosas estén maduras.

Recuerdas que el nosferatum tenia la rota esperanza de que se le permitiera tener un chiquillo/a