Partida Rol por web

El origen de la oscuridad y las Tierras, Bosques y Regiones

¿Bosque Verde o Negro?

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13/09/2020, 18:07
CRONISTA

1 Enero 1700 T.E. 03:00. Dol Guldur (La montaña Pelada) Tu celda personal. No sabes que tiempo hace fuera, pero como siempre, estará nublado, y lloviznará.

Descansas en tu celda, cuando un Uruk de servicio se acerca y toca la puerta. - Laugashîo, precisan que se acerque a las celdas. Las patrullas han traído a una beijabarLa voz ronca del medio-orco, estaba suavizada por hablar en un tono suave, ya que así se le había instruido y por tanto estaba en este servicio. De todas maneras no terminaba de pronunciar en Lengua Negra bien tu puesto. Te daba igual, pero había que mantener la disciplina de alguna manera. Sabías que ahora tocaba sacarle partido a este nuevo prisionero. Pero era extraño. Dijo "una". Es raro tomar una mujer beornida, pero esa raza de hombres eran tozudos y muchas veces preferían dejarse matar antes de mediar palabra. Torturarla podría valer, pero sabías que de bastante poco, aunque podría ser divertido.

- Que raro que traigan algo así. Pensabas para ti. Por un lado, a las hembras las solían violar tras raptarlas y asesinarlas posteriormente. Esta ha de ser una mujer muy dura y no se habrá "dejado". Te llamaba la atención y sabías que podrías obtener algo de ella. Tal vez no información, pero si otros servicios ... y si no ... para comer la araña.

Notas de juego

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13/09/2020, 19:44

Odiaba profundamente que me molestasen con asuntos menores en mis horas de meditación, en mis aposentos... Especialmente si se trataba de una criatura sucia y descuidada como un uruk.  Aunque el señor oscuro había mejorado esa raza maldita, conceptos como la sutileza y el respeto quedaban lejos de sus capacidad.  Aunque eran, al menos, fieros y expeditivos cuando la voluntad de su señor los empujaba a ello.  

Mis labios se curvaron en una maléfica sonrisa al percibir el intento del orco por suprimir sus ruidosos instintos y su pobre dicción.  La criatura me temía, tal y como exigía el orden natural.-¡Torpe criatura!  ¿No existe acaso alguien menor que yo a quien puedas molestar con tus sencillos problemas? -respondí en un tono glacial, cargado de desprecio.  Pero, a pesar de lo que indicaban mis palabras, me alcé en toda mi imponente estatura para salir de mi celda y plantarme junto a él.-¿Qué haces ahí parado? Llévame ante la humana de inmediato

Había algo inusual en todo el asunto de la beornida y no pude evitar sentir curiosidad.  Quizás pudiese sacar algo beneficioso de todo ello, antes de que algún otro lo hiciese

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13/09/2020, 21:08
Artli

El sirviente quedó tan sorprendido que no supo que reaccionar, hasta que le azuzaste para que te guiase. La verdad sea dicha. Habías sido nombrado recientemente bibliotecario, para precisamente sonsacar información y aumentar los registros de información. Tu deber precisamente era este. O sea, te habían nombrado "Torturador Oficial" de forma sibilina y encubierta. 

LLegas al lugar y mientras te preparas con el mandilón de cuero acolchado que sueles usar te pasa el informe.

 

Lo firma un tal Rhukskâ. Un uruk, que sabes veterano, Shirûk (como un sargento) de una Garra (Burka, unidad básica de orcos).

Sabes que es un tipo capaz. Para ser un orco común, sabe escribir un poco, y tiene una caligrafía de niño, que te hace pensar que puede ser más inteligente de lo que muchos piensan. 

Género: Mujer
Creencia: Desconocida, pero viste y tiene los símbolos de una Sacerdotisa de Araw (Nombre de beijabar del Valar Oromë)
Resistencia física: Considerable
Resistencia mental: Desconocida, pero se le presupone al entender su puesto en la sociedad beornida y la propia naturaleza de su cultura.
 

Capturada tras una patrulla, en la que los beornidas regresaban de una de sus fiestas anuales cerca de la Carroca. Destrozó 4 orcos, uno de ellos veterano. De la patrulla de 20 sobrevivieron 9. Parece responder al nombre de Artli, pero puede ser un título, puesto o procedencia.

Cada vez estás más sorprendido porque un orco sea capaz de hacer análisis tan profundos, no solo tácticamente, cosa que a muchos se les adiestra, sino además, socialmente o en composición de lugar. 

Mientras farfullas en los diferentes idiomas que conoces, en un intento de entablar contacto, cuando pasas por el típico del bosque, Nahaiduk, la tipa te contesta salvajemente: - No os pienso decir nada. La tipa se remueve. Es una mesa de madera, inclinada unos 30 grados. Tiene diferentes correderas de cuero, como si fueran cinturones; y además, grilletes metálicos, que se cierran con tornillos y pasadores. Está firmemente presa de manos con las correas, pero las piernas, están presas en los metálicos por sus tobillos. Está como si fuera una X.

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14/09/2020, 11:01

Dejadnos - ordené mientras revisaba el informe.  A un observador menos perspicaz que yo le asombraría el grado de detalle del documento que había escrito el Shirûk.  No a mí, pues al fin y al cabo, hasta a los perros se les podía enseñar trucos que podían emular una inteligencia superior.  Sin embargo, no se podía negar que era un gran avance que los Uruk llegasen a alcanzar tales grados de autonomía.  Recomendaría a Rhukskâ al señor de los pozos de cría, llegado el momento. 

Fuí murmurando palabras en diferentes idiomas hasta que la beornida respondió. Clavé mis ojos azules en la prisionera.

-Decirles nada, querrás decir - dije secamente. Deslicé mis dedos sobre los crudos símbolos bordados sobre su ropa que hacían alusión a Araw, el nombre sindar del vala Örome. -A mí, sinceramente, poco me interesa lo que tengas que decir.  Hice una pausa y sonreí. No era una sonrisa amable, era más bien sarcástica, amarga -Soy tan prisionero de estos muros como tú...un sanador elfo condenado a servir los orcos. 

Me vuelvo hacia los instrumentos de tortura y tras examinar los afilados y sucios artilugios, los aparto con gesto de asco, cubriéndolos con una tela.  -Éstas criaturas me harán sanar tus heridas mientras te torturan de manera incesante. Una y otra vez. Muda, ciega...horadada. Los minutos te parecerán días, los días y las semanas perderán su significado mientras contemplas tu cuerpo destripado, mutilado y enfermo. Desearás morir y no podrás. Suspiré, con gesto cargado de horror y resignación - Lo mejor que puedes hacer es decir lo que sepas aquí y ahora. Si les convenzo de que no sabes más... Te mataran rápidamente.  Olvídate de escapar, sacerdotisa, nuestros dioses nos han abandonado.

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14/09/2020, 13:57
Artli

La sacerdotisa te miró con asco y tras unos segundos empezaste a ver como una arcada era el preludio de una extraña tos. No tardó en empezar a sangrar por la comisura de los labios.

No tardaste en darte cuenta: - La loca esta se ha cortado ella misma la lengua.

- Tiradas (2)
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14/09/2020, 14:12

Solté una carcajada y miré con condescendencia a la mujer.  ¿Qué se podía esperar de una de las brutales habitantes de los bosques? Reprimí un escalofrío, sin embargo, al sentir la ferocidad de su gesto.

-Nadie habló de cortarte la lengua...no adelantemos acontecimientos.   Puse mis manos sobre su rostro y le obligué a abrir la boca, con cuidado de no llevarme un mordisco.  Sólo se había cortado la punta, de no ser así, habría visto como sacaba la lengua para mordersela.  Podría volver a hablar en unos meses...o antes si yo lo deseaba. ​​​​​​ 

Di una vuelta a su alrededor, observándola.  -Mi labor aquí es apaciguar el inevitable sufrimiento.  Pero reconozco que tu valor me ha impresionado...nunca vi a alguien capaz de hacerlo que has hecho...y no creo que ninguna tortura sirva para hacerte hablar.  Comencé a aflojar la correa que sujetaba uno de sus tobillos. -Creo que te dejaré libre ¿Estas de acuerdo? Podrías volver a ver a tu familia..¿,Tienes hijos? Solté una carcajada. -​​​​​​No, no hace falta que digas nada, mujer.  Con que asientas me vale

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro por si quieres usarla

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14/09/2020, 17:37
Artli

Cuando le abriste la lengua, había destrozado, porque eso no fue cortar, como media lengua. Era bastante más de lo que habías temido, pero, con tanta sangre, las arcadas, la tos y la postura, empezó a ponerse pálida. Miraste hacia donde el trozo de carne había caído, entonces lo notaste. Suena un zumbido de unos campanazos. No se llega a escuchar, pero lo notas. No solo en tu cuerpo, sino también en la esencia de las cosas. Sabes que es una llamada al rezo. Una llamada que no puedes demorar, y no porque te tengan adiestrado, sino porque con tu devoción, no dudarías un instante en hacerlo. Si hubiera que elegir entre salvar un amigo, perdiendo solamente un segundo, o ir a rezar, el amigo moriría.

Esta llamada no era la normal. Era algo que se realiza no solo de forma permanente por un grupo, para otorgar de energía al "nigromante", sino que cada cierto tiempo, o cuando el "maestro" os convoca, se realiza una oración conjunta.

Sabes donde ir, y no puedes demorarte. Además, eres uno de los "supervisores" de los rezos, para que ... lo hagan bien, sea por un lado, enseñanza, y por otro disciplina. Además de tener la potestad de enseñar, también tienes potestad disciplinaria sobre aquellos que se descantillan. A los del grupo permanente no hay que decirles nada nunca, pero puede pasar. En el resto de "convocados" puede pasar, pero ... no suele, ya que enseñar es normal, pero saben que los que rompen la disciplinan del canto y rezo, suelen pagar caro su "desliz".

No te puedes demorar ... sin que hubiera consecuencias. No es que tengas el tiempo justo si sales corriendo, pero ... tampoco te puedes demorar.

Notas de juego

ok. 

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14/09/2020, 18:30

Toco el rostro de la sacerdotisa y corto su hemorragia antes de salir a toda prisa...corriendo incluso si hace falta*.  Aunque me sorprende, sinceramente, ésta llamada.  Espero que no sea nada que tenga que apartarme de mis libros...ni de esta sacerdotisa, capaz de darme semanas se dirección.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Comentas que no es que tenga el tiempo justo si salgo corriendo.  Pues salgo corriendo tras perder siete segundos con la sacerdotisa, para llegar seguro a tiempo.

Lanzo coagulación V sobre ella. Hechizo tipo I para mí y como imagino que se resiste, hago una TAB. (Objetivo estático, toque y +10 por mi nivel. Ya restas tu lo que veas)

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14/09/2020, 19:00
CRONISTA

Los pasos no son tranquilos y controlados. Te apresuras todo lo que puedes, para compensar la demora. Sabes perfectamente, con la fuerza de la costumbre el trayecto a hacer, pero había algo raro. Habías notado como, si, durante un instante, algo observase la montaña pelada desde arriba. No tenías tiempo para entretenerte e investigar, pero era una novedad importante y te debatías entre informar a tu superior. - Al Lahugasî. ... aunque igual lo había notado por si mismo.

Ahora tocaba rendir en el Culto.

Más de 300 orcos, trolls y humanos se agolpaban en aquella sala redonda, para la oración. Era el momento en el que los Laugâhs tenían más poder. Era el momento en el que podían ejercer justicia por doquier, y además serían adorados por ellos. Odiados también, pero si no lo hacían, conseguirían perder el respeto y el temor que se les profesaba.

El murmullo del arrastrar de pies, la respiración de los presentes, que además elevaba la temperatura y creaba un ambiente sofocante y viciado, no era suficiente como para perturbar el tono inicial del Líder del Culto, el Laugashî y los 5 mayores. El resto, rondabais la grada, expectantes y vigilantes, entonando los rezos, como "los mayores", pero como parte de un rito para teneros entretenidos, y con la creencia de colaborar en que se generase el canal suficiente y terminase aquello de la manera mejor posible. Lo más gracioso es que sabías que en ocasiones, no es que se castigase a aquella chusma, es que la sangre vertida aumentaba el canal, y además, motivaba al resto a "rezar" con más "fuerza" y por tanto entregar más de su propia naturaleza. Más de su propia materia y energía. Más de sus buenos sentimientos. No es que la religión o el "Nigromante" corrompiese, es que el culto se nutría de aquello, y por tanto, los "fieles" entregan, "voluntariamente" aquello que les permitiría ser "buena gente".

A una señal de los brazos izados de aquellos 6, empezó el rezo. El rumor que creaban todos aquellos daba un resultado: la energía volando hacia el altar, y luego, por algo que no terminabas de entender, se metía aquella energía mágica o canal, hacia un lugar en concreto. Era como un rio...pero no con agua, sino con otra "cosa". Empezaba tu función. Motivar, castigar y como no, sobrevivir. Erais otros 6 rondando el graderío. Había más de los tuyos, pero estaban, o en misiones fuera ... o cumpliendo órdenes vete a saber donde.

Aquel canal te erizaba la nuca, pero quería saber donde corría todo aquel poder. Te lo imaginabas, pero querías saber qué se hacia con aquello. Y sobre todo, cómo lo hacía y para qué.

Notas de juego

Le paras la hemorragia, pero, la lengua .... 

 

El laugashî es tu jefe. Tú eres un Laugâhs, y no de los mejor vistos (O sea, y tampoco uno de los 5), sobre todo por tu raza. Si te das cuenta, el uruk te había tratado con el rango del jefe de "Los que Saben", no de uno de los "Usuarios de Magia".

 

Si te has leído algo del libro de Dol Guldur, creo que ya sabrás en que sala estás y como está abarrotada de seres para drenarlos de su ... poder natural.

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15/09/2020, 14:51

Aunque tenía mis propias teorías acerca de a dónde iba y para qué se usaba el tremendo poder canalizado que cada vez que el gran salón se usaba, nadie me encontraría investigando o preguntando.  Ser demasiado curioso en Dol Dulgur hacía llamar la atención sobre uno mismo, lo cual incrementaba en gran manera tus posibilidades de acabar ejecutado por cualquier transgresión, fuese ésta verdadera o falsa.  

Si cerraba los ojos y me concentraba casi podía ver cómo, de las bocas abiertas de los Uruks, Ologs y humanos que cantaban las alabanzas a Morgoth, se descolgaba una neblina de textura oleosa, que caía al suelo, encharcándose y goteando, formando pequeños ríos  que se deslizaban hacia el altar y desaparecían, drenados, absorbidos...o quizás, almacenados de alguna forma.

Paseé entre los fieles, notando con satisfacción que, a mi paso y el de los demás Luagashî, los cantos y alabanzas subían de tono y que se redoblaban los esfuerzos por mostrarse entregado y más fiel que los demás.  Es posible que yo fuese de los miembros más odiados del Cónclave, pero también de los más temidos.  Mis manos podían tanto sanar como hacer enfermar y cuando me enojaba, la luz más hiriente y más brillante estaba a mi disposición.  Por eso, no era sorprendente que me pareciese que los orcos aún se mostrasen más dispuestos cuando mi imponente sombra de deslizaba junto a ellos.

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15/09/2020, 18:36
CRONISTA

En general se están portando bien, pero hay uno, en una gradería de los no-permanentes, muy nervioso. Se rasca. Se mueve, ...

No está molestando. Además, por lo que ves, es nuevo. Debe ser la primera vez que asiste. Además, has detectado algo que te incomoda. No es malo, pero para el individuo si. Este otro si es uno de los permanente. Es un Olog-Hai. Sabes que era un aspirante a sacerdote, pero sus aspiraciones no era equiparables a su poder. Tenía mucho poder, pero poca capacidad para recordar los procesos, los ritos y demás. Por eso fue destinado aquí. Para "sangrar" su energía, su mana, su esencia, su propio ser.

El pobre desgraciado está sangrando por los oídos y moquea como si se hubiera resfriado. - Un olog no se resfría.

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15/09/2020, 18:38
Director
Sólo para el director

07/02/2018, 10:12

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16/09/2020, 15:38

Uno de los adoradores eventuales, un hombre del este de gesto embrutecido, que se encontraba en mi camino no paraba de moverse, por lo visto incapaz de reunir ni una miserable migaja de disciplina.  Me detuve a su lado, amenazador, alzándome muy por encima de su ya imponente estatura y susurré en un tono que auguraba una gran cantidad de males para el inconsciente guerrero.

-¿Estás desafiando la voluntad del Nigromante? -Los ojos del hombre subieron hasta mirar mi rostro, donde encontraron mis ojos, dos gemas de azul gélido -Dejarás de moverte ahora mismo o la muerte será el menor de tus problemas.

Mis ojos se volvieron hacia un Olog-hai, una lastimosa criatura que se creyó que podría alzarse por encima de casi todos los habitantes de Dol-Dulgur pero cuya inteligencia, apenas superior a la de una roca, le impedía emprender cualquier actividad medianamente compleja.  Me acerqué, interesado, llamando la atención de otro de los luagash, un anciano orco plagado de cicatrices llamado Suvadûk.  

-El Olog Hai, algo le ha enfermado. Vigilémoslo hasta que el ritual acabe.  Lo elegiremos como voluntario para el sacrificio, la debilidad no debe ser tolerada.  Estaba claro que había sido una enfermedad de naturaleza mágica, quizá un veneno.  Pero no se había perdido nada, ese Olog ya estaba marcado como un fracaso para el Conclave

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lanzo:

Alivio de molestias leves, (T/PE) Nivel 3 de artes de los golpes hacia el troll.  Así dejará de lloriquear un rato.

 

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17/09/2020, 11:39
Suvadûk

Cuando te aproximas te das cuenta que el orco no es una como tal. Puede ser que fuera una mestiza entre varias razas. Ese "Usuario de Mágia" es femenino. Conocías su nombre, pero jamás te habías aproximado tanto. Tanto que pudiste incluso percibir su género. - Perecerá. Te espetó con desdén, pero te contestó entre susurros. - No te molestes en siquiera acercarte, pero, tu debilidad te ha hecho perder valor ante los ojos del "Líder". Ese humano tendría que haber sangrado por tu mano, y sigue vivo. Ni corta ni perezosa se acercó al que habías amonestado, y sin dudar, le segó el pescuezo con un larga daga de filo ondulante. Tras eso te miró. No sabías si su único ojo te decía: - "Me debes una, que te he salvado la vida", ... o ... - "Eres dévil y pagarás por ello".

El gran olog que comentas se tambalea, y otros dos, más pequeños, pero fornidos y acorazados, se hacen cargo de él, cuando su negra sangre llega al suelo, tras pegar su cabeza, inconsciente contra las losas que formaban los peldaños en los que se situaba el aforo de aquel coro lugubre.

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17/09/2020, 12:49

En cuanto oí la primera sílaba desafiante de la aberrante mestiza plagada de cicatrices, que siempre pensé era un viejo orco, me dí la vuelta, ignorándola como si no estuviera ahí, dejándola con la palabra en la boca para seguir con mi vigilancia de los fieles.  

La sutileza del verdadero terror le era ajena a muchas de éstas criaturas, sumidas en la breve y fútil espiral de violencia que era su dolorosa vida. Pues una ejecución pública, delante de los suyos, implorando un perdón que no iba a llegar era lo que se merecía realmente el infractor.  Me volví hacia Suvadûk, con una sonrisa maléfica.  Los orcos odiaban mi hermoso rostro, mi sonrisa sobre todo y a mí, que lo sabía, me encantaba sonreírles.

-​​​​​​No habrá más clemencia, más rápidas y benevolentes ejecuciones para los irreverentes.  Suvadûk no os salvará del dolor la próxima vez. Dije, para que me oyera tanto la mestiza como todos los que había a su alrededor. ¿Así que quieres jugar sucio, apestosa híbrida?

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17/09/2020, 18:03
El Laugashî

Tras unas tres largas horas, el rezo termina. No había sido sólo un olog y el sentenciado por la "mestiza" los "fritos". Varios orcos habían perecido en el sitio, sin que nadie se diera cuenta, hasta la hora de marcharse. Un harad había perdido la cabeza, y loco, había empezado a correr, chillando, escapando en dirección al olog "perdido". Conforme había desaparecido de la vista su grito cesó súbitamente, y sin cuerpo, regresó. Su cabeza daba botes por las escalinatas, hasta llegar a la base, donde empezó a manar sangre, de la cual parecía surgir también poder que se unía al "torrente".

Un ptereg que no supiste identificar, 4 Uruk y dos humanos. No había estado mal. Más que otras veces, pero no había llegado al record. Rara es la ocasión en que sólo dos mueren. Jamás habían llegado a 20, pero en varios momentos, años atrás, habían estado cerca. Sobre todo al principio de estos retos.

Tras el acto os reunís todo el cónclave. Ningún ayudante estaban en la reunión, y tú, no estabas fuera por poco, ya que no eras especialmente bien apreciado, pero tus habilidades y poder, los años que habías pasado allí, y por supuesto, el ser el único elfo, te incluía. Era una comida, y mientras se degustaban las viandas, como celebración al haber terminado el rezo, se discutía. Bueno, el líder del cónclave exponía y el resto, con miedo, asentía y obedecía.

 

En un momento dado a este se le ponen los ojos azules. Un azul intenso. Eléctrico. Cambia su voz durante un segundo y este asiente bobalicón. - Si mi señor, si mi señor. No tarda en volver en si. Sabías que el propio nigromante le había hablado. Lo veías pocas veces, pero no era novedoso. Te mira. Sus ojos destilan miedo, odio y envidia. Todo a la vez. Se recompone y te ordena. - Nuestro señor quiere verte. Te espera.

Sabías como ir, pero jamás habías accedido a aquella estancia. Sabías lo que tenías que hacer, y no moverte allí.

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18/09/2020, 10:07

El Fhalaugashi parece haber recibido una orden del mismo corazón de Dol Dulgur.  Seguí comiendo como si nada mientras el Sumo sacerdote se comunicaba, hasta que éste se dirigió hacia mi.  Durante unos instantes pensé que quizás fuese una trampa del cónclave para hacerme aparecer sin autorización frente a uno de los espectrales señores de la fortaleza. Pero hubiese sido inusualmente atrevido, inconsciente incluso, involucrar a la Boca de Sauron o a algún Nazgul en mi eliminación.  No era típico de ellos,  más dados a apuñalar y envenenar a sus enemigos.

-No tomaré nada de postre - dije, sonriente, con todas las miradas, turbias y oscuras, del Cónclave clavadas en mi. Me levanté con tranquilidad y salí de la sala de manera sutil, elegante incluso para, una vez fuera de la sala, soltar el aire que había estado aguantando, presa del miedo.  ¿Llamarme? ¿Para qué? Mi cabeza daba vueltas mientras andaba a gran velocidad hacia el centro de la fortaleza.  ¿Tendría que ver con la presencia que sentí en el gran templo? No era posible que la pequeña tensión con Suvadûk hubiese molestado a alguien de arriba.  A Khamûl quizás? ¿Tendría que ver con la beornida?  

Y así, dándole vueltas a todo, mis pasos se encaminaron hacia la zona más militarizada de la fortaleza, donde docenas de guerreros Olog hai de élite no permitían la entrada excepto a aquellos llamados por su único señor.

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19/09/2020, 19:54
CRONISTA

El templo del tercer estrato, con sus muertes al rezo, te parecen un paseo, con lo que se cuece en esta sala de comidas. Este Fhalaugash es un uruk, con cerca de 100 años, sacerdote como tú, y ha llegado al poder con diferentes y taimadas técnicas. Era un destacado miembro en los rezos. Como el olog que ahora estaba en la puerta vigilando vuestro almuerzo. Tras varios asesinatos, intrigas y demás, adquirió el puesto de poder. Tú, como desprestigiado en la "orden", no eras un rival. Eso te tranquilizaba, ya que salías de los "objetivos a superar" para el ascenso. El comedor, es el de siempre, pero tras los rezos grandes, como el de hoy, siempre os reunís y coméis.

Te marchas discreto. "Escurriendo el bulto", y no te demoras en ello. Ese orco te mira mal, y ve que no eres un problema para su posición de poder, aún así.... . En el último paso te comenta en la distancia: - No olvides que: "El Señor de los Anillos es el Rey de la Tierra Media y el señor de mi destino". Era vuestro lema. Lo habías rezado millones de veces. Te había llegado muy dentro. Era el sino de tu poder y el núcleo de tu creencia. Por eso eras un monje de una religión, que aunque muchos profesaran, pocos eran totalmente practicantes, como vosotros. Las palabras te las ha dicho en una Lengua Negra tan perfectamente pronunciada, tan antigua, en un dialecto tan especial y viejo que te pone los pelos de punta. Te cuesta creer que ese ser puede haber surgido de entre las piernas de una orco, y mamado de sus flácidas ubres.

Bajas por las escaleras de caracol, notando el calor que mana de lo más profundo del volcán, más aún cuando llegas al cuarto estrato, con su olor a azufre y su corrosiva sensación. 

Conoces las palabras, conoces la verdadera identidad, ya que tiempo atrás, lo leíste en la mirada de tomos que hay en este lugar, y llegaste aquí, mucho antes de su "regreso". Sabes quién es realmente. Por eso eres sacerdote. Profesas y difundes su religión. Sabes que es el señor del conocimiento y por eso le adoras. Eres un fiel seguidor y tu poder emana de él.

Das el paso en el abismo, y desciendes lentamente, antes incluso de los que esperabas. Desciendes, levitando, más de 100 metros y aterrizas en un pequeño islote, nada cómodo, y rodeado de un lodo bubujeante, que por su composición, resplandece levemente. El calor es sofocante, pero estás demasiado rígido como para siquiera secarte el sudor.

Notas de juego

Templo tercer estrato (3).
El Comedor (12 del tercer estrato) tras salir del templo.
Tus dominios son la zona noreste del segundo estrato, pero de manera personal pasas más tiempo estudiando en biblioteca (9 del tercer estrato) o en tu celda.

¿Te pongo la descripción de lo que ves en el quinto estrato o te vale con lo que hay en el libro?
No sabes que existen los puentes desde "el islote de la destrucción". No los puedes ver. Tampoco puedes ver bien el techo y las paredes está todo muy oscuro. Lee lo del libro, para ver como bajar. Tu personaje lo sabe. Tú tienes que mirarlo.

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21/09/2020, 10:34

El tan nombrado quinto estrato ante mis ojos, un lago ponzoñoso e hirviente cuyos vapores acabarían en un instante conmigo de no haber sido invitado por el Nigromante en persona.  Poco antes de descender había sufrido verdadero pavor al recorrer las numerosas filas de guardianes Olog-Hai, todos siguiendo cada uno de mis pasos, esperando cualquier movimiento sospechoso para aplastarme y desmembrarme... Pero nada superaba la sensación de ominoso poder que emanaba del lugar más profundo de la fortaleza.  Sauron, el Señor de los Anillos, estaba aquí, una sombra de majestuoso terror oculta en la tóxica penumbra.

Había averiguado hace tiempo la naturaleza del Nigromante, quizá por suerte o quizá por la profunda admiración que profesaba por el señor oscuro, que me hizo dudar de que hubiese sido derrotado definitivamente.  Mucho me guardé de hablar con nadie al respecto, pues parecía que los líderes sombríos guardaban el más absoluto secreto al respecto... Pero por lo visto, oídas las palabras del Fhalaugash, algunos sí conocían el alcance de mis conocimientos e intuiciones.   

Temblé incontrolablemente al aterrizar en el islote de la destrucción, pero me forcé a permanecer inmóvil, a parecer útil, no un despojo tembloroso.  Mi vida dependía de tener utilidad para mí señor...pero una parte de mí se consideraba satisfecha por tener la oportunidad de contemplar su gloriosa presencia, aunque ésto significase mi muerte.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Percepción, pifia  102 -3-54= 45